Decir el pan, la lucha, el gozo, el llanto, 
el monótono sol, la noche ciega. 
Verter la vida en libación de canto, 
vino en la paz y sangre en la refriega.
Desnuda al viento mi palabra os llega. 
Sobre la plaza de la fiesta canto. 
Pido que todos entren en la siega. 
Vengo a espantar las fieras del espanto.
Mediterráneamente luminosa 
escancio en mi palabra cada cosa, 
vaso de luz y agua de verdad.
Si el Verbo se hace carne verdadera, 
no creo en la palabra que adultera. 
Yo hago profesión de claridad.
 

