Oración Contemplativa
“por mi parte, sólo quiero presumir de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.” (Gál 6,14)
*HIMNO
En la cruz está la vida y el consuelo,
y ella sola es el camino para el cielo.
En la cruz está "el Señor de cielo y tierra",
y el gozar de mucha paz, aunque haya guerra.
Todos los males destierra en este suelo,
y ella sola es el camino para el cielo.
De la cruz dice la Esposa a su Querido
que es una "palma preciosa" donde ha subido,
y su fruto le ha sabido a Dios del cielo,
y ella sola es el camino para el cielo.
Es una "oliva preciosa" la santa cruz
que con su aceite nos unta y nos da luz.
Alma mía, toma la cruz con gran consuelo,
que ella sola es el camino para el cielo.
Es la cruz el "árbol verde y deseado"
de la Esposa, que a su sombra se ha sentado
para gozar de su Amado, el Rey del cielo,
y ella sola es el camino para el cielo.
El alma que a Dios está toda rendida,
y muy de veras del mundo desasida,
la cruz le es "árbol de vida" y de consuelo,
y un camino deleitoso para el cielo.
Después que se puso en cruz el Salvador,
en la cruz está "la gloria y el honor",
y en el padecer dolor vida y consuelo,
y el camino más seguro para el cielo.
(Santa Teresa)
*LITURGIA DE LA PALABRA
1Cor 1,17-25 Pues Cristo no me mandó a bautizar, sino a evangelizar; y esto sin alardes literarios, para que no se desvirtúe la cruz de Cristo. Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios. Pues dice la Escritura: Inutilizaré la sabiduría de los sabios y anularé la inteligencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el maestro? ¿Dónde el estudioso de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría del mundo! El mundo con su propia sabiduría no reconoció a Dios en la sabiduría manifestada por Dios en sus obras. Por eso Dios ha preferido salvar a los creyentes por medio de una doctrina que parece una locura. Porque los judíos piden milagros, y los griegos buscan la sabiduría; pero nosotros anunciamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero poder y sabiduría de Dios para los llamados, judíos o griegos. Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios, más fuerte que los hombres.
Salmo 21 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
A pesar de mis gritos,
mi oración no te alcanza.
Dios mío, de día te grito,
y no respondes;
de noche, y no me haces caso;
aunque tú habitas en el santuario,
esperanza de Israel.
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.
Ellos me miran triunfantes,
se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
líbrame a mí de la espada,
y a mí única vida de la garra del mastín;
sálvame de las fauces del león;
a éste pobre, de los cuernos del búfalo.
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
+ Lc 2,22-34 Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, y le había anunciado que no moriría sin ver al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: Mis propios ojos han visto al Salvador que has preparado ante todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel". Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: "Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción.”
*EXÉGESIS Y REFLEXIÓN PARTICULAR
Toda acción que en nuestra vida tiene un carácter misional, que conlleva entrega y altruismo, es poco entendido y aun menos valorado cuando se observan estos ejemplos de vida desde la comodidad de nuestro primer mundo. Misión no solo es 3º Mundo. Misión es hacer tuyo un mensaje y comunicarlo a los de lejos o a los de cerca, sea cual fueren los medios a utilizar. Hay quienes solo cuentan con su persona para realizar su misión, y en este caso, es en el que nos encontramos con Jesús. El llevar a cabo sus principios y valores del Reino de Dios, le hicieron involucrarse en un peligroso entramado, que le enfrentaba con los poderosos de entonces. Intentaron quitarle la vida, pero el ejemplo último de Jesús, fue como una diáspora de su mensaje para todos los que invocaban su nombre, y vieron en la Cruz a parte de dolor y destrucción, un reguero de esperanza que anegará los corazones de la humanidad. Por ello en la Cruz –monumento al amor- vemos prefigurado el rostro de Dios amor, que solo se da a conocer al sencillo y al que se acerca a la cruz con deseos de una entrega igual a la de Jesús. Poco le costaría a Jesús el exclamar el versículo del salmo 21 que tan bien conoció: ¿porqué me has abandonado?. Pero aquellas palabras desde la humanidad del hombre quedaron subsanadas por una entrega escandalosa de amor a los hijos e hijas de Dios. Por ello, pidamos a Dios en primer lugar el dejarnos llenar de los valores de su Espíritu, para –como Simeón- reconocer en Jesús al autentico amor que acoge al hermano y admira en la cruz, todas las posibilidades de salvación. Una salvación que se concreta al ver el amor de Dios conducido a nosotros desde el madero vertical, hacia abajo. Y pidiéndonos Dios, que como Jesús desde el madero horizontal expandamos el mismo amor hacia toda la humanidad que vive junto a nosotros, para ser así auténticamente salvados por nuestras obras.
*PARA COMPARTIR
Adoración de las llagas de Cristo
Adoramos Señor la llaga de tu mano derecha:
En esta llaga queremos ver el dolor y el sufrimiento de tantas madres que cada día caminan con su Cruz junto a Jesús, soportando en ella el dolor del hijo drogadicto, enfermo, encarcelado, extraviado ó marginado por la sociedad:
-Benditas madre que cada día hacen la señal de la Cruz en las frentes y en las almas de sus hijos.
-Benditas madres que, como la Iglesia, conciben y bendicen hijos para la vida de Hijos de Dios.
-Benditas madres que expresan la misericordiosa ternura de Dios hacía todos y cada uno de sus hijos.
-Benditas madres que han sabido transmitir su fe en Dios Padre y nos han enseñado, con su ejemplo, con su vida, la confianza ilimitada a Santa María Virgen, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Adoramos Señor la llaga de tu mano izquierda:
En esta llaga queremos ponerte a la juventud que hoy carece de valores, de ilusión y de fuerza para sentirse cristiano en una sociedad que le arrastra a vivir fuera del Evangelio.
Se necesitan jóvenes que:
-no se vendan por nada ni por nadie.
-Que sean capaces de grandes y pequeñas cosas.
-Que denuncien con hechos y palabras las injusticias que se dan.
-Que vivan comprometidos con la verdad.
-Que tengan unos ideales nobles por los cuales valga la pena morir y vivir.
- Que sepan dar aliento y esperanza.
Adoramos Señor la llaga de tu pie derecho:
En esta llaga queremos ofrecerte a todos los enfermos y mayores que por diversas circunstancias se encuentran olvidados en asilos y residencias, llevan su cruz con resignación, pena, olvido. Ellos al fin y al cabo en su vida callada y silenciosa nos dan un verdadero ejemplo de aceptación.
Aceptar, aunque no sea fácil, si se hace a imitación de Jesucristo, es fuente de sosiego, de consuelo, de paz, de gracia:
-Aceptar es ejercer la propia libertad.
-Aceptar es una actitud básica para toda persona cristiana, religiosa.
-Aceptar es una manera de confiar en la bondad de Dios.
-Aceptar es decir y vivir con Cristo: “Hágase tu voluntad”.
Adoramos Señor la llaga de tu pie izquierdo:
En esta llaga queremos presentarte el deterioro que sufre la naturaleza, tu creación. Deterioro debido al egoísmo y poco compromiso que tenemos al no valorar lo que tú creaste, al no saber conservar las maravillas que has puesto en nuestras manos. Bosques cortados, petroleros que contaminan, capa de ozono dañada, animales concebidos para el engorde y que matan al hombre, reservas naturales desbastadas, balsas de residuos químicos que se rompen y cada uno procurando tener limpio nuestro alrededor, arrojando lo que nos estorba al prójimo.
-Loado seas mi Señor por toda criatura por el hermano Sol, que alumbra y abre el día y es bello es su esplendor.
-Loado seas mi Señor por la hermana agua, que es pura, casta y fresca y limpia en nuestro interior.
Adoramos Señor la llaga de tu costado:
En este costado sangrante queremos unirnos de una manera íntima contigo, siendo como el agua que mezclada con tu sangre nos hace partícipes de tu entrega, de tu amor. Todos los aquí presentes cargamos con una cruz, más grande, más pequeña, mas sufrida, más llevadera, mas silente, CRUZ. ¿Seriamos Señor cada uno de nosotros capaces de llevar nuestra cruz con el mismo amor con el que tú la llevaste?. Evidentemente, la sociedad cambiaría a mejor, se convertiría en un cielo sobre la tierra, si nos llegara una gran oleada de amor que inundara e invadiera nuestros corazones, mentes y almas.
-Porque cualquier trabajo, profesión o condición, sin amor, puede convertirse en un mero acto mecánico, sin corazón ni alma.
-Porque el trato con los débiles, sin amor, nos puede hacer duros, inflexibles, tiranos.
-Porque el saber, el poder, la riqueza, sin amor, pueden llegar a ser opresión, despotismo, hambre para los demás.
-Porque amar es darse, es servir, es hacer vivir en calidad la vida.
-Porque quien ama se transforma por dentro y por fuera, y asimismo transforma todo cuanto toca.
*DESDE LA VIDA
Hazme una cruz sencilla carpintero,
sin añadidos ni ornamentos,
que se vean desnudos los maderos,
desnudos y decididamente rectos.
Los brazos en abrazo hacia la tierra,
el ástil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno que distraiga
este gesto, este elemento humano
de los dos mandamientos.
Sencilla, sencilla, más sencilla,
hazme una cruz sencilla carpintero.
(León Felipe)
*PLEGARIA DE CONCLUSIÓN
Aquí nos tienes, Padre, bendiciéndote y dedicándote
en este momento, nuestras mas tiernas palabras,
hablándote en público, pero en la intimidad,
diciéndote que te queremos mucho
y que lo que sentimos por ti es amor;
amor de pura ley y oro fino.
Sentimos ese amor que viene de ti,
y que se extiende por la tierra en formas de fraternidad,
de amistad, de servicio y de entrega misional.
¡Que espectáculo más hermoso
El de los padres que aman a sus hijos
y el de los hermanos que se quieren entre sí!
Las calles, los jardines y los parques
están sembrados de amor;
por cada esquina surge ese rostro amoroso,
que es reflejo del tuyo, y que nos busca sin cesar.
Las personas queremos fraternidad,
pero el ritmo del mundo que nos enfrenta a unos con otros
y nos impide el poder globalizar el amor y la concordia.
Muchos hombre y mujeres, Padre, siguiendo el mandato del amor,
luchan contra la injusticia, para lograr esa sociedad
en la que podamos ser hermanos.
Unidos en ese deseo de ser reflejo tuyo en el mundo,
levantamos nuestra voz diciendo: PADRE NUESTRO QUE…
La palabra más seria que sabemos decir de ti, Padre,
es que eres AMOR.
Con ese amor, raíz del mundo, nos amas,
te amamos y queremos amar a todos.
Al servicio de ese amor vivió Jesucristo.
Tuvo un solo norte: amar a todos hasta dar la vida.
Y nos dejó un solo precepto: amarnos, como Él nos amó.
¿Para qué decirte más cosas, Padre,
si lo que queremos es contemplar tu amor,
dejarnos impregnar por él
y entrar en comunión contigo y entre nosotros?
Como un fuego, el Espíritu de amor impulsa la tierra
y estimula a los hombres.
Haz, Padre bueno, que ese Espíritu no se apague nunca
y que nosotros lo profundicemos más y más
tras la escucha de tu Palabra en esta oración.
Por ello Padre, en el memorial eucarístico de tu hijo
y en el testimonio vivo que supone a tu iglesia la Palabra sagrada,
vemos los latidos de tu corazón,
y sentimos el compromiso de nuestra existencia cristiana.
Y por este mismo compromiso de amor filial
al que nos sentimos obligados a corresponder,
nos mantiene en el sentido esperanzador
de los que saben que el amor es mas fuerte que la muerte,
y que las personas que aman, aunque mueran,
seguirán viviendo.
Esto fue realidad y aconteció con Jesús,
y esto esperamos que se realice en nosotros.
Mientras tanto, nos dedicamos al principio del amor fraterno,
cuyo fruto, la comunión,
es la bendición que hoy te dedicamos,
a ti, Dios del amor, por los siglos de los siglos. Amén.
Bendigamos al Señor, demos gracias a Dios.
Grupo Koinonía
Iglesia de las HH. de la Cruz. Sabado 20 de Marzo de 2010, 16:40h.
LAUS DEO