CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

lunes, 4 de enero de 2016

RÓBIN,UNA TRISTE HISTORIA SOBRE ABANDONO Y MALTRATO ANIMAL - DIGNIDAD ANIMAL

En los días previos a la Navidad, escuché decir a un oyente de la Cadena SER que su deseo para esta Navidad era que todos los perritos tuvieran un lugar calentito donde dormir y estuvieran alimentados. Sinceramente me emocionó la sensibilidad de esta persona hacia los animales. Y precisamente el martes de la semana pasada, subía con la bici desde La Salada a Lora de Estepa y vi un pequeño perro con muy mala pinta y escuálido comiéndose un conejo podrido en la cuneta de la carretera. Recuerdo que dije: -A La Salada vas. Y efectivamente así fue.

Al día siguiente lo descubrió mi perra en una de las alcantarillas de La Salada hecho un ovillo encima de hojas secas. La primera intención fue la de ponerle agua y comida, y lo hice. Pero cuando volví de mi paseo, estaba decidido a no dar la espalda a este animal pues recordé las palabras del oyente de la SER e hice algo que siempre me prometí que no haría, acoger un perro vagabundo en casa.

Sus circunstancias eran tremendas. Nunca he visto un animal en tan mal estado y a punto de morir. Le llamé Róbin –por Robinson Crusoe- pues como un naufrago llegó a mi aldea.


En el momento en que me hice cargo de él era casi insensible. Era una perrita muy anciana, con una ulcera en un ojo y la visión del otro casi completamente perdida. Además tenía dos grandes hernias entre las patas traseras que le impedían andar bien pues la vejiga estaba fuera de su sitio y el orinar le causaba mucho dolor.

Este animal seguro que era un perrito de compañía, y al ponerse enferma y quedarse ciega sus dueños la abandonaron pues pasó de ser útil a ser un problema para ellos. Venia exhausta de andar kilómetros y estar semanas sin comer. Su mirada era serena, y hoy puedo decir que mi propósito era el de hacerle sus últimos días lo más llevadero posible; pues por consejo veterinario ni siquiera un animal debe de vivir así.

Por ello, los cinco días en los que la he cuidado la he tenido calentita y a resguardo del frío. Le he comprado la mejor comida que había, y os puedo asegurar que ha bebido y comido todo lo que ha sido capaz. La he desparasitado y le he dado antibióticos para paliarle alguna posible infección, la he duchado, le he silbado y acariciado, y os puedo asegurar que ha llegado a demostrarme su agradecimiento con alegría y el movimiento rápido de su colita. Y… creo que he llegado a quererla.



Hoy se ha marchado a descansar. Por su bienestar y su dignidad, la veterinaria la ha sedado, luego anestesiado y por último se le ha provocado un paro cardíaco del que no se ha dado ni cuenta. Y mientras se ha marchado la he estado acariciando con lágrimas en los ojos. Diciendo mentalmente que quería que se marchara de este mundo recibiendo las mismas caricias que a buen seguro ella les prodigó a sus dueños, antes de que enfermara y se pusiera anciana.

Ya descansa en el monte Hacho junto a la sepultura de otra perra que yo tuve, mi EBRA. Y os puedo asegurar que ha tenido el entierro más digno que un animal puede tener, pues los animales tienen su dignidad.

Si escribo estas tristes letras, os aseguro que no lo hago por aguaros el momento ni dármelas de bueno, ni por dar morbo al asunto. Al escribir estas letras hago un llamamiento en voz alta, para que nadie abandone a un animal a su suerte. 
Son criaturas y tienen su dignidad.  


Y hasta los animales deben tener derecho a una vida y muerte dignas. Llamo a la razón de quienes en estas fiestas regalarán un animal a sus hijos como regalo de reyes. Cuándo ladre y haga caca ¿Qué vais ha hacer con el animalito? Ruego sensibilidad al respecto. Y ofrezco mi ayuda a quien tenga un animal en casa y llegue a representar un problema para él. Hay muchas maneras de hacer las cosas antes de abandonarlos.
Feliz año nuevo y buenas tardes. Un saludo cordial.

Atte. Floren.