La penitencia cristiana
+En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
“Si
confesamos nuestros pecados, Él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados
y nos salvará los delitos”
(1Jn 1,9)
(y todos dan lectura al himno introductorio)
HIMNO
Señor Dios todopoderoso,
perdona a tu Iglesia
su riqueza entre los pobres,
su miedo ante los injustos,
su
cobardía entre los oprimidos.
Perdónanos
a nosotros, tus hijos,
nuestra
falta de confianza en ti,
nuestra
falta de esperanza en tu reino,
nuestra
falta de fe en tu presencia,
nuestra
falta de confianza en tu misericordia.
Restablécenos
en tu alianza con tu pueblo;
condúcenos
a un arrepentimiento verdadero;
enséñanos
a aceptar el sacrificio de Cristo;
danos
fortaleza con la ayuda de tu Santo Espíritu.
Quebrántanos
cuando somos orgullosos;
haznos
de nuevo cuando somos débiles;
humíllanos
cuando
confiamos en nosotros mismos;
danos un nombre
cuando
nos encontremos
perdidos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
LITURGIA DE LA
PALABRA
*LECTURA DEL LIBRO
DEL ECLESIASTICO 4,20-31.
Ten en cuenta las circunstancias y guárdate del mal,
y no tendrás que avergonzarte de ti mismo._
Porque hay una vergüenza que conduce al pecado, y
hay otra que es gloria y favor._
No guardes miramientos con otros en perjuicio tuyo,
no te avergüences para tu ruina._
No dejes de hablar cuando sea necesario, pues en el
discurso se deja ver la sabiduría y en la respuesta la instrucción._
No contradigas la verdad, avergüénzate de tu
ignorancia._
No te avergüences de confesar tus pecados, ni te
opongas a la corriente del río._
No te sometas al estúpido, ni guardes miramientos
con el poderoso._
Lucha por la verdad hasta la muerte, y el Señor Dios
luchará por ti._
No seas insolente en tu lenguaje, perezoso y remiso
en tus obras._
No seas como león en tu casa, ni altanero con tus
criados._
No sea tu mano abierta para recibir y cerrada para
dar.
Palabra de Dios_
* Salmo 50: salmo
para pedir perdón.
(*)Sálvanos Señor, por amor a tu pueblo.
51,3 Ten compasión de mí, oh Dios, por tu misericordia,
por tu inmensa ternura borra mi iniquidad._
51,4 Lávame más y más de mi delito y purifícame de mi
pecado._
(*)
51,5 Reconozco mi iniquidad, tengo siempre delante mi
pecado._
51,6 Contra ti, contra ti solo pequé y he hecho lo que tú
no puedes ver. Por eso tu sentencia es justa y eres recto en el juicio._
(*)
51,7 Ya nací en la culpa, y en el pecado me concibió mi
madre._
51,8 Tú quieres la verdad en el centro del alma y en el
centro del corazón me enseñas la sabiduría._
(*)
51,11 Aparta tu rostro de mis faltas, cancela mis pecados._
51,12 Oh Dios, crea en mí un corazón puro, implanta en mis
entrañas un espíritu nuevo;_
(*)
51,14 dame la alegría de tu salvación y que el espíritu
generoso me mantenga firme._
51,17 Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu
alabanza.
(*)_
+LECTURA DEL SANTO
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 16,19-31
16,19 "Había un hombre rico que se vestía de púrpura
y de lino y banqueteaba a diario espléndidamente._
16,20 Un pobre, llamado Lázaro, cubierto de úlceras,
estaba sentado a la puerta del rico;_
16,21 quería quitarse el hambre con lo que caía de la mesa
del rico; hasta los perros se acercaban y le lamían sus úlceras._
16,22 Murió el pobre, y los ángeles le llevaron al seno de
Abrahán. Murió también el rico, y lo enterraron._
16,23 Y estando en el infierno, entre torturas, levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro a su lado._
16,24 Y gritó: Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía
a Lázaro para que moje en agua la yema de su dedo y refresque mi lengua, porque
me atormentan estas llamas._
16,25 Abrahán repuso: Hijo, acuérdate que ya recibiste tus
bienes durante la vida, y Lázaro, por el contrario, males. Ahora él está aquí
consolado, y tú eres atormentado._
16,26 Y no es esto todo. Entre vosotros y nosotros hay un
gran abismo, de tal manera que los que quieran ir de acá para allá no puedan,
ni los de allí venir para acá._
16,27 El rico dijo: Entonces, padre, te ruego que le
envíes a mi casa paterna,_
16,28 pues tengo cinco hermanos, para que les diga la verdad
y no vengan también ellos a este lugar de tormentos._
16,29 Abrahán respondió: Ya tienen a Moisés y a los
profetas; ¡que los escuchen!_
16,30 Pero él dijo: No, padre Abrahán; que si alguno de
entre los muertos va a verlos, se arrepentirán._
16,31 Abrahán contestó: Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto".
Palabra del
Señor.
*
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EXAMEN
DE CONCIENCIA
Ahora conviene que reconozcamos todo el
bien que en nuestra vida hemos dejado de realizar y nos reconciliemos de una
manera consciente con Dios nuestro Padre, por medio de los hermanos. Escuchamos
en silencio el examen de conciencia:
¿necesito yo, conversión?,
¿necesito reconciliarme con Dios Padre?
¿de qué tengo yo que
convertirme, si yo no robo ni mato a nadie?
Tienes necesidad de
convertirte de orgulloso en persona sencilla,
de una
lengua mordaz a la palabra agradable,
del
rostro crispado a la sonrisa confortante,
de
la ambición desmesurada a la generosidad sin límites,
de
la justicia a la rectitud,
del
comer y divertirme, a la Palabra de Dios.
Debes convertirte de
vengativo en comprensivo,
de mentiroso en persona veraz,
de temeroso de qué dirán en confesor de la VERDAD,
de oportunista y holgazán en trabajador
para el Reino de Dios y su justicia.
Urge
que te conviertas de la agresividad,
a la mansedumbre a la bondad,
de la comodidad al servicio desinteresado,
de resentido y envidioso en magnánimo,
de egoísta en preocupado por hacer el bien,
del odio que todo lo destruye al amor que todo lo
edifica,
de los criterios del mundo a la manera de pensar y
actuar de Cristo,
de creernos el ombligo del mundo a la palabra de
Cristo:
“Sin mí no
podéis hacer nada”.(pequeño silencio y seguimos)
*
* * *
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* * * *
PETICIONES DE
PERDÓN
A cada invocación
respondemos diciendo:
“Señor, te pedimos perdón”:
-Por
no haber encontrado tiempo para orar; por haber rezado únicamente por costumbre
o de un modo fugaz...
-Por
no haberte buscado en medio de las dificultades de la vida...
-Por haber construido nuestra vida
fuera de Ti...
-Por
quedarnos satisfechos superficialmente, sin profundizar seriamente en nuestra
fe...
-Por
no haber tenido caridad ni haber fomentado la unidad y la solidaridad...
-Por
no haber sabido perdonar y olvidar el mal que nos han hecho...
-Por no haber sido testigos de la fe...
-Por transigir demasiado fácilmente,
sin esforzarnos en nada...
-Por
nuestras omisiones, por nuestros: “paso de todo”; por no ser fieles a cualquier
compromiso dado...
ORACIÓN
Escucha Padre, el
clamor de tus hijos que te ruegan confiados que acojas su perdón en tu
misericordioso corazón. Atiende nuestros ruegos y danos coherencia y
responsabilidad para dar cuenta entre nuestros hermanos, de lo que ante ti nos
comprometemos.
Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
PROPUESTA DE
CONFESIÓN
“No
he venido a invitar a la conversión a los justos, sino a los pecadores”, dice
el Señor. (lc5,32). Reconozcamos
delante de Dios y de los hermanos nuestros pecados.
(y comienzan las confesiones)
LECTURA PRIVADA
(una vez que estés
confesado/a y te hayas reconciliado con Dios, lee en silencio procurando que
nada te distraiga)
Si no busco el
poder,
ningún
poderoso podrá hacerme daño.
Si no ambiciono riquezas,
jamás me sentiré amenazado por la miseria.
Si
no corro tras los honores,
convertiré
toda humillación en humildad.
Si no me comparo con nadie,
seré feliz con lo bueno que hay en mí mismo.
Si
no me dejo invadir por la prisa,
encontraré
tiempo para todo lo necesario.
Si no soy esclavo de la eficacia,
daré el fruto que los demás esperan de mí.
Si
no me enredo en la competitividad,
entraré
en comunión con lo bueno que hay en todo.
Si vivo a fondo el momento presente,
seré el dueño absoluto del pasado y del
futuro.
Si
acepto el fracaso de mi vida,
habré
librado mi vida de toda frustración.
Si vivo para el AMOR,
el AMOR estará siempre vivo para mí.
(Antonio López Baeza)
(una vez que todos
están confesados se da lectura al padre nuestro)
PADRE NUESTRO
Como hijos que se reconcilian con su padre
nos atrevemos a decir: Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea
tu...
ORACIÓN FINAL
Padre de todos,
que nos has transformado por tu perdón en imágenes vivas de tu Hijo, concédenos
que, después de haber sido objeto de tu misericordia, seamos signos de tu amor
en el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN Y
DESPEDIDA.
Se
bendice al pueblo con las siguientes palabras del sacerdote que preside:
El Señor este con vosotros...
El Dios,
que en su providencia amorosa
quiso
salvar al género humano
enviando a
su Hijo al mundo
para que
el mundo se salve por él,
os bendiga
y os guarde.
Amén.
Que os
acompañe siempre la protección de la Virgen,
por quien
habéis recibido al autor de la vida,
y modelo
de cristiana que siempre se mantuvo junto al Señor
Amén.
Y a todos
vosotros,
reunidos
hoy para reconciliaros con Dios, Padre;
se os
conceda la paz interior y alegría del Espíritu
y los
bienes de su reino.
Amén.
Y la
bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo
+ y Espíritu Santo,
descienda
sobre vosotros.
Amén.
El Sacerdote despide a la asamblea deseándole la paz:
Glorificad
al Señor con vuestra vida. Podéis ir en paz.
Y el pueblo responde:
Demos gracias a Dios.
Final de la celebración
penitencial.
Año 2006 Parroquia de San
Sebastián
Liturgia y
Catequesis