CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

martes, 31 de agosto de 2010

Un ambicioso viaje papal

Me ha gustado estas letras al uso del pendiente viaje de SS. a Inglaterra. ¿Acaso solo interesa el evangelio?
Os dejo con las letras de ATRIO, la pag de mi amigo el Sr. Duato.

Aunque faltan más de dos semanas, el viaje de Benedicto XVI al Reino Unido (del 16 al 19 de septiembre) hace tiempo ya que es noticia. Pero más bien por aspectos secundarios, como el costo económico que repercutirá en todos los contribuyentes británicos y en quien quiera asistir a los actos. Pero el historiador alemán Hansjörg Müller profundiza más en los motivos y connotaciones de este viaje sobre los que conviene reflexionar. ¿Cómo acogerá el pueblo británico esta estrategia vaticana?
 ¿Es el Papa el único salvador de Inglaterra? 
 Por Hansjörg Müller
 “¿Puede el catolicismo salvar a la Inglaterra cristiana? preguntó hace unas semanas la revista conservadora británica The Spectator. “Sí,” fue la respuesta del autor Piers Paul Read, un católico creyente. Sólo la Iglesia Católica se encuentra en una posición para salvar al país “del individualismo frívolo y egoísta que caracteriza al mundo moderno.” Y Read no es el único que expresa este punto de vista.
Unos meses antes, el Papa Benedicto XVI convocó a los anglicanos insatisfechos a convertirse al catolicismo. El Papa se mostró dispuesto a que los anglicanos listos a convertirse se vieran exentos del celibato y de la liturgia. Pero, ¿por qué razón están muchos anglicanos insatisfechos con sus clérigos y con su Iglesia? En 1928, el escritor vienes Egon Friedell describió la Iglesia Anglicana como “un luteranismo con Prelados y Obispos, confesiones y celibato, un catolicismo sin Papa, sin órdenes y sin claustros.”  
De hecho fueron razones políticas, no teológicas, las que condujeron a la fundación de la Iglesia estatal inglesa. Cuando el Papa Clemente VII se negó a anular la boda de Enrique VIII en 1531, decidieron los Obispos ingleses que dejarían de reconocer la autoridad de Roma. Un efecto conveniente de esta determinación fue que el Rey de Inglaterra se pudo quedar con una gran parte de las posiciones de la Iglesia en la isla británica. Enrique VIII, quien de repente se convirtió en la cabeza de su propia Iglesia, fundó una nueva confesión “en parte para robar a la Iglesia Católica, en parte para poder darle rienda suelta a su desenfrenada y sadística pasión  de Barba Azul,” como explica Friedell.
“Fueron razones políticas, no teológicas, las que condujeron a la fundación de la Iglesia estatal inglesa.”
Esta Iglesia Anglicana, la cual preservó la liturgia católica y la jerarquía episcopal en gran medida,  es vista por muchos creyentes como una creación arbitraria. Sólo unos años tras la muerte de Enrique intentó María I, su sucesora, establecer una restauración católica de una manera tan brutal, que el mundo la sigue recordando como “Bloody Mary”. Sin embargo, esta contra reforma no duró mucho. Tras la muerte de María, Isabel I reintrodujo el anglicanismo.
En el Siglo XIX, el Catolicismo causó entusiasmo sobre todo entre los intelectuales ingleses. Durante las décadas de los 1830’s y 1840’s surgió el “Movimiento de Oxford,” el cual luchó por establecer una relación más cercana entre la Iglesia Anglicana y la Católica. Muchos de sus miembros se convirtieron al catolicismo. Al mismo tiempo, los pintores del movimiento Romántico descubrieron incontables ruinas que habían quedado de los claustros abolidos por Enrique VIII y los usaron como inspiración para obras maestras.
“En el Siglo XIX, el Catolicismo causó entusiasmo sobre todo entre los intelectuales ingleses.”
Entre los conversos británicos más conocidos están William Wilberforce, quien todavía es recordado por su lucha en contra de la esclavitud; Augustus Pugin, el arquitecto del espectacular edificio del Parlamento en Westminster; el autor G.K Chesterton; el compositor Edward Elgar; el director de cine Alfred Hitchcock y los escritores Graham Greene, J.R.R Tolkien y Evelyn Waugh.
Éste último basa su gran novela Regreso a Brideshead en la historia de su propia conversión. Charles Ryder, un desolado hijo de familia burguesa, conoce a Sebastián Flyte, un aristócrata católico. Al principio, Charles permanece agnóstico, pero bajo la influencia de la familia de Sebastián descubre que las “observaciones anticuadas del catolicismo expresan un sistema filosófico coherente y reclamaciones históricas intransigentes”.
Estos ejemplos sólo demuestran que la simpatía por el catolicismo en Inglaterra durante los últimos dos siglos nunca llegó a ser un movimiento de masa, sino algo de un grupo pequeño de intelectuales conservadores, muchas veces también lectores y escritores de la revista The Spectator, publicación que representa el punto de vista de los Tories vestidos en tweed en día de caza.
“La simpatía por el catolicismo en Inglaterra durante los últimos dos siglos nunca llegó a ser un movimiento de masa, sino algo de un grupo pequeño de intelectuales conservadores.”
Sin embargo no se debe subestimar el peligro de que renazca el catolicismo en Inglaterra, pues la Iglesia Anglicana es cada vez menos popular entre los creyentes. Esto no es causado tanto porque haya abandonado tradiciones católicas tal como el celibato, sino por su acogida de elementos del multiculturalismo. Por ejemplo, en el 2008, Rowan Williams, el Arzobispo de Canterbury, sugirió que en Gran Bretaña se deberían permitir tribunales de ley sharia, a lo cual el diario conservador The Times respondió con el titular ¿Se ha chiflado el Arzobispo?
“Una comunidad de fe que no tiene convicciones ha perdido su razón de ser.”
Muchos creyentes conservadores -sobre todo en África- se preguntan si esta falta de principios no es la herencia de una Iglesia que fue fundada por razones políticas, y a la vez dudan si el anglicanismo puede enfrentarse con éxito a los retos del presente, empezando por el relativismo cultural al cual el Arzobispo Williams mismo se muestra adepto con su comentario acerca de la ley sharia. A menos de que la Iglesia Anglicana cambie de dirección, es posible que muchos de sus creyentes en África y en Inglaterra se conviertan al catolicismo. Si esto ocurre, ¿podrá el resto de la Iglesia Anglicana permanecer unida? De no ser el caso, no debe uno arrepentirse. Una comunidad de fe que no tiene convicciones ha perdido su razón de ser.
Hansjörg Müller es un historiador alemán egresado de la Universidad de Tübingen.
Redacción de Atrio, 31-Agosto-2010 http://www.atrio.org/2010/08/un-ambicioso-viaje-papal/