CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 8 de abril de 2011

LA OTRA SEMANA

Viene de mi muy querido hermano: http://rimarimando.blogspot.com/


El Rimarimando de Ser Cofrade del 30 de marzo, fue el siguiente:

Asociada a nuestra querida Semana Santa cohabita en el mismo espacio de tiempo otra forma de vivir la semana en la que a veces lo cultural, antropológico y costumbrista se transforman en sustitutivos de la fe y la devoción, quedando en un segundo plano la verdadera razón de por qué la Semana Santa no es una manifestación de folclore tradicional, sino algo mucho más profundo y serio.
Es indudable que cada persona vive la fe según su educación, estado anímico, formación espiritual, etc., pero lo que a veces ocurre es que tendemos a configurarnos penitencias a la carta y cultos a nuestra medida en los que sentirnos cómodos, con libertad suficiente para hacer y deshacer según nuestro infalible criterio.
Como ejemplo podemos contemplar nazarenos que no se sabe muy bien por qué están en una fila con aquella actitud, como quien deambula por un baile de máscaras; hay costaleros cuya primordial preocupación es la estética y que los demás los vean, y también ocurre con algunos miembros de Juntas de Gobierno que tras jurar su cargo desaparecen a la hora del trabajo y aparecen como por ensalmo cuando llega la hora del relumbrón.
Es cierto que las generalidades son siempre injustas y que habrá lugares en  los que esto sea inaudito, pero en otros muchos sitios sí es así, y por lo tanto muy habitual convivir con historias de este tipo, esas historias que configuran "la otra semana", esa en la que la santidad brilla por su ausencia.


Tras la Semana más grande
existen otras semanas,
donde costumbres mundanas
perviven constantemente
con el cariz de la gente
que aparca la devoción
para tornar tradición
en sus caprichos triviales,
entendidos en modales
que azotan las Cofradías
con chuflas y ñoñerías
perdidas en su intrahistoria.

Lo cierto es que la memoria
caduca cuando es antaño,
y así sucede otro año
cuando el brioso costalero
del cajón de su ropero
saca glamour y etiqueta,
ese costal que le aprieta
los ojos tal como un chino,
eso sí, elegante y fino,
con letras y banderitas,
estampados y a rayitas
¡vamos que no es un cualquiera!,
pero la trabajadera
le hará añicos la cerviz
y entonces de la nariz,
quitará el costal tan bello
y cual toro en descabello
caerá hasta sin puntilla,
pondrá al suelo la rodilla,
eso sí con mucho estilo,
enhiesto como un pabilo,
relamido y repeinado,
y el pantalón remangado
como si fuese a por ranas,
hay que tener muchas ganas
de vestir tan pinturero,
si total solo un costero
verá tan loable atuendo;
sinceramente, no entiendo
esa moda tan hortera
de una estirpe costalera
que pretende figurar
o tal vez aparentar
ese maldito esnobismo,
de escaparate y modismo
y maniquíes valientes.

Y también son recurrentes
los que ocupan una lista
para el pase de revista
en su Junta de Gobierno,
y quieren solo pan tierno,
solo cetro y presidencia,
son los que con su ausencia
se podría escribir un cuento,
pues cuando llega el momento
aparecen muy ufanos
queriendo que hasta sus manos
les lleguen loas y honores;
corrillo de aduladores
que por Cuaresma aparecen
y luego se desvanecen
cuando se encierran los pasos,
su compromiso es a plazos
y no estar cuando hay trabajo,
¡que vayan otros al tajo!,
para ellos la corbata,
la medalla y el cubata
y que otros doblen el lomo.

Y pesado como el plomo
es aquel buen nazareno
que este año va de estreno
y cada vez pide más,
quiere largas "chicotás",
que no se paren las filas
pues se le acaban las pilas
para escuchar la final
de un partido sin igual
del Madrid y el Barcelona;
si pierde el suyo abandona
el tramo, vela y capillo:
- ¡No creas que es tan sencillo
ir haciendo penitencia
y vivir esa experiencia
de sentirte perdedor!,
- ¡ahí te quedas Señor!
le dirá muy sofocado:
¡Lo que pedí no me has dado
y así no marcho contigo,
pues vaya!, ¿Tú eres mi amigo,
si no ganamos la copa?…
el fútbol hasta en la sopa.

Esta es la historia mundana
terrenal de la desgana,
la otra historia, la profana,
aquella que tanto espanta
y nada tiene de santa,
aquella…la otra semana.

Helicón


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Publicado por José María Díaz Fernández para RIMARIMANDO el 4/08/2011 10:24:00 AM