CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

domingo, 23 de enero de 2011

NECESITAR A MARÍA Y A DIOS EN LA VIDA, PARA VIVIRLA EN PLENITUD JUNTO A LOS HERMANOS

Nona. La Salada.
Llevo casi todo el día profundizando en las escrituras, y en el sentido teologal del caminar de Israel, desde la antigüedad como pueblo de Dios, hasta nuestros días, como comunidad de todos y todas las que desean buscar a Dios en su propia vida.
Complejo camino, pero apasionante.
Apasionante como apasionada es la vida. Como apasionado vivo yo este día de hoy. Si ayer la reunión de amigos tuvo valor eucarístico, pues creamos clima de fraternidad, hoy es el silencio de las horas y los minutos, con una tenue música de contrabajo y violonchelo, el detonante primordial del día.
Contemplación. Contemplación y visión profunda de la realidad, pues retirarse al campo o al pequeño monasterio de uno, no puede ser huída de nada. No, eso no es posible, sería irresponsable.
Donde está el cuerpo, está la mente. Y cuerpo y mente descansan en Dios.
Hay que ponerse en manos de Dios y ante su presencia, saberse lleno del amor del que nos trasciende. Un amor que junto a María se nos da, como si de una hermosa bandeja de fruta en su punto se tratara. Dios es así, como una manzana. Uno la toma ya con ganas, sabiendo que el fruto promete. Pero hay que estar presto a devorarla, pues si la dejas a medias, por causa de alguna injustificada distracción, se enmohece, oscurece y marchita, hasta el punto de ser incomible.
Yo estoy aquí.
Instalado en este maravilloso y pequeño rincón, donde la espiritualidad rezuma por todos los lados. Libros, estudio, deporte, descanso…etc. Todo ello no esta exento de aquello que ocupa nuestra cabeza y que da sentido a nuestra humanidad. El dolor de la gente, su alegría sus anhelos…etc.

Permita Dios que con la ayuda de María, nuestra Señora de todos los días; encontremos la manera de ser auténticos. Y siendo así, personas de verdad y sin tacha, aprendamos a irradiar todo aquello que Dios nos da como carisma.
Con una oración de mi recién descubierto trapense Thomas Merton, me despido en esta tarde a la hora de Nona.
Como el hermano Thomas, seamos humanos, vivamos en el mundo, no en babia. Pues todo lo que hagamos nos conduce, a la presencia de Dios.

ORACIÓN A MARÍA DE NAZARET

“Enséñame cómo se va a ese país que está más allá de toda palabra y de todo nombre.
Enséñame a orar a este lado de la frontera, aquí donde se encuentran estos bosques.
Necesito que tú me guíes. 
Necesito que tú muevas mi corazón. 
Necesito que mi alma se purifique por medio de tu oración. 
Necesito que robustezcas mi voluntad. 
Necesito que salves y transformes el mundo. 
Te necesito a ti para todos cuantos sufren, para todos cuantos padecen prisión, peligro o tribulación de cualquier clase. 
Te necesito para cuantos han enloquecido. 
Necesito que tus manos sanadoras no dejen de actuar en mi vida. 
Necesito que hagas de mí, como hiciste de tu Hijo, un sanador, un consolador, un salvador. 
Necesito que des nombre a los muertos. 
Necesito que ayudes a los moribundos a cruzar el río. 
Te necesito para mí, tanto si vivo como si muero. 
Necesito ser tu monje y tu hijo. 
Es preciso. 
Amén."