CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 10 de enero de 2014

CARTA DE FLOREN AL PAPA FRANCISCO

Carta al Papa Francisco
Santo padre Francisco, buenas tardes desde Estepa, un pequeño pueblo de Sevilla en la tierra Andaluza. 


Le escribo con alegría y le felicito el nuevo año, y le agradezco profundamente el germen esperanzador que significa en aquellos que somos cristianos; la revitalización del testimonio cristiano, la acogida, la tolerancia y el sentido de fraternidad que vemos en su persona, sus escritos y sus gestos.

Su tarea es enorme Santidad, respecto de actualizar y orientar la nave de la Iglesia, obcecada en ocasiones por ciertos temas que parecen ser la propia razón de ser de la Iglesia, aun cuando esta –como usted afirma-, no debe tener más rumbo que el evangelio de Jesucristo.

Hoy en España, se nos informa de que nuestros obispos se unen al llamamiento de Su Santidad, para estar cerca de los desfavorecidos y los inmigrantes. Y lo hacen por medio de una declaración muy interesante, que es acogida con mucho interés por la comunidad católica de España.

Cita la noticia: Alternativas "más dignas" a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que no se penalice la asistencia humanitaria a los inmigrantes y no se les niegue el auxilio, y reclaman solidaridad en lugar de "vallas cortantes" pues "las solas medidas de control no dan resultados", en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado.

Estas declaraciones de los obispos ayudan a estar en sintonía con Jesús de Nazaret, cuya apuesta se radicalizó fundamentalmente con los desfavorecidos y pobres, social y espiritualmente hablando. Créame Santidad, que somos muchos los hijos e hijas de la Iglesia los que declamábamos una postura eclesiásticamente contundente, respecto de temas tanto morales como políticos, que afectan con urgencia a la vida social y personal de muchos ciudadanos en España, y que se ven abocados al desastre por causa de la implacable crisis económica.

Somos muchos los que aun a pesar de los posibles naufragios, nos sentimos comunidad en la Iglesia de Jesús. Somos muchos los que hemos dado los mejores años de nuestra vida al servicio de la Iglesia en parroquias, catequesis, voluntariado y otras formas de evangelización. Y solo esperamos, que la Iglesia opte fundamentalmente por la HUMANIDAD con mayúsculas, sin preguntarle a la persona de donde viene o cual es su situación económica o su condición sexual.

Respecto de esta ultima consideración Santidad, déjeme decirle que con motivo de la fiesta de la Sagrada Familia, nuevamente hemos escuchado a obispos españoles manifestarse a favor de la familia “tradicional”, hiriendo a otras personas; que por ser familias homoparentales, no dejan de ser dignas personas porque fueron creadas dignamente por Dios. 
Tengo el orgullo de conocer un hogar en el que hay dos mamas y dos hijas, Santidad. En ese hogar, a las pequeñas se les habla de Jesús. Se les enseña que era una persona excepcional que ayudaba a todo el mundo, y que todos debemos parecernos a él, porque Jesús fue un hombre genial.

Sobran las palabras, Santidad. Fue un alivio el escucharle a usted, pidiendo que se deje de tratar con tanta insistencia estos temas, muchos de los cuales son un desafío para la Iglesia del siglo XXI. Hoy tristemente, alguien que de denomina sacerdote  y que ejerce su ministerio con el beneplácito de la C.E.E. (*1) ; afirma en un medio de comunicación que el cáncer que padece un político español y homosexual, “es un castigo de la divina providencia” (*2).

Esto destruye Santidad. Destruye el sentido de comunidad, las ganas de pertenecer, y falta a la dignidad y el respeto de personas, que por no considerarse cristianas no son merecedores de trato semejante.

Aun así, Santidad, esperamos en usted. Yo espero en usted y le muestro mi confianza y mi complacencia de que hará todo lo posible porque la Iglesia de Jesús, sea sensible a todas las realidades que afectan a las personas humanas.

Cuenta usted con mi apoyo, mi oración incondicional y mi consideración personal; aunque cariñosamente le diga apostillando: “aun a pesar de los posibles naufrágios en la fe”.

Desde Estepa en Sevilla, un cálido abrazo fraterno, Papa Francisco. Paz y bien.

Estepa a 10 de Enero de 2014. Laus Deo.

Fdo. Florencio Salvador Díaz Fernández. 

Notas: