CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 29 de julio de 2010

BAUTIZADA

“No tengas miedo de mirarlo a Él”, me dijeron una vez... y hasta hoy... lo sigo mirando y encantando.  ¡Y, aquí estoy firme en mi fe! No hay lugar a dudas, sigo a Jesús en mi corazón y en mi actuar... ¡y soy mujer!

Al igual que yo, muchas mujeres seguimos a Jesús solo con la estola de nuestro bautismo. “Fuiste bautizada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo... ¿y qué más quieres?”, me dijo una vez un sacerdote vestido de plomo con cuello romano. ¿Qué más quiero?, pero si yo quiero hacer lo que Jesús dijo: “Hagan esto en memoria mía”, pero cánones y decretos no me dejan porque soy mujer, como si fuera una impura de hoy, incapaz de tomar el cáliz.

Y así he ido diciendo lo que mi corazón y mi fe siente... y mientras más lo hago... más me empujan hacia fuera. Ya no me llaman a dar encuentros sobre Jesús en parroquias del sector... ya no participo en talleres o cursos parroquiales... y eso no me tiene triste. ¡Sí!, igual sigo su camino con las preferidas del Reino... la mujer pobre.

Cuando los hombres cierran ventanas y puertas, Dios abre miles de caminos... y aquí estamos con las mujeres tratando de ayudar brindándoles una oportunidad en sus vidas mediante la capacitación profesional, el acompañamiento y búsqueda de trabajo (www.centropadregumucio.org)

En cada día de encuentro con estas “mujeres de Jesús” aprendo que estoy en lo cierto, que estoy más cercana que nunca a Él, ayudándole a que “sus preferidas” tengan una vida buena con un espacio de vida laboral en una sociedad que normalmente las excluye.
Ah... y un recado para la Congregación de la Doctrina de la Fe en su breve relación sobre los cambios introducidos en las Normae de Gravioribus Delictis (Normas sobre los delitos más graves), señala en el punto 13 el documento: “Se ha introducido como un tipo de delito penal la atentada ordenación sagrada de una mujer”, junto al tema de la pederastia, la pornografía infantil y otros delitos terribles... que aqueja a algunos ordenados de la institución... y ahí está todo junto... todo revuelto... ¡ah!... y cuál es el recado: Clérigos: ¡qué falta de respeto al ser humano = mujer!

Señor bueno y misericordioso, Tú que tanto nos quieres y respetas, perdón por ellos. Nosotras, te seguiremos siempre, paso a paso, junto a María, “madre de las cansadas, que seguirán levantando la voz”. Amén.

Con humildad afirmo que “no tengo miedo de mirarlo a Él”. Tengo mi mirada limpia y mis manos también... y no tengo estola.

Cariñosamente desde Chile.
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia)


CARMEN ILABACA H., ccbilabaca@hotmail.com