CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

domingo, 6 de marzo de 2011

LA ESTERILIDAD DE NUESTRA FE

La Salada, Vísperas.
LA ESTERILIDAD DE NUESTRA FE

“Ahora que estamos solos, Cristo, te diré la verdad: Señor, no creo.
¿Cómo puedo creerme lo que veo si la fe es creer lo que no he visto?

Si oigo tu voz en mí ¿cómo resisto?
 ¿Cómo puedo buscar, si te poseo, si te mastico, si te saboreo?
Esta es mi fe: Comulgo, luego existo.”
(J.L.Martín Descalzo)

Repongo aquí este encabezamiento de Martín Descalzo, que tan socorrido es en su pensamiento, pues él mismo hace pensar.
Y, ahora vuelvo del templo de Vísperas.
Se me ocurre pensar, que el Señor me ha ofrecido hoy un Programa Cuaresmal y a la medida de mi zapato. No porque sea ideal, para apostarse en el inmovilismo, no; lejos de esto considero que las palabras del evangelio de hoy y lo que mi cabeza da de sí, me llevan a pensar que en esta cuaresma, debo de centrarme en que mi fe sea fecunda.
Dicen los entendidos que el ritmo de la vida, las preocupaciones –estrés- y otras hierbas propias de un mundo globalizado, son las que causan el índice de esterilidad en las parejas de hoy. Y quizás pueda ser algo demasiado ocurrente, pero extrapolo este pensamiento a la vida cristiana y eclesial, y llego a la conclusión personal de que dedico tiempo a otras cosas, que no se las merecen tanto como mi Dios y construcción personales.

El día de ayer fue de mucho trabajo, pues ande con horario trapense y quien me conoce sabe que soy madrugador. Por la tarde tuve ocasión de ejercitarme nuevamente con la bici de montaña, moviendo mis kilos con demasiada dignidad. Al atardecer estudio y oración. El día de hoy ha sido parecido en su totalidad. Gozoso, laborioso y de estudio…, pero; ¿habré iluminado?. O, ¿habré establecido con Dios nuestro Padre, un compromiso suficiente y firme, como para querer iluminar eficientemente, partiendo de una fe fecunda y cimentada?.
No lo se con certeza; lo reconozco.

Pero ese será mi programa cuaresmal.
Dar tiempo a la mente, a Dios sin dejar de lado las obligaciones.
Forjarse en la fe, hacerse mil preguntas que serán respondidas desde el Evangelio y la ayuda de amigos y autores responsables. Sentir, respirar. Creerme obra de Dios y parte proporcional de su amor en la humanidad. Sentirme pequeño, sencillo; pero preciso y necesario para que la semilla de la fe, no deje de repartirse y fecundarse en unos y otros.
Los cristianos del siglo XXI si permanecemos en el inmovilismo y sentido catastrofista, seremos los primeros enemigos de la fe de Jesucristo.

Un Jesús que hoy nos dice (Mt 7,21-27) que el camino, no tiene porqué pasar por excesivas salutaciones. "No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial.” (Mt 7,21)
Sino que tiene que ser un camino y “una fe, que iluminada desde el testimonio de la cruz, desvela a un Padre, que se sirve de nosotros para “Ser” presencia actual y efectiva en el mundo. El que ante la fe esta dubitativo, debiera de sentir en nuestros ojos la mirada de Dios. En nuestras manos la humanidad de Dios, de la que se sienten tan necesitados. En nuestra conversación, apreciar la importancia de ser personas que les importan a otras personas. En definitiva ser el rostro de Dios en el mundo en el que vivimos”. (Dinamizar la fe Floren Díaz 2010) Por este motivo y por muchos otros, feliz y fructífera cuaresma. Ya analizaremos los resultados en Pascua.
Bueno, la cena, peli y completas. Hasta mañana.
Paz y bien.

Floren. Laus Deo.