CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

martes, 8 de mayo de 2012

VOSOTROS ORAD ASÍ EN LA TRISTEZA

"Que no haya en ustedes angustia ni miedo"
(Jn 14,27b)
Ahora en cambio… estoy triste.
Sí, y no tiene remedio esta tristeza. La vida es azarosa, y dosifica las circunstancias emocionales en función de los acontecimientos.

Mi tristeza es pasajera, desde luego. Pero ahora, no deja de ser tristeza. ¿Qué o quienes la causan? ¿Quiénes se adolecerán junto a mí?
Difícil respuesta. Fundamentalmente por querer o pretender –que no es igual- segundas o terceras personas, coaccionar tú libertad cuando ésta es el fundamento de la fe cristiana, pues en tu libertad percibes y degustamos a Dios.

En cualquier caso, nos queda el Espíritu. Presento en esta tarde noche, toda mi vida ante Él, como epiclesis para que me asista. Para que por su medio, se pueda recuperar el ánimo, el sendero de la libertad responsable y el sentido de comunidad del que tan faltos estamos, sobre todo en nuestra católica iglesia.

Ahora en cambio… estoy triste.


AHORA EN CAMBIO...

Hubiera entregado el Dios que no poseo
hubiera aprendido tres o cuatro signos,
y así desalentado,
así fiel, ceniciento,
invariable como un recuerdo atroz,
me hubiera respondido,
me hubiera transformado en ademanes,
me hubiera convencido como todos,
refugiado en el hambre universal,
salvado para siempre y para nada.

Ahora en cambio, estoy un poco solo,
de veras un poco solo y solo.
Mi tristeza es un vaso de oraciones
que se derraman sobre el césped
y desde el césped nace Dios
y está también un poco solo,
de veras un poco solo y solo.

Mas yo le ayudo a conocer las aves
y en toda su extensión la herejía vegetal,
los corazones de sus alegres huérfanos,
la tierra que es la palma de su mano.

(MARIO BENEDETTI, Solo mientras tanto 1948-1950)