CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

martes, 22 de mayo de 2012

ASCENSIÓN DEL SEÑOR - ORACIÓN CONTEMPLATIVA


Ascensión del Señor - Tiempo Pascual -

+ Quisiera callarme, Señor, y esperarte

Quisiera callarme,
para comprender
lo que sucede en tu mundo.

Quisiera callarme,
para estar junto a las cosas,
junto a todas tus criaturas,
y oír tu voz.

Quisiera callarme,
para reconocer tu voz
entre otras muchas
que me piden ayuda.

“Cuando todas las cosas
estaban en medio del silencio
dice la Biblia -,
vino desde en trono divino,
oh Señor, tu palabra todopoderosa”.

Quisiera callarme
y sorprenderme
de que tú tienes palabras para mí.

Señor, no soy digno
de que tu vengas a mí,
pero di sólo una palabra,
y mi vida quedará transformada.

(Jorg Zink)

+Oración colecta         

 Bendito sea el Rey del Universo

Oh Jesucristo, Redentor de todos,
que, antes de que la luz resplandeciera,
naciste de tu Padre soberano
con gloria semejante a la paterna.

Tú que eres luz y resplandor del Padre
y perpetua esperanza de los hombres,
escucha las palabras que tus siervos
elevan hasta ti de todo el orbe.

La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe
bajo la muchedumbre de sus astros
rinden tributo con un canto nuevo
a quien la nueva salvación nos trajo.

Y nosotros, los hombres, los que fuimos
lavados con tu sangre sacratísima,
celebramos también, con nuestros cantos
y nuestras alabanzas, tu venida.

Gloria sea al divino Jesucristo,
que nació de tan puro y casto seno,                          
y gloria  igual al Padre y al Espíritu
por infinitos e infinitos tiempos. Amén.



La Palabra de Dios nos ilumina

Hechos de los Apóstoles 1,15-17

15 Un día de aquellos, en que se habían reunido unos ciento veinte, Pedro se puso en pie en medio de los  hermanos y dijo:16 «Hermanos, tenía que cumplirse lo que anunció el Espíritu Santo por boca de David acerca de Judas, el guía de los que prendieron a Jesús.  17 Era uno de nosotros y formaba parte de nuestro ministerio. 20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Que su morada se convierta en un desierto y no haya quien habite en ella. Y: que ocupe otro su cargo.  20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Que su morada se convierta en un desierto y no haya quien habite en ella. Y: que ocupe otro su cargo.  21Conviene, por tanto, que uno de los que nos han acompañado todo el tiempo que Jesús, el Señor, estuvo con nosotros,   22 a partir del bautismo de Juan hasta el día en que subió al cielo, sea constituido testigo de su resurrección con nosotros». 23 Y presentaron a dos: a José, llamado Barsabá, por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Y oraron así: «Tú, Señor, que conoces el corazón de todos los hombres, muéstranos a cuál de estos dos has elegido 25 para ocupar en este ministerio del apostolado el puesto que abandonó Judas para irse a su lugar». 26 Lo echaron a suertes, y cayó la suerte sobre Matías, que fue agregado a los once apóstoles..



Salmo Responsorial

Sal 103,1-2 *Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser su santo nombre... etc.



1Jn 4,11-16

11 Queridos míos, si Dios nos ha amado de este modo, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.   12 Jamás ha visto nadie a Dios. Si nos amamos los nos a los otros, Dios está en nosotros, y su amor en nosotros es perfecto.  13 Por esto conocemos que estamos con él y él en nosotros: porque él nos ha dado su Espíritu.  14 Nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo, el Salvador del mundo.  15 Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él y él en Dios.   16 Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído. Dios es amor; y el que está en el amor está en Dios, y Dios en él. 



+ Jn 17,11-19

11 Ya no estoy en el mundo; pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda con tu poder a los que e has confiado, para que sean, como nosotros, una sola cosa.  12 Cuando yo estaba con ellos, yo los guardaba y los protegía con tu poder; tú me los confiaste, y ninguno se perdió, a no ser el que tenía que perderse para que se cumpliera la Escritura. 13 Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas cuando todavía estoy en el mundo para que tengan la plenitud de mi alegría.  14 Yo les he confiado tu doctrina; el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.   15 No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del mal. 16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.   17

Conságralos en la verdad: tu palabra es la verdad.  18 Como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo.  19 Por ellos yo me consagro a ti, para que También ellos sean consagrados en la verdad».



Oración, de los que somos como los demás.

Te damos gracias, Señor, porque somos como los demás,
y con ello te pedimos perdón y sobre todo te pedimos fuerzas.

Nos la pasamos maldiciendo el orden establecido
porque se estableció con engaño y violencia,
porque establece la desigualdad y la injusticia;
y sin embargo, Señor, en él estamos también establecidos nosotros.

¿Adónde iríamos si no?; no podemos vivir en ningún-lugar,
la utopía es para nosotros una visión anhelada pero fugaz,
no es una morada, y aún no somos capaces de vivir a la intemperie.

Vivimos, Señor, con tristeza y rabia el alimento que el mundo nos da,
(de sus cadenas, de su veneno), que es nuestra vida.

Maldecimos a cada rato, pero luego nos aplacamos
y hasta nos dejamos absorber por la ilusión de esa vida falaz.

Es verdad que procuramos buscarle la vuelta y tramamos calculadas rebeliones,
y nos esforzamos por crear nuestros espacios de libertad.

Es verdad que resistimos y que sufrimos el mal.

Te damos gracias porque no buscamos salvarnos solos,
sino que aspiramos a la salvación en pos de la comunidad.
porque somos parte de ese pueblo que ama, sufre y espera.

Con los pobres de la tierras te pedimos perdón,
porque estamos en el sistema y a veces sin querer
somos instrumentos de opresión,
y entramos en los mecanismos de esta competencia salvaje.

Y nos desconocemos y nos ignoramos y nos molestamos,
y llegamos incluso a despreciar.

Te pedimos, Señor, perdón por este mal que segregamos y aborrecemos.

Tú sabes bien, Señor, cuánto nos duele todo este mal.

Por eso, Señor, te pedimos sobre todo fuerzas
para luchar por quitarnos este pecado de encima,
para luchar por quitar este pecado del mundo.

Te lo pedimos por Jesucristo liberador,
amigo de los hombres y mujeres de este mundo. Amén.

Oración por las familias y fin de la oración.