CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 14 de octubre de 2010

ORACIÓN A SANTA MARÍA, NUESTRA SEÑORA DE TODOS LOS DÍAS

Ciertamente, Señora, Virgen y Madre de cada día. De cualquier día, por dura que sea la cuesta o la prueba a superar. Manos agrietadas, espalda dolorida, el culmen del problema casi por superarte...etc.
pero en ella, desahogamos todas nuestras cuitas. Ella es la esperanzadora por antonomasia. Ella, es el futuro del mundo, en cuanto a ejemplo de humildad y entrega. Ella es nuestra paz en esta hora de dar cuentas al padre de nuestra actitud con los hermanos y hermanas. Ella es, al fin y al cabo, Santa María, nuestra Señora de Todos los Días.


Nuestra Señora de todos los días.
De siempre.
De las masas atareadas, desorientadas.
Los mismos colectivos, las mismas calles,
los mismos diarios.
Las mismas risas, las mismas tristezas.
Todos somos muy parecidos,
pendientes siempre
de nuestras preocupaciones cotidianas.

Nuestra Señora de las tareas aburridas,
Nuestra Señora del trabajo sin fin,
Nuestra Señora de los días sin alegrías,
Nuestra Señora de las noches sin descanso,
Nuestra Señora de los días inciertos,
de los finales de mes sin dinero,
Nuestra Señora de los años sin vacaciones...

Mujer de la casa, vecina solidaria,
disponible a toda hora y constante en la tarea:
de tu navidad sin alojamiento
a las privaciones de las villas y los ranchos.
De tus angustias de Madre
a nuestras inquietudes por los hijos.
De tus pequeños servicios
a nuestros gestos de ayuda.
De tu vida pobre pero gozosa
a nuestras envidias y cálculos.
Yo te saludo, María,
por ser la Madre que necesitamos
Y que nunca nos falta.
luis retif