CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

lunes, 31 de diciembre de 2012

PLEGARIA PARA COMENZAR EL NUEVO AÑO


Dios y Padre bueno, que nos amas y nos buscas.

En esta plenitud de vida que vivimos, al mirarnos profundamente a los ojos en el comienzo del año te damos gracias, pues al mundo en que vivimos, nos enviaste otorgándonos tu vida y tu dignidad.

Nos dijiste, que proclamáramos un mensaje de esperanza, de anhelo, de felicidad y alegría. Un mensaje que se hace materia en el ser humano, causa última y definitiva obra de tu amor a la humanidad.

Un amor, que se hace efectivo cuando entre las personas que se aman, nace el sentimiento reciproco de fecundar ese amor de Dios y de los hermanos, en todos aquellos que junto a nosotros se relacionan.

En Jesús, tenemos un ejemplo vivo, de lo que es aceptar el mensaje de tu reino y por tu reino. Un reino en el que se exige el servicio y la fraternidad, como eje central de la vida en convivencia, y aspiración suprema a la permanente esperanza a la que nos llamas.

Que seamos responsables, Padre bueno, para saber estar en el mundo y saber ser personas humanas, fraternas, comprensivas, respetuosas con el medio que nos rodea y las vidas que nos rodean, en esta etapa complicada de nuestra historia. 

Pues todos estos valores sembrados por nuestra parte en el mundo, son la mejor garantía para que los que viven junto a nosotros, sigan nuestros pasos; al menos contando con un Padre que por medio de su Espíritu, les anima y empuja a vivir una vida sencilla, plena y sin demasiados condicionantes.

Ayúdanos Señor, a buscar la plenitud de la felicidad a toda costa, para poder disfrutarla y compartirla con las personas.

Que seamos fabricantes de sonrisas y esperanzas. Que consideremos que cada vida es digna y libre, pues todos participamos de tu propia dignidad al crearnos.

Que en el presente año nos sintamos, como personas dignas, abrazados por tu amor. Envueltos por tus brazos de vida y experiencias, para poder afrontar nuestra existencia con humanidad cristiana.

En ti Padre de amor confiamos. Con ayuda de la virgen María la humilde de Nazaret, lo conseguiremos.

Floren Salvador. (Estudiante de Teología Cristiana)

TRISTEZA EN FIN DE AÑO.


TRISTEZA EN FIN DE AÑO

Entiendo que quienes me conozcan les cueste creer esto, pero es así. Acaban de preguntarme en la puerta de la tienda, como acabo el año y bueno, mi cara ha sido un poema. Calan en mi espíritu las adversidades de las personas, el desanimo colectivo, el saber de gente cercana que lo está pasando muy mal.

¿Qué cenar esta noche, Señor y Padre bueno? No seré hipócrita, cenaré desde luego. Pero si por mí fuera, despejaría de la mesa todo alimento o utensilio -que sin ser vehículo para la alegría-, se salga de la normalidad de un día cualquiera.

Estamos de acuerdo en que mis sobrinos se merecen la alegría y nosotros también nos la merecemos; pero hoy siento un poco mi alma comprimida y solo se me ocurre implorar al cielo –para no perder la costumbre- y pedir que el 2013 sea mejor.

Para rematar el asunto, pasan una parejita graciosísima de gitanitos por casa, con un gran equipo de música y tocan melodías navideñas. Y entonces es cuando en la soledad de la trastienda mis lágrimas han brotado, hasta causarme el desahogo necesario.

No me quejo de 2012, al contrario. He tenido con los míos  trabajo y salud, hemos sorteado dificultades. Espero al menos que 2013, no arranque de nosotros y de la sociedad las entrañas de misericordia que Dios nos transmite.

Somos humanos y no debemos dejar de aflorar la solidaridad efectiva y el sentido humanitario de la vida.
Amémonos, pues. Todo lo posible. Estemos juntos en cada envite, pues los brazos unidos pueden más que mil batallas juntas.
Cuando pasee esta tarde por el campo, estaré mejor.
De momento, sigo con ganas de llorar.
Feliz 2013.
ABRAZOS DE FLOREN.

REFLEXIÓN JUVENIL DE FIN DE AÑO

"No somos una generación perdida"
REFLEXIÓN DE FIN DE AÑO

MONTSE GIRBAU, mgirbau@jesuites.net BARCELONA.

Este es el clamor de un grupo de jóvenes que forman parte de la llamada generación perdida: la mejor preparada de la historia de nuestro país y, al mismo tiempo, la que está sufriendo una precarización laboral más despiadada. Ellos firman la reflexión de fin de año del centro de estudios Cristianisme i Justícia.
Hacen un análisis lúcido de la situación que estamos viviendo, reconociendo los errores, denunciando la creciente desigualdad social y declarando su compromiso de trabajar para transformar esta realidad. “No queremos ser una generación perdida”, afirman, huyendo de la etiqueta que a menudo se utiliza para referirse a los jóvenes de esta franja de edad.
Se definen como “hijos de la bonanza”, de una sociedad mercantilizada donde la democracia se ha ido diluyendo en individualismo y reconocen que “en algún momento de este proceso dejamos de pensar qué modelo de sociedad queríamos porque no lo creímos necesario y el totalitarismo de la indiferencia empezó a hacer presencia en nuestras vidas”. Pero ahora aseguran que “nos han quitado la venda de los ojos” y ahora constatan el déficit democrático, el desprestigio de las instituciones políticas, la polarización ideológica que dificulta el diálogo, los riesgos del absolutismo de la técnica y una creciente superficialidad que invade todos los ámbitos de la vida.
Una llamada a la fraternidad y a trabajar por lo común
Frente a esto denuncian el desmantelamiento del Estado del Bienestar, que está provocando un aumento de las desigualdades sociales y advierten que la crisis “igual que ha producido una ola de solidaridad, está alentando la aparición de un nuevo fascismo social” que puede ser una amenaza a la convivencia y a la democracia.
Constatan como la mercantilización y la superficialidad “nos ha empobrecido como sociedad y como personas, nos ha hecho perder conciencia de nuestra influencia y responsabilidad en la sociedad”. En su reflexión, estos jóvenes consideran que es necesario recuperar la presencia de la ética en la economía y recuerdan que “existe un uso inofensivo y un uso prudente del dinero, pero no un uso inocuo”. También reivindican la figura del pensador, del humanista y reclaman “profundidad y rigor intelectual a todos los niveles de la sociedad”.
A pesar del desconcierto que provoca encontrarse en un cambio de época, enfrentándose a la “imposibilidad de lograr muchos de los proyectos personales y comunitarios con que nos habían enseñado a soñar”, este grupo de jóvenes se niega a formar parte de una generación perdida. “Sentimos la necesidad de encontrar vías de implicación en la recuperación de ciertos valores y una visión humanizadora del mundo”, dicen. Y ponen como ejemplo esperanzador, las “iniciativas locales de carácter colectivo y transformador que son anticipaciones de un futuro que está por venir”.
Su manifiesto quiere ser una llamada a la esperanza. En él se comprometen e invitan a recuperar la fraternidad y a trabajar para lo común, combatir el individualismo y la indiferencia, y cuidar la persona en su integridad.
Este documento lo firman un grupo formado por 13 jóvenes entre 25 y 35 años. Hacen su reflexión desde su condición de jóvenes cristianos, desde la convicción que “el cristianismo de hoy debería ser una utopía entusiasmadora”. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


sábado, 29 de diciembre de 2012

FAMILIASSSSS CRISTIANAS

Que sencillo sería admitir Familias Cristianas y NO Familia Tradicional Cristiana.
Lo reconozco, cada vez me chirría más este día de la familia que proclama la Iglesia, para bendecir a "las familias heterosexuales", bien definidas por esa identidad de género. 

Esto indudablemente es una acepción de personas, se bendice algo en detrimento de otro algo.
En fin, yo entiendo por familia, amistad y acogida. Quien entienda tradición y autoridad, les digo que mi familia es completamente estable y poco o nada sabemos de autoritarismos.
Para una iglesia que dice ser reflejo del de Nazaret, no pega el reducir esta día a la pobreza de solo unos pocos.
Es cierto, cada vez me creo menos estas historias eclesiastica, pero ya que estamos, benditas sean todas y cada una de las familias, tanto las que creen en Jesús, como las que no creen, pero son buenas personas y viven en el amor.
Buen fin de semana.
atte. Floren Salvador.

Notas mas amplias sobre este día: http://cartujoconlicencia.blogspot.com.es/2011/12/tu-familia-mi-familia-sus-familias.html

jueves, 27 de diciembre de 2012

APROPIACIÓN DE LO AJENO (GS 69), POR CORTÉS


SAGRADA FAMILIA - ORACIÓN


Fiesta de la Sagrada Familia Jesús, María y José




+.En el nombre del padre del hijo y del ...
-lectura de monición por un laico y seguidamente...

*Poema para comenzar la eucaristía.
Un día más o menos en familia
         Sobre la mesa están el agua, el vino,
         los cubiertos, el pan, la loza nueva.
         Hoy ha salido el sol y, en cuanto funde
         la mucha nieve –sucia ya de ayer-,
         acaricia el blancor de los manteles
         y arranca chispas del cristal.
         Llegamos ante la mesa familiar y, mudos,
         vamos tomando asiento:
cinco seres de Dios,
en esta casa que ahora empieza
a conocernos y a ser nuestra
- un hombre, una mujer, tres hijos-,
silenciosamente,
vamos cumpliendo un viejo rito,
uniendo nuestros claros eslabones
a la cadena del vivir.
Aroma la hierbabuena,
cuando voy sirviendo, humeante la sopa.
Tomo luego un pedazo de pan y,
mientras gozo repartiendo, digo:
“Dios, bendice este techo, esta mesa, este alimento,
este poco de lumbre y este mucho amor”.
Y es una música celeste el leve son
que inician las cucharas.
Esta es la grandeza de saber compartir.
                                                                  (Carlos Murciano)

Y sigue el sacerdote diciendo:
            Hermanos, como familia unida que somos y unidos a todas y cada una de las familias que pueblan el mundo; sin importar de que clase social, etnia, genero o condición determinada; reconozcamos ante Dios nuestro padre y ante nuestros hermanos todos nuestras faltas y pecados. Respondemos: te pedimos perdón, Señor.
         Por el cinismo de nuestras relaciones humanas...
         Por la doble personalidad con que actuamos...
         Por la dureza de nuestros juicios implacables...
         Por no implicarnos en lo social para mejorar el mundo...
         Por ser cobardes a la hora de ser cristianos...
         Por nuestras escasas relaciones contigo...
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Alabemos ahora la grandeza de Dios diciendo todos unidos:
         Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los ahombres que...

Oración colecta en el libro de la sede.

*Para bendecir el pan y el vino(Leemos todos)
        Bendito seas, Señor, Dios nuestro, Rey del universo,
            que haces brotar espigas en los campos de trigo
            y racimos de uva en los llanos y recuestos.  
Gracias a tu bondad, no nos falta el alimento.

Tú nos sacias con pan y vino,
fruto del trabajo compartido por el hombre y la mujer.
Bendito seas porque nos has dado la vida,
nos la conservas y a todos das sustento.

Éste es el pan de cada día,
extraído de los granos de trigo
para que los comensales lo saboreen
sabroso, crujiente, partido y repartido.

El sacerdote mantiene el pan elevado ante el pueblo 
mientras dice con la comunidad:
Éste es el pan de los pobres, pan de vida,
sólido en su firmeza, tostado por el fuego,
comparable a nuestros cuerpos.
Bendito seas, porque el pan es comida de hermandad,
festín nupcial de los que buscan la verdad.
Bendito seas por siempre, Señor.

El sacerdote mantiene el cáliz lleno de vino elevado ante el pueblo
mientras dice con la comunidad
Éste es el vino extraído de los granos de uva
para que los comensales lo beban
como signo de triunfo, alegría y esperanza.
Es vino del Espíritu, comparable a la sangre.
Bendito seas por permitirnos renovar la nueva alianza
y jalonar los días de trabajo con fiestas anticipadoras
de un banquete de bodas, con cantos y danzas.
Bendito seas por siempre, Señor.

Después de la comunión se da lectura a la siguiente oración
*Oración a Stma. María reina de la familia.
Santísima Virgen María, hija de Dios padre, madre de Dios hijo y esposa del Espíritu Santo. A ti acudimos para que nos ayudes a dar gracias a Dios por el don de la familia. Ayuda a los esposos, da fortaleza a los padres, protege y guía a los hijos. Para que con tu esposo San José y tu Hijo Jesucristo, seáis para la familia cristiana luz y aliento en las dificultades, esperanza y alegría en los momentos de felicidad. Que todos los días de nuestra vida sirvan para bendecir a Dios y darle gracias por tu Hijo y hermano nuestro Jesucristo. Amén.
Nuestra Señora de los hogares, ruega por nosotros


Parroquia de San Sebastián
Delegación de Liturgia. Domingo Infraoctava de Navidad

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - UNA FAMILIA DIFERENTE

UNA FAMILIA DIFERENTE

Sagrada Familia (C) Lucas 2, 41-52
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
ECLESALIA, 26/12/12.- Entre los católicos se defiende casi instintivamente el valor de la familia, pero no siempre nos detenemos a reflexionar el contenido concreto de un proyecto familiar, entendido y vivido desde el Evangelio. ¿Cómo sería una familia inspirada en Jesús?
La familia, según él, tiene su origen en el misterio del Creador que atrae a la mujer y al varón a ser “una sola carne”, compartiendo su vida en una entrega mutua, animada por un amor libre y gratuito. Esto es lo primero y decisivo. Esta experiencia amorosa de los padres puede engendrar una familia sana.
Siguiendo la llamada profunda de su amor, los padres se convierten en fuente de vida nueva. Es su tarea más apasionante. La que puede dar una hondura y un horizonte nuevo a su amor. La que puede consolidar para siempre su obra creadora en el mundo.
Los hijos son un regalo y una responsabilidad. Un reto difícil y una satisfacción incomparable. La actuación de Jesús, defendiendo siempre a los pequeños y abrazando y bendiciendo a los niños, sugiere la actitud básica: cuidar la vida frágil de quienes comienzan su andadura por este mundo. Nadie les podrá ofrecer nada mejor.
Una familia cristiana trata de vivir una experiencia original en medio de la sociedad actual, indiferente y agnóstica: construir su hogar desde Jesús. “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Es Jesús quien alienta, sostiene y orienta la vida sana de la familia.
El hogar se convierte entonces en un espacio privilegiado para vivir las experiencias más básicas de la fe cristiana: la confianza en un Dios Bueno, amigo del ser humano; la atracción por el estilo de vida de Jesús; el descubrimiento del proyecto de Dios, de construir un mundo más digno, justo y amable para todos. La lectura del Evangelio en familia es, para todo esto, una experiencia decisiva.
En un hogar donde se le vive a Jesús con fe sencilla, pero con pasión grande, crece una familia siempre acogedora, sensible al sufrimiento de los más necesitados, donde se aprende a compartir y a comprometerse por un mundo más humano. Una familia que no se encierra solo en sus intereses sino que vive abierta a la familia humana.
Muchos padres viven hoy desbordados por diferentes problemas, y demasiado solos para enfrentarse a su tarea. ¿No podrían recibir una ayuda más concreta y eficaz desde las comunidades cristianas? A muchos padres creyentes les haría mucho bien encontrarse, compartir sus inquietudes y apoyarse mutuamente. No es evangélico exigirles tareas heroicas y desentendernos luego de sus luchas y desvelos.

lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD


ATTE. Floren, (Cartujo con licencia propia)

AMOR SOLIDARIO, PARA NAVIDAD


SOLO EL AMOR SOLIDARIO NOS CAMBIARÁ
Mensaje de Navidad
MONJAS BENEDICTINAS, PALACIOS DE BENAVER (BURGOS).

Sobre el mundo se ha acumulado tanta injusticia y sufrimiento que una, sin ser directamente culpable, se siente, a veces avergonzada simplemente de vivir, de poder comer, de tener un techo donde cobijarse, es decir, de llevar  una existencia mínimamente normal a la que deberíamos tener acceso todos.
Pero, ¿quién piensa hoy de verdad en los demás? Es inmoral instalarnos en el propio bienestar sin acordarnos de los pobres, de los que sufren cualquier tipo de exclusión, de los más desfavorecidos, de los que han sido castigados por la adversidad. Por desgracia esta actitud es hoy muy general.
La lucha por la vida y el ambiente materialista y consumista, el individualismo imperante nos han endurecido el corazón, nos han hecho insensibles al sufrimiento ajeno. Si nuestra época se distingue de las anteriores es, sobre todo, por la pérdida del sentido de fraternidad  y de solidaridad aunque se hable mucho de ella. Siempre encontramos motivos para justificar nuestros egoísmos y  nuestra insensibilidad.
Nadie, por supuesto, es personalmente responsable de todo lo que acontece en este mundo pero, de alguna manera, todos somos más o menos cómplices. Creo que el primer acto de egolatría está en considerarnos inocentes y creer que tenemos derecho a gozar de nuestro bienestar sin preocuparnos de los que padecen hambre, de los que han sido arrojados a la cuneta.
Están ya próximas las fiestas de Navidad y, mientras muchos de nosotros, inmerecidamente y gratuitamente, nos disponemos a celebrar la venida de Jesús al mundo en la abundancia, en el despilfarro, en el bullicio de la fiesta, entretenidos con las compras, los regalos, los preparativos de las cenas…, junto a nosotros habrá  hermanos y hermanas que pasan hambre, que no tendrán en  su mesa ni siquiera lo más imprescindible para satisfacer sus necesidades. Otros muchos sufrirán los azotes de la guerra, de la emigración, de la marginación, de los desahucios, de la enfermedad….
Ante tal situación ¿tiene todavía sentido el mensaje de la Navidad? Si Dios ha venido al mundo ¿por qué todo sigue exactamente igual? ¿A qué viene celebrar el nacimiento de Jesús intercambiando deseos de paz, de alegría y fraternidad si el mundo seguirá tan mal como siempre?
En realidad son preguntas que tocan la raíz de nuestro ser de creyentes. ¿Creemos de verdad que Dios es realmente el Salvador que viene a liberarnos de la opresión, a devolvernos la libertad, a romper las cadenas del pecado?, ¿estamos convencidos de que el Señor camina a nuestro lado pues es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros que ha entrado en nuestra historia para compartir a fondo nuestras luchas y esfuerzos, para sostenernos en nuestro caminar?
Los que creemos en Jesús de Nazaret sabemos que este mundo puede cambiar, que Él puede hacer que las espadas se conviertan en arados y las lanzas en podaderas, que es posible que los hombres y mujeres vivamos en paz, que los bienes de la tierra sean compartidos entre todos. Sin embargo, no cambiará sólo con protestas, lamentos y críticas estériles. Cambiará si todos nos comprometemos en una lucha solidaria; si somos capaces de apagar nuestros egoísmos, nuestras ambiciones, nuestra pasividad ante los abusos e injusticias; si llegamos a hacer  del amor el centro de nuestra vida y  el motor de nuestros impulsos; si nos atrevemos a creer que todo hombre y toda mujer es nuestro hermano/a.
Sólo el amor puede hacer que cambien muchas cosas, y el mundo entero está necesitado de amor, sediento de amor. El amor  es el único remedio para cambiar los males que nos aquejan y de los que todos somos, de alguna manera, culpables. Sólo el amor nos puede llevar a la solidaridad. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


jueves, 20 de diciembre de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - MUJERES CREYENTES


4 Adviento (C) Lucas 1, 39-45
MUJERES CREYENTES
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

Después de recibir la llamada de Dios, anunciándole que será madre del Mesías, María se pone en camino sola. Empieza para ella una vida nueva, al servicio de su Hijo Jesús. Marcha "aprisa", con decisión. Siente necesidad de compartir su alegría con su prima Isabel y de ponerse cuanto antes a su servicio en los últimos meses de embarazo.

El encuentro de las dos madres es una escena insólita. No están presentes los varones. Solo dos mujeres sencillas, sin ningún título ni relevancia en la religión judía. María, que lleva consigo a todas partes a Jesús, e Isabel que, llena del espíritu profético, se atreve a bendecir a su prima sin ser sacerdote.

María entra en casa de Zacarías, pero no se dirige a él. Va directamente a saludar a Isabel. Nada sabemos del contenido de su saludo. Solo que aquel saludo llena la casa de una alegría desbordante. Es la alegría que vive María desde que escuchó el saludo del Ángel:"Alégrate, llena de gracia".

Isabel no puede contener su sorpresa y su alegría. En cuanto oye el saludo de María, siente los movimientos de la criatura que lleva en su seno y los interpreta maternalmente como "saltos de alegría". Enseguida, bendice a María "a voz en grito" diciendo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".

En ningún momento llama a María por su nombre. La contempla totalmente identificada con su misión: es la madre de su Señor. La ve como una mujer creyente en la que se irán cumpliendo los designios de Dios: "Dichosa porque has creído".
Lo que más le sorprende es la actuación de María. No ha venido a mostrar su dignidad de madre del Mesías. No está allí para ser servida sino para servir. Isabel no sale de su asombro. "¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?".

Son bastantes las mujeres que no viven con paz en el interior de la Iglesia. En algunas crece el desafecto y el malestar. Sufren al ver que, a pesar de ser las primeras colaboradoras en muchos campos, apenas se cuenta con ellas para pensar, decidir e impulsar la marcha de la Iglesia. Esta situación nos esta haciendo daño a todos.

El peso de una historia multisecular, controlada y dominada por el varón, nos impide tomar conciencia del empobrecimiento que significa para la Iglesia prescindir de una presencia más eficaz de la mujer. Nosotros no las escuchamos, pero Dios puede suscitar mujeres creyentes, llenas de espíritu profético, que nos contagien alegría y den a la Iglesia un rostro más humano. Serán una bendición. Nos enseñarán a seguir a Jesús con más pasión y fidelidad.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

FALSEDAD EN LA VERDAD ECLESIÁSTICA


Falsedad en la Verdad Eclesiástica
Florencio Salvador Díaz Fernández
Estudiante de Teología Cristiana

Hoy soy participe de dos circunstancia distintas, que a su vez tienen un nexo de unión; la Hipocresía de la Verdad Eclesiástica. Y diferencio algo. 

Verdad Eclesiástica es la de los obispos y los jerarcas católicos. La Verdad Eclesial por el contrario, es la Verdad del pueblo, la verdad de la vida y de la gente. La verdad de quienes son objeto de la sensibilidad de Jesús y fundamentan su verdad en la vida, sin preocuparse por sentar cátedra o escribir una excelente y teologal homilía. Comienzo por la primera circunstancia. 



Hace unos días escuche al rosado obispo portavoz de la CEE (Conferencia Episcopal Española), referirse al contento de los obispos con la reciente resolución del gobierno para con la asignatura de religión. ¿Qué persona que puebla España, no advirtió que la Iglesia Católica Española se alegró más que nadie, del triunfo del Sr. Rajoy? ¡Bien me lo fiáis!, pudiéramos decir. 

El caso es que inmediatamente recordé varias opiniones al uso del tema, una de ellas de un sacerdote cercano y otra de una conocida profesora de religión. El sacerdote es categórico, al admitir que la escuela no es el lugar idóneo para enseñar religión específicamente católica, y menos aun para ser el primer arranque del proselitismo católico. Digo yo, que si tanto apuestan los obispos por la “familia Tradicional”, poca confianza le otorga sin embargo, al no fiarse de ella para transmitir exclusivamente y con la ayuda de la parroquia la esencia de la fe. A esto se le llama en mi pueblo, adoctrinamiento. 

La segunda opinión admite con la boca demasiado chica, que nunca ha obtenido el profesorado de religión tantos derechos, como con el otrora presidente Zapatero. Antes de este, cotizaban a la seguridad social por horas lectivas. Tenían un sueldo muy escueto pagado por el estado. Los docentes como en la actualidad, son elegidos a dedo por el obispo diocesano (ordinario del lugar). En algunas diócesis –valga el ejemplo pasado de las islas Canarias- se les devenga un porcentaje del sueldo a modo de “regalo para el obispo”; especie de un óbolo obligatorio a los pobres profesores. Y admite la profesora, que cada cierto tiempo acude al seminario del centro educativo donde enseña, una especie de inspector que adoctrina a los profesores, sobre la orientación de la moral a enseñar y lo que deben de inculcar al alumnado, -nombra el condón, aborto, el asco a los matrimonios gay, etc- según las orientaciones de la CEE. 

Esto, apreciado/a lector/a, es un escándalo de tamañas dimensiones, que luego de saber la certeza de estos testimonios a algunas personas me dicen que se les quita la gana de casi todo a lo que huele a curas en el sentido más peyorativo de la palabra (admiten estos). Y que me disculpen por estas afirmaciones –por amor de Dios- los buenos curas, que son buenas personas antes que buenos curas.

La segunda circunstancia, es que esta mañana saludo y beso por la calle a una señora mayor, amiga, educada y muy buena persona. Esta mujer es una mujer de mucha generosidad y puntal esencial para los miembros de su familia. Resumo al decir que parece que está superando una depresión. Según ella, el mérito no es del todo de ella, sino que el Señor le ayuda –me dice-. 
Yo le confirmo sus palabras y le digo que es así, porque ella lleva a Jesús en su corazón por medio de muchas cosas, entre ellas la generosidad. En un momento de su vida en el que estaba muy enferma y consternada por ciertas cosas, un hombre cercano a ella y católico recalcitrante le dijo que: “Dios te manda la enfermedad para castigarte por tus ideales”. Porque es una mujer de izquierdas. 
Y esto le causó a ella tamaño temor, que a día de hoy aun no acaba de superarlo. Tal es así, que ella se pregunta si ciertos aspectos de las relaciones personales de algunos miembros de su familia, que no están –por decirlo de alguna manera- sujetos a la tradición, son objeto de la ira y el castigo de Dios.

¡Esto es otro escándalo! Como escandaloso fue en su día, escuchar al hoy monseñor Mazuelos hablar durante 45 minutos sobre la cultura de la muerte relativa a la sociedad, aun cuando la iglesia ha culturizado en la muerte a millones de hijos que han pasado de largo por el misterio de la resurrección (valga el ejemplo anterior). Sin culpa de ellos, sino por ignorancia general básica, ya que se les ha denegado desde la Iglesia el acceso al conocimiento libre, la libre formación y la búsqueda de la Verdad libre subjetiva y concreta de cada individuo.

El evangelio del domingo nos habló de generosidad y de vida (Lc 3,10-18). Nos dice que en la vida el compartir es el mejor cauce para hallarse ante los ojos de Jesús. Nos habla de vida, de un Espíritu de la vida, que será el garante de la propia vida, pues con Él y ante Él, seremos personas sin dobleces ni mentiras. Seremos personas de verdad. Pero, ¿qué verdad amigos y amigas? ¿La del pueblo, la del grupo, la de los obispos, la de tal o cual pascual? “El hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado personalmente. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre” (Vat II. GS 16). ¿Anulamos nuestra conciencia para dejarnos guiar por tal o cual?

Creo que no, que debemos mantenerlos lúcidos y coherentes en el pensar y en el vivir, mientras nuestra senda sea la de la felicidad. Esta Navidad, somos muchas las personas que vamos a tener que hacer un acopio considerable de generosidad, para tener buenos deseos para con la jerarquía eclesiástica. Hace días el Papa dijo que “los homosexuales ponen en peligro la paz mundial”. No se refirió el obispo de Roma, ni al hambre, ni a las armas “con cuyos bancos vinculados tienen planes de pensiones invertidos” (Tika Font), ni a la violencia de cualquier tipo. La homosexualidad, es lo que pone en peligro la paz mundial. 



¡Vaya Benedicto, haber empezado por ahí!

Llegará el día en que el papa y cada uno de sus funcionarios episcopales, nos pidan perdón por tanta injuria y daño que hacen a muchas personas, con la cantinela del sermón sexual, sea cual fuere la orientación a tratar. ¡Basta ya de falsedades! ¡Basta ya de utilizar el nombre de Dios para condenar a sus propios hijos y las vidas de sus hijos! 

Por incomprensible que sea, ni en Navidad paran estos señores de blanco y negro de plantar sus insidias junto a la letra del Evangelio para escarnio de esta. Luego nos hablan de oración. Bien, buena cosa es. 40 horas de adoración ante el santísimo para pedirle por la”S” familia”S”. ¡No! Por la familia tradicional. Señor te pedimos por las familias heterosexuales o tradicionales que lo pasan fatal. Las otras, que no son familias, no te puedo pedir por ellas.

¡Cuánta sensibilidad evangélica, cuanta fraternidad! ¡Cuánto ejemplo a seguir! ¿Verdad? Es que estos hombres, son el vivo reflejo de Jesús de Nazaret. ¿Le preguntamos si está de acuerdo a Resurrección Galera, la profesora de religión defenestrada en 2001 por el obispado de Almería, tras casarse con un divorciado?
Amigos y amigas, en esta Navidad intentaré convencerme, de que verdaderamente:
ESTA ES LA IGLESIA QUE QUISO JESÚS. ¡ja!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA DIGNIDAD DEL HOMBRE... Y LA MUJER


LA PRESIDENTA DE BRASIL DILMA ROUSSEFF CONDECORA AL OBISPO PEDRO CASALDÁLIGA


La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, condecoró hoy al obispo español Pedro Casaldáliga y a otras 16 personas por su labor en la defensa de los Derechos Humanos.
Casaldáliga no pudo recibir el premio en persona ya que está oculto en un lugar desconocido bajo protección de la Policía Federal debido al recrudecimiento de las amenazas que recibe desde hace años por su labor en favor de los indios.
Rousseff afirmó que Brasil "aprendió a admirar" a Casaldáliga y al obispo Tomás Balduíno, también homenajeado hoy por su apoyo a los indios, y dijo que ella misma se enorgullece de ser "contemporánea" de ambos.
La mandataria manifestó que el Estado brasileño dedicará "todos los medios y fuerzas policiales y civiles disponibles" para garantizar la seguridad y protección de los que trabajan "en defensa de los excluidos".
Asimismo, Rousseff aseguró que la defensa de los Derechos Humanos es "muy importante" para ella y para su generación, porque "sintieron en la carne el abuso de poder y la truculencia del Estado".
El obispo español, de 84 años y enfermo de Parkinson, abandonó hace una semana la aldea de Sao Félix do Araguaia, en una región selvática del estado de Mato Grosso, debido a las amenazas.
El Consejo Indigenista Misionero (CIMI), una organización vinculada al Episcopado brasileño, denunció que las amenazas se redoblaron en las últimas semanas, al parecer debido a la inminente decisión de un tribunal que al parecer se dispone a fallar a favor de los indios xavantes en una disputa de tierras.
Los indios de la etnia Xavante han contado desde hace más de dos décadas con el apoyo y solidaridad de Casaldáliga, quien llegó en 1968 a ese remoto rincón del estado de Mato Grosso, donde se quedó a vivir con los desposeídos.

martes, 18 de diciembre de 2012

ORACIÓN DEL PAYASO


Para orar

    Mi alforja está vacía,
    Mis pies sucios y heridos,
    Mis entrañas yermas, mis ojos tristes,
    mis flores mustias y descoloridas.
    Solo mi corazón está intacto…
    Me espanta mi pobreza,
    pero me consuela tu ternura.
    Estoy ante ti como un cantarillo roto;
    pero con mi mismo barro,
    puedes hacer otro a tu gusto…
    Acepta la ofrenda de este atardecer…
    Mi vida, como una flauta, está llena de agujeros…,
    pero tómala en tus manos divinas.
    Que tu música pase a través de mí
    y llegue hasta mis hermanos los hombres;
    que sea para ellos ritmo y melodía
    que acompañe su caminar,
    alegría sencilla de sus pasos cansados…

ADVIENTO CON GOZO Y ESPERANZA

viene de: http://blogs.periodistadigital.com/hermano-cortes.php

lunes, 17 de diciembre de 2012

DEFINICIÓN DE HIJO, JOSÉ SARAMAGO


Definición de hijo por José Saramago, premio Nobel de Literatura:

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"Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. Sí. ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... EL MAS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos."
JOSE SARAMAGO









viernes, 14 de diciembre de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - ¿QUÉ PODEMOS HACER?

¿qué podemos hacer? 
16 de diciembre de 2012 - 3 Adviento (C)
+Lucas 3, 10-18


La predicación del Bautista sacudió la conciencia de muchos. Aquel profeta del desierto les estaba diciendo en voz alta lo que ellos sentían en su corazón: era necesario cambiar, volver a Dios, prepararse para acoger al Mesías. Algunos se acercaron a él con esta pregunta: ¿Qué podemos hacer?

El Bautista tiene las ideas muy claras. No les propone añadir a su vida nuevas prácticas religiosas. No les pide que se queden en el desierto haciendo penitencia. No les habla de nuevos preceptos. Al Mesías hay que acogerlo mirando atentamente a los necesitados.
No se pierde en teorías sublimes ni en motivaciones profundas. De manera directa, en el más puro estilo profético, lo resume todo en una fórmula genial: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo". Y nosotros, ¿qué podemos hacer para acoger a Cristo en medio de esta sociedad en crisis?
Antes que nada, esforzarnos mucho más en conocer lo que está pasando: la falta de información es la primera causa de nuestra pasividad. Por otra parte, no tolerar la mentira o el encubrimiento de la verdad. Tenemos que conocer, en toda su crudeza, el sufrimiento que se está generando de manera injusta entre nosotros.
No basta vivir a golpes de generosidad. Podemos dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a hacer la experiencia de "empobrecernos" poco a poco, recortando nuestro actual nivel de bienestar, para compartir con los más necesitados tantas cosas que tenemos y no necesitamos para vivir.
Podemos estar especialmente atentos a quienes han caído en situaciones graves de exclusión social: desahuciados, privados de la debida atención sanitaria, sin ingresos ni recurso social alguno... Hemos de salir instintivamente en defensa de los que se están hundiendo en la impotencia y la falta de motivación para enfrentarse a su futuro.
Desde las comunidades cristianas podemos desarrollar iniciativas diversas para estar cerca de los casos más sangrantes de desamparo social: conocimiento concreto de situaciones, movilización de personas para no dejar solo a nadie, aportación de recursos materiales, gestión de posibles ayudas...
La crisis va a ser larga. En los próximos años se nos va a ofrecer la oportunidad de humanizar nuestro consumismo alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de las víctimas, crecer en solidaridad práctica, contribuir a denunciar la falta de compasión en la gestión de la crisis... Será nuestra manera de acoger con más verdad a Cristo en nuestras vidas.

viene de: http://blogs.periodistadigital.com/buenas-noticias.php/2012/12/10/ique-podemos-hacer-

SI DOS HOMBRES SE QUIEREN, ES SACRAMENTO


José Arregi: "Si dos hombres se quieren, es sacramento"

"La Iglesia española se está situando en otra época, en otro planeta y en otra cultura"


(José Manuel Vidal).- José Arregi estuvo participando en la Semana Andaluza de Teología, que se celebró en Málaga los pasados días 24 y 25 de noviembre. Bloguero de Religión Digital, afirma con tristeza que "la Iglesia Católica institucional se ha alineado en los últimos 30 años con los intereses de la derecha, de la gran banca y de las grandes multinacionales", lo que le lleva a preguntarse, en ocasiones, "si Jesús y los obispos hablan del mismo Evangelio".
En cuanto a la oposición de la Iglesia al matrimonio homosexual, Arregi cree que "dentro de no muchos años nos avergonzaremos de ello, al igual que de los pronunciamientos de los obispos sobre el aborto o el divorcio", y opina que "si dos hombres se quieren, es sacramento".
Estas posiciones "ahistóricas y contraculturales" son las que han llevado a la Iglesia, según Arregi, a perder en los últimos siglos a los intelectuales, los obreros, las mujeres y lo jóvenes: "La única juventud que queda es justamente la más tradicionalista políticamente, culturalmente bastante desubicada y religiosamente involucionista", concluye.
¿Cuál fue el título de tu ponencia?
El título que me propusieron fue "Lógica del Reino, lógica del capitalismo". Yo de economía no sé, pero todos conocemos a grandes rasgos las consecuencias lamentables que nos está trayendo el capitalismo. Lo que voy a intentar escontraponer lo que Jesús tenía en mente y en el corazón cuando anunciaba la Buena Noticia del Reino de Dios para los pobres, al capitalismo salvaje en su versión neoliberal. Lo que quiero decir, en definitiva, es que lo que Jesús lleva en su propuesta de Reino de Dios es la prioridad y el interés por el pobre. Que deje de ser pobre y que viva con dignidad. Mientras que el interés primario del capitalismo es la ganancia. Hay una franca contraposición entre la compasión como motor y como horizonte humanizador (de Jesús) y el interés insensible de unos pocos (por parte del capitalismo). 

¿O sea que estamos ante un sistema anti-evangélico? ¿No se puede superar eso?
Yo creo que hay que clamar más que nunca, porque la lógica económica que subyace a la economía neoliberal que está en auge desde los años 80, pero que al mismo tiempo parece que se está desmoronando, se contrapone a la lógica del creyente. Yo creo que el seguidor de Jesús, hoy en día, tiene que denunciar este capitalismo neoliberal que se sustenta en la especulación de unos pocos, caiga quien caiga. El capitalismo no tiene misericordia.
¿Es hoy cuando es más evidente?
Por supuesto. Tal vez en años de mayor bonanza alguien pudo hablar del Fin de la Historia, y hubo una teología conservadora que dijo que el sistema neoliberal era la plasmación perfecta del Evangelio de Jesús. Pero hoy en día no hay más que mirar lo que nos rodea, no solamente en el estado español, sino a nivel más planetario: los desgarros, las desigualdades crecientes, el horizonte de futuro inexistente, el desastre ecológico en marcha... Todo esto responde a la praxis y a la lógica de fondo del capitalismo neoliberal.
Una vez hecho el diagnóstico, ¿qué propones?
No lo sé. Para eso habría que dominar la economía en detalle. Lo que sé es que hay cantidad de movimientos sociales, más allá de límites confesionales, que están proponiendo medidas de corrección de la economía a nivel planetario: persecución de la corrupción, regulación del mercado, gravación de todas las transacciones financieras, la tasa Tobin... Que los gobiernos políticos tengan realmente capacidad de decisión por encima de los poderes financieros, porque en definitiva estamos viviendo bajo una dictadura financiera de las grandes entidades, y los políticos no hacen más que decir que no pueden hacer otra cosa. Creo que es el momento de la gran política. Los políticos que elegimos deben tomar decisiones que respondan al bien de la ciudadanía.
¿Cómo podemos los católicos impulsar ese cambio?
No importa que sean católicos o no, hay cantidad de personas que están impulsando, en sintonía y colaboración con movimientos de todo tipo (el 15-M, el 25-S, Stop Desahucios...), este nuevo clamor social. Dando voz a la sensibilidad que pide una transformación.
¿Crees que ese clamor pueda cuajar en algo que ayude a las víctimas?
Ha de cuajar. Y si no, de una forma u otra, aunque no sea de golpe, el cambio necesariamente se hará. Y tiene que hacerse a nivel planetario. Ya sabemos que el estado español, por ejemplo, tiene muy poco margen de decisión. Las decisiones tienen que ser cada vez más compartidas. Las Naciones Unidas deberán servir para esto, para que realmente haya una democracia de todos los pueblos, de todas las especies del planeta, de todos los seres vivientes. Y que se tomen decisiones por el bien común, el equilibrio y la armonía.

"Nos avergonzaremos de los pronunciamientos de la Iglesia sobre el matrimonio gay, el aborto o el divorcio"



¿Qué papel crees que está desempeñando en este momento la Iglesia Católica, que es una Iglesia universal, que podría tener cierta autoridad moral para empujar ese cambio de paradigma?
Si uno piensa en el papel que podría estar jugando la Iglesia Católica institucional, en comparación con otras confesiones que son más atrevidas (tal vez porque son más libres), se ve que es bastante pobre, y que se ha alineado en los últimos 30 años claramente (y es muy triste decirlo) con los intereses de la derecha, de la gran banca y de las grandes multinacionales. Creo que la Iglesia (me refiero a la jerarquía y al Vaticano) no ha sido una voz parecida a la que fue la voz de Jesús en la Galilea de hace 2000 años, que estaba claramente de lado del interés de los últimos, de los pobres.
¿No es eso una traición a la esencia del mensaje del nazareno?
Es evidente. ¿Cuáles son las grandes causas que provocan pronunciamientos y toma de la palabra por parte de la institución eclesial? ¿Por qué han salido y han llamado a manifestarse los obispos del estado español? No ha sido por los extranjeros, ni por los inmigrantes, ni por los desahuciados. Últimamente se están oyendo algunas voces de ciertos obispos que se están adelantando en la toma de posición, en una línea que debería ser mucho más visible.
¿Quieres decir que la institución debería estar en la vanguardia de esos movimientos?
Sí.
Pero Rouco fue el primero que expulsó de la Almudena a los desahuciados que se refugiaron allí.
La pregunta es, ¿qué Evangelio leemos? De qué Jesús hablamos.
¿Te decepciona la jerarquía?
Efectivamente. Yo me sonrojo viendo la decisión, la coherencia y los costes personales que asumen mucha gente por reflexionar, por ejemplo, en unas jornadas como éstas, en mi querida tierra de Andalucía. Aquí hay personas de una calidad humana y espiritual muy grande. Ellos son la Iglesia de Jesús. Ojalá la Iglesia Católica, representada en su jerarquía, siguiese esa misma tónica. No digo que todos debamos pensar igual, ni que debamos trabajar en lo mismo; ni siquiera debemos comprometernos de la misma manera. Pero la sensibilidad no debería quedarse solamente en palabras y en buenos deseos, sino que debería impulsar acción y transformación política y económica.
¿Un ejemplo sería el gesto concreto que acaban de tener los curas de Bilbao, pidiéndole a su obispo que ponga a disposición de los desahuciados las casas rectorales vacías o las tierras desocupadas de algunas parroquias rurales?
Mario Iceta es de los obispos adelantados en esta causa, por eso debo decir que me parece admirable. En la diócesis de Bilbao hay mucha base cristiana católica, igual que en la diócesis de San Sebastián, el Foro de Curas de Vizcaya... que van marcando y abriendo camino. La jerarquía, por el peso institucional, los intereses, etc., va más rezagada.
Los obispos se acaban de pronunciar sobre el matrimonio gay, pidiendo que el Partido Popular dé marcha atrás, incluso tras la sentencia del Tribunal Constitucional. ¿Qué te parece?
Lo lamento. Me cuesta comprender cómo hoy en día puede ser tanto problema para una institución importante como la Iglesia que el matrimonio homosexual sea reconocido en igualdad de condiciones jurídicas que el heterosexual. Un primado anglicano decía hace poco, a raíz de la no aprobación de la ordenación de las mujeres como obispos en la Iglesia Anglicana, que ésa es una cuestión que les va a costar explicar a la sociedad. Lo mismo pasa en este caso.
¿También puede hacer perder credibilidad a la Iglesia?
Claro. La Iglesia española se está situando en otra época, en otro planeta y en otra cultura. ¿Cómo va a comprender la inmensa mayoría de esta sociedad que la Conferencia Episcopal, prácticamente en pleno, llame a través de su portavoz a una especie de objeción de conciencia o de insumisión, como hizo con motivo del aborto? La Iglesia sólo hace estas cosas por el divorcio, la ley de la eutanasia, para condenar la insumisión de los jóvenes que se oponían a hacer el servicio militar... ¿Cómo es posible? Creo que dentro de no muchos años nos avergonzaremos de estos pronunciamientos, como ahora pedimos perdón por pronunciamientos del pasado, que han sido totalmente ahistóricos y contraculturales. Todo por no entender los nuevos esquemas sociales, que no tiene por qué ser mejores o peores, sino distintos. Si dos hombres se quieren, es sacramento de Dios. ¿Dónde está el problema? Ellos dicen que el matrimonio tiene que ver con la procreación, pero la Iglesia nunca ha condenado el matrimonio de dos abuelos que nunca van a tener hijos. ¿La cuestión está entonces en que sean hombre y mujer? ¿Y eso de dónde lo sacan? Eso es un simple esquema cultural, histórico y, por tanto, cambiante. Pero esa ruptura les cuesta muchísimo.
Toda religión tiene siempre el gran peligro de recurrir siempre al absoluto, a la tradición, a Dios o a la revelación, para justificar, legitimar y mantener lo que no son más que esquemas culturales, y por tanto, contingentes. 
La vida no para nunca. Progresa, evoluciona. Y la religión debería evolucionar también junto con la vida.

¿Uno de esos escándalos de los que dices que seguramente nos avergoncemos dentros de muy poco es la situación de la mujer en la Iglesia Católica?
Ya nos ha pasado factura. Como se suele decir, la Iglesia perdió a los intelectuales entre los siglos XVIII y XIX, situándose en contra de la razón. Luego perdió a los obreros, situándose también en contra de la mayoría de reclamaciones y reivindicaciones sociales de la clase trabajadora. A partir del Concilio Vaticano II, a mediados del siglo XX, perdió a la juventud, que ahora está en otro paradigma (la posmodernidad, la cultura de la información, de la complejidad, de la globalización, de la crisis de las grandes tradiciones y su consiguiente crisis...). Y ahora está perdiendo claramente a la mujer, si es que no la ha perdido ya. Y si pierde a la mujer, pierde a las madres; y si pierde a las madres, pierde la transmisión a las generaciones futuras, que es precisamente lo que está pasando. Ya está bien de culpar de todo ello a la cultura actual y a todos los "ismos" imaginables.
¿No ha ocurrido todo esto en contra del Concilio?
Sí. El Concilio hizo un esfuerzo de reconciliación con la libertad del sujeto y con la razón. Lo que pasa es que, ya incluso antes de que terminara el Concilio, la cultura europea se estaba situando en otro paradigma, y con el pontificado de Juan Pablo II hubo retrocesos importantes. por una parte, la Iglesia echó marcha atrás del intento de reconciliación con la cultura moderna; y por su lado, la cultura dio un paso adelante hacia el paradigma post-industrial de la información. O sea que lo que separa ahora a la Iglesia institucional de la cultura actual no es solamente una mutación cultural, sino dos: porque la Iglesia ha retrocedido hacia e paradigma premoderno, mientras la sociedad ha avanzado hacia un paradigma postmoderno. De manera que hay dos pasos de distancia entre la institución eclesial y la cultura.
¿Cómo es posible, en una institución que precisamente cuenta con gente sólo dedicada a reflexionar, como los teólogos o los pensadores? ¿Se debe esa involución a una estrategia preconcebida, que parte de la supervivencia de la Iglesia a lo largo de la historia?
Mala voluntad seguro que no hay, pero falta un diagnóstico y una lectura adecuada de la situación de nuestro mundo. Tal vez hay un cálculo que la institución eclesiástica está haciendo, de acuerdo a la línea del neoliberalismo político y económico, con el que ya he comentado que la Iglesia ha hecho un alineamiento que a mí me parece bastante perverso. El cálculo tal vez pasa por creer que el neoconservadurismo tiene futuro, como lo tiene el neoliberalismo, y que los países emergentes no están tan secularizados y laicizados como los países modernos, luego el futuro podría estar marcado por las pautas que ellos impongan, con la religión como presencia fuerte en la sociedad. Creo que ese tipo de cálculos es lo que está haciendo la Iglesia cuando impulsa esta involución tan clara, y cada vez más evidente. Pero a mí me parece que es una lectura errada, un diagnóstico que va a traer consigo un proceso de marginalización por sectarización de la Iglesia en nuestra sociedad. Porque el paradigma de la pluralidad no creo que tenga marcha atrás.
¿No podría cambiar la dirección de la Iglesia como en época de Juan XXIII, que cambió el rumbo de la institución radicalmente?
Puede suceder. Como la Iglesia es tan centralista y tan autoritaria, todo depende de la decisión de uno. Pero también habría que preguntarse cuánto manda ahora Benedicto XVI en el Vaticano. Formalmente, él tiene toda la autoridad, y si se atreviera, podría ponerse firme en cuanto quisiera, dar un giro de timón y provocar el cambio. Pero no creo que eso se dé. Además, la situación social y religiosa de Europa occidental es muy diferente. Cuando la Iglesia, con Juan XXIII, se decidió a dejar atrás la condena, la ofensiva y los profetas de calamidades, para reconciliarse con el mundo, todavía había una enorme masa social cristiana y católica. Las juventudes llenaban las iglesias, y así se podría haber avanzado. Pero hoy ya no nos encontramos con eso. La única juventud que se ve muy de vez en cuando en la iglesia, y luego en las grandes reuniones, son justamente los jóvenes más tradicionalistas políticamente, culturalmente bastante desubicados y religiosamente involucionistas.
¿O sea que la situación es irreversible?
A mí me parece que sí. No hay vuelta de hoja. El Evangelio de Jesús sigue teniendo un potencial inspirador enorme para la sociedad, lo que pasa es que está siendo dilapidado, y me parece que pervivirá sólo en pequeños círculos. La Iglesia como institución social va camino de convertirse en un fenómeno muy marginal, casi sectario (en el sentido de grupúsculo cerrado y a la defensiva con la cultura).
En cambio, ¿no sigue habiendo en esta cultura búsqueda de valores espirituales?
Exacto. Y en la juventud es muy palpable. Los obispos hablan muy mal de los jóvenes actuales, como hablan muy mal de casi toda la sociedad. Cuando recordamos las Bienaventuranzas de Jesús y vemos a los obispos (empezando por su portavoz) que nos riñen todo el rato, nos preguntamos nuevamente si estamos hablando del mismo Evangelio. Y es una pena que la Iglesia institucional crea tan poco en la juventud, que tiene sed de recuperación de la espiritualidad, de lo genuinamente religioso, más allá de formas tradicionales heredadas que ya no dicen nada, o que acompañan creencias que son ya insostenibles.

Otros titulares de Arregui:
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Que dos hombres se quieran es sacramento. La oposición de la Iglesia al matrimonio gay es ahistórica y contracultural
Ellos dicen que el matrimonio tiene que ver con la procreación, pero la Iglesia nunca ha condenado el matrimonio de dos abuelos que no van a tener hijos.
La iglesia ya perdió en siglos pasados a los intelectuales, los obreros y los jóvenes, y ahora está perdiendo a las mujeres
La única juventud que queda en la Iglesia, y que se ve en las grandes reuniones, son justamente los jóvenes más tradicionalistas políticamente, culturalmente bastante desubicados y religiosamente involucionistas
Hay veces que me pregunto si Jesús y los obispos hablan del mismo Evangelio

 viene de: http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2012/12/13/jose-arregi-si-dos-hombres-se-quieren-es-sacramento-religion-iglesia-teologo-espana-jerarquia.shtml