CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

sábado, 8 de enero de 2022

MUJERES, REINAS, MAGAS Y SABIAS.

Los Reyes Magos es una de las tradiciones más antiguas que conocemos y quizás sobre su fundamento habría que decir algo más.

El caso es que en el oficio de Laudes ayer por la mañana, di lectura al texto de Florentino Ulibarri titulado “TAMBIÉN LLEGARON MUJERES SABIAS”[1]. En este texto el autor -con su especial sensibilidad y carisma- viene haciendo lo que yo llamo un alegato de Reyes Magos en defensa de la igualdad de la mujer.


Ojo, mi intención no es cambiar la tradición, no voy por ahí. Pero es preciso conocer el verdadero fundamento de las cosas, al menos para no rasgarse la camisa ante cabalgatas protagonizadas por mujeres, reinas magas o cualquier cosa que se nos ocurra y que no sea del agrado de algunas personas.

Partimos de la base de que tradicionalmente los magos fueron hombres por el patriarcado que nos llega hasta nuestros días.

¿Porqué lo digo? Pues porque la tradición de los Reyes Magos, tal y como la conocemos hoy  en día también fue una ocurrencia de alguien allá por el siglo I de nuestra era.

Los Reyes Magos tal y como los conocemos Melchor, Gaspar y Baltasar NO tienen ningún fundamento histórico. Es una bella fábula para enmarcar el nacimiento de Jesús en la historia dándose a conocer a las tres grandes civilizaciones –consideradas- paganas de entonces, creo que mesopotámica, persa y etíope.

Es más, hay estudios teológicos que bien se posicionan a favor de Nazaret como lugar del nacimiento de Jesús ya que el censo romano al que se refieren los evangelios no cuadran con los datos históricos de entonces. Y si no se trasladaron porque no hubo censo, es probable que Jesús naciera en Nazaret en la casa de su madre y su padre, María y José.

Es muy probable, más que probable que el hagiógrafo sagrado sitúe el nacimiento de Jesús en Belén, para realizar una conexión con la dinastía davídica y su genealogía de la cual parte José el carpintero que era de la estirpe de David.

Tengamos en cuenta que ninguno de estos datos que aporto desvirtúan –de ninguna manera- la vida, obra y mensaje de Jesús de Nazaret en el cual creo, como hombre formidable que rompió todos los esquemas de la historia, haciendo el bien, preocupándose por la dignidad de mujeres y hombres, el hambre y la salud así como la justicia.

Pero me parece importante que en este momento en el que vivimos en el que todo parece ser blanco o negro o nos creemos la primera noticia que nos llega a tal grupo de wassapps seamos de izquierda o de derechas; digo que, pensemos en la posibilidad de que cualquier cosa puede tener una deriva distinta en su origen o se haya desvirtuado a través del tiempo para hacer una versión de un acontecimiento a la medida de algunos.

Termino.

Me gusta la tradición de los Reyes Magos, pero es linda la reflexión a la que nos lleva Florentino Ulibarri. Epifanía es "manifestación del Hijo de Dios", es darse a conocer. Las mujeres siempre han luchado por reivindicar su lugar en el mundo. Estamos rodeados de mujeres cada día en cada momento de la historia que han hecho auténticos milagros en sus vidas. Han sido Reinas en muchos sentidos y en una sociedad o civilizaciones que siempre las han empequeñecido hasta llevarlas a la ignorancia.

Pero ellas son sabias. HOY SOIS SABIAS.

Y por ello confieso que estaría encantado de que en algún momento se reconociera vuestra realeza, sabiduría, dignidad y empoderamiento para que vuestras capacidades brillen como el sol.

Que tengáis un feliz fin de semana.

Fraternalmente, Floren.

 

TAMBIÉN LLEGARON MUJERES SABIAS (Florentino Ulibarri)

Y aunque no lo digan las crónicas,

también llegaron mujeres sabias

desde los cuatro puntos cardinales.

El fuego ardía en su seno

mucho antes de ver la estrella en el cielo.

Caminaban en oscuridad fiándose

de que la tierra se iluminara cada noche

con la luz de las lucernas más humanas.

 

Llegaron mujeres sabias

libremente y por propia autoridad,

sin ocultarse y desafiando las costumbres,

sin pedir permiso a ningún rey,

siguiendo sus intuiciones y sueños

su anhelo y el ritmo de su corazón,

cantando canciones de esperanza

y abriendo camino a la dignidad.

 

Llegaron en silencio, de puntillas,

sin ruido, sin parafernalia,

sin provocar altercados ni miedos,

sonriendo a todos los peregrinos.

Llegaron de forma contracultural,

no les quedaba otro remedio.

 

Nadie levantó acta con sus nombres,

pero dejaron huella y recuerdo imborrable.

Llegaron y trajeron regalos útiles:

agua que limpia, fuego que ilumina,

pan de la tierra y leche de sus pechos.

Llegaron con mantas para envolver,

frutos secos para compartir,

aceites para curar y ungir

y nanas tiernas en sus gargantas

para alegrar y dormir al que iba a nacer.

 

Ayudaron a María a dar a luz,

y cuando gemía con dolores de parto

le susurraban bendiciones de su pueblo.

Se quedaron en Belén muchas lunas,

y encontraron para la familia un lugar digno.

Y enseñaron a otras su arte y oficio,

con paciencia, ternura y tino

hasta que surgió una red de solidaridad.

 

Llegaron mujeres sabias

y alzaron su voz, sus brazos,

su sabiduría, su cuerpo, su espíritu

contra la matanza de inocentes.

Y se marcharon por otro camino,

igual que lo hacen siempre,

sin prestar atención a los cantos triunfales,

para proteger a los hijos más débiles.

 

Se marcharon a su tierra.

Pero vuelven una y otra vez en esta época

y en todos los momentos importantes,

cargadas de dones, risas, besos

de vida, canciones y paciencia

Dicen que es su trabajo y oficio;

pero no, son nuestro sacramento

y nuestros sueños mágicos despiertos.

 

Vestidas sin llamar la atención

están ahí, al borde del camino,

en los cruces y duelos de la vida,

en los oasis y en los desiertos,

en el límite de nuestro tiempo,

en los campos de refugiados,

en el umbral de la conciencia,

ofreciéndonos lo que más necesitamos.

 

Danos ojos para verlas ahora,

antes de que se marchen por otro camino,

y sólo sean sombra para nosotros.

Déjanos sentir el aroma de su presencia,

la sonrisa de su rostro, la leche de sus senos,

el calor de su espíritu y de su regazo

y toda la ternura de sus corazones vivos.

Déjanos abrazarlas para no olvidarlas.

 

Siempre llegan mujeres sabias,

oportuna y solícitamente,

a Belén y al reverso de la historia,

y son los mejores reyes magos

de las crónicas evangélicas no escritas.



[1] https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/1407-tambi%C3%A9n-llegaron-mujeres-sabias.html