CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 30 de junio de 2011

LAS LETRAS DE PACO LÓPEZ DE AHUMADA - La rebeldía domesticada

Paco, sus entradas son escuetas pero como perlas cultivadas. Estoy de acuerdo, sí.
Particularmente llevo una época en la que hay quien me dice que ya no soy guerrillero -que lo he sido-, para la defensa de los derechos civiles, sexuales, laborales...etc. Quizás demasiada formación y laxitud. 
Como usted bien dice y así nos lo recuerda, es más que necesario no dejar que trabajar; y sobre todo luchar desde el testimonio.
No agachar la cabeza demasiado, pues como dice el refranero popular: "Mientras más se agacha uno, más se le ve".
Buen verano Paco y saludos de su amigo, Floren de Estepa.
p.d. me permitirá usted que su entrada la haga mía en mi blog. ok?


LA REBELDÍA DOMESTICADA
¿Quién ha ido domesticando a una generación de rebeldes que batalló por la democracia, afrontó el desprecio y el desprestigio social promovido por los bienpensantes, se levantó contra la OTAN, que dio la cara por muchas causas perdidas…?
Todavía resuena, y se han aireado tras su muerte, las palabras de Marcelino Camacho: "Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar".
Repetirlas hoy pretenciosamente, y más por quienes son sus más directos herederos, parece un sarcasmo, una burla a un periodo de la vida de este país en que la gente se dejaba el pellejo y arriesgaba realmente mucho de su integridad física y moral.
Poco a poco, pausadamente, paulatinamente nos hemos ido metiendo a fondo en el mar desde la orilla.
Primero sentimos que se nos helaban los pies al tocar la leve ola rota que nos los acariciaba, luego íbamos sintiendo escalofríos cada vez menos intensos cuando el agua nos iba llegando a la rodilla; todavía producía cierto temblor el que el agua nos llegara hasta la entrepierna; finalmente, levantábamos las manos con miedo cuando el agua nos cubría hasta el ombligo y para entonces tomamos la decisión de sumergirnos de golpe bajo el agua, y en poco tiempo desaparecía la sensación de frialdad y empezábamos a sentirnos tan a gusto… ¿Tan a gusto como un cochino en un charco?
No sé si se capta la metáfora, inspirada por cierto en Vicente Aleixandre, pero al revés. Nos hemos ido acomodando, sometiéndonos, doblegándonos, dejándonos domesticar. No somos los leones que soñábamos; por el contrario –y ahora convoco a Miguel Hernández- somos los dóciles bueyes que se han dejado uncir al yugo y caminan lentos, la cabeza bien baja, bajo la vara arriera, arrastrando la carreta en la que otros van montados.
El sistema, convertido en el bombero que apaga todos los fuegos levantiscos, tiene bien cargados los extintores y hoy, la luz y el calor de ese fuego, están apagados, y apenas sin rescoldo para resucitar de nuevo.
Como quien ha cogido la mochila para espolvorear el herbicida, el sistema ha arremetido contra los brotes ya debilitados de la hierba mala que se revela y rebela –ahora sito a Alberti- pero que, ya mustia, ha optado por no interferir el crecimiento de semillas manipuladas, que acabarán envenenando la vida.
¿En dónde están los profetas que en otro tiempo nos dieron las esperanzas y fuerzas para andar? (R. Cantalapiedra) ¿Es que ya no hay nadie? ¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?(otra vez Alberti).
Todavía se diran muchas mentiras que nos harán pasar como verdades, con las que el HOMBRE será domesticado, dócilmente sometido y hábilmente manipulado. No ha pasado. Por el contrario, estamos en plena era del Pensamiento único… Lo terrible es que poco a poco nos siguen comiendo la cabeza. No podemos caer más bajo, pero es bueno tener alguna distracción que nos amortigüe el pensamiento, es bueno, muy bueno para la causa, el fútbol y el Gran hermano. ¿Han visto “Matrix”?



Viene de: http://utopiapaco.blogspot.com/2011/03/la-rebeldia-domesticada.html?showComment=1309431235251#c5631251975128986228 

LA ORACIÓN DE CADA DÍA

"Cuando tu corazón está rebosante de agradecimiento, dedícate simplemente a vivir. 
El Espíritu de Dios está orando en ti."

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EL PUEBLO SENCILLO

14 Tiempo ordinario (A) Mateo 11, 25-30
EL PUEBLO SENCILLO
JOSÉ ANTONIO PAGOLA - SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

Jesús no tuvo problemas con la gente sencilla. El pueblo sintonizaba fácilmente con él. Aquellas gentes humildes que vivían trabajando sus tierras para sacar adelante una familia, acogían con gozo su mensaje de un Dios Padre, preocupado de todos sus hijos, sobre todo, los más olvidados.
Los más desvalidos buscaban su bendición: junto a Jesús sentían a Dios más cercano. Muchos enfermos, contagiados por su fe en un Dios bueno, volvían a confiar en el Padre del cielo. Las mujeres intuían que Dios tiene que amar a sus hijos e hijas como decía Jesús, con entrañas de madre.
El pueblo sentía que Jesús, con su forma de hablar de Dios, con su manera de ser y con su modo de reaccionar ante los más pobres y necesitados, les estaba anunciando al Dios que ellos necesitaban. En Jesús experimentaban la cercanía salvadora de Padre.
La actitud de los <<entendidos» era diferente. Lo que al pueblo sencillo le llena de alegría a ellos les indigna. Los maestros de la ley no pueden entender que Jesús se preocupe tanto del sufrimiento y tan poco del cumplimiento del sábado. Los dirigentes religiosos de Jerusalén lo miran con recelo: el Dios Padre del que habla Jesús no es una Buena Noticia, sino un peligro para su religión.
Para Jesús, esta reacción tan diferente ante su mensaje no es algo casual. Al Padre le parece lo mejor. Por eso le da gracias delante de todos: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido mejo»
También hoy el pueblo sencillo capta mejor que nadie el Evangelio. No tienen problemas para sintonizar con Jesús. A ellos se les revela el Padre mejor que a los "entendidos" en religión. Cuando oyen hablar de Jesús, confían en él de manera casi espontánea.
Hoy, prácticamente, todo lo importante se piensa y se decide en la Iglesia, sin el pueblo sencillo y lejos de él. Sin embargo, difícilmente, se podrá hacer nada nuevo y bueno para el cristianismo del futuro sin contar con él. Es el pueblo sencillo el que nos arrastrará hacia una Iglesia más evangélica, no los teólogos ni los dirigentes religiosos.
Hemos de redescubrir el potencial evangélico que se encierra en el pueblo creyente. Muchos cristianos sencillos intuyen, desean y piden vivir su adhesión a Cristo de manera más evangélica, dentro de una Iglesia renovada por el Espíritu de Jesús. Nos están reclamando más evangelio y menos doctrina. Nos están pidiendo lo esencial, no frivolidades. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

martes, 28 de junio de 2011

VAMOS DE MAL EN PEOR

El Corpus de Toledo creo que ha sido este año un puro esperpento respecto de dos circunstancias concretas. Al menos para mí lo es.
Por un lado considero absurdo la celebración de la eucaristía de espaldas al pueblo como otrora se hiciera hace cincuenta años o aun menos. Sean los que fueren -y por mucho que argumente el papa Ratzinguer-, al celebrarse de espaldas al pueblo, se merma el sentido comunitario y eclesial que debe de albergar cada una de las personas que celebran junto al sacerdote la eucaristía. Por ello, un motivo más para mi argumento de que la eucaristía en la iglesia católica, tal y como la tenemos estructurada, está deslocalizada para la mayoría del pueblo de Dios.


En segundo lugar, parece que el arzobispo de Toledo -usando sus atribuciones propias como el ordinario del lugar- tuvo a bien administrar la comunión a la recién estrenada presidenta de la comunidad de Toledo la Sra. Cospedal (divorciada). http://www.elplural.com/politica/la-iglesia-niega-la-comunion-a-los-divorciados-menos-a-cospedal/
Con ello contravino el código de derecho canónico y las indicaciones del papa Ratzinguer de la NO ADMINISTRACIÓN DE LA COMUNIÓN A LOS DIVORCIADOS. Censura eclesiástica con la que estoy en contra, pero la cual creo que estando en vigor, debe ser atendida tanto por unos como por otros.


Por otro lado,  Los sacerdotes de la Diócesis de Toledo están que trinan, y algunos han decidido dirigirse al arzobispo toledano, Braulio Rodríguez, para solicitarle su autorización y poder ofrecer la comunión a los divorciados, como así sucedió en la misa del Corpus con la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que recibió la hostia consagrada de manos del mismísimo prelado, contraviniendo las órdenes del Papa Benedicto XVI y el Código de Derecho Canónico. “¿Por qué Cospedal puede comulgar y el resto de los divorciados no?”, dice un párroco de la zona de Talavera en declaraciones a ELPLURAL.COM.

sábado, 25 de junio de 2011

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - REAVIVAR LA MEMORIA DE JESÚS

REAVIVAR LA MEMORIA DE JESÚS
El Cuerpo y la Sangre del Señor Juan 6,51-58

JOSÉ ANTONIO PAGOLA - SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

 

La crisis de la misa es, probablemente, el símbolo más expresivo de la crisis que se está viviendo en el cristianismo actual. Cada vez aparece con más evidencia que el cumplimiento fiel del ritual de la eucaristía, tal como ha quedado configurado a lo largo de los siglos, es insuficiente para alimentar el contacto vital con Cristo que necesita hoy la Iglesia.

El alejamiento silencioso de tantos cristianos que abandonan la misa dominical, la ausencia generalizada de los jóvenes, incapaces de entender y gustar la celebración, las quejas y demandas de quienes siguen asistiendo con fidelidad ejemplar, nos están gritando a todos que la Iglesia necesita en el centro mismo de sus comunidades una experiencia sacramental mucho más viva y sentida.

Sin embargo, nadie parece sentirse responsable de lo que está ocurriendo. Somos víctimas de la inercia, la cobardía o la pereza. Un día, quizás no tan lejano, una Iglesia más frágil y pobre, pero con más capacidad de renovación, emprenderá la transformación del ritual de la eucaristía, y la jerarquía asumirá su responsabilidad apostólica para tomar decisiones que hoy no nos atrevemos ni a plantear.

Mientras tanto no podemos permanecer pasivos. Para que un día se produzca una renovación litúrgica de la Cena del Señor es necesario crear un nuevo clima en las comunidades cristianas. Hemos de sentir de manera mucho más viva la necesidad de recordar a Jesús y hacer de su memoria el principio de una transformación profunda de nuestra experiencia religiosa.

La última Cena es el gesto privilegiado en el que Jesús, ante la proximidad de su muerte, recapitula lo que ha sido su vida y lo que va a ser su crucifixión. En esa Cena se concentra y revela de manera excepcional el contenido salvador de toda su existencia: su amor al Padre y su compasión hacia los humanos, llevado hasta el extremo.

Por eso es tan importante una celebración viva de la eucaristía. En ella actualizamos la presencia de Jesús en medio de nosotros. Reproducir lo que él vivió al término de su vida, plena e intensamente fiel al proyecto de su Padre, es la experiencia privilegiada que necesitamos para alimentar nuestro seguimiento a Jesús y nuestro trabajo para abrir caminos al Reino.

Hemos de escuchar con mas hondura el mandato de Jesús: "Haced esto en memoria mía". En medio de dificultades, obstáculos y resistencias, hemos de luchar contra el olvido. Necesitamos hacer memoria de Jesús con más verdad y autenticidad.

Necesitamos reavivar y renovar la celebración de la eucaristía.

 

http://www.eclesalia.net


jueves, 23 de junio de 2011

¿SI EN LUGAR DE PAN FUERAN NARANJAS?

¿Si en lugar de pan fueran naranjas, seguiría siendo Eucaristía?

Aunque considero recurrente el titulo del escrito, por nada del mundo quisiera que nadie se molestara por considerar estas letras, una falta de respeto. Dicho esto, afrontamos un año más la solemnidad del Cuerpo de Cristo, que aun a pesar del declive de lo religioso –y aun más católico- sigue en boga en nuestro país y en otros muchos. El Corpus es importante, ¡vale! Pero en la mayoría de los casos se desdeña la experiencia religiosa, por la de un espectáculo fastuoso de pompa y boato, que esta un poco deslocalizado en esta sociedad actual de “milieuristas”
Culturalmente no tiene desperdicio ver obras de arte en la calle, música antigua, y la expresión ritual de las gentes. Dalmáticas antiquísimas, obispos, cetros, canónigos y… todo sea por Jesucristo. Como dijera Jose Mª Castillo, todo esto es necesario para un sector de la iglesia, que por estar o considerarlo anquilosado, no deja de ser iglesia y tiene que ser respetado. 
Ahora bien, ¿hasta que punto se nos desdibuja la fiesta del corpus en virtud de la razón, o de otras posibilidades eucarísticas? Intentare explicarme, dando forma a esta inquieta mente de joven teólogo en ciernes que tengo. Mt 26, Mc 14 y Lc 22, nos explican lo acontecido en aquella cena –considerada última-, en la cual Jesús instituyo la eucaristía. Juan omite esta circunstancia pues pone en valor el autentico significado de aquella comida, y de todas las comidas en las que Jesús se hace presente. Significando la actitud de servicio en el Reino de Dios cap.13,1-20; y el amor a Dios y al prójimo en los versículos 31-35. 
Pero los escritos fundamentales para considerar instituida la eucaristía son los textos de los sinópticos. ¿Instituida porqué? Toda institución queda establecida con un organigrama, al cual tienen acceso solo unos pocos en virtud de unas circunstancias. ¿Ha sido correcto dar a la eucaristía ese carácter ceremonial o ritual tan sumamente específico? Según me informo un párroco, el arzobispo de Sevilla envió a sus sacerdotes nada más llegar, una carta para dar un toque de atención sobre los abusos litúrgicos –así se me dijo- en las misas, para dejar de lado los cálices de barro y plegarias no contenidas en el misal romano. 
Fuera las de Burgaleta, Floristan y todos aquellos que nos metieron la pasión por la vivencia eucarística por vía intravenosa. Y frente a estos planteamientos que yo respeto pero considero absurdos, -pues Jesús no se calentó tanto la cabeza- me pregunto, ¿y si en lugar de pan fueran naranjas? Uno de los primeros fundamentos de Roma para defender las especies eucarísticas, reside en los mismos sinópticos y en declaraciones pontificias como la Carta “Cum Marthae circa” de Inocencio III 29/11/1202, la cual dice: “Forma est Panis et vini, veritas carnis et sanguinis, virtus unitatis et caritatis” La forma es la del pan y el vino; la verdad, la de la carne y la sangre. 
Pero por Juan y aunque este nos hablara del pan vivo bajado del cielo, como nueva ley de Dios que se nos muestra como amor desbordado en Jesús a los judeocristianos, sabemos que lo importante de aquella cena no fue el continente sino el contenido. 
Y que el amor, el servicio y la fraternidad son un pan en sí mismo, que como hipotético alimento a nadie nos tiene que faltar. Pero la esencia es compartir en la vida, y sea lo que sea; pan, uvas, naranjas o peras. Compartir es vivir y dar parte de ti mismo. 
Compartir es hacer participe en tu vida y en la vida de los que te rodean, la esencia eucarística de la que todo hijo de Dios puede participar pues somos aptos para la gracia. Yo no deseo levantar el cáliz como el cura, ni mucho menos. ¡No es esa la cuestión! Pero estoy cansado, cansado que se nos hable de comunidad eclesial y sacerdocio real, cuando sobre la eucaristía y su esencia se blinda un cerco, que lo único que consigue es que la gente, los que viven y para los que vivimos los del Reino de Dios, pasen cada día más de nosotros. 
El Domingo iré a la procesión de Corpus de mi pueblo, estaré expectante. Reconoceré que el pan sagrado que paseamos me compromete con mi prójimo, pero os aseguro que me seguiré preguntando, ¿daría igual si en lugar de pan fueran naranjas? Saludos a todos desde la calurosa Andalucía. Laus Deo.
Floren de Estepa.

miércoles, 22 de junio de 2011

A MARÍA SANTÍSIMA - MIGUEL HERNÁNDEZ

¡Oh elegida por Dios antes que nada;
Reina del Ala, propia del zafiro,
nieta de Adán, creada en el retiro
de la virginidad siempre increada!

Tienes el ojo tierno de preñada;
y ante el sabroso origen del suspiro
donde la lecha mana miera, miro
tu cintura, de no parir, delgada.

Trillo es tu pie de la serpiente lista,
tu parva el mundo, el ángel tu siguiente,
Gloria del Greco y del cristal orgullo.

Privilegió Judea con tu vista
Dios, eligió la brisa y el ambiente
en que debía abrirse tu capullo. 

martes, 21 de junio de 2011

Camino a Santiago en Junio de 2011. Crónica fotográfica

PEREGRINOS A SANTIAGO JUNIO 2011


Esta es la mejor fotografía que plasma la maravilla de peregrinar a Santiago de estas seis personas, ya enamoradas entre sí. De izquierda a derecha y de arriba a bajo: Mª Carmen Mesa y Mª Carmen Pérez, Floren, Eulogia (mochila roja), Carmen "la salá" y Conchi con camisa ¿turquesa?.

http://www.slide.com/r/774tNF5W7j9qOsuAhXJ__7f3yRfyJt_U?previous_view=mscd_embedded_url&view=original

Ana Belén y Lucio Dalla - Canción



Esta canción es casi una oración o himno a la amistad. ¿Porque no?

ARRAIGADAS Y FIRMES… ¿EN LA ESPERANZA? - Perlas de la Jornada Mundial de la Juventud


ARRAIGADAS Y FIRMES… ¿EN LA ESPERANZA?
MARÍA TERESA SÁNCHEZ CARMONA, Doctoranda en Ciencias de las Religiones (UCM), SEVILLA.
ECLESALIA, 21/06/11.- Leo en la prensa con estupefacción la medida que han impuesto los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar del 16 al 21 de agosto en Madrid: las monjas que no lleven hábito al encuentro no serán recibidas por Benedicto XVI. Personalmente me traen sin cuidado las disposiciones que los dirigentes de dicha institución (y digo bien, “los”)  planteen para sus actos. Sin embargo no he podido abstenerme de escribir unas líneas para expresar mi más sincera repulsa ante esta (¿nueva?) manifestación de machismo, tan firmemente arraigado en el seno de la Iglesia.
En cierta ocasión leí que lo peor que le ha pasado al cristianismo ha sido convertirse en religión; es decir, transformarse en un órgano de fijación e imposición de normas, dogmas y leyes. Queda convertida en angustiosa exigencia lo que, de otro modo, sería un mensaje liberador basado en la aceptación y la tolerancia, motivadas por un Amor infinito que obvia las apariencias y penetra en lo profundo del corazón del ser humano. A la luz de los evangelios, me pregunto qué imagen tendríamos de Jesucristo si sus palabras hubiesen sido: “Dejad que los niños se acerquen a mí. Pero sólo los que hayan pedido audiencia con antelación; los que acudan convenientemente ataviados para la fiesta; los que pertenezcan a una determinada familia y se distingan por un apellido concreto”. O qué enseñanza transmitirían los Hechos de los Apóstoles si la cita “Mirad cómo se aman” quedase sustituida por un “Mirad cómo se distinguen”.
Comprendo el notable impacto que causa en el espectador ver una masa que se identifica por unos mismos signos, ropajes o estandartes; que corea al unísono las mismas palabras, rezos y alabanzas como reflejo de una homogénea totalidad. Una puesta en escena dramática y teatral a la par que ostentosa permite reflejar una idea de poder y de soberanía (así en la tierra como en el cielo). Lo hemos contemplado ya con el Tercer Reich en Alemania, ya en regímenes dictatoriales de países como China. La adhesión al grupo se manifiesta a través de la alienación de las personas, de la eliminación de su individualidad intrínseca en favor de la masa, del olvido de sí para que primen los valores del conjunto. La Iglesia no podía ser menos. En una sociedad donde las tribus urbanas y grupos se distinguen por el atuendo más que por la ideología, los religiosos y religiosas no deben quedar al margen de esa misma frivolidad materialista. Como el Papa actual, que se identifica más por sus símbolos que por su humildad y abajamiento; como el propio Jesucristo, que impuso a sus apóstoles un uniforme oficial para mostrar su adhesión a la causa y  publicitar a su “grupo” cuando viajasen por todo el mundo anunciando la Buena Noticia. ¿O no?
Aquellos que se muestran a favor de la medida que ha impuesto la jerarquía, esgrimen los clásicos argumentos de que “uno se arregla con sus mejores galas para ocasiones importantes”. A la vista queda en pasajes como el Nacimiento de Jesús en el establo de Belén; el bautismo en el Jordán; su glamourosa entrada en Jerusalén a lomos de un burro; la puesta en escena de Cristo mientras oraba a su Padre en Getsemaní, o el suntuoso ropaje empleado por el Mesías al realizar su mayor gesto de amor, muriendo en la Cruz. Otros partidarios de la medida consideran que se trata de “un mero signo para mostrar la presencia real de la Iglesia en el mundo”. Incluso, algunos dirán que las propias monjas optaron por acoger estos valores cuando realizaron su profesión religiosa. Por favor, no reduzcamos a tan frívola postura la profundidad de una experiencia que ha llevado a que tantas mujeres entreguen con radicalidad su vida para anunciar el Evangelio y ser testimonio vivo del mismo.
Me pregunto entonces si acaso habré estado confundida respecto del sentido de la palabra religión. Proveniente de “religare” (etimológicamente “volver a unir”) la religión persigue la unión del ser humano con la trascendencia, pero también con los demás seres humanos y con la realidad toda. Pero quizá yo haya estado equivocada, y puede que esta unión no fuese más que mera homogeneidad estética, en vez de remitir al hermanamiento físico y espiritual de los creyentes como familia abierta. Por otra parte, me planteo qué idea de comunión detentan unos señores que, lejos de acoger la pluralidad y diversidad que caracteriza a este “cuerpo místico”, optan por establecer categorías y excluir a algunos de los (pocos) miembros de su selecto club. En concreto, la exigencia (que no sugerencia) de que las mujeres porten un hábito (y pensemos en el sentido original de la palabra “hábito”) bien podría asemejarse a la imposición del burka durante el régimen talibán. Con ello no pretendo cuestionar el origen o el sentido de ciertas prácticas, sino el carácter impositivo de las mismas y el castigo o condena que deriva de la desobediencia.
Retomamos antiguos debates: ¿el hombre para el sábado o el sábado para el hombre? Disculpen que vuelva mis ojos de nuevo al artífice de este desaguisado pero ¿en qué momento se le ocurriría a Jesús que sus seguidoras vistiesen como eternas novias de tristes trajes negros, grises y marrones? ¿Cuál es el versículo evangélico donde Jesús exige a su Madre y a mujeres como María de Magdala que se arreglen con el decoro de una colegiala vestida de uniforme?
Efectivamente, en el punto 17 del “Perfectae Caritatis” (Decreto del Concilio Vaticano II sobre la adecuada renovación de la vida religiosa) se pide que “el hábito religioso, signo externo de consagración, sea sencillo y modesto, pobre a la par que decente”. Decencia y decoro que muestra la ropa de las monjas que visten “de calle”, pues a nadie se le escapa lo fácil que resulta identificarlas a pesar de que no lleven hábito. Sencillez que, sin embargo, no siempre ostentan algunos sacerdotes cuando llevan sus lujosos relojes de marca o los carísimos ropajes ceremoniales, mientras se excusan diciendo que se trata de regalos. En definitiva, es triste constatar que efectivamente la Iglesia se ha adaptado a los tiempos que corren en ciertos aspectos: también ella ha sucumbido al interés por la forma en detrimento del contenido; a sacrificar lo verdaderamente importante de su legado espiritual para centrarse en una mera problemática estética.
El debate que ha generado la adecuación protocolaria del atuendo religioso recuerda el paródico desfile de moda vaticana que un Fellini visionario retrató en su película “Roma” en el año 1972. Mientras rememoro la escena carnavalesca y anticipo la que verán en Madrid quienes asistan al evento, resuenan en mis oídos las palabras: “No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir (…) ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos”.
Tristes guerras si no es amor la empresa, reza un verso de Miguel Hernández. Me pregunto qué hay de amoroso en el gesto de repudiar a tantas monjas y religiosas que, independientemente de cuál sea su apariencia, se revisten cada mañana con los dones del Espíritu. Que han dedicado cada uno de los días de su vida a transmitir con gestos el Amor de un Dios que mira con ternura el corazón de cada persona. Me pregunto qué hay de evangélico en que el Papa, representante de Dios en la tierra, cierre las puertas a unas vírgenes que, lejos de haberse quedado sin aceite, se han convertido ellas mismas en las lámparas encendidas por la fe, la esperanza y el amor. ¿Llegará el novio y aun así las dejará en la puerta? (véase el Evangelio de Mateo 25, 1-13). Tal vez se trate de una nueva lectura del versículo: “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”. El problema reside en que los parámetros de dicha elección recaigan, no en el sentido profundo de la llamada, sino en una caprichosa regla que poco o nada tiene que ver con la búsqueda de una mayor gloria de Dios en la Tierra.
En tiempos de crisis, también la Iglesia se permite seleccionar qué trabajadores responden al perfil y la imagen corporativa que quieren mostrar de sí ante ¿futuros clientes? En fin, la medida no deja de resultar curiosa (por no decir indignante) en tanto San Pablo (que no por ser “alto cargo” llevaba un espléndido traje de emisario divino) considera que el don primordial que debe caracterizar a los cristianos es el amor. Amor que acoge y no excluye; amor que todo lo puede, todo lo cree y lo espera. Amor necesario y esencial, convertido en el mejor ejemplo para una sociedad carente de valores cuyo dios es la vacía apariencia. Cálido amor que este verano congrega a jóvenes de todo el mundo en torno al Papa… una vez pasen la criba de un tribunal eclesiástico que, como porteros de discoteca, quieren separar ¿el trigo de la paja?
Decía San Francisco que “lo que es el hombre delante de Dios, eso es, y no hay más”. Señores sacerdotes: muestren a los jóvenes que ustedes “no son de este mundo” ni se rigen por la misma superficialidad imperante. Muestren orgullosos que “hay de todo en la viña del Señor” y que en la diversidad reside su verdadera riqueza. Den ante los incrédulos un testimonio de coherencia… ¡por Dios! 
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

lunes, 20 de junio de 2011

ORAMOS HOY, CON EL BUEN SAMARITANO

Si algo no debemos de perder en cada tiempo es el sentido de comunidad fraterna que nos anima a prestar nuestra ayuda. Tras todo el día de ayer profundizando en el misterio trinitario de la misericordia de Dios, atendiendo a esa persona que desvalida es el objeto del amor del Padre, de las caricias del Hijo, y de la asistencia del Espíritu santo; me pregunto: -¿Acaso hoy no es día para profundizar en la identidad de mi prójimo? Incluso el evangelio propuesto hoy nos viene al pelo para anexionarlo a la reflexión de la Palabra, Mt 7,1-5.
Abrazos, Floren.

ORACIÓN CONTEMPLATIVA
“Vete y haz tú lo mismo”
*HIMNO.
Jesús, llena mi alma de tu espíritu y de tu vida.
                penetra todo mi ser y toma posesión de él,
                de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón con una unión tan íntima,
que quienes tengan contacto conmigo
puedan sentir en mí tu presencia, y que al mirarme
olviden que yo existo, y no piensen sino en ti.

Quédate conmigo. Así  podré convertirme en luz
para los otros...

Déjame predicar tu nombre con palabras o sin ellas...
Con mi vida, con la fuerza de tu atracción,
con la fuerza evidente del amor que en mi corazón
siente por ti.

*.LITURGIA DE LA PALABRA.
Biblia Latino Americana. Evangelio de Lucas 10.25-37. “El buen Samaritano”.

Un maestro de la ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?”. El hombre contestó: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Jesús le dijo: “¡Excelente respuesta!, haz eso y vivirás.” El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: “¿Y quién es mi prójimo?”.
Jesús empezó a decir: “Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, tomó el otro lado y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y pasó de largo. Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció del. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: “cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.”
Jesús entonces le preguntó: “Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?”. El maestro de la ley le contestó: “El que se mostró compasivo con él. “Y Jesús le dijo: “Vete y haz tú lo mismo”.
Palabra del Señor.

*PARA REFLEXIONAR Y MEDITAR.
Ahondamos en los protagonistas de la parábola, sacerdote, levita, samaritano y hombre herido y las circunstancias que incitan a Jesús a mencionar este episodio a los maestros de la ley.
Después de la explicación del texto se te invita a que de nuevo lo leas en silencio y te fijes en la explicación de Jesús a la pregunta del letrado ¿cuál es mi prójimo?.
Seguidamente debes de preguntarte: ¿nos comportamos en ocasiones como el sacerdote o el levita? ¿por qué?; ¿tienes alguna experiencia personal en la que hayas sentido misericordia por alguien como el samaritano?; aunque en teoría todos sabemos cuales son nuestros prójimos, ¿existen personas en tu alrededor a las que te cueste considerar tus prójimos?, ¿cuál es el problema?, ¿fallan ellos ó fallas tú?.

*PETICIONES.
Haznos Señor, samaritanos capaces de amar sin esperar,
haznos Señor samaritanos dispuestos a ... (se improvisa la continuación en función de las circunstancias)

Una plaga de Amor
“Sólo la llegada de una gran plaga, de una gran oleada de amor, puede salvarnos.”
Evidentemente, la sociedad cambiaría a mejor, se convertiría en un cielo sobre la tierra, si nos llegara una gran oleada de amor que inundara e invadiera corazones, mentes y almas.
Porque cualquier trabajo, profesión o condición, sin amor, puede convertirse en un mero acto mecánico, sin corazón ni alma.
Porque el trato con los débiles, sin amor, nos puede hacer duros, inflexibles, tiranos.
Porque el saber, el poder, la riqueza, sin amor, pueden llegar a ser opresión, despotismo, hambre para los demás.
Porque amar es darse, es servir, es hacer vivir en calidad la vida.
Porque quien ama se transforma por dentro y por fuera, y asimismo transforma todo cuanto toca.
Tengamos presentes que en la vida todo pasa. Las cosas de la tierra, en la tierra quedarán. Nadie se va a llevar nada. Sólo el amor bondadoso, el bien realizado, las buenas obras, permanecerán y los nombres de los protagonistas serán inscritos en el libro de la vida y sobrevivirán a la muerte.

¡Ama y haz lo que quieras! (San Agustín)
                Si callas, calla con amor.
                Si gritas, grita con amor.
                Si corriges, corrige con amor.
                Si perdonas, perdona con amor.
                Que el amor sea la raíz interior de tus obras.

*CLAUSURA DE LA ORACIÓN.
Esta oración fue realizada por un servidor para la Parroquia de San Sebastián. ORACIÓN DE LOS LUNES
Delegación de Liturgia. Lunes 17/2/2002 

viernes, 17 de junio de 2011

JORNADA PRO-ORANTIBUS

Solo unas letras para hacer constar una opinión crítica -no destructiva desde luego-, del sector religioso de mi pueblo Estepa.
¿Será posible que celebrando este fin de semana en toda España la jornada PRO-ORANTIBUS, no exista celebración alguna por parte de parroquias, hermandades o institutos u ordenes religiosas, para fomentar la oración?
En la oración reside la importancia de la sensibilidad que nos trasmite el Espíritu.
Imaginaros una jornada de oración compartida, estructurada según los diversos movimientos de nuestra ciudad. Cada parte de la misma de unos quince o veinte minutos de duración podría coordinarse desde Catequesis interparroquial, Hermandades y Cofradías, Ordenes religiosas, ENS y Adoración nocturna junto a las hijas de la Medalla Milagrosa. Cada cual otorgaría a su espacio orante su cualidad concreta animando la oración con una caractristica propia de su carisma. Ideas no faltan, y desde luego para los que durante tanto tiempo hemos estado al frente de la pastoral parroquial, sería algo hermoso y fraterno, que podía enriquecer a los muchos o pocos asistentes.

Si desde luego existiera alguna celebración, rogaría que se me comunicara para asistir y retractarme de lo escrito.
Siempre desde luego, se puede uno mismo confeccionar un buen rato de oración.

http://www.conferenciaepiscopal.es/index.php/jornada-orantibus.html

jueves, 16 de junio de 2011

UNA VEZ MAS, Y OTRA, Y OTRA, Y OTRA.... TRINIDAD SÍ, PERO MISERICORDIOSA

Hace unos días se me pedía lo siguiente en un examen sobre resurrección, su fundamento y la manera de poder explicar su significado y alcance. Utilicé para ello una imagen de la TRINIDAD MISERICORDIOSA. Ella nos humanice y nos ilumine para ser en el mundo, sus brazos, manos y oídos. 



3. Prepare un esquema que le sirva para hacer una breve exposición a un grupo de adultos sobre el significado de la resurrección de Jesucristo para los hombres de hoy.

Quiero utilizar a este respecto una interpretación de la religiosa Sor Caritas Muller, respecto de las realidades de Dios sobre el hombre de cada tiempo. Para ilustrar este esquema incluyo una fotografía, a la que adjunto la siguiente explicación.
Desde la plenitud de los tiempos, Dios ha creado y protegido al hombre como creador, haciéndole participe de su dignidad divina. Siempre asistido por el Espíritu Santo, el hombre de cada tiempo ha sido fiel e infiel a Dios al que nunca a respondido con una continua autenticidad amorosa de hijo hacia su padre. Aun así, en Jesús Dios apuesta por el hombre. En la cruz y con Jesús muere toda la miseria humana, reconciliándonos con Dios. Una vez resucitado para el mundo, las virtudes del resucitado se multiplican haciéndonos conscientes de las cualidades de Dios desplegadas en el hombre, al que no cesa de incentivar con su Amor y misericordia, para que obre prodigios en medio del mundo. Por ello, ante el hombre caído por la desesperanza y adversidades de la vida, Dios continuamente acude y sostiene por los brazos asiendo esa materia humana por él creada. El Hijo se aferra a los pues como prototipo del que continuamente testimonia desde el servicio. Y el Espíritu desde arriba nos sostiene en la ilusión y la esperanza. Esta es la esencia resucitadora de la trinidad misericordiosa.

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EL CRISTIANO ANTE DIOS

EL CRISTIANO ANTE DIOS
Santísima Trinidad (A) Juan 3,16-18



JOSÉ ANTONIO PAGOLA, 

No siempre se nos hace fácil a los cristianos relacionarnos de manera concreta y viva con el misterio de Dios confesado como Trinidad. Sin embargo, la crisis religiosa nos está invitando a cuidar más que nunca una relación personal, sana y gratificante con él. Jesús, el Misterio de Dios hecho carne en el Profeta de Galilea, es el mejor punto de partida para reavivar una fe sencilla.
¿Cómo vivir ante el Padre? Jesús nos enseña dos actitudes básicas. En primer lugar, una confianza total. El Padre es bueno. Nos quiere sin fin. Nada le importa más que nuestro bien. Podemos confiar en él sin miedos, recelos, cálculos o estrategias. Vivir es confiar en el Amor como misterio último de todo.
En segundo lugar, una docilidad incondicional. Es bueno vivir atentos a la voluntad de ese Padre, pues sólo quiere una vida más digna para todos. No hay una manera de vivir más sana y acertada. Esta es la motivación secreta de quien vive ante el misterio de la realidad desde la fe en un Dios Padre.
¿Qué es vivir con el Hijo de Dios encarnado? En primer lugar, seguir a Jesús: conocerlo, creerle, sintonizar con él, aprender a vivir siguiendo sus pasos. Mirar la vida como la miraba él; tratar a las personas como él las trataba; sembrar signos de bondad y de libertad creadora como hacía él. Vivir haciendo la vida más humana. Así vive Dios cuando se encarna. Para un cristiano no hay otro modo de vivir más apasionante.
En segundo lugar, colaborar en el Proyecto de Dios que Jesús pone en marcha siguiendo la voluntad del Padre. No podemos permanecer pasivos. A los que lloran Dios los quiere ver riendo, a los que tienen hambre los quiere ver comiendo. Hemos de cambiar las cosas para que la vida sea vida para todos. Este Proyecto que Jesús llama "reino de Dios" es el marco, la orientación y el horizonte que se nos propone desde el misterio último de Dios para hacer la vida más humana.

¿Qué es vivir animados por el Espíritu Santo? En primer lugar, vivir animados por el amor. Así se desprende de toda la trayectoria de Jesús. Lo esencial es vivirlo todo con amor y desde el amor. Nada hay más importante. El amor es la fuerza que pone sentido, verdad y esperanza en nuestra existencia. Es el amor el que nos salva de tantas torpezas, errores y miserias.
Por último, quien vive "ungido por el Espíritu de Dios" se siente enviado de manera especial a anunciar a los pobres la Buena Noticia. Su vida tiene fuerza liberadora para los cautivos; pone luz en quienes viven ciegos; es un regalo para quienes se sienten desgraciados. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

martes, 14 de junio de 2011

PENTECOSTÉS, LA PRIMERA ALIANZA DE CIVILIZACIONES

Pentecostés, la primera Alianza de Civilizaciones
Aunque siempre habrá personas que no se crean esta máxima, no es este escrito un alegato en favor de la alianza de civilizaciones, impulsada por José Luis Rodríguez Zapatero, aunque se este de acuerdo en el fondo de la misma. Desde el acontecimiento de Pentecostés, esta alianza despliega unos amplios horizontes y excepcionales facultades en los sujetos que se sienten interpelados por ella. Vista desde el AT, “la alianza (berit), antes de referirse a las relaciones de los hombres con Dios, pertenece a la experiencia social de los hombres”. (León Dufour) Por ello, desde la antigüedad atestiguada en el libro del Génesis, se han sucedido los acuerdos o alianzas entre personas, clanes, tribus o familias. 
Pero la gran alianza tiene lugar o comienzo en la cordillera del Sinaí, o al menos el escritor veterotestamentario la sitúa en ese lugar. (Ex 3,7-10.16) En un momento determinado de la historia, Dios manifiesta su predilección por la especie humana representada en el pueblo hebreo, al que favorece y con el que establece un pacto de ley. Se les dio unos mandamientos determinados como código (Ex 20,3ss), que por medio de su cumplimiento vertebran en sí mismos la alianza; aun a pesar de las numerosas rupturas de esta alianza (Jer 22,9). Pero llegada la plenitud de los tiempos por medio de Jesús de Nazaret, este nos introduce en otro concepto de alianza. 
Lo viejo ha pasado y ha dejado de tener vigencia, pues los signos de los tiempos han establecido un nuevo pacto de Dios con la humanidad, por medio de Jesús su Hijo unigénito. Si antes Israel represento al pueblo de Dios por él elegido, ahora en Jesús Dios hace una apuesta clara por lo humano y por lo laico, lo del pueblo; lo que en definitiva es inherente a la comunidad eclesial de base y toda la condición humana. La nueva alianza sellada por Jesús (Mt 26,28) se manifiesta en el amor y la entrega servicial. Es la esencia misma de esa alianza que Dios hace, para comprometer en sí mismo a todas aquellas personas a las que pueda importar el buen desarrollo de nuestro mundo y nuestras civilizaciones. 
Es una pobreza considerable el pretender alcanzar exclusivamente la salvación, por medio de la inclusión en la comunidad eclesial. El ser humano es hijo de Dios, nace de las mismas entrañas de la tierra, y en función de su determinada creencia o dinámica espiritual –si la tuviera- participa en la alianza de civilizaciones en función del compromiso contraído con la sociedad. Los cristianos tenemos aquí mucho que decir y aun más que hacer. Nuestra sociedad esta deslocalizada en cuanto a valores determinados, solemos decir, y puede que en parte no nos falte razón. Pero no es algo larvado sino latente, que bajo la piel del tejido social se encuentra una fuente inagotable de solidaridad, respeto y tolerancia. 
Aun ha pesar de los duros acontecimientos acaecidos en Lorca, hemos visto esta respuesta solidaria y humana que hace gala de una alianza vital y consolidada, que presta su apoyo por el buen funcionamiento de nuestro medio. Frente a estas realidades, los gritos desaforados de unos pocos pidiendo legitimidad sobre la ley o el magisterio, o clamando el desarrollo de ideologías demasiado puritanas y exentas de ética, no deben de desalentarnos; sino por el contrario animarnos a continuar apostando por lo humano. La inhumanidad, la falta de entendimiento y la negación de la realidad sacramental de lo humano, nos conduce al desastre de Babel donde fue imposible la comunicación entre tantas y tantas lenguas. (Gn 11,1-9) 
Por el contrario, “la venida del Espíritu Santo hace que quienes hablan lenguas distintas, se entiendan” (J.Mª Castillo) y conjuntamente amplíen la capacidad y horizonte de actuación de Dios y de su Espíritu; sin asociarlo a una cultura determinada, a unos ritos o una religión, (Hch 10,44-46) sino que hagamos didáctica y dinámica su presencia para que su gracia trascienda todos los límites que los hombres le intentamos poner a Dios. Pentecostés fue el pistoletazo de salida hacia la diáspora de los valores y esencia del Reino de Dios, pues los que admitieron el Espíritu en sí mismos se consideraron personas aptas para globalizar la gracia de Dios de la que eran portadores. (Jn 20,19-20) 
Jesús por su parte materializo en sí mismo, la radicalidad amorosa del Reino de Dios que por la asistencia de su Espíritu –que es nuestro espíritu-, se establece en nuestro mundo por medio de las relaciones humanas y fraternas. Ahora bien, para llegarnos a un entendimiento sobre esta cuestión y tener claro cual es el papel de cada uno en su entorno, hay que dignificar en primer lugar la vida y derechos de cada persona. Preservando el aire que a cada ser vital en el mundo le toca respirar, dejando de lado las manipulaciones y centrándonos en la dignidad local del sujeto que junto a la colectividad continental, conforma una determinada civilización.
Sin dejar de mantener o respetar, la esencia de la persona por pequeña que pueda llegar a considerarse. ¿Qué dirigente político o religioso piensa efectivamente en el problema que tal o cual medida, afecta a la vida de tal o cual persona? ¿Quién piensa y tiene sensibilidad suficiente para ser consciente, de que una civilización es maltratada nada más que porque sufra uno solo de sus miembros por pequeño que sea? “Creo en la fuerza, y en la invención espiritual de los sencillos, porque estos no se pierden como los sabihondos en las leyes generales, olvidando al individuo concreto”, decía el medievalista Rogerio Bacon. La transformación social para dar cumplimiento a una efectiva alianza de civilizaciones sobre la cual primen los derechos básicos reconocidos a cada persona como la dignidad, la libertad y el alimento; solo será posible si dejamos atrás todo aquello que pueda lastrar nuestro avance espiritual. Desde el cristianismo y para desarrollar estas acciones, ¿cómo centrarnos en la esencia del evangelio si tenemos cien ritos a cual más densos, cuyo significado tenemos que estar constantemente explicando? ¿Acaso no ha llegado el momento de ser conscientes de lo que somos, solo por considerarnos en si mismos personas capaces de ser un sacramento en nuestro medio? 
No llamo desde aquí a la insumisión del catolicismo, pero si hago un humilde llamamiento al reconocimiento de cada cual de lo que somos, valiéndonos por nosotros mismos –cristianamente hablando- cuando lo consideremos oportuno. Cojamos la Palabra y vertebremos con ella la nueva alianza instaurada por Jesús, que poco sabía de protocolos, jerarquías o formularios. 
Aprendamos a encontrar en nuestras reuniones la esencia eucarística de la que somos portadores todos los laicos, como hermanos que se reúnen en nombre de Jesús. Y pongamos el amor, la caridad y la fraternidad, delante de cualquier formulario o sistema establecido. Solo así podremos comenzar a dar eficacia a la alianza amorosa de Jesús, nueva y eterna.
Feliz octava de Pentecostes. Laus Deo.
fdo. Florencio Salvador Díaz Fernández

sábado, 11 de junio de 2011

ACABÉ EL SEMINARIO DE ESTUDIOS LAICALES, DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Todo su camino tiene la gratificación del esfuerzo realizado. Durante el curso que ahora se clausura, entre los diversos estudios e investigaciones que he realizado, asistí a un seminario de “Cuestiones de actualidad y pensamiento cristiano, la Doctrina Social de la “Iglesia”.
"La urgencia educativa, una responsabilidad de todos" ha sido el tema para el debate en la última sesión de esta primera edición del Seminario de Estudios Laicales, un foro de debate sobre cuestiones de actualidad que organiza la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar. 
La clausura de este ciclo fue el martes, 7 de junio, a las siete de la tarde en el salón de actos del Seminario Metropolitano de Sevilla, y el obispo auxiliar de Sevilla, mons. Santiago Gómez Sierra, fue el encargado de presidir esta jornada, y el encargado de entregarnos los diplomas –de manera testimonial- a un grupo de doce personas.
Al entregarme el diploma, Don Santiago alabo en tesón demostrado por un servidor por desplazarme durante un año desde Estepa, a lo cual conteste que el que algo quiere algo le cuesta. Con la cordialidad de un apretón de manos me felicito y dio la enhorabuena.

Reconozco que en todas las exposiciones del seminario he aprendido algo o mucho. La documentación aportada ha sido -y es- muy valiosa, pues lo social afecta constantemente a la vida de las personas y la vida de la Iglesia.
En esta última sesión, los participantes en esta ocasión fueron Aránzazu Aguado Arrese, consultora del Consejo Mundial de las Iglesias de Ginebra; y María Dolores Morilla Gómez, coordinadora del Instituto de Estudios Pedagógicos Somosaguas-IEPS. Cada sesión del Seminario de Estudios Laicales ha estado a cargo de una entidad eclesial. En esta ocasión correspondió a la Institución Teresiana, ya que este año celebra su centenario.
En este Seminario han colaborado la Escuela Diocesana de Teología, Fundación Universidad Loyola Andalucía y Escuelas Católicas de Sevilla.
Al responsable y afable Enrique Belloso –Director del Secretariado del Apostolado Seglar del Arzobispado-, mi gratitud y felicitación.


http://www.abcdesevilla.es/20110607/sevilla/sevp-clausura-seminario-estudios-laicales-20110607.html

viernes, 10 de junio de 2011

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - Invocación

Pentecostés (A) Juan 20,19-23
INVOCACIÓN
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

Según San Juan, el Espíritu hace presente a Jesús en la comunidad cristiana, recordándonos su mensaje, haciéndonos caminar en su verdad, interiorizando en nosotros su mandato del amor. A ese Espíritu invocamos en esta fiesta de Pentecostés.
 Ven Espíritu Santo y enséñanos a invocar a Dios con ese nombre entrañable de "Padre" que nos enseñó Jesús. Si no sentimos su presencia buena en medio de nosotros, viviremos como huérfanos. Recuérdanos que sólo Jesús es el camino que nos lleva hasta él. Que sólo su vida entregada a los últimos nos muestra su verdadero rostro. Sin Jesús nunca entenderemos su sed de paz, de justicia y dignidad para todos sus hijos e hijas.
Ven Espíritu Santo y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu aliento, olvidaremos una y otra vez su Proyecto del reino de Dios. Viviremos sin pasión y sin esperanza. No sabremos por qué le seguimos ni para qué. No sabremos por qué vivir y por qué sufrir. Y el Reino seguirá esperando colaboradores.
Ven Espíritu Santo y enséñanos a anunciar la Buena Noticia de Jesús. Que no echemos cargas pesadas sobre nadie. Que no dictaminemos sobre problemas que no nos duelen ni condenemos a quienes necesitan sobre todo acogida y comprensión. Que nunca quebremos la caña cascada ni apaguemos la mecha vacilante.
Ven Espíritu Santo e infunde en nosotros la experiencia religiosa de Jesús. Que no nos perdamos en trivialidades mientras descuidamos la justicia, la misericordia y la fe. Que nada ni nadie nos distraiga de seguirlo como único Señor. Que ninguna doctrina, práctica o devoción nos aleje de su Evangelio.
Ven Espíritu Santo y aumenta nuestra fe para experimentar la fuerza de Jesús en el centro mismo de nuestra debilidad. Enséñanos a alimentar nuestra vida, no de tradiciones humanas ni palabras vacías, sino del conocimiento interno de su Persona. Que nos dejemos guiar siempre por su Espíritu audaz y creador, no por nuestro instinto de seguridad.
Ven Espíritu Santo, transforma nuestros corazones y conviértenos a Jesús. Si cada uno de nosotros no cambia, nada cambiará en su Iglesia. Si todos seguimos cautivos de la inercia, nada nuevo y bueno nacerá entre sus seguidores. Si no nos dejamos arrastrar por su creatividad, su movimiento quedará bloqueado.
Ven Espíritu Santo y defiéndenos del riesgo de olvidar a Jesús. Atrapados por nuestros miedos e incertidumbres, no somos capaces de escuchar su voz ni sentir su aliento. Despierta nuestra adhesión pues, si perdemos el contacto con él, seguirá creciendo en nosotros el nerviosismo y la inseguridad. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia). http://www.eclesalia.net