CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 29 de noviembre de 2012

CELEBRAR EL ADVIENTO "MANIFESTAR LA TERNURA, CREAR ESPERANZA"


"Manifestar la Ternura, crear Esperanza"

Adviento: el tiempo de la venida del Señor. Eso significa la palabra latina adventus: venida, advenimiento. Una palabra que se aplicaba especialmente a la llegada de algún personaje importante, y que ahora nosotros dedicamos al único personaje realmente importante, Jesús.

Al inicio del año litúrgico, preparando la celebración de la Navidad, dedicamos unas semanas a contemplar esta venida: a esperarla, a desearla, a prepararla en nuestras vidas y, en definitiva, a celebrarla. Porque, ciertamente, al tiempo que anhelamos que venga el Señor, y nos queremos convertir para ser para él «un pueblo bien dispuesto», ya podemos también vivir la alegría de su presencia en nuestras vidas.

Aun a pesar de las circunstancias. El Adviento que comenzamos nos lleva al ciclo litúrgico “C” de la mano de Lucas y su comunidad. Lucas, hombre culto y entendido en medicina, expresa en sus escritos una bondad y una sensibilidad, propia de quien se fija en los detalles, y capta cual es lo primordial para el maestro Jesús.

A lo largo de los domingos, los evangelios nos mostraran un camino a seguir, un anhelo que completar, un gozo que compartir y una mano tendida que dar.
No solo de pan vive el hombre y no solo de fe vive el hombre.

En esta etapa concreta que vivimos, estamos llamados a dar forma al rostro del niño Jesús, en la ternura y en la esperanza que se desprende de actitudes humanas y sinceras.

¿Qué tenemos que hacer? Dar efectivamente y darnos conscientemente, para crear humanidad por medio de la solidaridad efectiva. Creemos en el Señor, sí; pero creamos en el poder del amor. Y ese poder no se siembra en macetas, sino que debe ser fermento y masa creado por cada uno de los y las que decimos seguir los pasos del maestro. ¿Dónde moras Jesús?, venid y lo veréis. Allí nos espera.

Tu sabes el lugar. ¡ánimo y feliz adviento!!


*HINMO PARA COMENZAR. AMAR A DIOS ES...

Amar a Dios es...
aunque te vayan golpeado el alma cada día,
una y otra vez, decirle:
contigo, puedo.

Amar a Dios es...
no dar un buen consejo, sino amar
un poquito a quien necesita.

Amar a Dios es...
decirle cada día
dame fuerza para seguir.

Amar a Dios es...
descubrir que el tiempo es
demasiado importante,
para desperdiciarlo.
Amar a Dios es...
oír gritar silenciosamente,
como los demás piden amor.
Amar a Dios es...
Descubrir al mundo
que la mejor medicina es amar.
Y la mejor terapia el perdón.
Amar a Dios es...
Aprender a ser feliz,
a través del sufrimiento.

Amar a Dios es...
comprender que la distancia
entre un "si pero".
y un "si quiero"
es estar comprometidamente
enamorado.

(Charo Sánchez)

*LITURGIA DE LA PALABRA

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» 
Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.» 
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» 
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

*UNA POSIBLE REFLEXIÓN

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tardar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.

Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar, Cristo no nos encuentre dormidos».
La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es sólo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.
Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?
¿No vemos que la Iglesia necesita un corazón nuevo? ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoengaño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos creyentes sencillos?
¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta? ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más? ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?
¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él? ¿Quién como él puede despertar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?
Señor, que Veamos Tu Rostro.
(José Antonio Pagola)

*PRECES POR EL MUNDO Y POR LA GENTE
Padre bueno que en el Adviento nos llamas y nos buscas, atiende las súplicas de estos hijos tuyos que te ruegan por este mundo ancho e inabarcable, desbordante de seres vivos y lleno de noticias de todos los países, respondemos diciendo –te lo pedimos, Padre-.

-Oremos por ese otro mundo, mas pequeño y más cercano, de los que nos pertenecen: la familia,  los amigos, los que comparten nuestras preocupaciones y los que dependen de nosotros. Por todos ellos, te pedimos Padre.

-Oremos por todos aquellos que viven a la sombra de los acontecimientos mundiales y por quienes pasan desapercibidos cumpliendo tranquilos con su deber, resignados a su destino. Por aquellos que son espontáneamente justos, sencillos y acogedores; por las madres que cuidan de su familia, y por los médicos y enfermeras que cumplen en silencio con su obligación. Por todos ellos, te pedimos Padre.

-Oremos por los hombres y mujeres que tienen grandes responsabilidades sobre la comunidad y por quienes con sus palabras y opiniones influyen sobre acontecimientos importantes: haz que no soporten la injusticia, que no elijan el camino de la violencia, que no tomen a la ligera ninguna decisión sobre el porvenir de los demás. Por todos ellos, te pedimos Padre.

-Oremos por nuestros semejantes cuya miseria vemos a diario en los periódicos  y en la televisión; por las victimas del racismo; por los millones de seres que a diario son victimas del hambre. Por los que luchan por un trozo de tierra que legítimamente les pertenece. Por todos ellos, te pedimos Padre.

-Oremos también por los que están enfermos cerca de nosotros, por los que han tenido un accidente, por los despreciados, por los que carecen de toda seguridad, por todos aquellos a los que de un modo u otro les resulta difícil convivir con los demás. Y por todos nosotros, para que no seamos crueles ni intolerantes ni vivamos a costa de los demás. Por todos ellos, te pedimos Padre.

-Oremos por todos los que luchan por su libertad individual, por los que afianzan y legitiman cada día su amor por medio de la comprensión y la amabilidad, por todos los que se sienten llamados a vivir y transmitir el evangelio. Y por nosotros mismos, y por esta pareja que hoy manifiesta su compromiso ante esta comunidad aquí reunida, para que Dios nos haga capaces de trabajar por este mundo y seamos arrastrados por la fuerza del Espíritu. Por todos nosotros, te lo pedimos Padre.

-Por nuestros familiares queridos que siendo Templos del Espíritu Santo, quedaron en el camino de la vida y que ya gozan de la presencia del Padre, para que junto a la multitud de los Santos, se alegren y gocen junto a nosotros. Oremos, te lo pedimos, Padre...

-Cada cual pida lo que le dicte el corazón desde la fraternidad...


*PADRE NUESTRO (de Arbeloa)
Padre nuestro,
que estás donde el amor se enciende o se serena;
Padre nuestro,
que te llamas amor y al amor nos invitas,
y sólo en el amor nos reconoces
como hijos militantes de tu Reino,
Reino de amor, que crece siempre
más allá de la luz y el universo.
         Y ésta es tu sola voluntad
en la tierra de los hombres
y en los hombres de tu cielo.
         Queremos el pan que día a día se reparte,
el trabajo, el deporte, las risas y los sueños.
         Porque tú nos dejaste todo el mundo
para hacerlo más limpio y más entero.
         Queremos que nos quieras y comprendas
y nos des tu perdón cuando faltamos,
lo mismo que entre buenos compañeros.
         Y entre todos, porque todo será poco,
nos quitemos de los pies a la cabeza
las mil trabas, los muchísimos tropiezos  
que nos ponen quienes tienen de su mano
los mangos de la fuerza y del dinero,
y también los que algunos de nosotros nos ponemos.
         Porque sólo quien ama de verdad
tiene ganas de decirte: “Padre nuestro”.

(Victor Manuel Arbeloa)


*ACCIÓN DE GRACIAS PARA FINALIZAR

Después de saciaros, daréis gracias así:

        Te damos gracias, Padre Santo,
        por tu santo Nombre,
        que hiciste morar en nuestros corazones,
        y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad
        que nos diste a conocer
        por medio de Jesús, tu siervo.
        A ti sea la gloria por los siglos.

        Acuérdate, Señor, de tu Iglesia,
para librarla de todo mal
y hacerla perfecta en tu amor,
y reúnela de los cuatro vientos,
santificada,
en el Reino tuyo, que has preparado.
Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

Venga la gracia y pase este mundo.
Hosanna al Dios de David.
El que sea santo, que se acerque.
E l que no lo sea, que haga penitencia.
Maranathá. ¡Ven, Señor Jesús! Amén.

¡Que tu Adviento sea prospero, no lo desperdicies!

Florencio Salvador Díaz Fernandez, Estudiante de Teología Cristiana.
(Se autoriza su difusión indicando su procedencia)


CRISTO Y EL REINO DE DIOS - POR EL HNO. CORTÉS


PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - INDIGNACIÓN Y ESPERANZA


INDIGNACIÓN Y ESPERANZA
1 Adviento (C) Lucas 21,25-28. 34-36
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).


Una convicción indestructible sostiene desde sus inicios la fe de los seguidores de Jesús: alentada por Dios, la historia humana se encamina hacia su liberación definitiva. Las contradicciones insoportables del ser humano y los horrores que se cometen en todas las épocas no han de destruir nuestra esperanza.
Este mundo que nos sostiene no es definitivo. Un día la creación entera dará "signos" de que ha llegado a su final para dar paso a una vida nueva y liberada que ninguno de nosotros puede imaginar ni comprender.

Los evangelios recogen el recuerdo de una reflexión de Jesús sobre este final de los tiempos. Paradójicamente, su atención no se concentra en los "acontecimientos cósmicos" que se puedan producir en aquel momento. Su principal objetivo es proponer a sus seguidores un estilo de vivir con lucidez ante ese horizonte.

El final de la historia no es el caos, la destrucción de la vida, la muerte total. Lentamente, en medio de luces y tinieblas, escuchando las llamadas de nuestro corazón o desoyendo lo mejor que hay en nosotros, vamos caminando hacia el misterio último de la realidad que los creyentes llamamos "Dios".

No hemos de vivir atrapados por el miedo o la ansiedad. El "último día" no es un día de ira y de venganza, sino de liberación. Lucas resume el pensamiento de Jesús con estas palabras admirables: "Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación". Solo entonces conoceremos de verdad cómo ama Dios al mundo.

Hemos de reavivar nuestra confianza, levantar el ánimo y despertar la esperanza. Un día los poderes financieros se hundirán. La insensatez de los poderosos se acabará. Las víctimas de tantas guerras, crímenes y genocidios conocerán la vida. Nuestros esfuerzos por un mundo más humano no se perderán para siempre.

Jesús se esfuerza por sacudir las conciencias de sus seguidores. "Tened cuidado: que no se os embote la mente". No viváis como imbéciles. No os dejéis arrastrar por la frivolidad y los excesos. Mantened viva la indignación. "Estad siempre despiertos". No os relajéis. Vivid con lucidez y responsabilidad. No os canséis. Mantened siempre la tensión.

¿Cómo estamos viviendo estos tiempos difíciles para casi todos, angustiosos para muchos, y crueles para quienes se hunden en la impotencia? ¿Estamos despiertos? ¿Vivimos dormidos? Desde las comunidades cristianas hemos de alentar la indignación y la esperanza. Y solo hay un camino: estar junto a los que se están quedando sin nada, hundidos en la desesperanza, la rabia y la humillación.

viene de: http://eclesalia.wordpress.com/

PARA EL SIDA, FARMACOS SÍ, CONDONES NO.

"El próximo 1° de diciembre se celebra la Jornada Mundial contra el SIDA, iniciativa de las Naciones Unidas para llamar la atención sobre una enfermedad que ha causado millones de muertes y trágicos sufrimientos humanos, acentuados en las regiones más pobres del mundo que, con mucha dificultad pueden acceder a los fármacos eficaces. En particular, mi pensamiento se dirige al gran número de niños que cada año contraen el virus de sus madres, no obstante existan terapias para impedirlo. Incentivo las numerosas iniciativas que, en el ámbito de las misiones eclesiales, están promovidas para erradicar este flagelo."

Este es el texto del papa, en referencia al Sida y a su día mundial el 1 de Diciembre. ¿Está mal enfocada la noticia? Lo digo porque el papa, se expresa en términos de curación de la enfermedad, no de la prevención. Para la enfermedad pide fármacos eficientes, pero ¿y la prevención?

¿Es lógico continuar considerando al condón como un elemento del diablo, cuando es lo más sencillo y económico para prevenir la enfermedad? Pero claro, si el papa acepta el condón, entonces se acaba ese yugo y flagelo del castigo eterno para los que no cumplan la voluntad del papa y de la iglesia, que -según ellos- es la voluntad de Dios.

Creo que este tren, es uno de los que se les pasa a la Iglesia. Menos mal que muchos/as evangelizadores/as en el tercer mundo aplican la lógica de la razón por encima de la ley y tratan a la gente como hay que tratarlas, con humanidad y sentido común.

La noticia viene de: http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2012/11/28/papa-sida-pobres-iglesia-religion-medicamentos-dia-internacional-ninos-mujeres.shtml

sábado, 24 de noviembre de 2012

EL REINO DE LA VERDAD, ES TU VERDAD

"Tu verdad no, la Verdad. Y ven conmigo a buscarla, la tuya guárdatela"
(Antonio Machado)

Mi padre, siempre me ha dicho que "la verdad es una cosa muy trabajosa para todo el mundo". No puede ser más cierto. Y en este día y ante esta fiesta de Jesús Rey, no debieramos de irnos por los laureles y trasponer la realeza al cetro y la gobernabilidad de las monarquías absolutas, como por ejemplo la vaticana.

No. La historia de Jesús va por otro lado, es otra orientación la que busca en la persona.
Y es que, básicamente te busca a Ti y me busca a Mí. Cada cual en el lugar que se encuentra. No es por las noticias últimas del papa respecto de lo de la mula y el buey, eso es anecdotico y Benedicto lo sabe. Pero hay algo de cierto en todo esto y en las palabras del papa, todo fue mucho más sencillo de lo que los hacemos y lo vivimos.

Decía mi amigo Paco López de Ahumada, que constantemente damos a Dios capas y capas de solemnidad, de realeza, de omnipotencia...etc. Y se nos ha quedado como una cebolla, en el centro pero cubierto de muchas, muchisimas capas que ya es difícil de sortear, si uno no tiene demasiada determinación.

Hoy Cristo Rey. Un Rey más humano que todos los reyes. Sencillo, buena gente, sincero, hombre de verdad y sin dobleces, coherente... ESTE ES SU REINO, ESTE ES EL REINO DE LA VERDAD, ES TU VERDAD.

TU REINO HABITA EN MÍ

Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí;
tu Reino es como un tesoro escondido dentro de un campo;
llevo en el fondo de mi ser la libertad y el amor,
la justicia y la verdad, la luz y la belleza.
Llevo dentro de mí el amor de tu Padre que me llama;
la gracia de tu amor que me salva y libera,
la amistad y comunión de tu Espíritu que me hace fuerte.
¡Tu Reino, Señor, habita dentro de mi: Gracias!

Tu Reino, Señor Jesús, está en medio de nosotros.
Tu Reino se ha hecho presente en nuestra comunidad.
Llevamos en el fondo de nuestras relaciones como hermanos,
la bondad y la ternura de tu Espíritu de amor;
llevamos el gozo y la gracia de tu presencia resucitada;
llevamos la misericordia y la compasión de tu Padre.

Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Iglesia.
Tu Reino está presente en medio de los creyentes.
Llevamos en nuestros corazones la semilla de tu Palabra;
llevamos en el fondo de nuestro ser el amor de tu Espíritu.
Cuando compartimos los bienes, tu Reino se hace fuerte.
Cuando oramos juntos, tu Reino se manifiesta.
Cuando ayudamos al necesitado, tu Reino se desvela.
Somos, Señor, en tu Iglesia fermento de tu Reino.
Somos, Señor, en tu Iglesia, sal y luz del mundo.

Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo.
Tu Reino está presente-oculto en medio de los hombres.
Donde el amor es más fuerte que el odio, allí está tu Reino.
Donde el perdón es más fuerte que la venganza, allí está.
Donde la verdad es más fuerte que la mentira, allí está tu Reino.
Donde la libertad es más fuerte que la opresión, allí está.
Donde la justicia es más fuerte que la opresión, allí está tu Reino.
Donde la ternura es más fuerte que el desamor, allí está.

Tu Reino está presente y llena la Casa de los cielos.
Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nuestra marcha.
Caminamos con esperanza: alienta nuestro cansancio.
Caminamos con fe, con los ojos puestos en ti: ven a nuestro encuentro.
Caminamos unidos como un solo pueblo: buscamos el rostro del Padre.
Caminamos como peregrinos en la tierra: seremos hombres nuevos para siempre.
           
Señor Jesús, danos tomar parte ahora, 
entre los hombres, en los duros trabajos 
de tu Evangelio de libertad; 
danos la fuerza de tu amor para ser testigos 
libres y gozosos del Reino que tu Padre nos ha dado;
 un Reino para ahora y para siempre.

Contigo decimos al Padre: ¡Venga a nosotros, Padre nuestro, tu Reino!

Floren de Estepa

jueves, 22 de noviembre de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - INTRODUCIR VERDAD


Fiesta de Cristo Rey (B) Juan 18, 32-37
INTRODUCIR VERDAD
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

El juicio contra Jesús tuvo lugar probablemente en el palacio en el que residía Pilato cuando acudía a Jerusalén. Allí se encuentran una mañana de abril del año treinta un reo indefenso llamado Jesús y el representante del poderoso sistema imperial de Roma.

El evangelio de Juan relata el dialogo entre ambos. En realidad, más que un interrogatorio, parece un discurso de Jesús para esclarecer algunos temas que interesan mucho al evangelista. En un determinado momento Jesús hace esta solemne proclamación: "Yo para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".

Esta afirmación recoge un rasgo básico que define la trayectoria profética de Jesús: su voluntad de vivir en la verdad de Dios. Jesús no solo dice la verdad, sino que busca la verdad y solo la verdad de un Dios que quiere un mundo más humano para todos sus hijos e hijas.

Por eso, Jesús habla con autoridad, pero sin falsos autoritarismos. Habla con sinceridad, pero sin dogmatismos. No habla como los fanáticos que tratan de imponer su verdad. Tampoco como los funcionarios que la defienden por obligación aunque no crean en ella. No se siente nunca guardián de la verdad sino testigo.

Jesús no convierte la verdad de Dios en propaganda. No la utiliza en provecho propio sino en defensa de los pobres. No tolera la mentira o el encubrimiento de las injusticias. No soporta las manipulaciones. Jesús se convierte así en "voz de los sin voz, y voz contra los que tienen demasiada voz" (Jon Sobrino).

Esta voz es más necesaria que nunca en esta sociedad atrapada en una grave crisis económica. La ocultación de la verdad es uno de los más firmes presupuestos de la actuación de los grandes poderes financieros y de la gestión política sometida a sus exigencias. Se nos quiere hacer vivir la crisis en la mentira.

Se hace todo lo posible para ocultar la responsabilidad de los principales causantes de la crisis y se ignora de manera perversa el sufrimiento de las víctimas más débiles e indefensas. Es urgente humanizar la crisis poniendo en el centro de atención la verdad de los que sufren y la atención prioritaria a su situación cada vez más grave.

Es la primera verdad exigible a todos si no queremos ser inhumanos. El primer dato previo a todo. No nos podemos acostumbrar a la exclusión social y la desesperanza en que están cayendo los más débiles. Quienes seguimos a Jesús hemos de escuchar su voz y salir instintivamente en su defensa y ayuda. Quien es de la verdad escucha su voz. 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

lunes, 19 de noviembre de 2012

ESPIRITUALIDAD SEXUAL


Espiritualidad Sexual

Me acerco como de puntillas a este tema, en los umbrales del año de la fe. Lo hago por convicción, no por ánimo de polemizar. Y al hacerlo, cito nuevamente a Descalzo cuando escribía sobre la fe en Dios: “Si oigo tu voz en mí ¿cómo resisto? ¿Cómo puedo buscar, si te poseo, si te mastico, si te saboreo? Esta es mi fe: Comulgo, luego existo.” 
Hace unas semanas me propuse profundizar en este tema tan importante, porque ojeé el programa que los E.N.S. -Equipos de Nuestra Señora- tienen para este año, La espiritualidad de la pareja. Que conste que solo lo he ojeado. Pero aun así, me atrevo a decir que no hay ni una sola línea en la que se trate con fundamento de la vida sexual de las personas o de la pareja. ¿Considerarán acaso que la sexualidad no va ligada íntimamente a la fe, y que por ser estática y evidente no puede estar sujeta a cambios tanto positivos como negativos? No responderé por ellos desde luego, pero si arranco desde aquí mi planteamiento. 
Como puede entenderse, tratar la sexualidad no implica tratar explícitamente la práctica sexual, pero sea cual fuere la orientación que se tome, quizás debiéramos de tratar el tema apartando poco a poco del tabú del que a lo largo de los siglos se le ha dotado. Dijo Henry Miller: “hemos visto todos los mecanismos de destrucción, salvo el estallido de la sexualidad. Será el último cataclismo: el diluvio que barrerá los robots”. Y es que prácticamente desde la década de los noventa, se admite que la sexualidad ha dejado de ser tabú, como antes escribí. 
El sexo, la incertidumbre del más allá, la otra vida, el futuro…etc. Han sido a lo largo de la historia tabúes, factores que han atormentado al hombre y a la mujer de cada tiempo, y motivo para la continua exploración de la existencia. Hoy en día el sexo no es tabú. Documentándome sobre el tema, escuche hace días a una profesional del ramo, admitiendo que independientemente de lo que cada cual piense, se nota un enorme afloramiento de la sexualidad y sobre todo se aprecia la naturalidad con la que se vive. Y no puedo estar más de acuerdo con el citado Miller, en cuanto a que el estallido de la sexualidad nos ha pillado –por decirlo de alguna manera- con los deberes sin hacer. 
Nuestra iglesia iluminada con las luces que le han otorgado los siglos, no ha colaborado nada en hacernos llegar la sexualidad como un aspecto natural en la vida de cada persona. Amparados en el relato de la creación del Génesis y dotando este relato casi de efectividad histórica, nuestra Iglesia ha conseguido que durante siglos, la cristiandad viviera de espaldas a la sexualidad concreta del individuo, considerando el cuerpo humano casi despreciable por ser óbice para la salvación. 
En el magisterio de la iglesia, lo más cerca que se habla desde antiguo de sexualidad –por alusiones, Carta “Eius Exemplo” de Inocencio III, 18/12/1208-, es respecto del sacramento del matrimonio y su indisolubilidad. Indisolubilidad que por cierto ya no es tal, ni jurídica ni sacramental. Está claro. 
La iglesia católica no entiende, ni reconoce, ni acepta, ninguna práctica sexual no enfocada hacia la procreación. Esto desde luego excluye a toda sexualidad no heterosexual, con la determinación de sexualidad antinatural o intrínsecamente desordenada. ¿Qué ha llevado a la Iglesia a esta determinación y a ignorar las realidades personales existentes y legítimas, aun cuando desde los orígenes del cristianismo se aprecia el vínculo matrimonial entre los apóstoles y seguidores de Jesús? 
Desde luego, el hacer punto y aparte con la sexualidad, no es algo a lo que la iglesia haya llegado por inspiración divina. Porque todo lo inspira el Espíritu, y lo que es natural para la vida de una persona, no puede ser perjudicial porque lo diga la iglesia. En este sentido, bien podríamos mirar la vida de Jesús y su preocupación por la salud de las personas. Para no alargarme, me centro en Mc 5, 34: “Jesús le dijo: […] vete tranquila y libre ya de tu enfermedad.” 
Era la hemorroisa que padecía flujos sanguíneos o trastornos de la menstruación. Ya por eso era impensable que un judío le dirigiera ni si quiera la palabra, por ser mujer y ser algo de ámbito sexual (Levitico 15,19). Pero allí estaba Jesús, restableciéndole a la mujer su dignidad como persona y curándole al devolverle la salud. ¿Sabía Jesús de sexualidad? Claro que sabía. Y sabía porque era humano, “y como humano que fue, tubo que tener deseo sexual” (José Mª Castillo).
No se puede frivolizar con el tema de la sexualidad privada, y no porque sea Jesús de Nazaret el hijo de Dios; sino por el respeto que nos merece el personaje histórico y la ausencia de datos. Pero en ningún sitio de los evangelios se nos dice que fuera asexuado, o que fuera insensible a enfermedades derivadas de la sexualidad como vemos en la hemorroisa. 
Fundamentalmente, Jesús trabajó por el bien de las personas sin preguntar a que se dedicaban. Le importaba y mucho la salud de la gente y no por el aspecto soteriológico, sino por el principio humano que implica la salud de la persona en la búsqueda de la felicidad, aunque no sea el único cauce. Por ello, creo que antes de plantear ante la sexualidad los principios morales o antropológicos de costumbre para defender lo natural en detrimento de lo antinatural; -digo que- debiéramos de plantearnos que cada persona tiene su vida, su naturaleza y su sexualidad. 
Y lo importante o al menos más constructivo para la realidad personal, es que esa sexualidad se viva de una manera natural y equilibrada, en sintonía con el medio que nos rodea y sin permitir que nos esclavice. Pues nada de lo que esclaviza a la persona, sirve para el generoso desarrollo de la condición humana. Tengo en mente dos documentos de peso alusivos a la sexualidad. Por un lado “La verdad del amor humano” de la CEE, y por otro “Nueva ética sexual” de Benjamín Forcano. 
Yo, que los he leído, puedo afirmar que solo sus títulos advierten ya de su orientación y significado. Los obispos mantienen “SU” verdad respecto del amor sexual y por ende heterosexual, y el que se mueva no sale en la foto. Benjamín Forcano dota de humanidad su orientación sobre la ética sexual. Y la plantea como una generosa aportación del ser humano, que de vivirla de manera saludable, puede beneficiar mucho el crecimiento personal y en otras direcciones. Y en una de esas direcciones es a la que me referiré, la espiritual. 
Espiritual es lo que está asistido o impregnado del Espíritu de Dios –Jürgen Moltmann-. Y en el cristianismo, todos hemos colaborado en devaluar la asistencia del Espíritu, concediéndoles a los sacerdotes –casi exclusivamente- el poder de convocarlo y hacerlo bajar. A día de hoy, sabemos que si creemos en Jesús y nuestro compromiso es su evangelio, estamos junto a su Espíritu. Él, Jesús, nos anima a ser templos vivos (Rm 8,14-17), para ser igualmente reflejo de todo lo que es la esencia de su persona, y el Espíritu no es una excepción sino un factor fundamental. 
“Te mastico, te saboreo, comulgo… luego existo”, dice Martin Descalzo. Ante la vivencia del Espíritu, lo primero que debemos de hacer es tomar conciencia de lo que somos y de quienes somos, como personas portadoras de la propia dignidad de Dios y participes de la vida (Jn 2,19). Una vida que eclosiona en épocas y factores determinados, como son la juventud o la madurez, la belleza o el carisma, la sexualidad y la sensibilidad. (Eclesiastés 3,1-15) 
Y cada aspecto tiene así mismo, vías determinadas de vivencia y percepción. Teniendo en cuenta que no siempre las circunstancias se muestran solicitas con nuestras necesidades concretas, bien pudiéramos proponernos la vivencia natural y saludable de cada dimensión de nuestra humanidad, y la sexualidad es un aspecto importantísimo. 
Me arriesgaré y lo diré sin tapujos porque así lo creo, el Espíritu asiste aquello que es amor porque amor se siente y como amor se necesita y porque Dios es amor. ¿Quién se atreve a cuestionar que el Espíritu no asiste a la pareja, cuando llegan a la conclusión mutua de la relación sexual? ¿Acaso el Espíritu decide su asistencia, en función de si está implícita la intención procreativa? Espero que se me tome en serio, porque creo de mucha importancia esto que trato. 
Entendemos que el sacerdote consagra la eucaristía por medio de la epíclesis. Y en nuestras manos tenemos muchos motivos y muchos momentos, en los que estar a la altura como personas espirituales. Personas que por amor se dan y se entregan, hasta dar su cuerpo al sujeto que les complementa y que es igualmente donación de Dios (Cantar 2,14.3,4b). Personas que al hacerse uno, consagran la perfección de la humanidad, pues por la mutua y sensible entrega de sí mismos y la vivencia placentera de su sexualidad, participan del gozo humano de la felicidad y desean la felicidad para la comunidad humana. 
Es una virtud estar alegres y es una bondad de Dios el participar de la felicidad. No siempre es posible, pero todo debemos verlo como donación y posibilidad de transponerlo, hasta llegarnos a la resiliencia por medio de la cual aprendemos hasta de los factores negativos de la vida. 
No deseo extenderme más, sino será ilegible el escrito, por ello acabo. 
No sin antes manifestar, la determinación humana de que el amor y a la felicidad son imposibles de acotar. Son cosas hermosas a las cuales puede llegarse, como al deseo y al placer, con responsabilidad, generosidad y humanidad. 
Vivir la fe es confiar en el Señor, es tener la certeza de que en el caminar de la vida nos acompaña. Y si todos los pasos que damos están asistidos por su Espíritu, seremos dignos de que nos diga: -ven y sígueme. 
La sexualidad, es uno de esos pasos. Amén, aleluya.
Saludos desde Estepa, Andalucía.

Floren, estudiante de Teología Cristiana

¿BAUTIZOS CIVILES?


¿Porqué le llaman bautizo, si no lo quieren bautizar?
Quiero opinar brevemente sobre algo, y lo hago con mucho respeto. Acabo de saber de la celebración en el Ayuntamiento de Pedrera (Sevilla), de un bautizo civil. “Un bautizo sin símbolos religiosos ni textos del bautismo cristiano, celebrado en nuestra localidad. Los padres, una pareja de Sevilla, que a través de la red, encontraron que Pedrera es uno de los municipios españoles donde se celebran bautizos laicos”, dice textualmente la noticia en Facebook Pedrera televisión.

Lo primero que se me ocurre plantear es, ¿si no se quiere lo religioso, qué necesidad hay de sustituirlo por un sucedáneo sin sentido llamándolo igualmente bautismo? Bautismo en su acepción griega significa sumergir. Y en el diccionario de la R.A.E. es la acción de bautizar, de administrar el sacramento. Es un ritual de purificación, que si se le llama de esa manera, no se le puede concerder otro fin que el de adentrar al parbulo por un camino determinado, cristianismo para el caso.

Sinceramente, veo un sinsentido esta ocasión celebrativa, aun cuando pudiera hacerse de otra manera, en otra edad del sujeto protagonista y con otras formas que no fueran tan paralelas al ritual cristiano. Existen en otras culturas, acciones que celebra la familia y la comunidad, por medio de las cuales celebran los primeros pasos de la criatura, la mayoría de edad, el comienzo de un ciclo de sus estudios, el juramento sobre la constitución o un código determinado. 

En definitiva, precisamente no soy persona de ahorras criticas a la Iglesia católica de la cual formo parte, pero veo desubicado esta celebración, como la de la primera comunión civil sin Cuerpo de Cristo de por medio.

Repito, mi respeto a los que celebraron, pero se debe de trabajar la imaginación para no sustituir lo religioso, por actos “cuasi-similares” que son insustituibles. Un bautizo es un bautizo, y santas pascuas.

jueves, 15 de noviembre de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - NADIE SABE EL DÍA


NADIE SABE EL DÍA
33 Tiempo ordinario (B) Marcos 13, 24-32
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
El mejor conocimiento del lenguaje apocalíptico, construido de imágenes y recursos simbólicos para hablar del fin del mundo, nos permite hoy escuchar el mensaje esperanzador de Jesús, sin caer en la tentación de sembrar angustia y terror en las conciencias.
Un día la historia apasionante del ser humano sobre la tierra llegará a su final. Esta es la convicción firme de Jesús. Esta es también la previsión de la ciencia actual. El mundo no es eterno. Esta vida terminará. ¿Qué va a ser de nuestras luchas y trabajos, de nuestros esfuerzos y aspiraciones?
Jesús habla con sobriedad. No quiere alimentar ninguna curiosidad morbosa. Corta de raíz cualquier intento de especular con cálculos, fechas o plazos. “Nadie sabe el día o la hora…, sólo el Padre”. Nada de psicosis ante el final. El mundo está en buenas manos. No caminamos hacia el caos. Podemos confiar en Dios, nuestro Creador y Padre.
Desde esta confianza total, Jesús expone su esperanza: la creación actual terminará, pero será para dejar paso a una nueva creación, que tendrá por centro a Cristo resucitado. ¿Es posible creer algo tan grandioso? ¿Podemos hablar así antes de que nada haya ocurrido?
Jesús recurre a imágenes que todos pueden entender. Un día el sol y la luna que hoy iluminan la tierra y hacen posible la vida, se apagarán. El mundo quedará a oscuras. ¿Se apagará también la historia de la Humanidad? ¿Terminarán así nuestras esperanzas?
Según la versión de Marcos, en medio de esa noche se podrá ver al “Hijo del Hombre”, es decir, a Cristo resucitado que vendrá “con gran poder y gloria”. Su luz salvadora lo iluminará todo. Él será el centro de un mundo nuevo, el principio de una humanidad renovada para siempre.
Jesús sabe que no es fácil creer en sus palabras. ¿Cómo puede probar que las cosas sucederán así? Con una sencillez sorprendente, invita a vivir esta vida como una primavera. Todos conocen la experiencia: la vida que parecía muerta durante el invierno comienza a despertar; en las ramas de la higuera brotan de nuevo pequeñas hojas. Todos saben que el verano está cerca.
Esta vida que ahora conocemos es como la primavera. Todavía no es posible cosechar. No podemos obtener logros definitivos. Pero hay pequeños signos de que la vida está en gestación. Nuestros esfuerzos por un mundo mejor no se perderán. Nadie sabe el día, pero Jesús vendrá. Con su venida se desvelará el misterio último de la realidad que los creyentes llamamos Dios. 
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

martes, 13 de noviembre de 2012

ORACIÓN PARA EL 14 N, HUELGA GENERAL


PLEGARIA DE ORACIÓN POR EL TRABAJO, EN LA HUELGA GENERAL 14 N 2012

Padre bueno que nos amas y nos buscas.
Este día no es de descanso cotidiano,
es de descanso obligado y necesario.
Aun cuando siempre tenemos ocasión
de leventar hacia Ti el corazón
agradecido por el universo, el mundo y la vida;
hoy te pedimos por el trabajo
y la dignidad de su desarrollo.

Tu nos concediste un mundo completo y acabado
en donde el hombre fuera adorno innecesario;
nos has encomendado llenar la tierra y someterla,
poner nombre a los animales y las cosas.
Nos has dado participación en tu trabajo creador
y nos has hecho jornaleros de tu Reino.
Pero tus camino, Señor,
no son nuestros caminos.

Tú pensaste en el trabajo de los hombres y mujeres
como una fuente de igualdad,
pero vivimos una desigualdad legalizada.
¿Quién quiere comprender en este mundo
que los últimos son los primeros?
La justicia del débil, que es la tuya,
no coincide con la “justicia de los fuertes”.
Ya en los primeros tiempos nos revelaste
que "no explotarás al jornalero pobre y necesitado,
ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero
que vive en alguna de las ciudades de tu país”(Dt 24,14-15).

Ahora, Padre bueno, en esta etapa de la historia
resuena en nuestros oídos
el testimonio del carpintero de Nazaret, Jesús.
El compartió la fatiga de los cansados
y regó nuestra tierra con el sudor de su cuerpo y con su sangre.
Dispuso una mesa para todos,
en igualdad se genero,
sexo, raza o condición social y económica;
una mesa dispuesta de alimentos
para santificar la presencia del Espñiritu
por medio de la comensalia.

Abre nuestros oídos Padre de amor,
para que en estos momentos dificiles,
“no les neguemos lo esencial y la justicia a los pobres” (Ex 23,6).
Que por tu Espíritu, presente entre nosotros,
se convierta nuestro quehacer de cada día
en una eucaristía de la vida:
sacrificio agradable para el Padre,
alimento y liberación para el hermano.

Hoy Señor, en esta Jornada de Huelga
por el clamor del trabajo y los derechos humanos,
nos acordamos ante Ti de todos los hombres y mujeres
cuya vida depende de un sueldo cada mes y cada hora.
De los que no tienen trabajo,
de los que trabajan sin recompensa justa;
de los que han muerto trabajando.

Tú que eres capaz de convertir los corazones,
haz que nuestro recuerdo en esta jornada
no se quede en palabras.
Danos sentido de unión y solidaridad,
para lograr que a todos los hombres y mujeres de la tierra
llegue su parte de trabajo y la retribución a su tiempo.

Nuestra plegaria tambien hoy
“quiere reivindicar la libertad de todos
para vivir su propia vida,
para vivir con la persona amada
y para crear y cuidar a su entorno familiar,
mereciendo respeto por ello” (J.R.Z.).

Que todos juntos,
cada uno a su hora y en su puesto,
construyamos un mundo renovado, humano,
limpio de abusos y de envidia,
en el que Tú serás la recompensa.
Te lo pedimos, en Cristo y por Cristo, con Él y junto a Él, Amén.

Floren de Estepa (Estudiante de Teología Cristiana)