CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

miércoles, 30 de noviembre de 2011

SER, NOSOTROS MISMOS; PARA SER SERES DE LUZ

La eclosión de la vida, en ocasiones nos sorprende de una manera grata, o desde su lado antagónico. ¿Que somos? ¿Que estamos llamados a ser? ¿Somos fieles a nosotros mismos, a nuestra propia naturaleza?
Abordando nuestra personalidad, la naturaleza, los acontecimientos; ¿donde colocamos a Dios? ¿Que dimensión le permitimos?
Considero que, los que hemos sido educados de una forma idealista respecto a Dios. Que esta en el cielo, que es rey, que viene en Navidad...etc, somos los primeros llamados a hacerle presente, y a descifrarle en nuestro medio.
Pero me he preguntado en esta tarde, desde que perspectiva o mirando que prisma, podemos descifrar a Dios, entenderle, percibirle. ¿Cual es el camino?
El camino es la espiritualidad, creo.
Y no pocos autores refrendan esta máxima. Sin confundir a la persona espiritual, con el estar continuamente absorto en uno mismo y en su mundo mas inmediato.
La espiritualidad, nos abre al mundo de los sentidos, pues brota de la misma experiencia de vivir. Vivir activa y hace plena nuestra condición humana, sabiéndonos que todo lo que somos, es obra de Dios; que de nosotros puede depender alcanzar cierta perfección o quizás llegarnos a la finitud del misticismo. Si somos espirituales iluminaremos, porque llevaremos vida a donde vayamos. ¡Hay tantos que son profetas de desgracias!
Que mejor aportación, podemos hacer a la humanidad y a los que nos rodean, que ser fieles a nuestra condición humana desde la colectividad.
No se, es un tema desde luego que merece la pena abordar, pensar y escribir.
En cualquier caso atentos, a la escucha, pendientes de nuestros sentidos.
¿Acaso no somos Dios, nosotros mismos?


¡ABBA, AYÚDAME A SER TÚ!
Dios y Padre bueno, 
que nos amas y nos buscas.
Continuamente eclosiona la vida junto a nosotros, 
y seguimos sin verte.
Demasiadas veces pasas junto a nosotros, 
y no te advertimos.
¿Porqué no nos decidimos de una vez, 
a apartar de nuestros ojos 
el velo que nos impide ver nuestra propia realidad 
y la que nos rodea?
Que nos puede faltar, 
si junto a nosotros caminas Tú 
en cada hora y cada momento.
Tu estas en el enfermo y en la desdichada, 
en el estudiante y la profesora, 
en el ruido y su antagónico silencio; 
en la verdad y en la necesidad 
de ahogar la mentira. 
Tú, estas en nosotros, 
en nuestra sexualidad 
y nuestras relaciones personales. 
Tú estas en el aire y en el sol. 
Tú estas, en el espíritu del ecologista 
y del inconformado.
Tú estás en el entrajado 
y el despeinado.
Tú......, eres la vida.
Ayúdame a SER TÚ.

martes, 29 de noviembre de 2011

CONVERSACIONES CON JOSÉ ARREGUI, TEÓLOGO

jOSÉ aRREGUI: Franciscano de corazón y sin papeles, el teólogo José Arregi sigue alentando la mística de la resistencia activa en la Iglesia. Con sus artículos, conferencias y libros. Acaba de publicar dos. 'Jesús siglo XXI' (Fe adulta) y 'Cristianismo, historia y mundo moderno' (Nueva Utopía). Más libre que nunca, asegura que la Iglesia "sigue anclada en paradigmas trasnochados", denuncia a la jerarquía española "politizada, derechizada y agresiva", reivindica "el placer sexual como sacramento de Dios"y defiende a José Antonio Pagola. Tras sufrir en su propia familia la violencia de ETA, pide "curar y cuidar a todas las víctimas" y perdonar. Pero sabiendo que "el perdón ni se puede imponer ni exigir".

"La Iglesia española está especialmente politizada, derechizada, a la defensiva y agresiva"


Franciscano de corazón y sin papeles, el teólogo José Arregi sigue alentando la mística de la resistencia activa en la Iglesia. Con sus artículos, conferencias y libros. Acaba de publicar dos. 'Jesús siglo XXI' (Fe adulta) y 'Cristianismo, historia y mundo moderno' (Nueva Utopía). Más libre que nunca, asegura que la Iglesia "sigue anclada en paradigmas trasnochados", denuncia a la jerarquía española "politizada, derechizada y agresiva", reivindica "el placer sexual como sacramento de Dios"y defiende a José Antonio Pagola. Tras sufrir en su propia familia la violencia de ETA, pide "curar y cuidar a todas las víctimas" y perdonar. Pero sabiendo que "el perdón ni se puede imponer ni exigir".

 ¿Por qué "la fe no consiste en creer sino en confiar"?

"Fe" significa eso, confianza. Eso es la fe para san Pablo: la confianza incondicional en Dios como misterio de pura gracia. Esa confianza es la que nos hace libres, felices, buenos, compasivos como Jesús. Las creencias dependen de la cultura, de la cosmovisión, del lenguaje. Las creencias, todo el credo, todas los dogmas, no son más que formas y soportes de la fe, y pueden cambiar, han de cambiar según las culturas. Antes creían que el cielo estaba arriba y que Dios estaba en el cielo como un gran señor, que hacía llover o hacía milagros si se le pedía bien o simplemente si le daba la gana. En ese Dios ya no cree casi nadie; es que no se puede creer, no entra dentro de "lo creíble" hoy. Pero lo mismo pasa con otras muchas creencias, con todas: han de cambiar, para poder seguir confiando en el misterio de gracia, es decir, belleza y bondad, que llamamos "Dios". La Carta de Santiago dice: "¿Qué haces con creer que Dios existe, o esto o lo otro? También los demonios creen" ("demonios" es hoy una forma de hablar). Solo hay que creer "lo creíble" y solo en la medida en que ayuda a confiar, mientras que en aquello que resulta increíble o impide confiar no se ha de creer. O, si se prefiere, hay que reinterpretar todas las creencias para seguir confiando, es decir, siendo felices y buenos, como Jesús.

¿Vive la Teología anclada en paradigmas del pasado, anacrónicos y nocivos?


Eso es, es cuestión de paradigmas. Las imágenes y categorías fundamentales, el credo y la organización, de todas las grandes religiones, responden a culturas agrarias de hace miles de años: Dios como personaje supremo, la tierra y el ser humano como centro del universo, el pecado y el perdón, el "más allá", jerarquía y poder sacralizados... Al cristianismo tradicional y, en concreto, a la iglesia católica, le pasa lo mismo: sigue anclada en paradigmas trasnochados. Y una de dos: o la Iglesia transforma su lenguaje y sus instituciones para que puedan seguir suscitando y soportando la confianza y la bondad en el mundo de hoy, o se condena a sí misma al ostracismo y la marginación inoperante, deja de ser levadura y sal. En la Iglesia del Vaticano II se hizo un enorme esfuerzo para que fuera posible la primera alternativa, pero la jerarquía católica, desde el año 80, parece empeñada en que se dé la segunda. Es por miedo.

¿Por qué hay miedo en la Iglesia española y entre los teólogos?

El miedo es un mecanismo sano, porque nos alerta de unos riesgos. Pero el miedo se convierte en el mayor riesgo, cuando nos encierra y paraliza, nos pone a la defensiva, y no pocas veces a la ofensiva; el propio miedo crea fantasmas, en vez de energías positivas y transformadoras; el propio miedo se convierte en el mayor peligro. Creo que es lo que está pasando en la Iglesia católica en general, y creo que ese fenómeno es especialmente patente en la Iglesia española, especialmente politizada y derechizada, especialmente defensiva y agresiva. Es verdad que vivimos tiempos de crisis cultural, pero creo que la reacción del Vaticano y de la jerarquía española están siendo muy contraproducentes; están provocando una ruptura social masiva con la Iglesia, una ruptura que puede ser definitiva. La jerarquía está sectarizando a la Iglesia.

¿A qué se debe el intento "oficial" de enterrar el Vaticano II?

No se trata de mala voluntad. Pienso que se debe, fundamentalmente, a un error de diagnóstico. El Concilio Vaticano II quiso ponerse al día en un mundo marcado por la modernidad, pero lo hizo demasiado tímidamente; incluso los que quisieron ir más lejos -en la línea de Rahner- no pudieron hacerlo, porque había un fuerte sector ultraconservador y el sector mayoritario era moderado, pero básicamente conservador, como el mismo Pablo VI. Los documentos del Concilio, fundamentalmente referidos a la Iglesia, son producto de consensos y equilibrios, y albergan no pocas contradicciones. Después del Concilio se iniciaron reformas interesantes, aunque muy insuficientes. Al mismo tiempo, la sociedad europea occidental emprendió una transición rápida y profunda de la era moderna industrial a la era posmoderna de la información y el pluralismo, con la secularización consiguiente. El sector episcopal conservador, con los teólogos Von Balthasar y Ratzinger al frente, se alarmó y pensó que la secularización era consecuencia de las reformas conciliares. La elección de Juan Pablo II en 1979 responde a ese diagnóstico, y trajo consigo un viraje, y en eso estamos todavía: están enterrando el espíritu renovador del Concilio, apelando a la letra del Concilio. La lectura que hacen del Concilio, como toda lectura, es muy selectiva e interesada. Pero los resultados en Europa están siendo catastróficos, y creo que pronto lo serán también en otros continentes. Ya lo están siendo en América Latina, donde se extiende sobre todo el pentecostalismo emocional y neoconservador.

¿Qué quiere decir, en concreto, cuando aboga por "una espiritualidad más allá de la religión"?

La religión, en cuanto sistema de creencias, normas y ritos, es la forma que adopta la espiritualidad en una determinada cultura. Las formas pueden ser más o menos necesarias, y en general algún tipo de institucionalización es necesaria para una comunidad de creyentes, pero la forma institucional nunca es lo fundamental de ninguna religión entendida como espiritualidad, como experiencia religiosa personal o colectiva. La religión en cuanto forma no es lo fundamental. Lo fundamental es la espiritualidad, que viene de "espíritu" y es respiro, inspiración, esperanza activa. La espiritualidad es espíritu y vida, es veneración, respeto, compasión solidaria, más allá de todas las formas religiosas, más allá de las creencias, de los ritos y de la moral. La institución religiosa puede sostener y fomentar la espiritualidad, debe hacerlo, pero a menudo resulta que ahoga la espiritualidad, impide respirar.

¿Cómo explicar a tantos creyentes atormentados por la moral tradicional católica una nueva espiritualidad de la carne y de los sentidos?

Es una de las manifestaciones de la transformación cultural que se está dando. El discurso de la jerarquía sigue aferrado al dualismo enemigo del cuerpo, sobre todo de la sexualidad, que ya está presente en San Pablo y que se impuso definitivamente en la gran Iglesia con San Agustín, y que no tiene raíces propiamente en la Biblia ni en Jesús, sino en el platonismo y en el maniqueísmo. Es preciso revisar a fondo toda esa antropología y cosmología. No estaría mal que leyéramos un poco más el Cantar de los Cantares. Y que se enseñara que el cuerpo, el placer sexual y la relación sexual en cualquiera de sus formas, siempre que sea para bien de uno mismo y de los demás, es sacramento de Dios. Todo lo que tiene que ver con la sexualidad y el sexo es muy delicado, y hay que fomentar esa delicadeza, porque es muy fácil hacerse daño a sí mismo o al otro. Pero no se puede decir: "Te hace daño porque está prohibido", sino: "Solo está prohibido lo que hace daño". Todo disfrute y placer, comer, pasear, tomar el sol, bañarse, la caricia, el placer sexual..., en la medida en que es delicado y bueno, es sacramento de Dios, aunque lo prohíba la moral vigente. Creo que es el espíritu del Evangelio de Jesús.

¿Es hora de que los cristianos "conciliares" volvamos a ocupar los espacios que hemos abandonado en la Iglesia institucional?

Sería deseable, en la medida de lo posible. Debemos reivindicar que "somos Iglesia" a todos los efectos. Por ejemplo, ¿por qué vamos a depender de que haya sacerdotes ordenados para celebrar juntos la memoria de Jesús, dejarnos consolar e iluminar por el evangelio, compartir pan y vino, fortalecernos para la acción? A Jesús no se le ocurrió nunca que hicieran falta sacerdotes ordenados y varones para celebrar su memoria. Pues lo mismo con otros muchos ámbitos de la Iglesia.

¿Por qué hay tanto odio entre los católicos más ortodoxos, que destilan en los comentarios en la Web?

No es fácil entenderlo, o tal vez es fácil entenderlo: los más ortodoxos suelen ser a menudo demasiado estrechos, y la estrechez nos crispa con nosotros mismos y con los demás. Los comentarios e insultos llenos de resquemor y agresividad que algunos vierten a menudo, por ejemplo en Religión Digital, son pura negación de la fe que dicen defender. Supongo que si algún alejado de la Iglesia o del cristianismo los lee, debe de decirse: "¡Qué horror de religión!" y alejarse más todavía, espantado.

¿Hay un cisma silencioso entre la jerarquía y las bases de la Iglesia?

El cisma es evidente. Pero la mayoría de los cristianos ya son lo suficientemente adultos en su mentalidad y en su fe, como para vivir en libertad y paz, a pesar de no acatar las directrices dogmáticas o morales de la jerarquía. Pienso, por ejemplo, en tantas y tantos que viven su fe sin aferrarse a determinadas creencias tradicionales que muchos obispos abusivamente llaman "fe de la Iglesia". No es fe de la Iglesia, sino creencias de una determinada parte de la Iglesia. O pienso en quienes viven su sexualidad fuera de las normas canónicas: quienes utilizan anticonceptivos, los gays y lesbianas, los  divorciados o separados que viven con otra pareja... Si se quieren y se ayudan, son sacramento de Dios. Dios los bendice, aunque la jerarquía los condene.

Dice usted: "La Iglesia de Jesús, en contra de Jesús, ha humillado a la mujer". ¿Para cuándo la reparación?

Ya es muy tarde, tal vez demasiado tarde. Las mujeres, como antes los jóvenes, como antes los intelectuales, como antes los trabajadores, están abandonando esta institución eclesial católica, porque no encuentran en ella su lugar de dignidad. Pero conste: no pienso que su lugar de dignidad sea ser sacerdotes de acuerdo al modelo clerical de hoy. La inmensa mayoría de las mujeres católicas de hoy, al igual que la inmensa mayoría de los hombres creyentes, aspiran a otro modelo de Iglesia con otro modelo ministerial muy distinto, más parecido al movimiento de Jesús, un modelo democrático, comunitario, más allá de la distinción clérigo-laico, ministerios ordenados-no ordenados... Que las mujeres sean sacerdotes y obispos según el modelo actual no cambiaría gran cosa, aunque tal vez pudiera ser un paso intermedio para una reforma mucho más profunda.

¿Sigue siendo usted un fraile sin convento? ¿Y un cristiano sin Iglesia?

¡Qué va! Sigo siendo franciscano fuera del marco institucional, pero me siento acogido y querido por los franciscanos tanto o más que antes, y sus conventos son mi casa. En la fraternidad de Bilbao ceno y duermo tres días por semana, cuando estoy en Deusto. Y en Arantzazu tengo mi habitación de antes, y voy cuando quiero. En cuanto a la Iglesia, en ella hay muchas moradas, como diría Jesús, y si te echan de una puedes ir a otra, y allí te encuentras con muchas hermanas y hermanos, y todos formamos una Iglesia sin fronteras, aunque algunos quieran cerrar puertas y ventanas y poner límites claros entre dentro y fuera, y aunque a veces haya conflictos. Son inevitables. No puede haber comunión eclesial sin espacio para la diferencia y el disenso.

Imagino que la página de monseñor Munilla está pasada. Pero, ¿le sigue doliendo la situación de la diócesis de San Sebastián?

Mentiría si dijera que todos mis sentimientos son puros, evangélicos. No lo son, y lo siento y pido perdón. Pero mi problema nunca ha sido y menos lo es ahora con la persona de monseñor Munilla, sino con el sistema que él representa y quiere imponer como único: una doctrina, una autoridad, una política, una moral, una Iglesia... la suya. Muy distinta, por cierto, de la Iglesia que vive y quiere la inmensa mayoría de la diócesis. Creo que el mayor atentado contra la comunión eclesial viene hoy de la jerarquía, y nuestra diócesis de San Sebastián es un buen ejemplo, un ejemplo doloroso. No hay más que ver lo que ha pasado con el caso Pagola, el Seminario, el Proyecto Pastoral.

¿José Antonio Pagola es un "hereje", como dicen los sectores ultracatólicos?

La peor de todas las herejías me parece el sectarismo de algunos de esos "ultracatólicos". Es negación radical de la catolicidad, que significa no solo pluralidad, sino universalidad. Pero bueno, vayamos al concepto formal de "herejía": "doctrina contraria al dogma". No conozco ningún ultracatólico que haya demostrado en qué punto Pagola enseña algo contrario al dogma, entre otras cosas, porque Pagola es listo y ha eludido cuidadosamente toda cuestión dogmática. De todos modos, ni Jesús ni San Pedro ni San Pablo conocieron ningún dogma cristológico. Los dogmas son fórmulas históricas. Y no concibo que se pueda anunciar hoy el Evangelio de Jesús a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de hoy sin revisar -con libertad, con riesgos, y a fondo- todos, todos los dogmas cristológicos, que son de otros tiempos muy distintos. El evangelio no se juega en esas fórmulas y en sus interpretaciones.

Ha vivido usted en su propia familia la herida de ETA. ¿Cómo se siente, tras el anuncio de que los terroristas dejan las armas?

Me siento inmensamente aliviado, como casi todos los vascos y vascas. ¡Lo hemos esperado tantos años, demasiados! ¡Se ha sufrido tanto por todos los lados! En cuanto a mi familia, sí, ha sufrido también directamente la violencia de ETA: un cuñado mío, marido de una hermana mía, es guardia civil, y la casa donde vivían fue seriamente dañada por una bomba en junio del 1991, y antes y después han vivido de miedo, y toda la familia con ellos. Y amigos de la familia han sido asesinados por ETA. Pero también hay miembros de la familia que han sufrido injustamente cárcel y tortura. De todos modos, cada víctima es única, tiene su padre, su madre, su marido, su mujer... Se pueden contar las víctimas, "tantos de este lado, tantos del otro", y tal vez habrá que hacerlo. Pero lo importante es que no haya más víctimas, y tratar de curar y cuidar en lo posible a todas las que ha habido, a cada una en particular, más allá de bandos. Aprovecho la ocasión que me ofrece para referirme a algunos comentarios sobre mí que aparecen reiteradamente en Religión Digital. Por ejemplo: que nunca he defendido a las víctimas de ETA. Es absolutamente falso. O que enviaba "todos mis escritos" al "diario proetarra GARA". También es enteramente falso. Nunca lo hice, salvo dos artículos que envié a todos los periódicos del País Vasco y que publicaron casi todos ellos: cuando me rebelé contra la prohibición de predicar, enseñar y escribir por parte de Mons. Munilla en junio del 2010 y cuando decidí dejar la Orden en agosto del mismo año. Si GARA publicó otros artículos míos -no lo sé; otros periódicos sí lo han hecho-, será porque los tomó de Internet.

¿Ha llegado la hora de que ETA pida perdón a las víctimas?

La cuestión del perdón es demasiado personal e importante para que se la utilice con intereses torcidos. Creo que nadie que haya hecho daño curará su memoria y se reconciliará consigo mismo mientras no reconozca el daño y de alguna forma diga: "Lo siento. ¡Perdón!". Y nadie que haya sufrido el daño, sea quien fuere, curará sus heridas mientras no perdone sinceramente, es decir, supere el odio y la venganza, y vuelva a confiar en cuanto pueda en el que le hizo daño. Todo eso requiere tiempo. Y el perdón ni se puede imponer ni exigir. Los políticos debieran estar a la altura y tener la grandeza para facilitar, en vez de obstaculizar, este proceso de curación de todos los que han hecho daño y de todos los que lo han sufrido. 

Esta entrevista, viene de:

ALGUNOS TITULARES:

"Hay que reinterpretar todas las creencias para seguir confiando, es decir, siendo felices y buenos, como Jesús"

"La Iglesia católica sigue anclada en paradigmas trasnochados"

"La Iglesia española está especialmente politizada, derechizada, a la defensiva y agresiva"

"La jerarquía está sectarizando a la Iglesia"

"Están enterrando el espíritu renovador del Concilio, apelando a la letra del Concilio"

"A menudo, la institución ahoga la espiritualidad e impide respirar"

"La relación sexual y el placer son sacramento de Dios"

"A Jesús no se le ocurrió nunca que hicieran falta sacerdotes ordenados y varones para celebrar su memoria"

"Los comentarios de los más ortodoxos, llenos de resquemor y agresividad, son pura negación de la fe que dicen defender"

"Dios bendice a gays y lesbianas, aunque la jerarquía los condene"

"Hay un cisma evidente entre la jerarquía y las bases de la Iglesia"

"Que las mujeres sean sacerdotes y obispos según el modelo actual no cambiaría gran cosa, aunque tal vez pudiera ser un paso intermedio para una reforma mucho más profunda"

"Sigo siendo franciscano fuera del marco institucional"

"El mayor atentado contra la comunión eclesial viene hoy de la jerarquía, y nuestra diócesis de San Sebastián es un buen ejemplo"

"No conozco ningún ultracatólico que haya demostrado en qué punto Pagola enseña algo contrario al dogma"

"Mi familia también ha sufrido directamente la violencia de ETA"

"Lo importante ahora es tratar de curar y cuidar en lo posible a todas las víctimas"

"El perdón ni se puede imponer ni exigir"

ILUSTRACIONES DEL HERMANO CORTES. SOBRE EL AÑO LITÚRGICO


JAJAJAJAJAJAJAJAJA

lunes, 28 de noviembre de 2011

CON NUESTRA PROPIA LÁMPARA, AGUARDEMOS AL SEÑOR

La Salada, Visperas. Domingo I Adviento. 19.30h

Bueno, amigos y amigas, ya estamos en Adviento

Confieso que es la época del año que mas me gusta, y además es mi tiempo litúrgico preferido. Llevo hoy todo el día en un maravilloso y solitario retiro, que me ha proporcionado gozos literarios y deportivos. Los cuarenta y pico de kilómetros, merecieron la pena esta mañana, pues a los ciclistas nos bate el viento con fuerza, y eso aligera la mente, aclara el pensamiento y pone muchas cosas en orden.

Sí, ha sido un día para pensar, para orar. Ha sido un día para pedir, por todas las personas que esperan algo, y lo desean con fervor. Salud, trabajo esperanza e ilusión.
Y, ante todo esto estamos llamados a reaccionar los cristianos.

Jesús viene, y viene a nosotros.

Viene a nuestra mente y a nuestros corazones. Pero, ¿podemos ver el adviento desde la colectividad social? Ya no digo ni comunitaria, sino social.
Convendréis conmigo, que la sociedad actual –en la que vivimos-, es más numerosa por ser no creyente que por creyente, o quizás por practicante. En cualquier caso, donde quiero ir a parar es a lo siguiente.

La tristeza causada por la crisis económica, es una realidad que nos empapa como la helada que ahora mismo cae aquí, en el campo. Nos afecta a todos. Y bienaventurados los que tenemos un trabajo estable. En este caso, quiero manifestar mi convencimiento, de que la tarea de los cristianos en la coyuntura actual, es más necesaria que nunca. Y debe ser incansable.

Es duro hablar de esperanza en estos tiempos, pero admitiendo que una cosa es la crisis económica y otra distinta, la desafección que el sujeto pueda llegar a tener con su comunidad y su entorno; -digo que- podemos coincidir en que los cristianos hoy más que nunca, debemos aunar esfuerzos y unirnos en el orar y en el obrar, para ser testimonio efectivo en medio de nuestro pueblo, y ser acicates para que sean muchos los que mantengan la alegría y la ilusión de la FE.

Una fe, capaz de mover montañas. Una fe, que traspasa el límite del consumismo, pues se establece, no por términos o asuntos literarios, sino por medio de la sensibilidad, la fraternidad, la escucha…etc.

Yo considero, muy necesario, que cada cual desde su vida, su experiencia y sus circunstancias descubramos al Señor que viene.

Debemos prestar ayuda, al otro que desea descubrirle; pero manteniendo la autonomía de la persona, y dejándole que experimente la sensación de adviento esperanzador, de la cual estamos necesitados.

Incido en algo. No convirtamos nuestra ayuda –para con los demás-, en un paternalismo desaforado, que nos haga decirle al otro como tiene que hacer las cosas. Eso no es lo que se espera de nosotros. No poseemos la autentica verdad como cristianos. La multiplicidad de formas, desde la que Dios se revela a la mujer y alfombre de hoy, traspasa las fronteras de nuestro entendimiento.

Y llego a la conclusión, de que adviento es esperar, aunque no se espera explícitamente a Jesús como niño, desde una respetable mentalidad clasicista y romántica. Toda venida es bien recibida, sea en forma de niño, de trabajo de sonrisa, de diagnostico, de abrazo, de calor humano.

Ese calor, nos hace reaccionar en el adviento.
Ese calor, es el mejor vehículo para hacernos conscientes de que Jesús viene. A mí, a ti, a aquel.
El viene ya, esta pasando por tu puerta.
¿Cómo es posible que no le veamos?

viernes, 25 de noviembre de 2011

CELEBRACIÓN DE ADVIENTO

CELEBRACIÓN DE ADVIENTO
Imprescindible la presencia de Jesús. Puede hacerse presente por medio de la Palabra, que se colocará en el centro. Cuatro velas de diferentes colores, indicarán el camino del Adviento. Pueden ponerse símbolos o carteles alusivos a la esperanza, e incluso cortes de periódicos que denoten la violencia y el consumismo.
Hay que preparar una piedra hermosa, para la ofrenda.
La piedra será en eje central de la reflexión.
(El Cartujo con licencia propia, autoriza la publicación o utilización de este material indicando su procedencia)

“Al encuentro del Dios en la Vida.”

*COMIENZO Y BIENVENIDA
            Bienvenidos seáis todos a este lugar de oración, para que reunidos en el nombre de Jesús y su esperanza, en compañía de los hermanos y junto a Dios; discernir, pensar y reflexionar al comienzo de este precioso tiempo de Adviento en el que nos preparamos al encuentro con Jesús el Hijo de Dios.
            En nuestra cabeza, mil preguntas que hacer, como ante cualquier comienzo de un camino determinado.
            ¿Cual es nuestro papel en la Iglesia, como desarrollamos nuestra vida como Iglesia y como proyectamos nuestra vocación específica a favor de los hermanos? ¿Soy fermento y esperanza? ¿Fomento la desesperanza?
            Antes de nada y para dar comienzo a este/a  retiro-celebración, pedimos a Dios que abra nuestros corazones a la escucha de su Palabra y nuestros labios para compartir con los demás nuestros pensamientos.

*HIMNO PARA COMENZAR LA ORACIÓN. (a dos coros)
Levanta, pueblo mío, ponte en pié,
no te quedes postrado en tu tristeza,
llorando tu vejez y desencanto.
           
Ahuyenta los temores y las dudas.
yo he vencido por siempre las tinieblas,
no son nada, que yo he resucitado,
y tu liberación está muy cerca.
           
Levántate, hijo mío, levanta, alza tu cabeza,
perfumado con óleo de paz y alegría,
y ponte ya en camino esperanzado.
El viento del Espíritu te empuja,
el fuego del Espíritu te enciende,
sentirás mi presencia renovada.

Ayuda a levantarse a los hermanos
heridos y apartados del camino,
y diles en mi nombre palabras de evangelio,
aplica en sus heridas el vino y el aceite,
regala las monedas de la fe y de la esperanza
y alienta, boca a boca, el soplo de mi Espíritu.
Y así, despiertos y gozosos, apasionados,
preparad la llegada de mi Reino.

“pase de este mundo”, su maldad y su mentira,
que todas las ciudades olviden el pasado,
herencia de Babel, con rapiñas y violencias,
y empiecen a llamarse con nombres,
de amistad y de justicia.
Encended vuestras lámparas, hambrientos
de Parusía.

¡Si tú supieras...!(Cáritas)

*ORACIÓN DEL GUIONISTA:
Dios, y Padre Santo que nos amas y nos buscas.
Siempre pudo Israel –tu pueblo-, contemplar la ocasión de esperar en tu bondad, por la confianza que en tu depositaron.
No permitas que la falta de esperanza, paralice nuestra vida de fe y nuestro compromiso de caridad; guíanos al encuentro con tu Hijo Jesucristo para que de nuevo podamos participar en las tareas de su Reino.
Esperanzados, animados, abiertos a la vida y sus múltiples maravillas.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

*LITURGIA DE LA PALABRA
  
*Amos 5,21-24. Detesto vuestras fiestas...
*Isaías 1,11-18.  No me traigáis mas dones vacíos...
*I Pedro 2,2-9. Jesús, piedra angular de los cristianos...

O F R E N D A    D E   L A    P I E D R A
(la piedra es traída por una pareja y colocada en sitio visible, a continuación se lee el sentido de la ofrenda)
            Esta piedra ha sido modelada por el viento y el agua a lo largo del tiempo, pero en su esencia permanece inconmovible.
De esa esencia, participa cada persona creada por ti, Padre de amor; pues de la propia tierra extrajiste la materia y le insuflaste tu Espíritu, para hacernos personas semejantes a TI. ¡Ni más, ni menos que como Cristo!
Cristo es la piedra verdadera, la piedra angular, la única que es inalterable. Sobre esta piedra queremos construir una fe sólida y fuerte, que cimiente nuestra vida cristiana, y una comunidad que se distinga por sus hechos más que por sus palabras. En esta piedra, símbolo de Cristo, ponemos nuestros anhelos: que perdure nuestra fe a lo largo de los años, que nuestra vida se modele en el amor y en la justicia, que no tropecemos en ella por nuestras ansias de poder o de riqueza, que un día se haga realidad, en sus cimientos, el reino de Dios. En ti, Señor, ponemos hoy nuestra esperanza en que nos ayudes a estar verdaderamente fundamentados en ti.

(Se puede cantar)
“Tu Palabra me da vida, confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperare.”

+ Mateo 13,10-17. !Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen!

*REFLEXIÓN A LA LUZ DE LA PALABRA.

Testimonio de un religioso
...encuentro a Jesucristo en aquellos que se empeñan en la construcción  del Reino...
Cada noche me planteo esta pregunta: ¿qué ha sido hoy Jesucristo para mí?
Recordar a tantos hombres y mujeres que desde hace tiempo reconocieron en el hombre llamado Jesús un ser formidable, es para mí esencial. Se hacía presente a cuantos encontraba. Apasionado por la verdad, suscitaba un despertar “dimamizante” y divino. En una palabra, se trata de Alguien que ha puesto en pie a los hombres, cara a un porvenir de amor, de paz y de justicia, comunicándoles el deseo de caminar para construir ese porvenir.
No tenemos ya con nosotros al hombre visible. ¡Ha muerto! ¡Ha resucitado! No lo veo, no lo encuentro. Pero veo su acción en los hombres y mujeres que se levantan para construir un mundo nuevo. En un periodo de hondos cambios a todos los niveles, me siento comprometido con Él de muchos modos. Tropiezo con hombres y mujeres que reclaman amor, paz, justicia, respeto, participación, libertad. Tropiezo con Él, con mayor frecuencia en hombre y mujeres que quieren salir de la miseria enloquecedora, que esperan en situación desesperada, que siguen amando frente a la ingratitud y el odio, que buscan la unidad desgarrados por el egoísmo que divide.
Sí, lo encuentro en aquellos que están empeñados en la construcción del reino. Para mí, Jesucristo es todo eso. En una palabra, es la humanidad que yergue(levanta) la cabeza.

Continua el guionista diciendo:
Por eso es tan necesario que actualicemos nuestra condición de hijos de Dios y seamos conscientes de “en qué” estamos fundamentados. Solo así llegaremos al convencimiento pleno de que a Jesús se llega por medio de la sinceridad, la justicia y los actos nobles del corazón. 

No podemos mercadear con Dios, ni engañarle ni engatusarle con falsas ofrendas de las cuales a Él, solo le interesa la intención con que nuestro corazón las ofrece. 
Jesús es el cimiento de nuestra Iglesia, pero para tener conciencia de esto debemos de sentirnos exclusivamente amados por Dios, y creer que somos parte necesaria del edificio de la Iglesia del cual Jesús es la piedra angular; y siendo así sentirnos como piedras que conforman una gran muralla, una comunidad de gente unida que trabaja en pos de una misma cosa. 

No es valida ante Dios la actitud de muchos cristianos en colectivos, asociaciones, hermandades, comunidades, equipos o jerarquías; que se sienten llamados a trabajar por el Reino de Dios pero no para beneficio de la gran comunidad cristiana. Ellos trabajan su parcela de Reino de Dios para percibir los frutos y apuntarlos en su haber.

Honestamente, ¡no se trata de eso! Eso es vacío y deformación del ideal humano-cristiano que quiere que todos los hombres estemos equiparados en igualdad de condiciones y derechos y nos mantengamos en la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz.

Por tanto deja de sentirte llamado a labrar tu pedazo de Reino de Dios y abre la mente, los oídos y los ojos para ver y percibir quién y qué, reclama o necesita tu ayuda para que entre los dos o entre todos se haga presente Jesús en nuestras vidas.
  
*REFLEXIONAMOS POR GRUPOS
1-¿De qué contenidos está lleno mi culto a Dios?
2- ¿Soy consciente y consecuente de mi situación en la Iglesia?
3- ¿De que manera puedo encontrarme con Dios en la vida?
(si se considera oportuna la dinámica, cada grupo por separado e intentando mezclar a la gente se separan y ponen en común su pregunta, desarrollándola y realizando una ponencia final con la realidad y/o actitudes.)
  
*PARA COMPARTIR
Tu Reino, Señor, está dentro de mí.
Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí;
tu Reino es como un tesoro escondido dentro de un campo;
llevo en el fondo de mi ser la libertad y el amor,
la justicia y la verdad, la luz y la belleza.
Llevo dentro de mí el amor de tu Padre que me llama;
la gracia de tu amor que me salva y libera,
la amistad y comunión de tu Espíritu que me hace fuerte.
¡Tu Reino, Señor, habita dentro de mi: Gracias!

Tu Reino, Señor Jesús, está en medio de nosotros.
Tu Reino se ha hecho presente en nuestra comunidad.
Llevamos en el fondo de nuestras relaciones como hermanos,
la bondad y la ternura de tu Espíritu de amor;
llevamos el gozo y la gracia de tu presencia resucitada;
llevamos la misericordia y la compasión de tu Padre.

Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Iglesia.
Tu Reino está presente en medio de los creyentes.
Llevamos en nuestros corazones la semilla de tu Palabra;
llevamos en el fondo de nuestro ser el amor de tu Espíritu.
Cuando compartimos los bienes, tu Reino se hace fuerte.
Cuando oramos juntos, tu Reino se manifiesta.
Cuando ayudamos al necesitado, tu Reino se desvela.


Somos, Señor, en tu Iglesia fermento de tu Reino.
Somos, Señor, en tu Iglesia, sal y luz del mundo.
Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo.
Tu Reino está presente-oculto en medio de los hombres.

Donde el amor es más fuerte que el odio, allí está tu Reino.
Donde el perdón es más fuerte que la venganza, allí está.
Donde la verdad es más fuerte que la mentira, allí está tu Reino.
Donde la libertad es más fuerte que la opresión, allí está.
Donde la justicia es más fuerte que la opresión, allí está tu Reino.
Donde la ternura es más fuerte que el desamor, allí está.
  
Tu Reino está presente y llena la Casa de los cielos.
Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nuestra marcha.
Caminamos con esperanza: alienta nuestro cansancio.
Caminamos con fe, con los ojos puestos en ti: ven a nuestro encuentro,
¡ven Jesús a nuestro caminar!
Caminamos unidos como un solo pueblo: buscamos el rostro del Padre.
Caminamos como peregrinos en la tierra: seremos hombres nuevos para siempre.

Señor Jesús, danos tomar parte ahora, entre los hombres, de los duros trabajos de tu Evangelio de libertad; danos la fuerza de tu amor para ser testigos libres y gozosos del Reino que tu Padre nos ha dado; un Reino para ahora y para siempre.
            Contigo decimos al Padre: ¡Venga a nosotros, Padre nuestro, tu Reino!

*PRECES A LA LUZ DEL SALMO QUE HEMOS LEIDO.
EJ: Señor que, caminemos unidos como un solo pueblo. (todos dicen) Maranatha, ¡ven, Señor Jesús!

*PADRE NUESTRO DE ECLESALIA
Padre nuestro, que no estás en ese cielo lejano que nos dicen, sino aquí, junto a tus hijos, especialmente con los más necesitados.
Quiero alabar tu nombre, como creador de toda la naturaleza, de todas las cosas bellas que nos rodean, las plantas, los animales, los ríos con sus preciosas cascadas, y del hombre y de la mujer, a los que has hecho a tu imagen y semejanza.
Ayúdanos a hacer tu Reino aquí en la tierra, pero que sea con nuestro esfuerzo, a pesar de todas nuestras contradicciones.
Pero que esa construcción de tu Reino sea como tu quieres, un Reino de justicia y equidad, donde, para que todos/as tengamos nuestras necesidades cubiertas a nadie le sobre nada.
Haz Padre que todos/as podamos conseguir el pan, las alubias o cualquier alimento necesario, así como el vestido y todo lo que necesitamos para tener una vida digna, pero que sea con nuestro trabajo, porque el pan con esfuerzo es mas pan.
Te pedimos Padre que nos perdones, nuestros egoísmos, nuestras incomprensiones y todas nuestras faltas de sensibilidad hacia los demás, así como nuestras omisiones en el proceso del Reino y nuestras actuaciones contra la belleza de tu creación.
Te lo pedimos, con la intención nuestra de perdonar a todos/as los/as que nos ofenden, y de no retener en nuestro interior ningún resquemor, de tener siempre los brazos abiertos a todos.
No dejes que deseemos riquezas o bienes que no necesitamos, porque para que a nadie le falte lo necesario, nadie debe de tener lo superfluo.
Y líbranos de estar cansados o agotados en nuestra labor, porque siempre hay algo que hacer, hasta que llegue tu Reino. Amen.

*ORACIÓN FINAL
            Te damos gracias, Señor y Dios nuestro, por que has creado el universo, los animales y todas tus criaturas, y a las personas las creaste a tu imagen y semejanza. Aunque aún nos queda mucho trabajo para conseguir un mundo más humano, hay aquí y allá signos de esperanza. Queremos cooperar en los procesos de pacificación en el mundo y en nuestras casas y comunidades y conseguir que reine la justicia sobre el racismo y la intolerancia. Que todo se edifique sobre la piedra angular de tu Hijo Jesús Señor nuestro, que vendrá muy pronto a nuestros corazones y al cual esperamos con alegría. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

*BENDICIÓN 
(La comunidad reunida en ausencia del sacerdote, se inclinan ante la presencia y sin hacer la señal de la cruz sobre si mismos dicen al unisono) 

            + El Señor, nos bendiga y nos guarde y nos lleve a la vida eterna. Amén.
            Podemos ir en paz.

Oración realizada hace bastantes advientos, por la delegación de Liturgia y catequesis de la Parroquia de San Sebastián de Estepa (Sevilla)

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - LA CASA DE JESÚS

LA CASA DE JESÚS
 1 Adviento (B) Marcos 13, 33-37

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

 

Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de Los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los ve preocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómo vivirán sus seguidores cuando ya no le tengan entre ellos.

Por eso, una vez más les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después, dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeña parábola que ha pasado casi desapercibida entre los cristianos.

«Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada uno de sus criados su tarea». Al despedirse, sólo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa». Que cuando venga, no os encuentre dormidos.

El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será "la casa de Jesús" que sustituirá a "la casa de Israel". En ella todos son servidores. No hay señores. Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús el Cristo. No lo olvidarán jamás.

En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos son necesarios. Todos tienen alguna misión confiada por él. Todos están llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús al que han conocido siempre dedicado a servir al reino de Dios.

Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Lo seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Por eso, les insiste hasta tres veces: «vivid despiertos". No es una recomendación a los cuatro discípulos que lo están escuchando, sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros, os lo digo a todos: velad».

El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia es seguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y la obediencia. En la casa de Jesús sólo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.

Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más la distancia entre "los que mandan" y "los que obedecen". Es pecado promover el desafecto, la mutua exclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos, colaborando con lucidez y responsabilidad. 


(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia). http://www.eclesalia.net


miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿SIRVE PARA ALGO EL ADVIENTO?

Desde Lupa Protestante, hoy nos ofrecen un texto de 2007, en plena actualidad. No se espanten ante la palabra "protestante". Estos protestan, pero no reniegan de Jesús. Y la prueba de ello es este texto de Gerson Amat, al que he tenido el placer de leer en otra ocasión. Merece la pena darle lectura.
Saludos.

Por Gerson Amat
(Licenciado en Estudios Eclesiásticos. Pastor de la Iglesia Evangélica Española en Valencia. Presidente del Centro Ecuménico Interconfesional de Valencia.)


De mis tiempos de profesor de secundaria conservo algo bastante original: una tertulia. Una vez al mes nos reunimos algunos compañeros (más compañeras), de los que sólo dos nos confesamos cristianos (evidentemente, yo soy el único protestante), para hablar de todo lo humano y lo divino en torno a una mesa con algo para picar. En mi última tertulia, el diálogo derivó hacia la situación social en España y en el mundo, y mis amigos (licenciados de edad media) manifestaron un profundo sentimiento de miedo hacia el aparente aumento de la violencia, no sólo en España, sino en todo el mundo.

Con los temas que se están haciendo crónicos y tópicos: grandes y pequeñas guerras, terrorismo, violencia callejera, de género, en los centros educativos, niños soldado, y un largo etcétera. Y se empezaron a plantear preguntas: ¿Hay más violencia que antes? ¿Más inseguridad? ¿Más maldad? ¿Más que cuando? ¿A dónde vamos a parar? Preguntas (éstas y otras) que deberíamos contestar con rigor, mediante el estudio histórico, sociológico, político… Preguntas (éstas y otras) que a veces son utilizadas y manipuladas por determinadas tendencias políticas para incrementar el miedo. Al final, quedaba una pregunta por responder. Una que son dos: ¿Hacia dónde camina el mundo? ¿Camina hacia algún sitio? Terror.

El problema es que si no contestamos las preguntas que tienen que ver con el sentido y el significado de las cosas y los tiempos, cuando no distinguimos los tiempos, el tiempo nos envuelve. Como una rueda. Se suceden días, semanas, meses, estaciones y años. Se suceden generaciones, modas, modos y hasta ideas. Y los pequeños o grandes acontecimientos de una vida humana, que por larga que sea siempre parece pequeña, dejan de tener sabor. Y cuando las pequeñas o grandes cosas de la vida, cuando la vida misma deja de tener sentido, caemos en el tiempo mítico. Se ve la vida como una rueda que gira y gira, sin parar, sin principio ni fin, y “no hay nada nuevo bajo el sol”. Sólo queda el recuerdo, la idea, el mito, de que hubo un tiempo ideal, un tiempo “divino”, situado naturalmente en el pasado, en que todo era mejor, como en un paraíso. Y se oyen frases como “entonces podíamos hacer esto o aquello”… “en aquellos tiempos”… “eran otros tiempos”. Mientras que ahora, “en estos tiempos que corren”, sólo queda girar y girar, con alguna fiesta de vez en cuando, para recordar “tiempos mejores” y renovar fuerzas para seguir adelante. ¿Hacia dónde? [...]

¿Sólo de esta manera? ¿Sólo mediante el castigo puede Dios hacer justicia? Eso era lo que anunciaba el Bautista, a las puertas de la llegada del Salvador: “Ya está el hacha lista para cortar de raíz los árboles. Todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego” (Mt 3,10)… Es lo que esperaba todo israelita que todavía esperaba. Una intervención de Dios con un poder capaz de oponerse al poder de los malvados. Que” le diera la vuelta a la tortilla”. Ahora nosotros, los buenos, estaremos arriba, y los malos… destruidos. “Si no os convertís… Viene ya después de mí… Es más poderoso que yo… Separará la paja y el trigo… Quemará la paja en un fuego que nunca se apaga…” (Mt 3,11-12). ¡Por fin! Naturalmente, se bautizaron muchos, de todas las clases. ¡Hasta fariseos! ¡Hasta gente de bien! Por si acaso. Nadie quería que lo pillaran en el bando de los malos. No se habían enterado. Ni los sacerdotes, ni los especialistas en Escritura, ni Juan el Bautista. Quizás porque en Israel no se celebraba el Adviento. Ni la Navidad. No sabían que Dios no ve las cosas como ellos. Que no actúa como ellos esperaban. Si Dios aplicara nuestra justicia, ¿quedaría alguien para disfrutarlo?

Adviento nos pone delante de un niño insignificante nacido en una aldea insignificante de un país insignificante, en medio de gente insignificante. Un día cualquiera en un lugar cualquiera. Adviento nos dice que ahí está Dios manifestándose, actuando, pero no como nos lo imaginamos. Adviento nos pone ante un Dios cuyo poder se manifiesta en una criatura impotente, limitada, vulnerable, y nos dice que ahí, en ese lugar y en ese momento, en ese pequeño acontecimiento vulgar y cotidiano de un niño que acaba de nacer, se encierra todo el sentido de la vida humana, de la historia, del universo. Porque allí, en Belén, hace dos mil años, y aquí, y ahora, ESTÁ un Dios que no castiga, que no destruye, que no aniquila, sino que da la vida, que construye, que restaura. Un Dios que viene al encuentro, que ofrece el perdón, que justifica y hace justos. Un “Dios con nosotros” que nos acompaña a lo largo del camino. Un Dios que espera, que nos espera, que nos aguarda. En el futuro, creando un futuro de vida para cada ser humano, para la historia humana, para el universo entero. Ofreciendo esperanza a los que no la tienen, sentido a los perdidos, fuerza a los cansados. ¿Alguien se anima a ser anunciador de esperanza?



Texto completo en Lupa:
http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/biblia/%C2%BFsirve-para-algo-el-adviento-2/

lunes, 21 de noviembre de 2011

NUEVOS GOBERNANTES

Y, aunque a todos nos gustaría hacerlo, no podemos gritar aquello de: ¡gobernantes nuevos, vida nueva! Esto va para largo.
Creo que no soy pesimista sino realista. En cualquier caso, y teniendo en cuenta que no soy a fin a la ideología política del nuevo gobernante electo para la presidencia de España, admito que le deseo logros, en beneficio del país y de los más desfavorecidos.
Así lo he manifestado hoy en Laudes ante el Señor.
Que el Espíritu le asista, a él y a sus compañeros en la tarea de la gobernabilidad de España.
Me gusta la humildad con que afronta la rotundidad de su victoria, este presidente electo en ciernes. Es mucha la confianza que los electores han depositado en él, para sacarnos de la crisis fundamentalmente.
Esa tarea es suya.
Estaremos atentos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

EL REINO DE LO SOCIAL Y LO COMÚN A TOD@S

Tu Reino, Señor se hace presente

cuando se fomenta la justicia
y es respetada la libertad.
Cuando todos somos hijos tuyos,
los sueños se deletrean: amistad
hermanos, paciencia, caridad.

Tu reinado, Señor, viene a nosotros
siempre que el pueblo dispone
de sustento, vivienda, trabajo y sanidad.
Tú nos enseñas, por Jesús,
a vivir con dignidad la vida
y a festejarla en la fraternidad.

En tu reino, Señor, no caben privilegios
de quienes se creen el fruto de la espiga
en honor y dignidad.
Eres un Dios vivo,
enemigo de los ídolos humanos,
y no hay mayor cansancio que el tuyo,
Señor, ascendiendo a nuestra sed
de vanidades por un bosque de luz.

El reino que predicaste
llega casi de puntillas,
se revela y está escondido.
Es simiente que se esparce por los campos,
levadura que fermenta entre la masa,
luz que muestra el horizonte a los perdidos.

El Reino de Dios, según los evangelios,
es un banquete de bodas,
un adviento de ternura que reparte los panes
en las manos frágiles
de los que gozan detrás del corazón.
                                        Casiano Floristan
*  *  *  *  *

Reflexión

El Reino de Jesús es universal, pero se realiza en la historia y vida de cada persona. La dinámica propia del reino de Jesús es el amor preferencial por los pobres o desfav-recidos. Jesús formula este mensaje a través de las obras de misericordia porque lo que para él importa es el hombre en su situación de sufrimiento y opresión. No son los pobres, precisamente los que se sienten cómodos en nuestras asambleas. Por el contrario hay quienes creen que los que participamos en la Eucaristía somos los privilegiados de la sociedad. ¡Ignorantes!. ¿Acaso se puede dejar de lado las palabras del evangelio de hoy?(Mt25,31,46). No permitas que tu vivencia cristiana, pase sin haberle sacado el máximo de fruto. Cuando salgas de la asamblea, o acabes tu oración; que en tu corazón reine la misericordia. Tendrás que pedir cada día un corazón misericordioso. Más de una vez sentirás su dureza de piedra. Pero, poco a poco, milagro de Dios, ninguna persona te resultará indiferente pues te quedará la duda de si en ella, se te está presentando Dios.

 Solemnidad de Cristo Rey
Último Domingo del Tiempo Ordinario