Publico este artículo de José Mª Castillo, no exento de pesar. Sí. ¿Porqué se afana la jerarquía católica desde los obispos hasta los curas de pueblo, en poner -en muchos casos- la dureza de la moral por delante de la fraternidad del Evangelio y la apertura de puertas del Papa Francisco? Conozco a una mujer -que como Resurrección Galera- sufrió en sus carnes la represión de la institución católica.
¡¡INCREÍBLE, PERO CIERTO!! Y cuando esto pasa, nuestra Iglesia DEJA DE SER LA IGLESIA DE JESUCRISTO. Absolutamente.
Luego que se quejen de que la gente se marche. No conservaran al pueblo de Dios, ni siquiera con confirmaciones obligatorias, absurdas y masificadas.
Para más indicaciones, os invito a leer el artículo del amigo Castillo, Doctor en Teología.
José M. Castillo
¡¡INCREÍBLE, PERO CIERTO!! Y cuando esto pasa, nuestra Iglesia DEJA DE SER LA IGLESIA DE JESUCRISTO. Absolutamente.
Luego que se quejen de que la gente se marche. No conservaran al pueblo de Dios, ni siquiera con confirmaciones obligatorias, absurdas y masificadas.
Para más indicaciones, os invito a leer el artículo del amigo Castillo, Doctor en Teología.
José M. Castillo
El obispo de Almería, Adolfo González Montes, ha dicho
públicamente que no piensa cumplir la sentencia del Juzgado de lo Social nº 1
de Almería, amparada por el Constitucional, que conmina al obispo a readmitir a
la profesora de religión Resurrección Galera, despedida en el curso 2001-2002,
por haber contraído matrimonio civil con un divorciado.
Para tomar esta decisión, el obispo afirma que lo que él
hace, al no permitir que Resurrección Galera vuelva a enseñar religión, es
sencillamente defender los “derechos fundamentales” y, más en concreto, el
derecho a la “libertad religiosa”, por el que nadie le puede obligar a conceder
el permiso de enseñar a una persona con cuya forma de vida el obispo no está de
acuerdo.
Así las cosas, debo decir, ante todo, que defiendo el derecho
de Resurrección Galera a seguir enseñando como profesora de religión. Derecho protegido
por el Juzgado de lo Social nº 1 de Almería y amparado por el Constitucional. Y
defiendo el derecho de la profesora, no sólo porque están en juego los derechos
de una persona, sino además porque, en este caso, ha quedado patente un hecho
más profundo y más grave. Me refiero a algo tan elemental, como es el hecho de
que Resurrección Galera (como todos los demás católicos), antes de ser inscrita
en el libro de bautismos, tuvo que ser reconocida y aceptada en el Registro
Civil. Es decir (por si no ha quedado claro) todo católico, antes que católico es ciudadano español. Por tanto, todo católico, antes que estar
sometido al obispo, está sometido a la Constitución. Como todo obispo, antes
que ser buen obispo, tiene que ser buen ciudadano.
Lo que me lleva derechamente a la sabia afirmación del
profesor emérito de Derecho, Stefano Rodotà, de la Universidad de Roma “La
Sapìenza”, en su excelente obra “El Derecho a tener derechos” (Madrid, Trotta,
2014, pg. 69): “El hecho de que los derechos fundamentales contribuyan a
definir una esfera de “lo que no es decible” pertenece a la distribución de
poderes en el sistema, incluso para
delimitar las esferas de la libertad de cada uno allí donde no pueden penetrar los
poderes externos”.
En última instancia, lo que quiero decir es que, a pequeña
escala y (absolutamente seguro que lo ha hecho sin darse cuenta), el obispo
González Montes está defendiendo el mismo principio en que se basa el
separatismo radical que sustenta el conflicto de Cataluña. Se defienden unos
presuntos derechos fundamentales,
que justifican poderes al margen del
sistema. Y no debidamente integrados en el sistema constitucional.
Y por favor, que nadie invoque (en este caso y en tantos
otros similares) los acuerdos Iglesia-Estado de enero de 1979. A propósito de
estos acuerdos, pregunto: 1º) ¿Por qué aquellos acuerdos se firmaron el 3 de
enero de 1979 para explicar y aplicar la Constitución actual, que es de
diciembre de 1978? 2º) ¿Por qué aquellos
acuerdos se gestionaron en secreto entre el ministro de Asuntos Exteriores,
Marcelino Oreja, y el Secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal
Villot? 3º) ¿Qué ocultó – y sigue ocultado – la Iglesia Española en este asunto
tan delicado y tan fundamental?
El día que la Iglesia deje patentes estas cuestiones (y las
cuestiones tan serias que todo esto entraña), el obispo de Almería – y los
demás obispos – podrán tomar la decisión que se ha tomado en el caso de la
profesora Resurrección Galera. Y tantas otras cuestiones que la gente se
plantea y para las que nuestros obispos, hasta ahora, no han dado la debida
respuesta.
imagen de R.Galera: www.periodistadigital.com
imagen del obispo de almeria: www.vidanuevadigital.com