CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

miércoles, 24 de julio de 2019

TODOS/AS SOMOS SEMBRADORES/AS


El evangelio de hoy (Mateo 13, 1-9) nos ofrece el texto del sembrador. Una narración épica en la cual se simboliza la productividad del mensaje de Jesús de Nazaret, en función del lugar (tierra) en el que caiga. Se va tirando la semilla y en unos sitios es fecunda, en otros medio fecunda y en otros no lo es en absoluto. 

Lo que más me interesa de este texto es la universalidad que representa, pues debemos tener algo muy claro, sobre todo los cristianos que puedan considerar que tienen la patente exclusiva de Cristo. Y es que Dios, nuestro Padre, al revelarse en Jesús se hace vida en el hombre y la mujer de cada tiempo y eso significa que el mensaje de Jesús no solo es de plena actualidad, sino que como tirada es  la semilla para que pueda ser fecunda, el mensaje de Jesús es ofrecido al mundo por medio de la Palabra de Dios. Se le puede acoger y se le puede negar y lo que se haga estará bien, aunque consideremos muy positivo para la vida del mundo, el mensaje de Jesús sin desvirtuar ni un ápice. SERVICIO, ACOGIDA, RESPETO, AMOR Y PAZ, por ejemplo.
Me maravillo leyendo a José Antonio Pagola y ver que no estoy loco del todo al considerar junto a este doctor en Sagrada Escritura que es muy posible participar de la expansión de los valores del Reino de Dios, siendo cristiano, participando de otra religión e incluso sin participar en creencia concreta; esa es la universalidad del mensaje de Jesús, pues bien dice Pagola que “el Evangelio no es una moral ni una política, ni siquiera una religión con mayor o menor porvenir”. El evangelio es un movimiento universal que impulsa al hombre y la mujer de cada tiempo a hacer lo mejor que sabe hacer en favor de la comunidad –humana-.
Las religiones tienen demasiadas cosas accesorias, como otros tantos ámbitos de la vida. Ojalá vayamos al meollo de la cuestión, nos centremos en mejorar la vida de la gente sin pasar ni de largo ni por encima de nada. Cualquier día se invierten los papeles y podemos ser nosotros el objeto de la consideración de los demás, y seguro que nos gustaría ser bien tratados. Esa es o puede ser la cuestión. Paz y bien. Abanico, gazpacho y hacer el bien, casi ná. Buenas tardes.
Fraternalmente, Floren.