Hace unos días tuve la intención de escribir sobre la ternura, de hacer una pequeña reflexión sobre la ternura.
Quizás por el simple hecho de pensar en voz alta al ver tanta falta de ternura en muchas partes del mundo y en tanto dolor existente y que nos muestran los medios de comunicación. Esto en contraposición con la ternura que experimento en mi vida. Con la ternura que expreso en muchos momentos y con la ternura que tienen hacia mí personas que amo y me quieren; mi Sergio, familia, amigas y amigos que hacen (hacemos) de la amabilidad y el cuido pues prácticamente nuestra propia razón de ser.Según el diccionario, TERNURA es: terneza, delicadeza, suavidad, blandura, sentimiento, afecto, amor, cariño, estimación, mimo.
Y resulta que junto a los muchos ejemplos silenciosos que tenemos de ternura, hoy la vida nos pone por delante uno de esos ejemplos formidables de personas sencillas, trabajadoras y afables; que habiendo sido golpeadas duramente por la vida con perdidas dolorosas como la de un hijo; no han dejado de cuidar, amar, sostener y demostrar ternura por cada poro de su piel.
Nuestra comunidad local de Estepa siempre tendrá en el recuerdo a esa madre y a ese padre paseando con su carrito a su hija Ángela por la avenida con frio y con calor.
Y los que de cerca o de lejos los conocemos, sabemos de los desvelos de esta familia por esta hija que hoy ha terminado su camino vital en este mundo y ya vive para siempre en sus corazones, en el de su familia, hermano y esa abuela Ángeles Marchán que entre otras personas la ha querido con locura.
Hoy, en este día tan triste en el que decimos adiós; junto al sentimiento de pérdida por la vida humana levanto mi voz en favor de la TERNURA. Y doy gracias a Dios –que nos da y nos quita a partes iguales- por el ejemplo de Angustias y su esposo, que durante más de treinta años se han dejado la vida y lo mejor de sí mismos, en amar y cuidar como la flor más preciada y delicada del mundo a su hija Ángela.
Que este mismo Dios en el que creemos y que en Jesús de Nazaret es camino, verdad y vida; os bendiga y premie con paz de espíritu, por tanto amor, tanta ternura y TANTO EJEMPLO COMO HABÉIS DADO A ESTEPA.
Un abrazo grande. Floren.