RECOMENDACIONES PREVIAS:
Para realizar esta vigilia se recomienda comenzar media hora antes de las doce y concluirla cuando se termine la experiencia común. Necesario es estar en completo silencio a las doce cuando se sucede el cambio del año. Es preciso tener un punto de referencia en cuanto al Stmo. o la Palabra –Biblia- debidamente dignificados e iluminados. La estancia donde se congrega la asamblea debe ser cómoda, para fomentar la expresión. Es muy recomendable el carisma y la música de fondo, para celebrar este ritual, que en su día fue un completo éxito. Espero os sirva. Atte. Floren.
Vigilia de fin de año: “La Alabanza”
“Hay que recogerse ante todo lo bello, ante los instantes mágicos donde se siente la mano de Dios”
(María Prieto)
(Una vez expuesto el S.S. o expuesta la Palabra, se comienza dando la bienvenida a los asistentes)
Hermanos, bienvenidos seáis todos a esta casa donde junto con el Señor todos tenemos cabida. Hermanos, nos reunimos, en este cambio de año, para reflexionar. Normalmente no pensamos mucho en el tiempo, pensamos más en lo que tenemos que hacer o en lo que hemos hecho. Y andamos muy deprisa y muy agobiados. Ahora vamos a detenernos, vamos a vaciarnos, vamos a pensar en el valor del tiempo, de cada momento.
Nos reunimos para orar. El tiempo no sólo es el hilo con el que tejemos nuestra historia, sino que es correo de la gracia. Cada año puede ser año de gracia, y cada hora, hora de gracia, y cada segundo, segundo de gracia. Dios está en el tiempo. En cada momento que pasa, está pasando Dios.
Nos reunimos hoy para alabar a Dios. Con una alabanza altiva y compartida por todos. No basta esperar a que pasen las horas, también debemos agradecer lo recibido y alabar a Dios por todas las cosas que de su bondad hemos recibido; las buenas y las malas. Porque de todo se aprende y en toda circunstancia tiene el cristiano que florecer en actitudes.
Esperamos nuevo año, nuevas oportunidades para crecer y fructificar, nuevas posibilidades de hacer el bien, de amar y de alabar a Dios.
(Pequeño silencio y a continuación toda la comunidad en pié lee al unísono el himno introductorio)
*Himno para comenzar la oración.
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Los cielos y la tierra están llenos
de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza
el glorioso coro de los apóstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejercito de los mártires.
A ti la Iglesia Santa, extendida
por toda la tierra te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.
Tú eres el Rey de la Gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre y
creemos que un día haz de venir como juez.
Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre.
(Te Deum)
(Estando todos en pié el que coordina, lee la oración colecta)
*Oración colecta.
Oremos.
Padre, en esta noche del último día del año estamos aquí, ante ti. Queremos compartir un rato de paz, un encuentro de familia contigo. Somos tus hijos, y nos da felicidad tenerte a ti como Padre. Te queremos agradecer este año que hoy termina, con todo lo que hemos vivido, lo bueno y lo malo, porque en todo podemos experimentar la llamada de tu amor. Y te queremos agradecer también todo lo que tenemos ante nosotros, nuestro futuro en este mundo y nuestro futuro en el Reino que tú nos prometes.
Padre, al terminar este año de 2010, y disponiéndonos a empezar un nuevo año, te queremos pedir que estés siempre con nosotros y con todos nuestros familiares y amigos. Y te queremos pedir, muy especialmente, que muestres tu rostro lleno de ternura a todos los que sufren por la guerra o por el hambre, por la falta de justicia o de libertad; y a todos aquellos que viven hundidos en el dolor o en el mal. Libéralos, Padre, y haznos a nosotros colaboradores de esta liberación. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro hermano, tu Hijo, que vive y reina contigo por los siglos. Amén.
*Liturgia de la Palabra
Introducción a la lectura de Qohélet.
Comienza la liturgia de la palabra con un poema sapiencial del libro del Eclesiástico que abarca todos los momentos de la existencia humana comprendidos desde el nacimiento hasta la muerte. Dios, creador de todo, da al ser humano una tarea imposible y desproporcionada para sus capacidades, pero también le concede una felicidad sencilla y accesible por lo que al hombre no le queda más salida que aceptar el designio divino y sus propios límites a sabiendas de que no puede dominar ni transformar la felicidad. Pero es optimista y admite como Dios crea un mundo hermoso y ordenado, y lo pone a disposición de la observación y comprensión humanas. La felicidad y recompensas recibidas en la existencia humana nos serán, pues, producto de conquista personal sino humilde aceptación de los dones divinos recibidos de Dios.
Lectura del Libro del Eclesiástico(Qohélet) 3
3,1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el cielo:_
3,2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir; un tiempo para plantar
y un tiempo para arrancar lo plantado;_
3,3 un tiempo para matar y un tiempo para curar;
un tiempo para destruir y un tiempo para edificar;_
3,4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír;
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;_
3,5 un tiempo para tirar piedras y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazar y un tiempo para abstenerse de abrazos;_
3,6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder;
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;_
3,7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser;
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;_
3,8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz._
3,9 ¿Qué provecho saca el obrero de tanto trabajar?_
3,10 He considerado la ocupación que Dios ha dado a los hombres para que en ella se afanen._3,11 Él lo hizo todo bien y a su tiempo; pero les puso el deseo del infinito, sin que el hombre pueda llegar a descubrir las obras que Dios hace desde el principio hasta el fin._3,12 No hay para ellos otra felicidad que gozar y procurarse el bienestar durante su vida._3,13 Pero el que uno coma y beba y goce de la felicidad en todo su trabajo, eso es un don de Dios._3,14 Yo sé que todo lo que Dios hace subsiste para siempre; a ello nada se puede añadir ni de ello se puede quitar nada. Palabra de Dios
Introducción al salmo
A continuación damos lectura a un salmo de lamentación y a la vez de alabanza. El orante original de este salmo es un anciano. Abrumado por los muchos años, enfermo y acosado por sus enemigos que lo creen abandonado de Dios y están dispuestos a hacerle daño. Pero él se vuelve a Dios, al Señor justo y fiel, invocándolo apasionadamente y aplicándole unos calificativos que reflejan unos profundos lazos de confianza y de seguridad hacia Dios Padre. Este anciano recuerda a Dios su fidelidad desde la juventud y su decrepitud ahora con muchísima edad, pero hace constancia ante el todopoderoso de que, a pesar de todo lo acontecido en su vida, solo tiene palabras para agradecer y alabar lo recibido de Dios, puesto que todo le sirve a este hombre para su beneficio personal o para el crecimiento de su fe.
Lectura del Libro de los Salmos, (nº 71)
(V) Alabado sea Dios, el único que hace maravillas.
71,2 libérame, sálvame, pues tú eres justo; atiéndeme, ven corriendo a liberarme;(V)
71,4 Dios mío, líbrame de la mano del malvado, pues tú eres mi esperanza, Señor, mi confianza desde mi juventud, oh Dios.(V)(
71,6 Desde el seno materno me he apoyado en ti, tú eres mi protector desde el vientre de mi madre; en ti he esperado siempre.(V)
71,7 He sido un prodigio para muchos, pues tú has sido mi refugio seguro._
71,9 No me rechaces ahora que soy viejo, no me abandones cuando me faltan ya las fuerzas.(V)_
71,12 Oh Dios, no te quedes lejos; Dios mío, ven corriendo a socorrerme._
71,13 Que caigan en la ruina avergonzados los que buscan mi desgracia.(V)
71,14 Mas yo no dejaré nunca de esperar, y aumentaré todavía tus alabanzas;_
71,16 Proclamaré las proezas del Señor, anunciaré que sólo tú eres justo.(V)
71,18 ahora que estoy viejo y encanecido, oh Dios, no me abandones, para que pueda anunciar a esta generación las obras de tu brazo, y tu poder a las edades venideras.(V)_
Introducción al evangelio
En este evangelio se advierte la unión de Jesús con Dios, su Padre. Le llama “Abba” padre y le agradece el haberse revelado a los sencillos del mundo que son los escogidos de Dios. Jesús se manifiesta como hombre sencillo e invita a todos los creyentes que como él, son hijos, a tener una filiación igual a la suya con Dios participando de esta sencillez que hace que los corazones estén abiertos a la solicitud de los hermanos y a la escucha y puesta en practica de la palabra de Dios. Merece la pena comprometerse con el trabajo y labor de Dios que aunque en apariencia es pesada y agotadora, resalta por la gratitud al final de la jornada recibida. El creyente humilde que madura en la fe a pesar de las contrariedades que en su existencia pueda recibir, al final de la jornada solo tendrá palabras para decir a Dios, Padre, como dice Jesús: -yo te alabado Señor, de cielo y de la tierra.
+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo, cap 11.
11,25 En aquel tiempo Jesús dijo: "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos._
11,26 Sí, Padre, porque así lo has querido._
11,28 Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré._
11,29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas._
11,30 Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". Palabra del Señor.
*Discernir la palabra en silencio.(Después de un momento de silencio comienza…)
Saber mirar y ver el lado bueno
Queridos hermanos: parece que este año es el primero en el que nos reunimos para juntos despedir el año en compañía del Señor. Sin embargo es el quinto año que despedimos de esta forma y al igual que los anteriores se ha establecido un tema como punto fuerte de nuestra oración.
Hoy, aquí, queremos hablar de alabanza, y os pedimos a todos que asimilemos este termino en nuestras conciencias porque todos estamos necesitados de manifestar a Dios este noble sentimiento unido al de la gratitud y que nos hace ser conscientes de lo mucho que de Dios recibimos. Trabajo, salud, estabilidad, bienestar, y otras muchas cosas y circunstancias que nos suceden y, quizás no tan favorables y buenas pero de las cuales aprendemos a afrontar con madurez de verdaderos hijos de Dios. La liturgia de la palabra nos ha puesto en sintonía con el tema a tratar y nos ha manifestado lo mucho que de Dios recibimos y que anteriormente hemos nombrado. También como dice Jesús alabando a Dios, hemos recibido la dicha de la revelación de Dios y su mensaje que de una manera u otra intentamos implantar en nuestro mundo. Es cierto que en muchas ocasiones se hace tan presente el agotamiento, que incluso llega a superarnos y así caer en la desesperanza.
Tú, puede que tengas salud y la satisfacción de hijos con una vida estable; pero el que está a tu lado, puede estar apesadumbrado porque un ser querido se fue, o porque es imposible recuperar la confianza y amor perdidos con otro ser querido o simplemente y no menos importante porque se tiene poca salud corporal o espiritual.
Para una persona que se hace llamar cristiana y que está fundamentada en Dios, la fuerza de la esperanza le tiene que servir de mucho provecho para afrontar todo lo que la vida nos depara; sea bueno o no tan bueno.
Y hoy, individualmente a ti, y como si Cristo mismo te lo pidiera; te pedimos que hagas un esfuerzo y que junto a esta comunidad reunida en un mismo amor y un mismo sentir, sepas mirar tu vida pero viendo el lado bueno.
-Porque saber mirar la vida y ver el lado bueno es:
poseer una mirada limpia, un corazón generoso, un alma grande.
-saber mirar la vida y ver el lado bueno es:
no fiarse de las apariencias; ir al fondo de los hechos; leer y descifrar el mensaje o la lección que nos trae.
-Si buscamos vivir más contentos y felices,
si pretendemos que las adversidades de la vida nos muerdan y dañen menos,...
-si no queremos criar vinagre en nuestro interior:
hemos de aprender a saber mirar y ver el lado bueno de las personas, de los hechos y de las cosas.
-Gran virtud es saber mirar y ver:
el lado positivo y bueno del invierno y del verano; de la lluvia y el sol; de la risa y el llanto;
el lado positivo y negativo de una humillación recibida, de un sufrimiento no esperado;
el lado positivo y bueno de un fracaso; de “algo que jamás fue imaginado, ni pretendido, ni explicado”.
San Mateo pone en boca de Jesús: “Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras”
(relajación e invitación a que cada uno reflexione sobre lo comentado y lo exprese en voz alta)
*Para compartir.
(se invita a la lectura y explica que por cada aclamación se enciende una vela)
1.Te alabamos, Padre nuestro, con los que saben alabarte. Te alabamos con la alabanza de tu Hijo Jesucristo y el canto del “Magníficat” de María.
-Por doce veces alabado seas.
2.Te alabamos con el hermano Francisco de Asís, y te decimos, alabado seas por los animales y todas las criaturas.
-Por doce veces alabado seas.
3.Te alabamos con la voz de los que dieron la vida testimoniándote, y se gastaron por tu reino.
-Por doce veces alabado seas.
4.Acepta ahora que te alabemos por las campanas de fin de año, que nos hablan de Ti como Señor del tiempo y de nuestra alegría de vivirlo.
-Por doce veces alabado seas.
5.Te damos gracias por el año de vida que nos diste y por el año de historia que has hecho con nosotros.
-Por doce veces alabado seas.
6.Te encomendamos a los solos y los cansados, y a los que no acabaron el año en su casa, a los que has llamado a tu casa paterna.
-Por doce veces alabado seas.
7.Te alabamos por los profetas cristianos que interpretan la fe por las voces del Espíritu y los signos de los tiempos.
-Por doce veces alabado seas.
8.Te alabamos por la palabra que se nos ha dado, por el gozo de tener un bien tan preciado, y por comunicarnos por medio de ella tus deseos.
-Por doce veces alabado seas.
9.Te alabamos por los santos canonizados este año y por los no canonizados en quienes se configura la santidad oculta de la Iglesia.
-Por doce veces alabado seas.
10.Te alabamos por los hombres y mujeres de buena voluntad y por los que sienten la necesidad comprometedora de mejorar el mundo.
-Por doce veces alabados seas.
11.Y con alegría te alabamos por los nacidos en este año y por los que en el próximo nacerán cobijados por tu mano que les cubre con inmenso amor.
-Por doce veces alabado seas.
12.Por todos y por nosotros te pedimos ahora que extiendas tu misericordia capaz de hacer el bien donde puede hacerse el mal, sobre lo que aún se resiste a tu alabanza.
-Por doce veces alabado seas.
(Ahora cada persona puede hacer su alabanza, petición o acción de gracias, y todos respondemos: por doce veces alabado seas.)
*Padre nuestro.(el que coordina comienza diciendo:)
Con el corazón henchido de gozo nos atrevemos a decir a Dios:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado se tu nombre…
(se invita a la lectura de este peq.himno ¿qué mas queremos si le tenemos a él?)
Tú nos bastas
Recibe, Señor, la alabanza de los hermanos.
En el camino de la vida nos atrevemos a gloriarnos
ante ti de nuestras debilidades
porque nos basta tu gracia.
Te lo decimos con voz muy queda:
a través de estros años de trato contigo y trabajo por ti,
a través del desgaste de las horas y de las soledades.
Hemos comprobado que tú nos bastas
y que en nuestras carencias
resplandece con fuerza tu gracia.
Temerosos por la fragilidad de nuestro amor,
pero animados por tu divina Palabra,
nos atrevemos a decir que tú, Señor, nos bastas.
*Clausura de la oración y ocultación de Stmo. Sacramento. O de la Palabra)
El Señor nos conceda una noche tranquila y una muerte santa, Amén.
Realizada en 2004 por la Delegación de Liturgia y Catequesis, de la Parroquia de San Sebastián de Estepa (Sevilla).