CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

domingo, 2 de octubre de 2016

PSOE, EL DÍA DESPUÉS

PSOE, el día después
El día después es hoy mismo. El PSOE ha afrontado una de las mayores crisis orgánicas de su historia. ¿Está roto el partido? ¿Está abierto en canal? ¿Sus dirigentes bogan hacia la autodestrucción? No tengo claro estos titulares de prensa y críticos, pues yo como militante socialista sé donde estoy y se a lo que me debo. Al menos de momento, o al menos hasta donde mi conocimiento y coherencia me lo permitan. 

Anoche dimitió el compañero Pedro Sánchez de su responsabilidad como Secretario general del partido. Bien por él, pues creo que no se merece tener cerca a semejantes personas, encima llamándose compañeros. Quien escribe es de los que hubiera dado a Rajoy la abstención en segunda votación para que gobernara. Y aun manteniendo mi postura, considero que las formas –utilizadas por ciertas personas- para hacer claudicar a Pedro Sánchez, han sido deplorables y faltas de lealtad por parte de lo que dictamino en su día la propia Comisión Ejecutiva Federal, dar a Rajoy un NO absoluto y rotundo. Hoy que es el día después, admito que tengo que templar mi ánimo aunque manifieste con rotundidad mis sentimientos. Los que han provocado la caída de Pedro Sánchez, han pasado por encima de todos los militantes como una apisonadora y nos han faltado al respeto. ¿Nos pedirán estos mañana, que como militantes nos dejemos la piel, para la promoción política de cada uno de ellos? Es duro la vida del soldado de a pié como bien nos llamó hace días una compañera a los propios militantes. Pero como tales, somos soldados y somos personas que conformamos la propia esencia del socialismo, pues somos los que nos podemos tirar al barro de la ciudadanía y llevar el ideal socialista allí donde sea preciso. Hay que diferenciar lo sucedido en Ferraz –lucha de poderes-, con la ideología socialista que mantiene, perdura y vive en las personas que la sentimos como nuestra, y que aplicamos a la vida principios sencillos pero vitales para la convivencia digna, tales como el respeto, la solidaridad y la puesta en valor de la persona individual, sea la que sea y tenga la ideología que sea. Y de esto último, hubo bastante poco ayer en Ferraz –sede del PSOE en Madrid-. Seguiré siendo socialista por el mismo motivo por el que no puedo dejar de ser cristiano, porque lo llevo a fuego en la piel. Jesús de Nazaret se partió la cara por los necesitados de cada tiempo, sanando las heridas y restituyendo la dignidad personal a quien la había perdido. El socialismo –y la socialdemocracia- son precisos y necesarios mientras haya desigualdades en nuestro primer o tercer mundo. Mientras haya ancianos a los que nadie cuida, mientras haya personas que no pueden pagarse la sanidad privada, o buscan comida entre la basura, donde hay hombres que pegan a la mujer, donde hay fanatismo político o religioso, donde hay violencia y falta de respeto hacia el niño, el adulto o el anciano. Mientras de todo esto haya en nuestra sociedad, y mientras una sola persona esté dispuesta a eliminar desigualdades, seguirá estando vivo el socialismo y la socialdemocracia. Y España y su historia siempre reconocerán que el PSOE es el partido que más ha contribuido –y seguirá contribuyendo- en la sociedad del bienestar y la apuesta por lo público y lo social. Un saludo cordial.

Fraternalmente, Floren.