NOVENA A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO.
DÍA SEGUNDO
Comienzo del oficio para todos los días
+, Dios mío ven en mi auxilio, Señor date
prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en
un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Himno YO QUISE DECIRTE GUAPA. (Eduardo Palencia)
Que no tenga mas sentío
yo quise decirte guapa
yo quise decirte guapa
y se me escapó ROCIO.
Yo quise decir tu nombre
como tu dices el mio
sencillamente tu nombre
y se me fue en un
suspiro.
Porque el pensamiento
escapa
y a cuerpo limpio
arrebata
olvidadas primaveras
cuando al alma rociera
aun le caben Dios te
salve
y salve Madre de amores.
Hoy son para ti las
flores
a cambiado la veleta
ya puedo decirte guapa
sin que la emoción me
ahogue
que no tuvo mas sentío
yo quise decirte guapa
yo quise decirte guapa
y se me escapó ROCIO.
LECTURA BIBLICA Lc 1,26-38.
Unos días después María
se dirigió pre- surosa a la montaña, a una ciudad de Juda. Entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó
de alegría en su seno e Isabel quedó llena del
Espíritu Santo. Y dijo
alzando la voz:
- ¡bendita tú entre las
mujeres y bendito el fruto de tu vientre!. ¿Y cómo es que la madre de mi Señor
viene a mí? Tan pronto como tu saludo sonó en mis oídos, el niño saltó de
alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que as creído que se cumplirán las cosas que te
a dicho el Señor!.
Palabra de Dios
RESPONSORIO
“Rocío, bendita tú entre
las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Bienaventurada tú que has
creído”.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas a Dios, Padre
santo que nos ama y nos busca y en Jesucristo Resucitado nos ofrece el camino
la verdad y la vida y por intercesión de nuestra madre la Virgen María Rocío de
la Gracia, pidámosle por el mundo y por la gente diciendo:
Que tu madre, Señor,
interceda por nosotros.
Salvador del mundo, que
con la eficacia de tu redención preservaste a tu madre de toda mancha de
pecado, líbranos a nosotros de toda culpa. Oremos...
Redentor nuestro, que
hiciste de la Virgen del Rocío tabernáculo purísimo de tu presencia y sagrario
del Espíritu Santo, haz también de nosotros templos de tu Espíritu Santo.
Oremos..
Verbo eterno del Padre,
que enviaste a María a escoger la mejor parte, ayúdanos a imitarla y a buscar
el alimento que perdura hasta la vida eterna. Oremos...
Divino Pastorcito, que
elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu madre, haz que aspiremos
siempre a los bienes de las arenas celestiales. Oremos...
Que nuestra bendita
madre la Virgen del Rocío sea fortaleza para los enfermos en la superación de
su enfermedad, ánimo para sus cuidadores y baluarte para los profesionales de
la salud, oremos
Señor del cielo y de la
tierra, que has colocado a tu derecha a María reina del Rocío, danos un día el
gozo de tener parte en la gloria. Oremos...
Fieles a la recomendación del Salvador y
siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir: -Padre nuestro que estás
en el cielo...
ORACIÓN
Dios y Padre bueno,
que nos amas y nos buscas.
¡Bendito seas, por la Virgen del Rocío!
En sus ojos vemos amor de madre,
hacia nosotros sus hijos e hijas.
Un amor, reflejo del amor que Tú nos
tienes.
Un amor enorme, inabarcable;
tierno y sensible.
Permítenos, Padre de amor; tener el
consuelo
de la protección de la Virgen del Rocío.
Ella es Paz y Armonía de nuestra vida,
Blanca Paloma y Reina de la Paz.
Su mirada serena nos hace ser conscientes,
de lo que verdaderamente
merece la pena en la vida.
El trabajo, la salud, la ilusión, nuestra
y de nuestra familia y amigos.
El servicio a los demás, el respeto y la
fraternidad
con aquellos otros que pueblan los
arenales de la vida.
Que estemos siempre dispuestos
a la escucha de Tu Palabra, Padre,
y a hacerla vida con amorosidad.
Que los dones que ofrezcamos a los demás,
sean regalo y hermosura
como la amplitud de esa marisma
donde reinan el lince
y sombrean los pinares.
Que tu Hija y Madre nuestra,
la Virgen del Rocío,
sea para nosotros
intercesora en la adversidad,
fortaleza en la fe
y remanso en la tribulación.
Que tu Verbo encarnado,
Divino Pastorcillo
este siempre dispuesto
a abrirnos las puertas del cielo,
cuando crucemos el puente celestial del
“Anjolí”
junto a todos los que amaron a la Virgen
y ya descansan en su paz.
¡Que viva la Virgen del Rocío!
¡Que viva esa Blanca Paloma!
¡Que viva la Madre de Dios!
Amén.
SALVE A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROCÍO
Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia,
vida, dulzura y esperanza
nuestra; Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de
Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a
Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo. AMÉN.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO
CONCEBIDA.
(Oficio litúrgico realizado para la devoción particular. Puede compartirse
indicando su procedencia. Respecto de los textos citados que no son originales
del autor, pueden ejercer sus derechos)