Sin dramatizar os diré que el
asunto del máster de la –hasta ayer- ministra de sanidad Carmen Montón, ha
llegado a sonrojarme. En primer lugar porque como persona le ha puesto en
jaque, paralizando unas iniciativas muy beneficiosas para la sanidad pública
española con la que esta mujer tenía un compromiso enorme. O sea, si se hubiera
podido prolongar en el tiempo hubiera sido una excelente ministra de sanidad.
"la política no es mala. la podemos hacer mala, que no es igual"
En
segundo lugar admito mi perplejidad a que una persona omita a su presidente del
gobierno y secretario general del PSOE, un asunto turbio y de importancia
capital sobre la obtención de un máster, habida cuenta de lo reciente del
asunto del máster de la dimitida Cifuentes y el entredicho en que se
encuentra el cabeza del Partido Popular Pablo Casado.
¿Acaso los políticos de
primera línea no reconocen que los medios de comunicación ahondarán en sus
vidas hasta que encuentren petróleo en los fondos de los rosales de casa? Por
ejemplo. Tristemente la podredumbre informativa forma parte esencial para el movimiento de
masas y la manipulación de la opinión del pueblo. Todo vale para obtener un
voto.
Y los que formamos el PSOE debemos ser más que escrupulosos en este
momento en el que los partidos nuevos y con aires de reconquista de lo ya
conquistado, como Ciudadanos, Podemos y otras hierbas; intentan defenestrar por
todos los medios los valores de la SOCIALDEMOCRACIA (pretexto para hundir al PSOE). Un principio que se
considera obsoleto pero que es el mejor instrumento para trabajar por la eliminación
de desigualdades y la justa redistribución de los recursos públicos.
Y por
cierto, no se me caerán los anillos al reconocer que quien lo haga que lo
pague. Porque yo no me comí las mariscadas que se comieron los sindicalistas a
golpe de bolsillo del sindicato, ni me he quedado con dinero de los ERE ni
nunca me he ido de putas ni de putos con dinero público ni con dinero propio, ni me han resuelto
la vida a golpe de sobres como en el PP.
No. No todos somos iguales. Hay mucha
decencia en los partidos y desde luego en el PSOE donde hay muchas personas
que nos jugamos el tipo al dar la cara por unos ideales sin recibir nada a
cambio, solo por vocación de servicio público como muchos hemos demostrado
durante años, entre iglesia, vecinos…etc.
Es por ello que lamentando lo
sucedido con la compañera Montón, admiro su paso atrás. Un paso que por pura
coherencia muchos otros debieran de haber dado antes de que le sacaran los
colores y desgastaran las siglas de su partido político. No perdamos de vista
algo que me parece importante, LA POLÍTICA NO ES MALA. La podemos hacer mala,
que no es igual. Pero todo lo público que tenemos y de lo que nos beneficiamos,
es producto de políticas impulsadas por personas comprometidas con la sociedad,
fundamentalmente socialistas.
Educación, sanidad, justicia, administración
pública…etc. Con fallos, sí, claro. Pero con unos índices altísimos de atención
efectiva. Algo que conocemos muchas personas de primera mano es una hermandad o
cofradía y en muchas de ellas se hace más política que en la propia política.
Ojalá
todos y todas tanto desde el plano político, religioso, sexual, humanitario o
social, pongamos la decencia por encima de todo. Hagamos gala de una buena
educación, unas buenas maneras. Y atendiendo a los gritos de injusticias que
hay en el mundo, ser capaces de aplicar a todo lo que compete a nuestras vidas,
el respeto la paz y el bien. Lo dice un socialista cristiano convencido de
ambas cosas. Un saludo.