La experiencia del peregrinar es renovadora, para todo aquel que en Dios pone sus anhelos.
En el caminar se habla con Dios, con los hermanos, consigo mismo.
Permita Dios y su Hijo Jesús, que el Espíritu Santo nos asista, para encontrar iluminación y saber discernir responsablemente los acontecimientos.
Todos iréis en mi mochila espiritual, que es más gruesa que la del avituallamiento.
Hasta el Martes 7. Besos y abrazos.
Laus Deo
ORACIÓN DEL PEREGRINO
Dios y Padre bueno,
que nos amas y nos buscas.
A tu siervo Abraham sacaste de su tierra,
y confiando en su fe, le condujiste
por caminos y veredas
hasta encontrarse contigo.
Fuiste su guía y la de tu pueblo Israel.
Míranos ahora,
a los que caminamos a Compostela
pues en los ojos de tu Santo Apóstol Santiago, tenemos puesta nuestra mirada.
Te pedimos, Padre de amor,
que por su intercesión encontremos
la palabra oportuna, accedamos
al discernimiento de tu voluntad,
y nos lleguemos a encontrarte,
por medio de la andadura y el trato fraternal
de los que nos acompañan en el camino.
Que tu Hijo Jesucristo, sea para nosotros compañero en la marcha, guía en las encrucijadas, albergue en el camino,
sombra en el calor, luz en la oscuridad, consuelo en sus desalientos y firmeza en sus propósitos; para que por tu guía lleguemos renovados espiritualmente al término del camino y enriquecidos de gracia y de virtudes, volvamos a nuestros hogares llenos de saludables virtudes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.