DÍA TERCERO
Comienzo del oficio para todos los días
+, Dios mío ven en mi auxilio, Señor date
prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en
un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Himno TIENE QUE HABER. (Pablo Oñós)
Tiene que haber.
Tiene que haber sobre el
cielo celeste un largo camino,
tiene que haber hecho de
arenas blancas y verdes pinos.
Tiene que haber una
marisma por flores perfumada,
tiene que haber,
Simpecaos verde y oro en carretas de plata.
Tiene que haber una Raya
de estrellas entre romero,
tiene que haber un Ajolí
y un puente hecho de luceros.
Tiene que haber
caminos celestiales y
carretas blancas,
tiene que haber,
ángeles que despiertan
tocando el alba.
Tiene que haber,
un Rocío pal’ que de la
tierra se vaya,
llevando dentro a la
Virgen,
y puesta su medalla.
Tiene que haber,
un Rocío para el que
llevó en el alma,
el camino rociero…
¡un Rocío sobre las
nubes blancas!
LECTURA BIBLICA Lc 1,46-55.
María dijo:
-Mi alma glorifica al
Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi salvador, porque se ha fijado en la
humilde condición de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las
generaciones, porque el todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes, su nombre
es santo; y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
(...) María estuvo
con ella unos
tres meses y se volvió a
su casa.
Palabra de Dios
RESPONSORIO
“Proclama mi alma, la grandeza del Señor”.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas a Dios, Padre
santo que nos ama y nos busca y en Jesucristo Resucitado nos ofrece el camino
la verdad y la vida y por intercesión de nuestra madre la Virgen María Rocío de
la Gracia, pidámosle por el mundo y por la gente diciendo:
Mira a la Madre de tu
Hijo y escúchanos.
Para que la sabiduría que
procede de lo alto, ilumine a nuestros pastores para que en nombre de Dios
promuevan la paz y la justicia por todo el mundo, haciendo de la Iglesia una
comunidad nazarena. Oremos...
Por el progreso de los
pueblos, la paz entre las naciones y la armonía entre las comunidades; para que
amparándonos todos bajo el manto de la virgen del Rocío testimoniemos a Cristo
en paz y bien, oremos…
Para que la Virgen del
Rocío, modelo de mujer y de madre, ayude a todas las mujeres a vivir con
dignidad. Oremos...
Para que la Virgen reina
de los pinares, mantenga unidas a todas las hermandades filiales, a todo el
pueblo cristiano y nos ayude para acoger a Jesús en nuestra vida. Oremos...
Para que María, la Madre
de Dios y Madre nuestra nos mantenga en la esperanza de una resurrección futura
junto a todos los que amaron a la Virgen del Rocío y ya descansan en su paz.
Oremos...
Fieles a la recomendación del Salvador y
siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir: -Padre nuestro que estás
en el cielo...
ORACIÓN
Dios y Padre bueno,
que nos amas y nos buscas.
¡Bendito seas, por la Virgen del Rocío!
En sus ojos vemos amor de madre,
hacia nosotros sus hijos e hijas.
Un amor, reflejo del amor que Tú nos
tienes.
Un amor enorme, inabarcable;
tierno y sensible.
Permítenos, Padre de amor; tener el
consuelo
de la protección de la Virgen del Rocío.
Ella es Paz y Armonía de nuestra vida,
Blanca Paloma y Reina de la Paz.
Su mirada serena nos hace ser conscientes,
de lo que verdaderamente
merece la pena en la vida.
El trabajo, la salud, la ilusión, nuestra
y de nuestra familia y amigos.
El servicio a los demás, el respeto y la
fraternidad
con aquellos otros que pueblan los
arenales de la vida.
Que estemos siempre dispuestos
a la escucha de Tu Palabra, Padre,
y a hacerla vida con amorosidad.
Que los dones que ofrezcamos a los demás,
sean regalo y hermosura
como la amplitud de esa marisma
donde reinan el lince
y sombrean los pinares.
Que tu Hija y Madre nuestra,
la Virgen del Rocío,
sea para nosotros
intercesora en la adversidad,
fortaleza en la fe
y remanso en la tribulación.
Que tu Verbo encarnado,
Divino Pastorcillo
este siempre dispuesto
a abrirnos las puertas del cielo,
cuando crucemos el puente celestial del
“Anjolí”
junto a todos los que amaron a la Virgen
y ya descansan en su paz.
¡Que viva la Virgen del Rocío!
¡Que viva esa Blanca Paloma!
¡Que viva la Madre de Dios!
Amén.
SALVE A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROCÍO
Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia,
vida, dulzura y esperanza
nuestra; Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de
Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a
Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo. AMÉN.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO
CONCEBIDA.
Autor, Floren Salvador Díaz Fernández.
Autor, Floren Salvador Díaz Fernández.
(Oficio litúrgico realizado para la devoción particular. Puede compartirse
indicando su procedencia. Respecto de los textos citados que no son originales
del autor, pueden ejercer sus derechos)