DÍA QUINTO
Comienzo del oficio para todos los días
+, Dios mío ven en mi auxilio, Señor date
prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en
un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Himno UNA ILUSIÓN. (Hermandad del Rocío de
Las Cabezas de San Juan)
Una ilusión,
una promesa que se ha de
cumplir.
Un corazón,
que al son de
campanillas quiere latir.
Una carreta de plata y
detrás
un alma que quiere
volar.
Una canción,
que habla de sueños y de
realidad.
Un soñador,
que canta sus anhelos al
compás.
De flautas, palmas y
tamboril,
una canción y un sueño
que viven por ti.
Por la luz del amanecer
reflejo de tus ojos
que me hacen ver,
por tu manto que se
convierte en sombra de un pino.
Por el vuelo de una
cigüeña que en el
sendero me hace
recordar,
que el motivo de mi
camino es verte volar.
LECTURA BIBLICA Lc 2,22-28a
Cuando se cumplieron los
días de la pu- rificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para
ofrecérselo al Señor.(...) Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: el Espíritu Santo
estaba en él, y le había anunciado que no moriría sin ver al Mesías el Señor.
Movido por el Espíritu fue al templo, y al entrar los padres con el niño Jesús
para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, lo recibió en sus brazos.
Palabra de Dios
RESPONSORIO
“María presento al niño para cumplir lo prescrito en la ley”
PRECES
Elevemos nuestras súplicas a Dios, Padre
santo que nos ama y nos busca y en Jesucristo Resucitado nos ofrece el camino
la verdad y la vida y por intercesión de nuestra madre la Virgen María Rocío de
la Gracia, pidámosle por el mundo y por la gente diciendo:
¡No apartes de nosotros tu mirada, Virgen
del Rocío!
Por la Iglesia: para que sea promotora en
todo el mundo de la justicia y de la paz. Oremos...
Por las personas que tienen
responsabilidad en las hermandades del Rocío y por quienes sienten la necesidad
de anunciar el Reino de Dios y el Evangelio de Jesucristo, para que siempre les
asista el ánimo y la sabiduría del Espíritu Santo, oremos…
Por los gobernantes de la tierra: para que
sean sensibles al sufrimiento de los más pobres y hagan justicia a los
oprimidos. Oremos...
Para que María Rocío de la Gracias, Reina
del cielo y de la tierra, haga que todos los que este año peregrinamos desde la
fe experimentemos su ayuda y consuelo maternal en la vivencia cotidiana de
nuestra vocación a la santidad. Oremos...
Para que al consagrar este momento de
oración a la memoria de la Virgen del Rocío, banca paloma y auxilio de los
cristianos, contemplemos su ejemplo de humildad y servicio y descubramos que la
verdadera realeza es de los que sirven. Oremos...
Fieles a la recomendación del Salvador y
siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir: -Padre nuestro que estás
en el cielo...
ORACIÓN
Dios y Padre bueno,
que nos amas y nos buscas.
¡Bendito seas, por la Virgen del Rocío!
En sus ojos vemos amor de madre,
hacia nosotros sus hijos e hijas.
Un amor, reflejo del amor que Tú nos
tienes.
Un amor enorme, inabarcable;
tierno y sensible.
Permítenos, Padre de amor; tener el
consuelo
de la protección de la Virgen del Rocío.
Ella es Paz y Armonía de nuestra vida,
Blanca Paloma y Reina de la Paz.
Su mirada serena nos hace ser conscientes,
de lo que verdaderamente
merece la pena en la vida.
El trabajo, la salud, la ilusión, nuestra
y de nuestra familia y amigos.
El servicio a los demás, el respeto y la
fraternidad
con aquellos otros que pueblan los
arenales de la vida.
Que estemos siempre dispuestos
a la escucha de Tu Palabra, Padre,
y a hacerla vida con amorosidad.
Que los dones que ofrezcamos a los demás,
sean regalo y hermosura
como la amplitud de esa marisma
donde reinan el lince
y sombrean los pinares.
Que tu Hija y Madre nuestra,
la Virgen del Rocío,
sea para nosotros
intercesora en la adversidad,
fortaleza en la fe
y remanso en la tribulación.
Que tu Verbo encarnado,
Divino Pastorcillo
este siempre dispuesto
a abrirnos las puertas del cielo,
cuando crucemos el puente celestial del
“Anjolí”
junto a todos los que amaron a la Virgen
y ya descansan en su paz.
¡Que viva la Virgen del Rocío!
¡Que viva esa Blanca Paloma!
¡Que viva la Madre de Dios!
Amén.
SALVE A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROCÍO
Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia,
vida, dulzura y esperanza
nuestra; Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de
Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a
Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo. AMÉN.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO
CONCEBIDA.
Autor, Floren Salvador Díaz Fernández.
(Oficio litúrgico realizado para la devoción particular. Puede compartirse
indicando su procedencia. Respecto de los textos citados que no son originales
del autor, pueden ejercer sus derechos)