ORACIÓN DE FIN DE AÑO 2025. ¡BENDECID AL SEÑOR!
INDICACIONES ANTES DE
COMENZAR:
El
guión de esta oración está realizado básicamente con textos del libro
“Celebraciones de la comunidad, de Casiano Floristan”; aunque la estructura ha
sido alterada en beneficio de una oración más dinámica y profunda. Esta oración
se puede realizar en solitario o en comunidad, solo basta cambiar el plural por
el singular o a la inversa. Téngase en cuenta la necesidad de preparar el
espacio donde se desarrolla. Deberá ser un lugar intimo o que permita el
recogimiento y el silencio. Se deberá poner música de fondo que permita la
relajación.
Debe
presidirla la Palabra de Dios, el Santísimo o bien otro elemento que bien
pudiera ser un misterio de portal de Belén.
Deben
prepararse doce velas que estarán apagadas para su oportuno encendido en la
dinámica.
Para
el desarrollo de esta oración no se precisa la asistencia de un sacerdote. Este
guión puede usarse indicando su procedencia.
INTRODUCCIÓN:
Hermanas y hermanos, bienvenidos seáis todos a esta casa donde junto con el Señor todos tenemos cabida. Hermanos, nos reunimos, en este cambio de año, para reflexionar. Normalmente no pensamos mucho en el tiempo, pensamos más en lo que tenemos que hacer o en lo que hemos hecho. Y andamos muy deprisa y muy agobiados. Ahora vamos a detenernos, vamos a vaciarnos, vamos a pensar en el valor del tiempo, de cada momento.
Nos
reunimos para orar y para bendecir la vida que Dios nos regala en cada día del
año. El tiempo no sólo es el hilo con el que tejemos nuestra historia, sino que
es correo de la gracia. Cada año puede ser año de gracia, y cada hora, hora de
gracia, y cada segundo, segundo de gracia y bendición. Dios está en el tiempo.
En cada momento que pasa, está pasando Dios.
Nos
reunimos para esperar. Con esperanza activa y compartida. No basta esperar a que pasen las horas, hay que
negociar con ellas; son talentos que Dios nos regala. Esperamos nuevo año,
nuevas oportunidades para crecer y fructificar, nuevas posibilidades de hacer
el bien, de amar.
A
nuestro alrededor hemos visto caminar a nuestras hermanas y hermanos, a
diversos hombres y mujeres, desde los más cercanos —nuestra familia y nuestros
amigos— hasta los más lejanos. Todos ellos forman parte de nuestra vida. Hoy,
al terminar el año, es bueno recordarlos. De todos hemos aprendido, todos han
sido para nosotros ayuda en nuestra vida. Recordemos las pequeñas y grandes
felicidades vividas, así como las tristezas y dolores. De un modo especial,
recordemos
los
rostros de dolor de las personas que sufren la guerra, el hambre, la
persecución, las mujeres maltratadas y todas las crueldades que permitimos en
este mundo. (Pequeño silencio)
Invoquemos
la PRESENCIA de Dios, Padre bueno, que nos ama y nos busca. Asumamos su
presencia en nuestros corazones. Abrámonos a la gratuidad y reconozcamos en
todo lo que nos rodea, personas queridas, trabajo, salud, ¡las maravillas de la
creación que pone en nuestras manos, así como a todas las criaturas y animales
con los que convivimos!
Agradezcamos
todas y todos a Dios con un corazón henchido de alegría y cantemos todos:
CANTO: “Hoy, Señor, te
damos gracias.”
HOY, SEÑOR, TE DAMOS
GRACIAS,
POR LA VIDA, LA TIERRA Y
EL SOL.
HOY, SEÑOR, QUEREMOS
CANTAR
LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.
1. Gracias, Padre, mi vida es tu vida,
tus manos amasan mi barro,
mi alma es tu aliento
divino,
tu sonrisa en mis ojos
está.
2. Gracias, Padre, Tú
guías mis pasos,
Tú eres la luz y el
camino,
conduces a ti mi destino
como llevas los ríos al
mar.
3. Gracias, Padre, me
hiciste a tu Imagen,
y quieres que siga tu
ejemplo
brindando mi amor al
hermano,
construyendo un mundo de
paz.
PETICIÓN DE PERDÓN:
Ahora,
en silencio, oremos y pidamos perdón por todo lo que a lo largo de este año,
por acción o por omisión, haya podido contribuir por nuestra parte a hacer más
dolorosa la vida de los demás». Al comienzo hemos dado gracias por las personas
que amamos y ahora debemos reflexionar sobre las personas que debemos amar más.
Cuando
hemos dejado de amar, cuando no hemos amado lo suficiente, nos hemos apartado
de la mirada de Jesús; que pasó por el mundo haciendo el bien.
Lo
pensamos en silencio un momento y leemos juntos. “
Yo soy el que te ofendí.
(PIERRE MALÓN DE CHAIDE)
-Padre-. Soy yo quien te
ofendí, y tú el ofendido,
aunque tú eres el Señor, y
yo criatura:
yo soy el mal siervo, y tú
el mal servido.
Tú eres mi hacedor, y yo
tu hechura:
yo soy el barro, tú el
alfarero:
tú el poderoso, yo una vil
basura.
Yo soy, Señor, quien te
dejó primero,
y eres tú quien primero me
buscaste,
y yo el que ahora se
vuelve a ti postrero.
Tú eres quien mil veces me
llamaste:
yo soy quien te cerró
otras mil puertas,
y tú eres quien tras ella
te quedaste.
Yo soy, Señor, quien tiene
el alma muerta:
tú eres vida en quien
podrá valerse;
yo soy el dormido, y tú
quien lo despierta.
Oh, sí un «pequé» bastase,
y un dolerse,
para que me perdonases mi
pecado,
¡qué gloria a quien en tal
pudiera verse!
Dios mío, heme aquí, yo he
pecado,
Señor, con tu gran ira no
me asombres;
levanta al que a tus pies
se ha derrocado.
ORACIÓN COLECTA:
«En
esta noche del último día del año estamos aquí, Padre, ante ti. Queremos
compartir un rato de paz, un rato familiar contigo. En comunidad o sola/o ante
Ti.
Somos
tus hijas e hijos y nos encanta tenerte como Padre. Queremos agradecerte este
año 2025 que hoy termina, con todo lo que hemos vivido, lo bueno y lo malo,
porque todo sirve para experimentar la llamada
de
tu amor. Queremos agradecerte también lo que tenemos presente ante nosotros,
nuestro futuro en este mundo y nuestro futuro en el Reino que tú nos prometes.
Padre
de todos, al terminar este año viejo, y a punto de empezar uno nuevo, queremos
pedirte que estés siempre con nosotros y con aquellos a los que amamos. Te
pedimos, particularmente, que muestres tu rostro materno a las personas que
sufren por causa de la guerra o del hambre, por falta de justicia o de
libertad, y por aquellas personas que viven hundidos en el dolor o en el mal.
Libéralos, Padre, y haznos colaboradores de esta liberación. Te lo pedimos por Jesucristo,
tu Hijo y nuestro hermano, que vive y reina contigo por los siglos de los
siglos. Amén».
LITURGIA DE LA PALABRA
(Si se quiere incrementar
la liturgia de la palabra con otra lectura, inclúyase como primera lectura Eclesiástico
3,1-14)
Lectura
de la Carta del Apóstol Santiago (4,13b-15)
Hermanas
y hermanos:
Ahora
oíd esto, vosotros, los que decís: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y
pasaremos allí un año haciendo negocios y ganando dinero”, ¡y ni siquiera
sabéis lo que será mañana de vuestra vida!
Sois
como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece. Lo que
debéis decir es: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”
En
cambio, insistís en hablar con orgullo; y todo orgullo de esa clase es malo. El
que sabe hacer el bien y no lo hace, se aparta de Dios.
Palabra de
Dios.
SALMO RESPONSORIAL: Salmo
71 «Tu reino es vida» (CLN, 511). Si se sabe, se canta en su totalidad.
“TU REINO ES VIDA”
Tu reino es vida, tu reino
es verdad;
tu reino es justicia, tu
reino es paz,
tu reino es gracia, tu
reino es amor;
venga a nosotros tu reino,
Señor,
venga a nosotros tu reino,
Señor.
Dios mío, da tu juicio al
rey,
tu justicia al hijo de
reyes,
para que rija a tu pueblo
con justicia,
a tus humildes con
rectitud;
para que rija a tu pueblo
con justicia,
a tus humildes con
rectitud.
Que los montes traigan la
paz,
que los collados traigan
la justicia,
que el defienda a los
humildes del pueblo
que socorra a los hijos
del pobre,
que el defienda a los
humildes del pueblo
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el
sol,
como la luna de edad en
edad;
que baje como lluvia sobre
el césped,
como rocío que empapa la
tierra
que en sus días florezca
la justicia
y la paz hasta que falte
la luna.
Librará al pobre que
suplica
al afligido que no tiene
protector;
se apiadará del humilde e
indigente
y salvará la vida de los
pobres,
salvará de la violencia
sus vidas,
pues su sangre es preciosa
ante sus ojos.
Que su nombre sea eterno,
que su fama dure como el
sol;
que sea bendición para los
pueblo,
que las naciones lo
proclamen dichoso.
Bendito eternamente su
nombre,
que su gloria llene la
tierra.
(Canto del aleluya)
“Aleluya. Aleluya, aleluya.
Dad gracias al Señor todos
los pueblos, porque su amor ha sido grande con nosotros.
Aleluya. Aleluya, aleluya.”
+ Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (12,35-48)
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“Estad
preparados y mantened vuestras lámparas encendidas. Sed como criados que
esperan que su amo regrese de una boda, para abrirle la puerta tan pronto como
llegue y llame. ¡Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre
despiertos! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se dispondrá a servirles
la comida.
Dichosos
ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a medianoche o de madrugada. Y
pensad que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no
dejaría que se la abrieran para robarle.
Estad también
vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo
esperéis.”
Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN DE LA PALABRA:
Saber mirar y ver el lado
bueno
Hermanas y hermanos: nos
reunimos juntos para despedir el año 2025 en compañía del Señor.
Hoy, aquí, queremos hablar
de bendición y alabanza, y os pedimos a todos que asimilemos estos términos en
nuestras conciencias porque todos estamos necesitados de manifestar a Dios este
noble sentimiento unido al de la
gratitud y que nos hace ser conscientes de lo mucho que de Dios recibimos.
Trabajo, salud,
estabilidad, bienestar, y otras muchas cosas y circunstancias que nos suceden
y, quizás no tan favorables y buenas pero de las cuales aprendemos a afrontar
con madurez de verdaderos hijos de Dios.
La liturgia de la palabra
nos ha puesto en sintonía con el tema a tratar y nos ha manifestado lo mucho
que de Dios recibimos y que anteriormente hemos nombrado. También como dice
Jesús alabando a Dios, hemos recibido la dicha de la Palabra de Dios –que se
nos da- y su mensaje que de una manera u otra intentamos implantar en nuestro
mundo.
Es cierto que en muchas
ocasiones se hace tan presente el agotamiento, que incluso llega a superarnos y
así caer en la desesperanza.
Tú, puede que tengas salud
y la satisfacción de hijos con una vida estable; pero la persona que está a tu
lado, puede estar apesadumbrada porque un ser querido se le fue, o porque es
imposible recuperar la confianza y amor perdidos con otro ser querido o
simplemente y no menos importante porque se tiene poca salud corporal o
espiritual.
Para una persona que se
hace llamar cristiana y que está fundamentada en Dios, la fuerza de la
esperanza le tiene que servir de mucho provecho para afrontar todo lo que la
vida nos depara, sea bueno o no tan bueno.
Y hoy, individualmente a
ti, y como si Jesús mismo te lo pidiera; te pedimos que hagas un esfuerzo y que
junto a esta comunidad reunida en un mismo amor y un mismo sentir, sepas mirar
tu vida pero viendo el lado bueno.
-Porque saber mirar la
vida y ver el lado bueno es:
poseer una mirada limpia,
un corazón generoso, un alma grande.
-saber mirar la vida y ver
el lado bueno es:
no fiarse de las
apariencias; ir al fondo de los hechos, leer y descifrar el mensaje o la
lección que nos trae.
-Si buscamos vivir más
contentos y felices,
si pretendemos que las
adversidades de la vida nos muerdan y dañen menos,...
-si no queremos criar
vinagre en nuestro interior:
hemos de aprender a saber
mirar y ver el lado bueno de las personas, de los hechos y de las cosas.
-Gran virtud es saber
mirar y ver:
el lado positivo y bueno
del invierno y del verano, de la lluvia y el sol, de la risa y el llanto. El
lado positivo y negativo de una humillación recibida, de un sufrimiento no
esperado.
El lado positivo y bueno
de un fracaso, de “algo que jamás fue imaginado, ni pretendido, ni explicado”.
San Mateo pone en boca de
Jesús: “Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero si tu ojo
está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras”
(silencio e invitación a
que cada uno reflexione sobre lo
comentado y lo exprese en voz alta)
PROFESIÓN DE LA FE
CRISTIANA
Ahora vamos a proclamar
nuestra fe, nuestro credo. Y lo hacemos recitando de forma pausada y consciente
este bello CREDO DE LA NAVIDAD de Victor Manuel Arbeloa.
CREDO DE LA NAVIDAD
Creo en la bondad humilde de
José de Nazaret
y en la fe desbordada de
María.
Creo en la pobreza del
portal
con un buey y una muía, y
aun sin ellos.
Creo en el anuncio de los
ángeles,
presencias múltiples de
Dios
donde están la verdad, el
amor y la belleza.
Y en el gozo compartido de
los pobres pastores
que sueñan ilusiones y
viven de esperanzas.
Creo en la estrella
peregrina y mensajera
y en los Magos inquietos y
tenaces,
que siempre encuentran la
luz cuando la siguen,
asomada a la inmensa
maravilla
de Dios entre los hombres.
Creo en los caminos que
llevan a Belén,
en los ríos de plata,
en los montes de musgo,
en los árboles de corcho,
en las luces de colores.
Creo en las estrellas,
más curiosas y despiertas
que nunca
en el cielo madrugador de
la Nochebuena.
Creo en la alegría natural,
en la clara amistad entre
los hombres,
nacida de repente
o crecida a ritmo de
cosecha.
Creo en la sorpresa virgen
y fértil de los niños.
Creo en la ternura de los
hombres.
Creo en el amor,
difícil e inseguro, pero
cierto,
muestra gratuita de Dios,
ángel,
estrella,
belén de su hermosura
generosa.
Creo en Jesús, hombre
perfecto,
Hijo de Dios, Dios
perfecto a la altura del hombre.
DINAMICA DE LAS DOCE
ALABANZAS
Ahora en el altar o en el
centro, hemos colocado doce velas apagadas.
Las iremos encndiendo a medida que leemos las alabanzas.
Cada alabanza es un
propósito, una gratitud, una bendición y un compromiso con nuestras hermanas y
hermanos; en cada uno de los cuales habita el Señor.
(se invita a la lectura y
por cada aclamación se enciende una vela).
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
4. Acepta ahora que te
alabemos por las campanas de fin de este año 2025, que nos hablan de Ti como
Señor del tiempo y de nuestra alegría de vivirlo.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabados seas.
-Por doce veces alabado seas.
-Por doce veces alabado seas.
Este momento es de oración
personal, donde podemos repasar dentro de nosotros este año que hoy acaba.
Ponemos ante Dios el camino recorrido, las personas con las que hemos
compartido la vida y los acontecimientos
que nos han marcado. Por
todo ello damos gracias a Dios.
(Silencio, a ser posible
con música de fondo).
PRECES DE L@S FIELES
(Si el espacio anterior ha
sido extenso, se deben omitir las preces pues puede ser redundante)
Atiende, Padre de bondad
estas suplicas de tus hijas e hijos que te ruegan confiados:
* «Por nuestros compañeros
y amigos, por todos aquellos con quienes compartimos nuestra vida, para que
ayudemos a mejorar las condiciones de la sociedad». R.S.
* «Por los pobres, los que
sufren, los abandonados que hay entre nosotros o lejos de nuestro mundo, para
que entre todos sepamos prestarles ayuda». R.S.
* «Por la renovación de
nuestra parroquia y de nuestra diócesis y por toda la Iglesia, para que sea
fiel al evangelio». R.S.
* «Por los que en
cualquier lugar del mundo sufren la guerra, la violencia y el hambre, para que
la paz y la justicia transformen nuestro mundo». R.S.
* «Por cada uno de
nosotros, para que crezcamos en la fe y en la fidelidad al evangelio». R.S.
PADRENUESTRO
«Como hijas e hijos de
Dios y hermanos de todos los hombres
y mujeres, oremos como
Jesucristo nos enseñó: "Padre nuestro..."»
BENDICIÓN AL INICIAR El
AÑO - Florentino Ulibarri
Que al comenzar este año
sintamos, una vez más,
cómo Dios nos mira con
ternura
y nos envía con gozo y
amor a la vida.
Que nos veamos envueltas
en su manto
y seguras bajo sus alas
protectoras.
Que alumbre nuestros días
monótonos y grises
y sea nuestra fuerza en
las horas débiles.
Que nos dé tiempo y
sabiduría
para conocerlo, saborearlo
y vivirlo sin rutina.
Que nos llene de
sensibilidad y silencio
para leer los susurros de
los corazones.
Que nos colme de paz y alegría
para vivir entregadas a
todas las personas.
Que cure y sane nuestras
heridas,
sobre todo, las que nos
encierran en nosotras mismas.
Que sea en todo momento
nuestro horizonte y fuente
para que nosotras podamos
ser signos de vida nueva.
Que nos empape de su amor,
como rocío mañanero,
para que destilemos
esperanza por todos los senderos.
Que nos limpie del barro y
costra, el cuerpo y el espíritu,
para que brillemos como
estrellas en el firmamento.
Que nos tienda su mano
protectora y amiga
para que el cansancio no
detenga nuestros pasos.
Que a lo largo de este año
2026
nuestros deseos se hagan
realidad,
pues duermen y despiertan
en el regazo de Dios,
Padre-Madre, que nos
quiere y bendice. Amén.
FIN DE LA CELEBRACIÓN


