CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

miércoles, 31 de diciembre de 2025

ORACIÓN DE FIN DE AÑO 2025. ¡BENDECID AL SEÑOR! VIGILIA DE FIN DE AÑO

 

ORACIÓN DE FIN DE AÑO 2025. ¡BENDECID AL SEÑOR!

INDICACIONES ANTES DE COMENZAR:

El guión de esta oración está realizado básicamente con textos del libro “Celebraciones de la comunidad, de Casiano Floristan”; aunque la estructura ha sido alterada en beneficio de una oración más dinámica y profunda. Esta oración se puede realizar en solitario o en comunidad, solo basta cambiar el plural por el singular o a la inversa. Téngase en cuenta la necesidad de preparar el espacio donde se desarrolla. Deberá ser un lugar intimo o que permita el recogimiento y el silencio. Se deberá poner música de fondo que permita la relajación.

Debe presidirla la Palabra de Dios, el Santísimo o bien otro elemento que bien pudiera ser un misterio de portal de Belén.

Deben prepararse doce velas que estarán apagadas para su oportuno encendido en la dinámica.

Para el desarrollo de esta oración no se precisa la asistencia de un sacerdote. Este guión puede usarse indicando su procedencia.

 

INTRODUCCIÓN:

Hermanas y hermanos, bienvenidos seáis todos a esta casa donde junto con el Señor todos tenemos cabida. Hermanos, nos reunimos, en este cambio de año, para reflexionar. Normalmente no pensamos mucho en el tiempo, pensamos más en lo que tenemos que hacer o en lo que hemos hecho. Y andamos muy deprisa y muy agobiados. Ahora vamos a detenernos, vamos a vaciarnos, vamos a pensar en el valor del tiempo, de cada momento.


Nos reunimos para orar y para bendecir la vida que Dios nos regala en cada día del año. El tiempo no sólo es el hilo con el que tejemos nuestra historia, sino que es correo de la gracia. Cada año puede ser año de gracia, y cada hora, hora de gracia, y cada segundo, segundo de gracia y bendición. Dios está en el tiempo. En cada momento que pasa, está pasando Dios.

Nos reunimos para esperar. Con esperanza activa y compartida. No basta  esperar a que pasen las horas, hay que negociar con ellas; son talentos que Dios nos regala. Esperamos nuevo año, nuevas oportunidades para crecer y fructificar, nuevas posibilidades de hacer el bien, de amar.

 

A nuestro alrededor hemos visto caminar a nuestras hermanas y hermanos, a diversos hombres y mujeres, desde los más cercanos —nuestra familia y nuestros amigos— hasta los más lejanos. Todos ellos forman parte de nuestra vida. Hoy, al terminar el año, es bueno recordarlos. De todos hemos aprendido, todos han sido para nosotros ayuda en nuestra vida. Recordemos las pequeñas y grandes felicidades vividas, así como las tristezas y dolores. De un modo especial, recordemos

los rostros de dolor de las personas que sufren la guerra, el hambre, la persecución, las mujeres maltratadas y todas las crueldades que permitimos en este mundo. (Pequeño silencio)

 

Invoquemos la PRESENCIA de Dios, Padre bueno, que nos ama y nos busca. Asumamos su presencia en nuestros corazones. Abrámonos a la gratuidad y reconozcamos en todo lo que nos rodea, personas queridas, trabajo, salud, ¡las maravillas de la creación que pone en nuestras manos, así como a todas las criaturas y animales con los que convivimos!

Agradezcamos todas y todos a Dios con un corazón henchido de alegría y cantemos todos:

CANTO: “Hoy, Señor, te damos gracias.”

 

HOY, SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS,

POR LA VIDA, LA TIERRA Y EL SOL.

HOY, SEÑOR, QUEREMOS CANTAR

LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.

1. Gracias, Padre, mi vida es tu vida,

tus manos amasan mi barro,

mi alma es tu aliento divino,

tu sonrisa en mis ojos está.

 

2. Gracias, Padre, Tú guías mis pasos,

Tú eres la luz y el camino,

conduces a ti mi destino

como llevas los ríos al mar.

 

3. Gracias, Padre, me hiciste a tu Imagen,

y quieres que siga tu ejemplo

brindando mi amor al hermano,

construyendo un mundo de paz.

 

PETICIÓN DE PERDÓN:

Ahora, en silencio, oremos y pidamos perdón por todo lo que a lo largo de este año, por acción o por omisión, haya podido contribuir por nuestra parte a hacer más dolorosa la vida de los demás». Al comienzo hemos dado gracias por las personas que amamos y ahora debemos reflexionar sobre las personas que debemos amar más.

Cuando hemos dejado de amar, cuando no hemos amado lo suficiente, nos hemos apartado de la mirada de Jesús; que pasó por el mundo haciendo el bien.

Lo pensamos en silencio un momento y leemos juntos. “

 

Yo soy el que te ofendí. (PIERRE MALÓN DE CHAIDE)

 

-Padre-. Soy yo quien te ofendí, y tú el ofendido,

aunque tú eres el Señor, y yo criatura:

yo soy el mal siervo, y tú el mal servido.

 

Tú eres mi hacedor, y yo tu hechura:

yo soy el barro, tú el alfarero:

tú el poderoso, yo una vil basura.

 

Yo soy, Señor, quien te dejó primero,

y eres tú quien primero me buscaste,

y yo el que ahora se vuelve a ti postrero.

 

Tú eres quien mil veces me llamaste:

yo soy quien te cerró otras mil puertas,

y tú eres quien tras ella te quedaste.

 

Yo soy, Señor, quien tiene el alma muerta:

tú eres vida en quien podrá valerse;

yo soy el dormido, y tú quien lo despierta.

 

Oh, sí un «pequé» bastase, y un dolerse,

para que me perdonases mi pecado,

¡qué gloria a quien en tal pudiera verse!

 

Dios mío, heme aquí, yo he pecado,

Señor, con tu gran ira no me asombres;

levanta al que a tus pies se ha derrocado.

 

ORACIÓN COLECTA:

«En esta noche del último día del año estamos aquí, Padre, ante ti. Queremos compartir un rato de paz, un rato familiar contigo. En comunidad o sola/o ante Ti.

Somos tus hijas e hijos y nos encanta tenerte como Padre. Queremos agradecerte este año 2025 que hoy termina, con todo lo que hemos vivido, lo bueno y lo malo, porque todo sirve para experimentar la llamada

de tu amor. Queremos agradecerte también lo que tenemos presente ante nosotros, nuestro futuro en este mundo y nuestro futuro en el Reino que tú nos prometes.

Padre de todos, al terminar este año viejo, y a punto de empezar uno nuevo, queremos pedirte que estés siempre con nosotros y con aquellos a los que amamos. Te pedimos, particularmente, que muestres tu rostro materno a las personas que sufren por causa de la guerra o del hambre, por falta de justicia o de libertad, y por aquellas personas que viven hundidos en el dolor o en el mal. Libéralos, Padre, y haznos colaboradores de esta liberación. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo y nuestro hermano, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén».

 

LITURGIA DE LA PALABRA

(Si se quiere incrementar la liturgia de la palabra con otra lectura, inclúyase como primera lectura Eclesiástico 3,1-14)

 

Lectura de la Carta del Apóstol Santiago (4,13b-15)

 

Hermanas y hermanos:

Ahora oíd esto, vosotros, los que decís: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y pasaremos allí un año haciendo negocios y ganando dinero”, ¡y ni siquiera sabéis lo que será mañana de vuestra vida!

Sois como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece. Lo que debéis decir es: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”

En cambio, insistís en hablar con orgullo; y todo orgullo de esa clase es malo. El que sabe hacer el bien y no lo hace, se aparta de Dios.

 

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL: Salmo 71 «Tu reino es vida» (CLN, 511). Si se sabe, se canta en su totalidad.

 

“TU REINO ES VIDA”

 

Tu reino es vida, tu reino es verdad;

tu reino es justicia, tu reino es paz,

tu reino es gracia, tu reino es amor;

venga a nosotros tu reino, Señor,

venga a nosotros tu reino, Señor.

 

Dios mío, da tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud;

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud.

 

Que los montes traigan la paz,

que los collados traigan la justicia,

que el defienda a los humildes del pueblo

que socorra a los hijos del pobre,

que el defienda a los humildes del pueblo

y quebrante al explotador.

 

Que dure tanto como el sol,

como la luna de edad en edad;

que baje como lluvia sobre el césped,

como rocío que empapa la tierra

que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna.

 

Librará al pobre que suplica

al afligido que no tiene protector;

se apiadará del humilde e indigente

y salvará la vida de los pobres,

salvará de la violencia sus vidas,

pues su sangre es preciosa ante sus ojos.

 

Que su nombre sea eterno,

que su fama dure como el sol;

que sea bendición para los pueblo,

que las naciones lo proclamen dichoso.

Bendito eternamente su nombre,

que su gloria llene la tierra.

 

(Canto del aleluya)

“Aleluya. Aleluya, aleluya.

Dad gracias al Señor todos los pueblos, porque su amor ha sido grande con nosotros.

Aleluya. Aleluya, aleluya.”

 

+ Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (12,35-48)


 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

“Estad preparados y mantened vuestras lámparas encendidas. Sed como criados que esperan que su amo regrese de una boda, para abrirle la puerta tan pronto como llegue y llame. ¡Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se dispondrá a servirles la comida.

Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a medianoche o de madrugada. Y pensad que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que se la abrieran para robarle.

Estad también vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis.”

 

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN DE LA PALABRA:

Saber mirar y ver el lado bueno

 

Hermanas y hermanos: nos reunimos juntos para despedir el año 2025 en compañía del Señor.

Hoy, aquí, queremos hablar de bendición y alabanza, y os pedimos a todos que asimilemos estos términos en nuestras conciencias porque todos estamos necesitados de manifestar a Dios este noble sentimiento unido al  de la gratitud y que nos hace ser conscientes de lo mucho que de Dios recibimos.

Trabajo, salud, estabilidad, bienestar, y otras muchas cosas y circunstancias que nos suceden y, quizás no tan favorables y buenas pero de las cuales aprendemos a afrontar con madurez de verdaderos hijos de Dios. 

La liturgia de la palabra nos ha puesto en sintonía con el tema a tratar y nos ha manifestado lo mucho que de Dios recibimos y que anteriormente hemos nombrado. También como dice Jesús alabando a Dios, hemos recibido la dicha de la Palabra de Dios –que se nos da- y su mensaje que de una manera u otra intentamos implantar en nuestro mundo.

Es cierto que en muchas ocasiones se hace tan presente el agotamiento, que incluso llega a superarnos y así caer en la desesperanza.

Tú, puede que tengas salud y la satisfacción de hijos con una vida estable; pero la persona que está a tu lado, puede estar apesadumbrada porque un ser querido se le fue, o porque es imposible recuperar la confianza y amor perdidos con otro ser querido o simplemente y no menos importante porque se tiene poca salud corporal o espiritual.

 

Para una persona que se hace llamar cristiana y que está fundamentada en Dios, la fuerza de la esperanza le tiene que servir de mucho provecho para afrontar todo lo que la vida nos depara, sea bueno o no tan bueno.

Y hoy, individualmente a ti, y como si Jesús mismo te lo pidiera; te pedimos que hagas un esfuerzo y que junto a esta comunidad reunida en un mismo amor y un mismo sentir, sepas mirar tu vida pero viendo el lado bueno.

-Porque saber mirar la vida  y ver el lado bueno es:

poseer una mirada limpia, un corazón generoso, un alma grande.

 

-saber mirar la vida y ver el lado bueno es:

no fiarse de las apariencias; ir al fondo de los hechos, leer y descifrar el mensaje o la lección que nos trae.

 

-Si buscamos vivir más contentos y felices,

si pretendemos que las adversidades de la vida nos muerdan y dañen menos,...

 

-si no queremos criar vinagre en nuestro interior:

hemos de aprender a saber mirar y ver el lado bueno de las personas, de los hechos y de las cosas.

 

-Gran virtud es saber mirar y ver:

el lado positivo y bueno del invierno y del verano, de la lluvia y el sol, de la risa y el llanto. El lado positivo y negativo de una humillación recibida, de un sufrimiento no esperado.

El lado positivo y bueno de un fracaso, de “algo que jamás fue imaginado, ni pretendido, ni explicado”.

 

San Mateo pone en boca de Jesús: “Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras”

(silencio e invitación a que cada uno  reflexione sobre lo comentado y lo exprese en voz alta)

 

PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA

Ahora vamos a proclamar nuestra fe, nuestro credo. Y lo hacemos recitando de forma pausada y consciente este bello CREDO DE LA NAVIDAD de Victor Manuel Arbeloa.

 

CREDO DE LA NAVIDAD

Creo en la bondad humilde de José de Nazaret

y en la fe desbordada de María.

 

Creo en la pobreza del portal

con un buey y una muía, y aun sin ellos.

 

Creo en el anuncio de los ángeles,

presencias múltiples de Dios

donde están la verdad, el amor y la belleza.

 

Y en el gozo compartido de los pobres pastores

que sueñan ilusiones y viven de esperanzas.

Creo en la estrella peregrina y mensajera

y en los Magos inquietos y tenaces,

que siempre encuentran la luz cuando la siguen,

asomada a la inmensa maravilla

de Dios entre los hombres.

 

Creo en los caminos que llevan a Belén,

en los ríos de plata,

en los montes de musgo,

en los árboles de corcho,

en las luces de colores.

Creo en las estrellas,

más curiosas y despiertas que nunca

en el cielo madrugador de la Nochebuena.

 

Creo en la alegría natural,

en la clara amistad entre los hombres,

nacida de repente

o crecida a ritmo de cosecha.

Creo en la sorpresa virgen y fértil de los niños.

Creo en la ternura de los hombres.

 

Creo en el amor,

difícil e inseguro, pero cierto,

muestra gratuita de Dios,

ángel,

estrella,

belén de su hermosura generosa.

Creo en Jesús, hombre perfecto,

Hijo de Dios, Dios perfecto a la altura del hombre.

 

DINAMICA DE LAS DOCE ALABANZAS

Ahora en el altar o en el centro, hemos colocado doce velas apagadas.

Las iremos encndiendo a medida que leemos las alabanzas.


Cada alabanza es un propósito, una gratitud, una bendición y un compromiso con nuestras hermanas y hermanos; en cada uno de los cuales habita el Señor.

(se invita a la lectura y por cada aclamación se enciende una vela).

 1. Te alabamos, Padre nuestro, con los que saben alabarte. Te alabamos con la alabanza de tu Hijo Jesucristo y el canto del “Magníficat” de María.

            -Por doce veces alabado seas.

 2. Te alabamos con el hermano Francisco y Clara de Asís, y te decimos, alabado seas por los animales y todas las criaturas y haznos instrumentos de tu paz, Señor.

            -Por doce veces alabado seas.

 3. Te alabamos con la voz de los que dieron la vida testimoniándote, de los que predicaron la paz y el servicio con el ejemplo y se gastaron por tu reino.

            -Por doce veces alabado seas.

 

4. Acepta ahora que te alabemos por las campanas de fin de este año 2025, que nos hablan de Ti como Señor del tiempo y de nuestra alegría de vivirlo.

            -Por doce veces alabado seas.

 5. Te damos gracias por el año de vida que nos diste y por el año de historia que has hecho con nosotros; lleno de amor y de bendiciones.

            -Por doce veces alabado seas.

 6. Te encomendamos a las personas solas, cansadas y entristecidas, y a los que no acabaron el año en su casa sino que los llamaste a tu casa paterna.

            -Por doce veces alabado seas.

 7. Te alabamos Dios del amor por todas las personas que aman y se aman. Sea cual sea su modalidad de pareja, género u orientación sexual. Todo amor el tuyo, Padre. De ti lo recibimos como bendición y así debemos transmitirlo y admirarlo y respetarlo en otr@s.

            -Por doce veces alabado seas.

 8. Te alabamos por la Palabra sagrada que se nos ha dado, por el gozo de tener un bien tan preciado, y por comunicarnos por medio de ella tus deseos.

            -Por doce veces alabado seas.

 9. Te alabamos por los santos canonizados este año y por los no canonizados en quienes se configura la santidad oculta de la Iglesia.

            -Por doce veces alabado seas.

 10. Te alabamos por los hombres y mujeres de buena voluntad y por los que sienten la necesidad comprometedora de mejorar el mundo y expandir el amor.

            -Por doce veces alabados seas.

 11. Y con alegría te alabamos por los nacidos en este año y por los que en el próximo nacerán cobijados por tu mano que les cubre con inmenso amor.

            -Por doce veces alabado seas.

 12. Por todos y por nosotros te pedimos ahora que extiendas tu misericordia capaz de hacer el bien donde puede hacerse el mal, sobre lo que aún se resiste a tu alabanza.

            -Por doce veces alabado seas.

 INTRODUCCIÓN AL SILENCIO: «NOS quedamos ahora en silencio. Cada persona puede hacer su alabanza, petición o acción de gracias, y todos respondemos: por doce veces alabado seas.

Este momento es de oración personal, donde podemos repasar dentro de nosotros este año que hoy acaba. Ponemos ante Dios el camino recorrido, las personas con las que hemos compartido la vida y los acontecimientos

que nos han marcado. Por todo ello damos gracias a Dios.

(Silencio, a ser posible con música de fondo).

 

PRECES DE L@S FIELES

(Si el espacio anterior ha sido extenso, se deben omitir las preces pues puede ser redundante)

Atiende, Padre de bondad estas suplicas de tus hijas e hijos que te ruegan confiados:

* «Por nuestros compañeros y amigos, por todos aquellos con quienes compartimos nuestra vida, para que ayudemos a mejorar las condiciones de la sociedad». R.S.

 

* «Por los pobres, los que sufren, los abandonados que hay entre nosotros o lejos de nuestro mundo, para que entre todos sepamos prestarles ayuda». R.S.

 

* «Por la renovación de nuestra parroquia y de nuestra diócesis y por toda la Iglesia, para que sea fiel al evangelio». R.S.

 

* «Por los que en cualquier lugar del mundo sufren la guerra, la violencia y el hambre, para que la paz y la justicia transformen nuestro mundo». R.S.

 

* «Por cada uno de nosotros, para que crezcamos en la fe y en la fidelidad al evangelio». R.S.

 

PADRENUESTRO


«Como hijas e hijos de Dios y hermanos de todos los hombres

y mujeres, oremos como Jesucristo nos enseñó: "Padre nuestro..."»

 

BENDICIÓN AL INICIAR El AÑO - Florentino Ulibarri

 

Que al comenzar este año sintamos, una vez más,

cómo Dios nos mira con ternura

y nos envía con gozo y amor a la vida.

 

Que nos veamos envueltas en su manto

y seguras bajo sus alas protectoras.

 

Que alumbre nuestros días monótonos y grises

y sea nuestra fuerza en las horas débiles.

 

Que nos dé tiempo y sabiduría

para conocerlo, saborearlo y vivirlo sin rutina.

 

Que nos llene de sensibilidad y silencio

para leer los susurros de los corazones.

 

Que nos colme de paz y alegría

para vivir entregadas a todas las personas.

Que cure y sane nuestras heridas,

sobre todo, las que nos encierran en nosotras mismas.

 

Que sea en todo momento nuestro horizonte y fuente

para que nosotras podamos ser signos de vida nueva.

 

Que nos empape de su amor, como rocío mañanero,

para que destilemos esperanza por todos los senderos.

 

Que nos limpie del barro y costra, el cuerpo y el espíritu,

para que brillemos como estrellas en el firmamento.

 

Que nos tienda su mano protectora y amiga

para que el cansancio no detenga nuestros pasos.

 

Que a lo largo de este año 2026

nuestros deseos se hagan realidad,

pues duermen y despiertan en el regazo de Dios,

Padre-Madre, que nos quiere y bendice. Amén.

FIN DE LA CELEBRACIÓN