Virgen del Pilar y Santiago Apóstol el Mayor.
La historicidad de este acontecimiento sobrenatural hay que relegarlo a un segundo término, pues las cuestiones de fe son difíciles de evaluar o cuantificar, ya que se desprenden en ocasiones del subconsciente humano.
Fue esta aparición de la Virgen María a Santiago Apóstol “el Mayor”, una experiencia religiosa de este último, que en la virgen encontró la fuerza necesaria para continuar su labor evangelizadora.
El lugar de la aparecida, no pudo ser más sugerente pues en la dureza de la columna o el pilar de piedra, el santo apóstol pudo ver que en María tenemos un cimiento al que aferrarnos cuando podamos flaquear.
Santiago no se equivoco al pedir amparo a la Virgen María.
En cada momento de nuestra vida ella nos asiste con su presencia, para servirnos como guía y maestra en nuestro caminar.
María fue pilar para la fe, pero su aparición y existencia significa aun mucho más para los cristianos y cristianas de cada tiempo y cada época.
Podemos comprender que no solo de fe vive el sujeto. Son muchas cosas las que confluyen en una persona, para desarrollar una vida plena sea desde el plano que fuere.
María es ejemplo de fe, en este día y todos los días.
Pero igualmente es ejemplo de fidelidad, modelo de entrega, ejemplar en el trabajo, servidora innata, fraterna con los suyos y con todos los que en ella ponemos nuestro que hacer.
Ella, por guardarlo todo en su corazón, es sensible entre las personas sensibles y puede continuar siendo el pilar sobre el que se asiente nuestra fe y toda nuestra vida y existencia.
Feliz día a los pueblos de habla hispana, a las pilares y a todos los que en esta humilde persona de Nazaret, como el apóstol Santiago; encontraron la fuerza para seguir adelante.
Atte. Floren. Laus Deo.
Dios y Padre Santo,
que nos amas y nos buscas.
En el corazón de tu madre María,
ponemos todas nuestras cuitas,
para que ella nos ayude como consejera
y como Pilar de nuestra vida y nuestra fe.
Concédenos que como el Apóstol Santiago,
contemplemos en María
la imagen viva de la fuerza del Espíritu Santo
y nos dejemos llenar de esa fuerza.
Para que renovados
en nuestro cuerpo y en nuestra alma,
seamos auténticos anunciadores
de la Palabra encarna de Dios que es Jesús.
Que en este día
nuestra santa madre María del Pilar,
junto a Santiago Apóstol “el Mayor”,
guarden y protejan a América y los Pueblos Hispanos,
a nuestra ciudad de Estepa y su aldea de La Salada.
a nuestra ciudad de Estepa y su aldea de La Salada.
Te pedimos todo esto por Jesús,
nuestro amigo y nuestro hermano. Amén.