El Cardenal Cañizares y "SU" delgada línea roja
Bueno,
personalmente creía que el poder de asombrarnos estaba ya agotado para el
cardenal Cañizares, pero por lo que nos cuenta religióndigital nada de eso.
El caso
es que aun a pesar de los muchos esfuerzos que se hacen en muchos sitios por
parte de los sacerdotes y los agentes de pastoral para acercar la eucaristía a
las personas, siempre estarán en guardia sobre posibles concesiones a la dureza
del rito de la misa, aquellos que se empeñan en delimitar una delgada línea roja
que delimita los espacios; haciendo de la eucaristía una celebración con
actores determinados y diferenciados.
"lo más triste es que la celebración sigue cerrada a la comunidad pues sin el cura no hay misa, lo cual proporciona una pobreza que el Espíritu no se merece"
Desde luego planteamientos hay para todos
los gustos, pues somos muchos los que nos hemos manifestado abierta y
respetuosamente por un rito eucarístico abierto a todos y de todos, en el cual
prime el compartir y la actitud de servicio antes que la importancia de quien
preside, celebra o consagra –pues se consagra con la presencia comunitaria ya
que en todos reside el Espíritu-.
Hago aquí mención de una opinión del “Cartujo
con licencia propia” en la cual discernía sobre la conveniencia de cambiar la
materia –el alimento- en la eucaristía, sin menoscabo de la significancia
sacramental: http://cartujoconlicencia.blogspot.com.es/2011/06/si-en-lugar-de-pan-fueran-naranjas.html.
El caso es que el cardenal Cañizares Pide que se mantenga el rito, pero sin
"el canto de la paz". Alerta el prelado contra algunos
"abusos" en el rito eucarístico de la paz. Y lo más desconcertante es
que ordena que el cura no baje del altar y que los fieles no se desplacen.
O sea
–si se me permite la frivolidad-, como no pagas la entrada no hace falta ni que
te muevas. El cura ya te va diciendo lo que tienes que responder. No pienses,
no cuestiones nada. Di a todo amén o roguemos al Señor, y se bondadoso en la
colecta pues eso –sobre todo- si que agrada al Señor.
Sinceramente y dejando la
sorna a un lado, me parece increíble que este hombre piense que con estas
actitudes se le hace un favor a Cristo.
Me parece aun más lamentable que a esto
se reduzca la misión evangelizadora de un señor que será cardenal de la
Iglesia, pero como dijo el papa Francisco a los obispos, tiene necesidad de
impregnarse del olor de las ovejas y relacionarse con el pueblo.
Particularmente
considero agotado el rito de la misa en la actualidad. Fallece una señora mayor
y nadie ocupa su lugar. Los sacerdotes continúan predicando desde la
perspectiva paternalista haciéndonos a todos conscientes de las muchas faltas
que tenemos, en primer lugar; y lo más triste es que la celebración sigue
cerrada a la comunidad pues sin el cura no hay misa, lo cual proporciona una
pobreza que el Espíritu no se merece.
Mientras tanto, seguiremos asistiendo a
misa y haciendo comunidad de corazón. Pero también seguiremos haciendo eucaristía
con la gente, compartiendo el pan, el vino y las patatas fritas. Pero lo que
compartamos lo haremos en nombre de Jesucristo y en nombre de la amistad, el
servicio y la fraternidad.
A esto y solo esto, se reduce la vida de un
cristiano hoy día. Todo lo demás es relativo como decía Casaldáliga, menos el
hambre. Por ello, seamos consecuentes con lo que verdaderamente merece la pena.
Saludos calurosos desde Andalucía. Atte. Floren.