CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 16 de junio de 2011

UNA VEZ MAS, Y OTRA, Y OTRA, Y OTRA.... TRINIDAD SÍ, PERO MISERICORDIOSA

Hace unos días se me pedía lo siguiente en un examen sobre resurrección, su fundamento y la manera de poder explicar su significado y alcance. Utilicé para ello una imagen de la TRINIDAD MISERICORDIOSA. Ella nos humanice y nos ilumine para ser en el mundo, sus brazos, manos y oídos. 



3. Prepare un esquema que le sirva para hacer una breve exposición a un grupo de adultos sobre el significado de la resurrección de Jesucristo para los hombres de hoy.

Quiero utilizar a este respecto una interpretación de la religiosa Sor Caritas Muller, respecto de las realidades de Dios sobre el hombre de cada tiempo. Para ilustrar este esquema incluyo una fotografía, a la que adjunto la siguiente explicación.
Desde la plenitud de los tiempos, Dios ha creado y protegido al hombre como creador, haciéndole participe de su dignidad divina. Siempre asistido por el Espíritu Santo, el hombre de cada tiempo ha sido fiel e infiel a Dios al que nunca a respondido con una continua autenticidad amorosa de hijo hacia su padre. Aun así, en Jesús Dios apuesta por el hombre. En la cruz y con Jesús muere toda la miseria humana, reconciliándonos con Dios. Una vez resucitado para el mundo, las virtudes del resucitado se multiplican haciéndonos conscientes de las cualidades de Dios desplegadas en el hombre, al que no cesa de incentivar con su Amor y misericordia, para que obre prodigios en medio del mundo. Por ello, ante el hombre caído por la desesperanza y adversidades de la vida, Dios continuamente acude y sostiene por los brazos asiendo esa materia humana por él creada. El Hijo se aferra a los pues como prototipo del que continuamente testimonia desde el servicio. Y el Espíritu desde arriba nos sostiene en la ilusión y la esperanza. Esta es la esencia resucitadora de la trinidad misericordiosa.