El nombre de Ana data desde la antigüedad, desde hace más
de 2500 años.
Hay una interpretación posible de su origen, respecto de
que se pudo derivar de “ÂNÂB”. Anab es una localización bíblica que significa
“lugar de uvas”, o por considerar un lagar un lugar de de abundancia bien se le
puede considerar lugar de abundancia y de ahí su derivación hacia el
significado de abundancia, plenitud o gracia en cuanto a beneficio o donación.
Lo cierto es que Ana tal y como lo conocemos, tiene su
raíz hebrea en “Hannah”, que significa Gracia (Don) y así lo traduce la Vulgata
desde el griego, “Anna”.
Al menos que sepamos por la documentación bíblica
canónica cuatro mujeres llevaron ese nombre en el libro sagrado, aunque hay que
tener en cuenta la utilización de este nombre en otras culturas; tales que el
nombre de Ana fue impuesto a los hombre en época fenicia, tal y como lo
atestiguan las tradiciones onomásticas, bien desde su nombre original o a
través de nombres compuestos o derivaciones del mismo.
Mujeres que llevan en la Biblia el nombre de Ana o su
derivación:
1. Ana: La esposa predilecta de “Elqanah” y madre del
profeta Samuel, juez de Israel. Este mujer es la que compuso el canto original
llamado Magnificat, que luego usaría Isabel la prima de la virgen María ante la
visita de esta. (1Sam 1,1-2.10.19ss)
2. Ana: La mujer de Tobit, de la tribu de Neftalí y madre
del joven Tobías. (Tob 2,11-14)
3. Ana: Mujer de Ragüel y pariente de Tobit. (Tob
7,2-17.8,12)
4. Ana: Profetisa Ana hija de Fanuel de la tribu de Aser,
mujer anciana que enviudó a los siete años de casada y que se consagró al
servicio del templo. A sus 84 años presenció la presentación de Jesús en el
templo y profetizó sobre él. (Lc 2,36-38)
No hay certeza bíblica escrita del nombre de la madre de
la virgen María, pero muchos escritos antiguos no reconocidos canónicamente,
documentan el nombre de Ana como el de la madre de la virgen María.
Ciertamente como ha informado mi hermano José María en
una publicación, el origen de esta fuente es apócrifa, pero lo apócrifo no es
sinónimo de mentira en absoluto. La propia biblia está llena de incongruencias
y absurdos aunque la consideremos en su conjunto Palabra de Dios. Un ejemplo.
¿Qué hace el Cantar de los cantares en la Biblia? Un libro amoroso-erótico en
el cual no se nombra ni alude a Dios en ningún párrafo.
El nombre de Ana fue el de la abuela del Señor, sí.
Debemos confiar en las fuentes escritas que nos enseñan
que esta mujer tuvo ese nombre, y que el mismo nombre fue significación de su
propia personalidad, lo que ella misma atesoraba y que transmitió a su Hija
María, la capacidad de testimoniar desde la humildad y el ser ambas GRACIA DE
DIOS entregada como regalo a los hombres y mujeres del mundo.
Espero que esta aportación propia y de mi extensa
biblioteca bíblico teológica, ayude a despejar incógnitas y a conocer más a
estas mujeres maravillosas que como tantas que pueblan el mundo son “Anas” y
pueden ser mujeres dignas y portadoras de la Gracia de Dios.
Fraternalmente, Floren.