Estos versos de mi muy querido hermano, reflejan el dolor de mi alma y el pesar de familia y amigos.
Se fue un amigo. Verdaderamente, "ALGO SE MUERE EN EL ALMA CUANDO UN AMIGO SE VA"
De nuevo la muerte rasga nuestros horizontes vitales de esperanza y se planta en medio de nuestras vidas, con la irresoluble altivez que su infalibilidad le otorga. Pepito Romero nos ha dejado y no puedo quitarme de la mente que tal vez la Santísima Virgen de los Dolores, a la que tanto quería él y su familia ha acortado el insoportable sufrimiento de su final y el de todos los que lo rodeaban y querían. Un hombre bueno, servicial, tranquilo y sereno; esposo de una mujer fuerte como el hierro y padre de una joven que se crió en mi casa y a la que ahora tenemos que cuidar con esmero y delicadeza. Hasta siempre, Pepe ya estás con tu Virgen de Rocío.
"Yo te traigo aquí los clavos
el martillo y las tenazas…"
no se me va de la mente
el run-run de esta tonada,
su voz cantando tranquilo
abrazado a la guitarra.
Otra vida que se pierde,
otro buen hombre que marcha
hacia arenales eternos
entre pinos y retamas,
para cantarle por siempre
al Rocío, Paloma Blanca.
Se marchó, murió despacio
como en un batir de alas,
se marchó dejando un hueco
que hasta el cielo lleva su alma;
se marchó, duerme tranquilo
pues la paz de Dios te aguarda,
hasta siempre amigo Pepe
duerme tranquilo, descansa.
Helicón (rimarimando)