EL SER DE LA IGLESIA
1. Describa con palabras propias, los siguientes conceptos:
Misterio:
Considerada como un vehículo, que Dios -el Trascendente- pone en marcha en el mundo para la salvación de las personas, la Iglesia es considerada un misterio tanto en su origen como en su propia esencia. Muchas de las experiencias de sus miembros, brotadas de un profundo sentido fenomenológico; llevan consigo somatizar la esencia, espíritu y dignidad Del que creó la propia comunidad desde sus orígenes. Dios, dispone, crea y recrea un espacio comunitario en el que compartir y servir, para de este modo alcanzar la salvación. La Iglesia es el origen del sentido soteriológico de la vida, vista desde el punto de vista de Dios, nuestro creador.
La Iglesia es santa:
La liturgia aclama a Dios tres veces Santo; proclama a Cristo “solus sanctus”; celebra a los santos. Y esto es tradición que arrastramos desde la primeras comunidades que tuvieron experiencia de Dios, ya que llamándolo “qodes” –cosa santa-, asimilaban este titulo significando en ellos mismos la propia esencia de Dios. La Iglesia como continuadora de aquella primitiva comunidad, se siente –no solo santa ya que es igualmente pecadora- llamada a la perfección de la santidad como su creador.
Sacramento:
Dios, en su Hijo Jesús se hace presente en nuestras vidas. Esto nos lleva a considerar que, si bien sacramento es aquello en lo que se hace presente Cristo, la iglesia desde sus miembros influidos por el Espíritu Santo; es en sí misma un sacramento y debe hacer presente a Cristo allí donde exista.
La Iglesia es templo de Dios:
Considero esto en cuanto a que la Iglesia, guarda el tesoro del Espíritu, para expandirlo a todos. El templo es lo sagrado, aquello que guarda la esencia misma de Dios y por ello la Iglesia se considera tabernáculo de la gracia divina.
2. Sintetice las cinco dimensiones de la Iglesia como Pueblo de Dios.
“En medio de ellos pondré mi morada, serán y pueblo y yo su Dios” Ez 37,27. Estas afirmaciones confirman la fundación de la iglesia desde la propia voluntad de Dios en la historia del hombre. Dios otorga a cada ser creado su propia dignidad y le reviste de los dones de su Espíritu haciendo un pueblo comunitario. Un pueblo en el que todos han de servirse en función de necesidades y facultades para en bien común. Es esta comunidad universal, receptora de los mandatos de Dios que por medio de su cumplimiento garantizan el acceso a la salvación que constantemente se renueva. Por este motivo y aunque la esencia trinitaria es inamovible, Dios desea de sus hijos a través de la historia, una actualización de la fe; llevándola a la propia vida, acercándonos a Dios en espíritu y verdad.
3. Las tres afirmaciones que se hacen respecto a la imagen de la Iglesia como Cuerpo de Cristo, ¿qué consecuencias entrañan para su parroquia o comunidad cristiana?
Entrañan un compromiso firme y unitario de fidelidad a la Palabra, ya que es inútil remar cada uno hacia un sentido determinado –como parece que hacemos en las comunidades eclesiales de mi ciudad-. Así no de avanza. Debiéramos –sobre todo- dejar de lado las cuestiones personales y tácticas, para centrarnos en la difusión del Evangelio, el cual parece que se nos ha olvidado que es el principal objetivo de los que se sienten llamados por Jesús a la participación de su reinado.