Mi opinión sobre Felipe VI
Sin
lugar a dudas hoy es un día histórico para nuestro país. España es un país democráticamente
joven y está muy a la altura del desarrollo institucional y del relevo en las
responsabilidades del estado. Y creo que somos muchas las personas que hoy por
la mañana hemos seguido la jura del nuevo rey Felipe VI y todo el protocolo
desarrollado al efecto tanto en al palacio de la Zarzuela, las Cortes y las
calles de Madrid y finalmente el palacio real.
Solo
quiero opinar al respecto de mi posicionamiento respecto de este
acontecimiento. Como muchos saben soy una persona de ideales políticos y
religiosos progresistas. No soy conservador -aunque entiendo el conservadurismo
como un honorable principio a desarrollar con coherencia si a uno le place, y
tengo amigos conservadores a los que les profeso un gran afecto y en mi proceso
formativo religioso siempre he admitido que de todo y de todos se aprende,
tanto de progresistas como conservadores. Ser progresista no es sinónimo de
republicanismo ni de ateísmo u agnosticismo.
Reconozco
que he vivido la proclamación del nuevo rey con mucha atención y mucha emoción.
Lo primero es que me encantan estos protocolos y solemnidades. Pero de una
manera más responsable considero muy apropiada la formula de monarquía
parlamentaria, que da al pueblo toda la soberanía, y tiene al jefe del estado
como elemento representativo y de cohesión al servicio del gobierno.
¿Sería
mejor la republica? Pues no lo sé, la verdad. Y no porque no la haya conocido,
sino porque en muchos países cercanos y lejanos –miremos Francia- cuyas raíces
ahondan en la formula republicana, se han preciado en muchos momentos irregularidades,
escándalos, robos y obscenidades antidemocráticas, como posibles son estos
actos en cualquier institución gestionada por personas. Miramos la monarquía y
solo vemos privilegios y prebendas, pero no profundizamos en el servicio que
dan al país. ¿Una republica y todo su aparato republicano está exento de
privilegios, protocolos, honores castrenses, palacios y condecoraciones? En absoluto.
Incluso analistas políticos de toda índole han coincidido en estos días en que
la monarquía amortiza con creces su presupuesto anual, por los servicios que
presta al estado y sus instituciones.
En
definitiva. Puede que me diera igual monarquía o republica, pero insisto en que
estamos en una monarquía y existen cauces legislativos y constitucionales para
cambiar el sistema cuando una mayoría del pueblo español lo considere oportuno.
Hoy por hoy, admito que en Felipe VI de Borbón y Grecia reconozco la imagen de
la honestidad y la modernidad. Y este rey, como él mismo ha admitido, es rey de
todos y de todos los que quieran ser representados por él.
Así que le doy mi beneplácito.
Le deseo lo mejor como rey y como persona junto a su familia, y espero que nos de la oportunidad de seguir confiando en la Corona de España.