CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 9 de agosto de 2012

LA ORACIÓN I. 8. ORACIÓN DE CONCLUSIÓN


8. Oración de conclusión.

LA HUMILDAD, CAMINO DE ADVIENTO

Ayúdame, hermano, a ser humilde.

Ten misericordia de mí y muéstrame

lo que Dios va haciendo con tu vida.



Te prometo acoger y escuchar

tus pasos y tus caídas,

tus ternuras y tus rechazos,

tu alegría y tu dolor.



Quiero ser menos yo y más hermano,

porque quiero descender hasta donde

se encuentra lo más humano,

lo profundamente humano.

Me han dicho que allí se encuentra Dios.



Búscame cuando me pierda

y volveré a casa de tu mano,

a casa para servirte más

y compartir juntos el pan.



Cuando veas brillar en mis ojos

la soberbia y la altanería

y mi boca se llene de palabras vacías,

no apartes de mí tu mirada tierna pero vigorosa,

no dejes de comunicarme la esperanza.



Confía en mi que aprenderé de ti

Y suplicaré también por ti al Padre.

Te pido hermano que me ayudes

a ser humilde con tu ejemplo.

Yo también te lo ofrezco.



Señor Jesús, maestro de humildad,

haznos reconocer nuestra pequeñez,

nuestras vidas, su desnudez

y reconocer tu gratuidad



Padre de misericordia,

concédenos caminar en la humildad

para llegar a la eternidad.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

LAUS DEO