CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

miércoles, 9 de agosto de 2017

CONTRA VIENTO Y MAREA, SEAMOS SAL Y LUZ. Respuesta a Paco López de Ahumada

En respuesta a Francisco López de Ahumada sobre su escrito "SAL Y LUZ":
https://www.facebook.com/groups/cristianosdehoy/permalink/1572679746106998/

Estimado Paco, suscribo tus palabras al 100%, y que conste que no tengo ni tus vivencias ni tus experiencias, y que conste que no te estoy llamando viejo, ojo..jejeje. Al leer detenidamente tus palabras, las comparo con lo que yo llamo la progresión de vida y fe que he vivido en mi propia vida y que siempre ilustro con un ejemplo. 
Me miro hace 15 o 20 años, y veo a un jovencísimo Floren al cual le fascinaba la solemnidad, los rituales y las ceremonias pomposas. Algo que incluso he llegado a dominar y que conste que hago bien, y en según qué momentos –semana santa por ejemplo- entiendo que sirvo a la comunidad en esas lides y disfruto. Pero cuando esta circunstancia la miro desde una perspectiva amplia, me da la sensación de que veo algo lejano; sí, demasiado lejano. 

Como si estuviera contemplando una pintura del siglo XVIII o algo así. 
Y es que los rituales sin vida, se diluyen por si solos.
No soy catastrofista, no. Realista más bien e inconformista por naturaleza. A día de hoy, si tuviera un hijo no sé si lo bautizaría en nuestra iglesia, puede que no. No estaría dispuesto a que a mi hijo le inculcaran en el cole o en catequesis cosas tales como el pecado, la pecaminosidad del placer, diferencias de género, o que Cristo casi subió a la cruz con gusto y padeció con alevosía. 
Es cierto que en la Iglesia hay mucha generosidad y que ella en su conjunto no es sinónimo de maldad; pero igualmente pienso que por mí mismo mi hijo encontraría en su vida a Jesús y a Dios con toda la naturalidad del mundo, sin mas condicionamientos que haz el bien y no mires a quien. 
Hoy por hoy, en cierto modo creo que la vida sería mejor sin religiones algunas. No digo sin Dios, no. Sin religiones estructuradas que subyugan el pensamiento humano, adoctrinan desde el deleznable paternalismo y nos invitan a un discernimiento viciado de las Escrituras, en muchos casos. 
Estoy cansado de lo que se mata, se murmura, se violenta y se sufre en nombre de Dios. Un Dios que es Padre, y desde Jesucristo es, camino verdad y vida resucitada. Pero la resurrección es algo que nunca ha interesado auténticamente a los creyentes, pues resucitar es conceder libertad, respetar y dejar camino libre; y la libertad muchos sabemos que en ocasiones se paga con sangre aunque sea sangre que se vierte gustosamente si la libertad es alcanzada. 
No me extiendo más. 
Soy persona de oración y acción política, con mis luces y mis sombras. Como bien dices, Paco, no entiendo la posible asimilación pasiva del Evangelio ante tanta calamidad e injusticia como hay en el mundo, incluso en nuestro cercano mundo. Los cristianos estamos llamados a una mística que nos lleve a asumir la condición humana de tal forma, que demos a la solidaridad un pleno cumplimiento en nuestras vidas, haciendo así vida de fe. 
Qué hermoso lo dices: “ser sal es dar sabor”. Cierto. Es dar nuestro toque personal a cada circunstancia de la vida, abrazando y haciendo vida nuestro cristianismo. Se cumple más abrazando y sonriendo en domingo que quizás asistiendo a misa, cada cual verá. Pero sea lo que se haga, que se haga siendo luz. Siendo personas claras, veraces y certeras. Haciendo de la coherencia nuestra bandera y llevando a voz en grito a Jesús, Camino, Verdad y Vida; para intentar aplicar estas máximas a la vida de la gente causando momentos de liberación. Ojalá, ojalá Paco.
Un saludo afectuoso desde Estepa, un día de caló.

Fraternalmente, Floren.