CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 11 de marzo de 2010

ORACIÓN CONTEMPLATIVA CUARESMA - EL HIJO


Oración contemplativa en la Cuaresma


“Porque es mas difícil el camino del retorno que el de la huida. Difícil recuperar la libertad, cuando uno se ha llenado de ataduras. Difícil volver a ser persona, cuando uno se ha convertido en cosa.”

*HIMNO.

El pequeño, en plena crisis, corta correas de amor,
quedó el padre desgarrado, le sangraba el corazón.
El hijo, a vivir su vida, a gozar de libertad,
el padre se va muriendo de pena y de soledad.
Un hijo más tiene en casa, es frío, es calculador,
se ríe de las blanduras, condena sin compasión.
Pasan los días, ¡qué largos!. Pasan las noches, sin luz;
insomnios y pesadillas son su alimento y su cruz.

No hay noticia del pequeño, cada aurora espera a ver...
un desencanto de nuevo... nueva esperanza otra vez.
El día en que el niño vuelva, qué sé yo lo que yo haré,
el día en que yo lo vea creo que enloqueceré.
El día en que el hijo vuelva prepararé un gran festín,
invitaré a los mas pobres, una alegría sin fin.


Pasó la noche soñando, veía al hijo sufrir;
del hambre y la soledad, entre cerdos, siervo vil.
Pasó la noche esperando, que mañana quiso oír,
unos pasos temblorosos, y el corazón dijo: ¡sí!
Foto fija: la del hijo, ¿qué quería balbucir?,
foto fija la del padre, besos y abrazos sin fin.
Las lágrimas y la fiesta, los vestidos más preciosos,
el banquete del ternero y el anciano como loco.


El hermano un aguafiestas, un mezquino y envidioso;
midiendo y pensando méritos, el corazón orgulloso.
Y ésta es la buena noticia, El parecido de Dios:
Dios no es el hijo perfecto, ¡sino el padre de los dos!

*LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura apostólica: Tito.2.11-15. Salmo: 33,2-3.4-5.6-7.
Lectura evangélica: Lucas.15,1-3.11-32.

*PARA INTERIORIZAR.
No se trata de recrear en nuestra cabeza la situación ficticia del hijo prodigo, (que más bien debería llamarse del Padre bondadoso) sino de pensar un poco en la antífona primera; puede que te identifiques con el hijo fugado ó puede que te identifiques con el hijo mayor cuya frialdad y desamor nos deja atónitos. En cualquiera de los casos debes de pensar lo lejos que en ocasiones nos encontramos de Dios por causa de las muchas cosas que nos atan y anteponemos a la atención y deber con nuestro Padre de la Vida. Corremos un grabe peligro de mantenernos en esta situación porque de este modo se pierde poco a poco la esperanza cristiana potenciándola hacia otros derroteros, y convirtiéndonos poco ha poco en cosas y no personas. No importan los kilómetros ni las distancias, Dios te espera siempre.

La vuelta a casa

Volver cada día a tu regazo.
Marchar y volver,
volver y marchar.

Nuestra vida es un continuo abandono de tu casa
y de tu compañía.
Tomamos la hacienda y nos vamos,
y la malgastamos ha cambio de necios placeres.

Malgastamos el tiempo y la vida,
la inteligencia, las fuerzas, el dinero.
Malgastamos el amor...

Y no labramos tus campos,
y no cultivamos la hacienda, tuya y nuestra,
y pasamos hambre...

El hambre nos trae tu recuerdo.
¡Que vergüenza que sea precisamente el hambre,
la soledad,
la falta de dinero para volver a malgastarlo!
Estómago, corazón y cartera...

Pero volvemos y te damos un abrazo apretado.
Y tú estás contento muy contento,
aunque sepas que volvemos por el hambre.
Y pones música y una buena mesa,
la fiesta de la familia,
eucaristía de retornos, abrazos y aleluyas.

¿mañana nos iremos otra vez?

(Patxi Loidi)

*PARA COMPARTIR.

En verdad Dios cuya bondad no tiene fin, siempre nos espera con los brazos abiertos; Él ansioso prepara al sol para que con su luz, los hijos dispersos cada mañana puedan volver a su regazo, para abrazarlos y darle una nueva oportunidad. ¡Sí! cada mañana:

Cada mañana
Cada mañana sales al balcón
y oteas el horizonte
por ver si vuelvo.

Cada mañana bajas saltando las escaleras
y echas a correr por el campo
cuando me adivinas a lo lejos.

Cada mañana me cortas la palabra,
te abalanzas sobre mí
y me rodeas con un abrazo redondo
el cuerpo entero.

Cada mañana contratas la banda de músicos
y organizas una fiesta por mí
por el ancho mundo.

Cada mañana me dices al oído
con voz de primavera:
hoy puedes empezar de nuevo.

(si quieres puedes compartir tus peticiones, pensamientos, acciones de gracias...etc)

*ORACIÓN FINAL.

Te damos gracias Jesús, presente aquí entre nosotros. Por tu inmensa ternura nos has amado hasta el final, hasta la sangre. Nos has dado todo, todo lo que es bueno viene de Ti: la belleza de nuestras regiones en este país que amamos, la cohesión familiar, fuerza de nuestros corazones; los dones y la gracia de nuestros hijos; la salud recuperada después de la angustia...

Y tú te has dado la Palabra (hoy mismo en este Pan vivo bajado del cielo y) que ahora contemplamos.

¿Cómo no decirte a ti, el Vivo, nuestro reconocimiento? en la inquietud, tú eres la esperanza, en la debilidad, tú eres el coraje en la alegría, tú eres permanente en la duda, tú eres el camino...

Te pedimos abrir más y más aun nuestros corazones, para cuales hijos pródigos en retorno hacia tu casa, ser recibidos con un propósito firme de compromiso con tu Reino. Que respondamos en fidelidad y amor hacia la humanidad de la que formamos parte. Amén.

Año 2000.