¿Qué habría sido de nosotros si tantas mujeres, hombres, jóvenes e incluso niños no se hubieran puesto en pie, cuando la familia humana estaba abocada a los más graves acontecimientos? Ellos no se dijeron: ¡Dejemos las cosas tal y como están! Prepararon un camino de confianza más allá de los enfrentamientos entre personas, pueblos, o familias espirituales. Su vida nos interpela: el ser humano no ha sido creado para la desesperanza."