CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 29 de junio de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - LA FE D ELA MUJER

LA FE DE LA MUJER

13 Tiempo ordinario (B) Marcos 5, 21-43
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

La escena es sorprendente. El evangelista Marcos presenta a una mujer desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas. De ella podrán aprender cómo buscar a Jesús con fe, cómo llegar a un contacto sanador con él y cómo encontrar en él la fuerza para iniciar una vida nueva, llena de paz y salud.

A diferencia de Jairo, identificado como "jefe de la sinagoga" y hombre importante en Cafarnaún, esta mujer no es nadie. Solo sabemos que padece una enfermedad secreta, típicamente femenina, que le impide vivir de manera sana su vida de mujer, esposa y madre.

Sufre mucho física y moralmente. Se ha arruinado buscando ayuda en los médicos, pero nadie la ha podido curar. Sin embargo, se resiste a vivir para siempre como una mujer enferma. Está sola. Nadie le ayuda a acercarse a Jesús, pero ella sabrá encontrarse con él.

No espera pasivamente a que Jesús se le acerque y le imponga sus manos. Ella misma lo buscará. Irá superando todos los obstáculos. Hará todo lo que puede y sabe. Jesús comprenderá su deseo de una vida más sana. Confía plenamente en su fuerza sanadora.

La mujer no se contenta solo con ver a Jesús de lejos. Busca un contacto más directo y personal. Actúa con determinación, pero no de manera alocada. No quiere molestar a nadie. Se acerca por detrás, entre la gente, y le toca el manto. En ese gesto delicado se concreta y expresa su confianza total en Jesús.

Todo ha ocurrido en secreto, pero Jesús quiere que todos conozcan la fe grande de esta mujer. Cuando ella, asustada y temblorosa, confiesa lo que ha hecho, Jesús le dice: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". Esta mujer, con su capacidad para buscar y acoger la salvación que se nos ofrece en Jesús, es un modelo de fe para todos nosotros.

¿Quién ayuda a las mujeres de nuestros días a encontrarse con Jesús? ¿Quién se esfuerza por comprender los obstáculos que encuentran en la Iglesia actual para vivir su fe en Cristo "en paz y con salud"? ¿Quién valora la fe y los esfuerzos de las teólogas que, sin apenas apoyo alguno y venciendo toda clase de resistencias y rechazos, trabajan sin descanso por abrir caminos que permitan a la mujer vivir con más dignidad en la Iglesia de Jesús?

Las mujeres no encuentran entre nosotros la acogida, la valoración y la comprensión que encontraban en Jesús. No sabemos mirarlas como las miraba él. Sin embargo, con frecuencia, ellas son también hoy las que con su fe en Jesús y su aliento evangélico sostienen la vida de nuestras comunidades cristianas.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

jueves, 28 de junio de 2012

UN MOTIVO DE ORGULLO PARA SER IGLESIA


Un motivo de orgullo para ser Iglesia

 “Hay en el orgullo una paradoja; hace ridículos a algunos hombres, pero impide que otros lleguen a serlo” (Charles C. Colton). 28 de Junio, día del orgullo gay. Bueno, es más que un día del orgullo, es un día que merece la pena celebrarse por muchos motivos, ya que aun a pesar de la negatividad de las noticias y de que no hay un parto sin dolor, pues podemos afrontar la vida con renovada esperanza; viviendo el hoy caluroso y sin preocuparnos por el incierto mañana.
Como cristianos que somos, tenemos un motivo de ejemplaridad para afrontar este día y todos los días, Jesucristo. ¿Sabía Jesús de sexualidad? Claro que supo de sexualidad. La sexualidad está en la mente y en la propia esencia del ser humano, y como humano que era “Jesús tuvo que tener deseo sexual” (José Mª Castillo). Ojo, hablo de deseo no de relaciones sexuales. De esas cosas personales respecto de Jesús, el evangelio no dice nada aunque si las hubiera tenido, su mensaje, persona y la obra de la redención hacia nosotros, no queda invalidada desde ningún punto de vista, pues todo lo ánima el Espíritu Santo de Dios como aliento de vida (Jürgen Moltmann).
Lo que es una autentica lastima, es que centrándose Jesús en la necesidad de la felicidad para el ser humano, en el interés que tuvo por la salud de las personas y su propia vida afectiva, desarrollando lazos sensibles de autentica fraternidad comunitaria como autentica táctica para la evangelización; nuestra Iglesia Católica se afane constantemente en denostar a los homosexuales y demás grupos de género.
Al no acoger a ciertos sectores, la jerarquía debiera darse cuenta de que devalúan plenamente el sentido de comunidad, realizan una acepción de personas denunciada por Jesús y encima pierden un motivo ejemplar para estar orgullosos de sí mismos como pastores. Y es que, todo lo que para los obispos no es normal, está intrínsecamente desordenado. Todo lo que no es conforme a su opinión sobre cualquier cosa, está apartado de la comunión de la iglesia.
¿Cómo así somos Iglesia? Esta es ya una guerra declarada y defendida por los obispos, en pro de un magisterio que es causa interpretativa de la Palabra de Dios realizada por hombres. Y esta ofensiva episcopal en contra de la libertad sexual, se pone en estos días de nuevo en marcha para defender el mal llamado único modelo de familia heterosexual, cuando debiera llamarse único modelo de familia ultraconservadora. Hay dos noticias recientes que les ponen nerviosos.
Por un lado el anuncio de Hollande el presidente de la Republica Francesa, que admite que para el año que viene el matrimonio homosexual será una realidad en su país. Por otro lado, la R.A.E. de la Lengua que admite la acepción de unión del mismo sexo, para la definición de la palabra “Matrimonio”. Está claro, que la sociedad española en su mayoría, ha somatizado estos modelos de vida que siempre han existido.
(Monseñor Raul Vera de Mexico, es de los pocos obispos que han celebrado en comunidad el día del orgullo Gay)

Y si ahora existen con mayor relieve, es porque podemos hacer un uso particular de la libertad, aunque la jerárquica iglesia solo considere libertad a la suya, la llamada libertad responsable, que descansa en el principio anunciado por Alfonso Guerra, de que “quien se mueva no sale en la foto”. Me duelen las personas y me duele la iglesia. Me duele que algunos quieran esgrimir la Biblia al pié de la letra para condenar por ejemplo la homosexualidad; y no cojamos el pié de la letra otros pasajes para defender aquello en lo que jamás debiera de convertirse la Iglesia de Jesús.
La mayoría de pasajes que en la Biblia condenan la homosexualidad, condenan de fondo la infidelidad a Dios, valga el ejemplo de las enfermedades consideradas causa de castigo. Lo de David y Jonathan es algo que no tiene vuelta de hoja, se amaron y punto. Pero, ¿cómo interpretamos Mateo 23? Este capitulo es el que la liturgia debiera mandar leer, en el ritual de la ordenación de los sacerdotes y obispos. Porque esta iglesia jerárquica a la que a lo largo de los siglos, todos hemos colaborado en dar forma, está más que censurada por Jesús, ya que “la iglesia como institución, encarna todos los defectos que Jesús criticó en la religión de su tiempo” (Francisco Asensi).
“Obedecedlos y haced todo lo que os digan. Pero no sigáis su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra” (Mt 23,3). Vamos que de coherencia evangélica, como que nada de nada. Siento que haya quienes se molesten por estas palabras, incluso que las utilicen en mi contra. En igualdad de oportunidades, podemos discutir sobre ello. Para terminar, solo dar un mensaje esperanzador.
Los que en Jesús tenemos puesta nuestra mirada y nos tratamos de manera fraternal y solidaria, seremos Iglesia aun a pesar de los que piensan que no los somos. Aquellos que pasaron de largo ante el hombre herido en el camino (Lc 10, 31-32), no se pararán en el camino ante nuestra necesidad. Dios Padre, bondadoso es harina de otro costal.
Este, en Jesús y por Jesús -su revelador-, renueva nuestra esperanza en la superación diaria de obstáculos y controversias. De sus labios recibimos un apoyo, para dejar caer la cabeza en su hombro para poder reír y llorar. La amplitud de su corazón, en Dios se hace acogida total, pues con el profeta nos dice: “¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré” (Isaías 49,15).
Floren de Estepa (Estudiante de teología cristiana)

PADRE NUESTRO, DE TODOS LOS AMORES

Padre nuestro y padre de todos.

De los altos y los bajos,

de los hambrientos y los hastiados,

de los tradicionalmente casados,

y padre también de los homosexuales.

Como me siento hijo/a  tuyo/a, te digo

que quiero vivir en ese reino que prometes

y que día a día esperamos.

Queremos repartirnos entre todos

el pan, las flores, el tiempo y el trabajo.

Equitativamente y sin desigualdades,

ya que todos, ¡todos somos imagen y semejanza tuya!

Espero de ti el perdón tan necesario,

para ofrecerlo a aquellos que nos ofenden

con teorías sobre nuestra sexualidad,

que se basan en la muerte y la degradación;

Ese perdón que nos haga vivir serenamente el futuro.

También nosotros queremos perdonarnos,

colaborando a levantar un mundo derruido,

Un mundo que se atreve a pesar el amor

para separar el legítimo del ilegitimo.

Como si todo el amor no proviniera de ti.

Queremos aportar nuestra fuerza en la lucha,

del odio egoísta,

de la boca soberbia,

de la ciega violencia,

de la sexofobia bendecida,

de los deseos que esclavizan,

de toda individualidad que excluya.

Tentaciones que cada día nos acosan

como a Jesús un día le acosaron.

Con su fuerza, que es la tuya,

queremos rechazarlas

y bendecirte por nuestro amor y sexualidad.

Quiero ser fuerte para rechazar,

todo aquello que lastre mi dignidad personal,

y convencido/a  de la enormidad de tu corazón

poder decirte:

PADRE NUESTRO.



(Adaptación del P.N. de Arbeloa)

viernes, 22 de junio de 2012

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - ¿PORQUÉ TANTO MIEDO?

 POR QUÉ TANTO MIEDO?
12 Tiempo ordinario (B) Marcos 4, 35-41

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

La barca en la que van Jesús y sus discípulos se ve atrapada por una de aquellas tormentas imprevistas y furiosas que se levantan en el lago de Galilea al atardecer de algunos días de verano. Marcos describe el episodio para despertar la fe de las comunidades cristianas que viven momentos difíciles.

El relato no es una historia tranquilizante para consolarnos a los cristianos de hoy con la promesa de una protección divina que permita a la Iglesia pasear tranquila a través de la historia. Es la llamada decisiva de Jesús para hacer con él la travesía en tiempos difíciles: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?".

Marcos prepara la escena desde el principio. Nos dice que "era al atardecer". Pronto caerán las tinieblas de la noche sobre el lago. Es Jesús quien toma la iniciativa de aquella extraña travesía: "Vamos a la otra orilla". La expresión no es nada inocente. Les invita a pasar juntos, en la misma barca, hacia otro mundo, más allá de lo conocido: la región pagana de la Decápolis.

De pronto se levanta un fuerte huracán y las olas rompen contra la frágil embarcación inundándola de agua. La escena es patética: en la parte delantera, los discípulos luchando impotentes contra la tempestad; a popa, en un lugar algo más elevado, Jesús durmiendo tranquilamente sobre un cojín.

Aterrorizados, los discípulos despiertan a Jesús. No captan la confianza de Jesús en el Padre. Lo único que ven en él es una increíble falta de interés por ellos. Se les ve llenos de miedo y nerviosismo: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?".

Jesús no se justifica. Se pone de pie y pronuncia una especie de exorcismo: el viento cesa de rugir y se hace una gran calma. Jesús aprovecha esa paz y silencio grandes para hacerles dos preguntas que hoy llegan hasta nosotros: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?".

¿Qué nos está sucediendo a los cristianos? ¿Por qué son tantos nuestros miedos para afrontar estos tiempos cruciales, y tan poca nuestra confianza en Jesús? ¿No es el miedo a hundirnos el que nos está bloqueando? ¿No es la búsqueda ciega de seguridad la que nos impide hacer una lectura lúcida, responsable y confiada de estos tiempos? ¿Por qué nos resistimos a ver que Dios está conduciendo a la Iglesia hacia un futuro más fiel a Jesús y su Evangelio? ¿Por qué buscamos seguridad en lo conocido y establecido en el pasado, y no escuchamos la llamada de Jesús a "pasar a la otra orilla" para sembrar humildemente su Buena Noticia en un mundo indiferente a Dios, pero tan necesitado de esperanza.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


ENTREVISTA A FRANCISCO ASENSI

Recuerdo un libro del señor Asensi, "La sibila de delfos", magnifico por cierto.
Esta entrevista en religión digital, no solo nos muestra la versión de un hombre conocedor de todos los entresijos de la Iglesia, sino que igualmente nos muestra a un hombre de fe en Jesús y de esperanza en los cristianos.

Merece la pena verla y oirla.

EL SAGRADO CORAZÓN, HOY


El Sagrado Corazón, hoy.


Toda la teología de esta fiesta impulsada por Inocencio III, tiene su fundamento en Juan 19,34. Literalmente dice el evangelista: “Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua”.   Sin lugar a dudas, el acto es explicado como la certificación de la muerte de Jesús y lo que posteriormente vendría, la vida ulterior. Como detalles del asunto, denotar que en la biblia griega, se nos dice que “un soldado, con su lanza, le abrió (aperuit) el costado”; mientras que la Vulgata se apoya en antiguos códices y afirma que el soldado (huoixeu) atravesó, según el verbo griego más probable, correspondiente al del texto profético de Zacarías, entonces mirarán al que traspasaron, y harán duelo y llorarán por él como por la muerte del hijo único o del hijo primogénito” (Zac 12,10).

Y toda esta fiesta, radica en la contemplación de la muerte de Cristo por amor a nosotros. Un amor, que nace del corazón; símbolo desde tiempo inmemorial de los sentimientos de la persona y su alto valor amoroso.

Reinaré, reza aun en esa plaquita esmaltada que con el corazón de Jesús en el centro, aun se encuentra en la parte superior de muchas casas en el pueblo. La piedad popular, siempre ha favorecido la contemplación de estos misterios, y es algo muy valioso, porque al menos pone al sujeto en contacto con la sensibilidad humana de Jesús, el hijo de Dios.

Pero, esta fiesta quedó estática, como exclusiva de la veneración de este misterio. A día de hoy, somos bastantes los que consideramos que entre las muchas interpretaciones posibles, está la de ver en ese corazón de Jesús, en primer lugar el corazón de cada hombre y cada mujer, que se entrega constantemente por una noble causa. Jesús nos ama, sí. Nos asiste con su Espíritu y desea que demos cumplimiento a ese amor que de él se deriva.

Hacer la vida más fácil a la gente, no atormentar con legalismos y piedras de molino insoportables hasta para nosotros mismos, aplicar la amorosidad y el sentimiento humano a cada momento de la vida. Es lo principal, todo lo demás es añadidura que se puede vivir con más o menos fervor.

Quien no sea hospitalario, fraterno y comprensivo, que no pretenda venerar este misterio humano, del amor que Jesús nos tiene.

lunes, 18 de junio de 2012

LA OPINIÓN DEL TEÓLOGO CASTILLO - ¿QUIEN ESTA RESCATANDO A ESPAÑA?

¿Quién está rescatando a España?



Lo digo de entrada y sin rodeos. A España no la está rescatando ni el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Central Europeo, ni la Unión Europea, ni los bancos de nuestro país, ni de ningún otro país. A España la están rescatando, de la crisis en la que estamos hundidos, los miles de gentes honradas que aún quedan entre nosotros. Los que tienen la suerte de poder trabajar cada día. Y cada día, como debe ser, van responsablemente a su trabajo y allí dan el callo, sin presumir de nada, y rindiendo lo que tienen que rendir. Como tiene que ser.
A España la están rescatando los jubilados (las abuelas y abuelos), que están sosteniendo y sacando adelante a los hijos y nietos, que están sufriendo las consecuencias del paro, la sobrecarga de las hipotecas, los muchos recibos y letras que llegan cada mes. Quitándose de la boca y de una vejez en paz, lo que habían podido juntar en tantos años de trabajo paciente y penalidades increíbles. Y así, con sus escasas pensiones y los pocos ahorros que habían ido guardando, van sacando adelante a los que, de no ser así, no podrían tirar de la vida.
La lista de los rescatadores se podría alargar. Pero no hace falta. Con lo dicho hay bastante para hacerse idea de que el rescate real de España no lo están haciendo ni los políticos ni los banqueros. ¿Cómo vamos a ser tan estúpidos como para creernos que quienes nos han metido de lleno en la crisis, para forrarse ellos con increíbles ganancias, ahora, siguiendo los mismos procedimientos, nos van a sacar de la crisis?
Yo me pregunto, muchas veces, cómo es posible que, estando como estamos y dándonos todos los días tantas explicaciones como nos dan, qué es lo que ocurre para que nadie nos explique qué es lo que realmente está pasando. ¿No será que los que nos lo tienen que explicar son los primeros responsables (por acción o por omisión) de que las cosas estén como están? ¿No será, por tanto, que, dando explicaciones de las que pocos son los que se enteran, la pura verdad es que no nos dicen lo que nos tendrían que decir? Por poner un ejemplo, ¿cómo se explica que los responsables de la trama Gürtel, que habían ido a la cárcel, están ya todos en la calle, al tiempo que el juez que los encausó lleve ya meses destituido? Y lo que es más extraño, ¿por qué no se nos dice claramente quién nos ha rescatado, de qué se nos ha rescatado y a qué precio tendremos que pagar el dichoso rescate?
Lo único que hay cierto es que vivimos asustados. Y lo curioso es que el miedo ha aumentado con el rescate. A más rescate, más miedo. Y bien sabemos que le miedo no es buen consejero. Normalmente, el que vive asustado lo paga caro. El Nobel de economía que ahora tanto se cita, Paul Krugman, ha publicado un libro sencillo y magistral, “¡Acabad ya con esta crisis!”. Lo que, dicho con otra palabra, significa: “¡Acabad ya con este miedo!”. Que es tanto como decir: !Que sí, que nos rescaten! Pero que nos rescaten a nosotros, no a los banqueros.

José Mª Castillo, 18-Junio-2012 viene de: http://www.atrio.org/2012/06/%c2%bfquien-esta-rescatando-a-espana/

jueves, 14 de junio de 2012

ORACIÓN EN PAREJA


“y comenzó a enviarlos de dos en dos”

(Mc 6,7a)


Dios y Padre bueno, que nos amas y nos buscas.

En esta plenitud de vida que vivimos, al mirarnos profundamente a los ojos te damos gracias, pues al mundo en que vivimos, nos enviaste de dos en dos.

Nos dijiste, que proclamaramos un mensaje de esperanza, de anhelo, de felicidad y alegría. Un mensaje que se hace materia en el ser humano, causa última y definitiva obra de tu amor a la humanidad.

Un amor, que se hace efectivo cuando entre las personas que se aman, nace el sentimiento reciproco de fecundar ese amor de Dios y de la pareja, en todos aquellos que junto a nosotros se relacionan.

En Jesús, tenemos un ejemplo vivo, de lo que es aceptar el mensaje de tu reino y por tu reino. Un reino en el que se exige el servicio y la fraternidad, como eje central de la vida en convivencia.

Que seamos responsables, Padre bueno, para saber estar en el mundo y saber ser personas humanas, fraternas, comprensivas, respetuosas con el medio que nos rodea y las vidas que nos rodean. Pues todos estos valores sembrados por nuestra parte en el mundo, son la mejor garantía para que los que son prolongación nuestra en la vida, sigan nuestros pasos; al menos contando con un Padre que por medio de su Espíritu, les anima y empuja a vivir una vida sencilla, plena y sin demasiados condicionantes.

Ayúdanos Señor, a buscar la plenitud de la felicidad a toda costa, para poder disfrutarla y compartirla con las personas.

Que seamos fabricantes de sonrisas y esperanzas. Que consideremos que cada vida es digna y libre, pues todos participamos de tu propia dignidad al crearnos.

Que nos sintamos, como pareja y como personas, abrazados por tu amor. Envueltos por tus brazos de vida y experiencias, para poder afrontar nuestra existencia con humanidad cristiana.

En ti Padre de amor confiamos. Con ayuda de Nuestra Señora de los Hogares, lo conseguiremos.

Floren Salvador. (Borrador para los E.N.S. de Estepa-Sevilla)

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - CON HUMILDAD Y CONFIANZA

CON HUMILDAD Y CONFIANZA
11 Tiempo ordinario(B) Marcos 4, 26-34

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

A Jesús le preocupaba mucho que sus seguidores terminaran un día desalentados al ver que sus esfuerzos por un mundo más humano y dichoso no obtenían el éxito esperado. ¿Olvidarían el reino de Dios? ¿Mantendrían su confianza en el Padre? Lo más importante es que no olviden nunca cómo han de trabajar.
Con ejemplos tomados de la experiencia de los campesinos de Galilea, les anima a trabajar siempre con realismo, con paciencia y con una confianza grande. No es posible abrir caminos al Reino de Dios de cualquier manera. Se tienen que fijar en cómo trabaja él.
Lo primero que han de saber es que su tarea es sembrar, no cosechar. No vivirán pendientes de los resultados. No les han de preocupar la eficacia ni el éxito inmediato. Su atención se centrará en sembrar bien el Evangelio. Los colaboradores de Jesús han de ser sembradores. Nada más.
Después de siglos de expansión religiosa y gran poder social, los cristianos hemos de recuperar en la Iglesia el gesto humilde del sembrador. Olvidar la lógica del cosechador que sale siempre a recoger frutos y entrar en la lógica paciente del que siembra un futuro mejor.
Los comienzos de toda siembra siempre son humildes. Más todavía si se trata de sembrar el Proyecto de Dios en el ser humano. La fuerza del Evangelio no es nunca algo espectacular o clamoroso. Según Jesús, es como sembrar algo tan pequeño e insignificante como "un grano de mostaza" que germina secretamente en el corazón de las personas.
Por eso, el Evangelio solo se puede sembrar con fe. Es lo que Jesús quiere hacerles ver con sus pequeñas parábolas. El Proyecto de Dios de hacer un mundo más humano lleva dentro una fuerza salvadora y transformadora que ya no depende del sembrador. Cuando la Buena Noticia de ese Dios penetra en una persona o en un grupo humano, allí comienza a crecer algo que a nosotros nos desborda.
En la Iglesia no sabemos en estos momentos cómo actuar en esta situación nueva e inédita, en medio de una sociedad cada vez más indiferente a dogmas religiosos y códigos morales. Nadie tiene la receta. Nadie sabe exactamente lo que hay que hacer. Lo que necesitamos es buscar caminos nuevos con la humildad y la confianza de Jesús.
Tarde o temprano, los cristianos sentiremos la necesidad de volver a lo esencial. Descubriremos que solo la fuerza de Jesús puede regenerar la fe en la sociedad descristianizada de nuestros días. Entonces aprenderemos a sembrar con humildad el Evangelio como inicio de una fe renovada, no transmitida por nuestros esfuerzos pastorales, sino engendrada por él.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Felisa Elizondo - Magnifico testimonio

TIEMPO DE HABLAR (MOCEOP) - SOY NIETO DEL CONCILIO

Ha sido una completa sorpresa la publicación en Tiempo de Hablar (MOCEOP) www.moceop.net, de este articulo que con tanto cariño escribí a modo de opinión personal.
en la web (pag 18): http://www.moceop.net/andres/N_129/th129.pdf
Al verlo publicado en este medio impreso y en http://www.atrio.org/2012/01/soy-nieto-del-concilio/, y en otros lugares; llego a la conclusión de que es motivo de reflexión para todos los que anhelamos el espíritu conciliar, bien porque vivieron aquella época, o -en mi caso- porque es mucho lo que me han hablado de aquella esperanza truncada o "cuasi" sepultada.
Enterrada, no!!!
Mientras exista un hijo o nieto del concilio, es posible llegarnos a esa iglesia de base, tierna, enternecedora, sensible y alejada de las leyes y magisterios demasisdo absurdos -en algunos casos-.
Saludos desde Andalucía.
Atte. Floren.
* * * * *
* * * * *


miércoles, 13 de junio de 2012

ORAR CON EL CUERPO Y SUS SENSACIONES

Para orar. Cuerpo de Cristo

Ojos inquietos por verlo todo.

Oídos atentos a los lamentos,

los gritos, las llamadas.

Lengua dispuesta a hablar

verdad, pasión, justicia…

Cabeza que piensa,

para encontrar respuestas
y adivinar caminos,
para romper las noches
con brillos nuevos.

Manos gastadas de tanto bregar,

de tanto abrazar
de tanto acoger
de tanto repartir
pan, promesa y hogar.

Entrañas de misericordia

para llorar las vidas golpeadas
y celebrar las alegrías.

Los pies, en marcha

hacia tierras abiertas
hacia lugares de encuentro.

Cicatrices que hablan

de luchas, de heridas,
de entregas,
de amor,
de resurrección.

Cuerpo de Cristo…

… Cuerpo nuestro.

(José María Olaizola, SJ)


La imagen es una licencia que respetuosamente se permite el administrador de este blog Cartujo con licencia propia, en función de la libertad de expresión.

jueves, 7 de junio de 2012

DÉMONOS DE COMER - FIESTA DEL CORPUS


Démonos de comer

“Dadle vosotros de comer” (Mc 6,37)

Un año más, nos acercamos a la fiesta propuesta por la liturgia para este fin de semana, el Cuerpo y Sangre de Cristo. Sin lugar a dudas, alabado sea. Y alabada sea toda la alegría y la solemnidad, con la que comúnmente se suele festejar esta onomástica sacramental. Igualmente sin lugar a dudas, hay otros modos de celebrar esta fiesta, y de orientarla según las circunstancias en las que uno vive o se desenvuelve. Digamos que no solo es posible, sino deseable, dejar la fastuosidad de lado y centrar este misterio en la vida misma, dignamente vivida; quizás para dar ejemplo de humildad.

Bueno, ¿hablamos de eucaristía, de presencia real de Jesucristo?

Yo en los tiempos en los que vivimos, prefiero centrarme en esta ocasión, en lo que yo considero el autentico valor y significado, por el que reflexiono sobre  lo sagrado del alimento eucarístico –sacramento de fraternidad-, el valor incuestionable de la comunión. Comunión de comer. No admito aquí la posibilidad de diferenciar lo cerca o lejos que una persona puede estar de otra, respecto a pensamientos magisteriales o dogmaticos, con la sentencia de en comunión o en incomunión. Eso lo dejamos para intrigas episcopales palaciegas.

Comunión de comer, que es lo que le importa a la gente de hoy, cansada de leyes, de ladrones financieros, de intrigas políticas y de mensajes que tranquilizan la conciencia pero no acallan los ladridos de las hambres. Porque, no solo hay hambre de pan. Hay hambre de Jesús testimoniado, hay hambre de dignidad reconocida, hay hambre de apoyo real, hay hambre de solidaridad efectiva, hay hambre de amor incondicional y sin condicionantes.

Hay necesidad de dar a conocer a las personas creyentes y que desean creer, el misterio eucarístico que se hace realidad en la cotidianeidad de la vida de cada uno. “El alimento que Cristo nos da es amor, es un mismo pan; como en la familia la mamá parte aunque sea pobre, el mismo pan para repartirlo a los niños, a los hijos y así se siente en torno de la mesa la unidad de la familia; el altar que es lugar de holocausto, es también mesa del hogar” (+Oscar Romero, 17-06-1979)

“Dadles vosotros de comer” (Mc 6,37). Como otras máximas de Jesucristo, en ella nos muestra su preocupación por la persona y los problemas de las personas. Pues sabemos, que no fue pan como elemento físico el que alimentaba a la multitud; sino el mensaje carismático y concluyente, de un hombre que amaba tanto a las personas, que tenia la facultad divina y la gracia de Dios suficiente como para transformar el corazón de la persona.

Eucaristía como ceremonia a la que acudimos y participamos, aunque sea de manera residual y mecánica; puede ser un lugar de comunión y sacramento de Cristo. Pero, reducir a estos ritos la facultad de hacer presente a Jesús entre la comunidad, considero que es una pobreza espiritual y una injusticia, pues cierra a las personas no ordenadas ministerialmente, al misterio de la gracia por el cual Jesús nos dejó dicho que: “donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20)

Lejos de mi intención, el que los laicos tengamos capacidad para consagrar, no es lo que deseamos ni esperamos. Pero si debe reconocerse, que los actos que en nombre de Jesús podemos realizar o la comunidad que podamos formar en determinadas ocasiones, son plegarias de invocación al Espíritu de Jesucristo, epíclesis a todos los efectos. “Numerosas epíclesis piden que el espíritu procure no sólo la consagración de los dones en cuerpo y sangre de Cristo, no sólo su santificación, sino los frutos en el fiel” (El espíritu santo. Y.Congar), para ser así mismo reconocido realmente, en la vida de los que en el creen o esperan.

No se nos escape la etapa de profunda crisis que vivimos. Económica, de valores, de fe. En cada caso, prima el desencanto de las personas con las instituciones políticas, judiciales y la propia iglesia; al no dedicarse a aquello que radica en sus códigos de buenas conductas y sus leyes. En el caso de nuestra iglesia, su constitución es el propio evangelio, denostado por tantos escándalos lastimosos e intrigas vaticanas por cuotas de poder.

A los laicos cristianos en mayor medida, nos corresponde ser esperanza para aquellos que la han perdido o están desanimados. Cada cristiano, además de colaborar con ONG dedicadas a mitigar el hambre y las necesidades personales, está llamado a ser presencia de Jesucristo y a invocar la asistencia de su Espíritu, por medio de la convivencia positiva y las buenas relaciones humanas. Es ponerte al lado del otro, y entregar lo mejor de ti mismo, respecto de ayuda física o moral, así como hacerlo en nombre de un ser que nos trasciende y anima a esta comunión de vida humana, que es Jesús de Nazaret.

Es ponernos al servicio del principio cristiano de comunión. “Literalmente podemos decir que comunión es algo que no hace violencia ni anula, que libera y acepta a los demás como son. La comunión es apertura e intercambio reciproco algo que fomenta el respeto de unos para con otros. La comunión vive del intercambio mutuo y el reconocimiento reciproco. […]En toda comunión real hay una mezcla de las relaciones objetivas y relaciones personales.” (El espíritu de la vida. J.Moltmann pag.237).

Hay un hambre escandalosa y que es causa de vergüenza en pleno siglo XXI, para los que vivimos en el primer mundo, el hambre de alimentos. Hay otras hambres. Antes las nombré. Hambres de Ser Personas, dignas, apreciadas y alimentadas. Pongámonos junto a quien nos necesita. Hablémosle al corazón. Démosle físicamente de comer si es necesario, para que sacie su estomago. Pero demos de comer de lo nuestro e interior. Del Jesús autentico, que nadie nos puede quitar. Un Jesús que nos abraza de tal manera que nos envuelve y quiere, y anima. Un Jesús que solo en los que comparten nuestra condición comprometida, podemos reconocer.

Por este Jesús, por este sentido de comunión y por los que nos damos de comer: ¡¡Alabado sea Jesús, sacramentado fragmentado, comido y repartido!!.

Abrazos. Laus Deo.
floren salvador diaz fernandez. estudiante de teología cristiana.

Podéos comentarlo en: http://www.atrio.org/2012/06/demonos-de-comer/

EL PAN DE LAS ESTACIONES ES PAN DE VIDA


YO SOY EL PAN DE CADA UNA DE VUESTRAS ESTACIONES



Pan fresco de nuestras primaveras, ligero y crujiente,
que se come a mordiscos;
pan de las promesas, pan de nuestra juventud,
estallido de los brotes,
estación de las canciones;
pan fresco de nuestras primaveras.

Pan cocido de nuestros veranos,
el de la dura realidad,
hecho en el horno del duro trabajo de cada día;
pan seco de nuestros fracasos,
pan amargo de nuestros desiertos,
estaciones de nuestra madurez,
pan cocido de nuestros veranos.

Pan dorado de nuestros otoños
que masticamos lentamente,
último sabor, último placer;
pan amarillento de nuestros recuerdos,
espera en vano del cartero,
alegría de un ramo de flores,
estación de las horas monótonas,
pan dorado de nuestros otoños.

Pan duro de nuestros inviernos,
el tiempo se acelera de repente;
los visillos levantados en la ventana
para ver pasar la vida y a los seres;
la memoria ya nos traiciona,
nuestros amigos ya se han ido;
estación de las horas crepusculares,
duro pan de nuestros inviernos.

Yo soy el pan de vuestras primaveras,
la realidad de vuestros sueños de antaño;
yo soy el pan de vuestros veranos,
el camino de nuestra humanidad;
yo soy el pan de vuestros otoños,
la vida de cada hora que pasa;
yo soy el pan de vuestros inviernos,
la resurrección de vuestra tierra;
yo hago de cada estación de vuestra vida
una inmensa eucaristía,
una Pascua de libertad, una ruta de eternidad.

(Michel Hubaut)
Viene de: www.atro.org ofrecido por José Arregui.

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EUCARISTÍA Y CRISIS

EUCARISTÍA Y CRISIS
El Cuerpo y la Sangre de Cristo (B) Marcos 14, 12-16
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, 06/06/12.- Todos los cristianos lo sabemos. La eucaristía dominical se puede convertir fácilmente en un "refugio religioso" que nos protege de la vida conflictiva en la que nos movemos a lo largo de la semana. Es tentador ir a misa para compartir una experiencia religiosa que nos permite descansar de los problemas, tensiones y malas noticias que nos presionan por todas partes.

A veces somos sensibles a lo que afecta a la dignidad de la celebración, pero nos preocupa menos olvidarnos de las exigencias que entraña celebrar la cena del Señor. Nos molesta que un sacerdote no se atenga estrictamente a la normativa ritual, pero podemos seguir celebrando rutinariamente la misa, sin escuchar las llamadas del Evangelio.

El riesgo siempre es el mismo: Comulgar con Cristo en lo íntimo del corazón, sin preocuparnos de comulgar con los hermanos que sufren. Compartir el pan de la eucaristía e ignorar el hambre de millones de hermanos privados de pan, de justicia y de futuro.

En los próximos años se van a ir agravando los efectos de la crisis mucho más de lo que nos temíamos. La cascada de medidas que se nos dictan de manera inapelable e implacable irán haciendo crecer entre nosotros una desigualdad injusta. Iremos viendo cómo personas de nuestro entorno más o menos cercano se van empobreciendo hasta quedar a merced de un futuro incierto e imprevisible.

Conoceremos de cerca inmigrantes privados de asistencia sanitaria, enfermos sin saber cómo resolver sus problemas de salud o medicación, familias obligadas a vivir de la caridad, personas amenazadas por el desahucio, gente desasistida, jóvenes sin un futuro nada claro... No lo podremos evitar. O endurecemos nuestros hábitos egoístas de siempre o nos hacemos más solidarios.

La celebración de la eucaristía en medio de esta sociedad en crisis puede ser un lugar de concienciación. Necesitamos liberarnos de una cultura individualista que nos ha acostumbrado a vivir pensando solo en nuestros propios intereses, para aprender sencillamente a ser más humanos. Toda la eucaristía está orientada a crear fraternidad.

No es normal escuchar todos los domingos a lo largo del año el Evangelio de Jesús, sin reaccionar ante sus llamadas. No podemos pedir al Padre "el pan nuestro de cada día" sin pensar en aquellos que tienen dificultades para obtenerlo. No podemos comulgar con Jesús sin hacernos más generosos y solidarios. No podemos darnos la paz unos a otros sin estar dispuestos a tender una mano a quienes están más solos e indefensos ante la crisis.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

miércoles, 6 de junio de 2012

EL DERECHO AL DELIRIO Y LA UTOPIA



Mi muy querida Remedios, me envia este corto de eduardo Galeano, periodista y escritos.
Es como para descubrirse y anotar varias citas. Algunas, no! Todas no tienen desperdicio!!!
Espero que les guste la reflexión de tan digna persona.
Abrazos de paz y bien.

Atte. Floren.

EL ALTAR DE LA VIDA


Cuando una circunstancia triste sucede, vive Dios que no me gusta dar explicaciones al respecto. No es porque rehúya la responsabilidad o niegue la evidencia, sino porque cada explicación viene a renovar el dolor y la tristeza de la que uno o varias personas participan.

"Mi oración no decae y mi fe se robustece, pues en estos casos luctuosos que nos ofrece la vida, uno prioriza lo realmente importante para que no nos lo quiten –como a la hermana de Lazaro-."

La tarde noche de ayer, paseaba por el campo para despedir el día ante el Señor. No me apetecía realizar el oficio de Completas en casa y decidí pasear con mis animales leyendo el oficio. Una vecina me preguntó: ¿Floren, no te veo ahora por la ermita? Me supe zafar del asunto como pude. Pero volvió a preguntar: ¿tendremos misa en verano verdad? Entonces fui consciente de que no puede omitirse la verdad, por lavar la cara a nadie.

Le expliqué lo sucedido y le dije que era la primera vecina que sabía, que por causa de una represalia de la jerarquía católica de la iglesia de Sevilla, no solo me habían quitado la llave del templo de la aldea, sino que me habían echado fuera como a un trapo.

La sorpresa de esta vecina paso del estupor al insulto, para con los que han orquestado estas acciones contra mí. Yo le pedí contención, insistí; pues hay solo un 1% de posibilidades de que esto se arregle.

Las imágenes siguen allí, montadas en sus pasos, con las flores de la procesión podridas y comidas de polvo. El Santísimo está en el sagrario, sin su luz encendida y en la más completa ignorancia por parte de los fieles.

Yo por mi parte, pues continuo a lo mío. ¿Esperanzado? No, ya no se puede esperar nada de ciertas personas. Así nos educa Dios y la vida. Sigo rezando, sí. Mi oración no decae y mi fe se robustece, pues en estos casos luctuosos que nos ofrece la vida, uno prioriza lo realmente importante para que no nos lo quiten –como a la hermana de Lazaro-.

El domingo realicé una vigilia de oración. Callada, magnifica y profunda. Me sentí muy bien y en sintonía con el Trascendente y el Medio Natural, y un improvisado altar en el que no falto la Luz del Resucitado, ni la Palabra revelada, ni el símbolo de la Amistad, ni las flores por su puesto. Todo ello junto a un árbol, bullicioso de vida y de pajaritos que como yo, nos cobijamos a su sombra.