CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

miércoles, 6 de junio de 2012

EL ALTAR DE LA VIDA


Cuando una circunstancia triste sucede, vive Dios que no me gusta dar explicaciones al respecto. No es porque rehúya la responsabilidad o niegue la evidencia, sino porque cada explicación viene a renovar el dolor y la tristeza de la que uno o varias personas participan.

"Mi oración no decae y mi fe se robustece, pues en estos casos luctuosos que nos ofrece la vida, uno prioriza lo realmente importante para que no nos lo quiten –como a la hermana de Lazaro-."

La tarde noche de ayer, paseaba por el campo para despedir el día ante el Señor. No me apetecía realizar el oficio de Completas en casa y decidí pasear con mis animales leyendo el oficio. Una vecina me preguntó: ¿Floren, no te veo ahora por la ermita? Me supe zafar del asunto como pude. Pero volvió a preguntar: ¿tendremos misa en verano verdad? Entonces fui consciente de que no puede omitirse la verdad, por lavar la cara a nadie.

Le expliqué lo sucedido y le dije que era la primera vecina que sabía, que por causa de una represalia de la jerarquía católica de la iglesia de Sevilla, no solo me habían quitado la llave del templo de la aldea, sino que me habían echado fuera como a un trapo.

La sorpresa de esta vecina paso del estupor al insulto, para con los que han orquestado estas acciones contra mí. Yo le pedí contención, insistí; pues hay solo un 1% de posibilidades de que esto se arregle.

Las imágenes siguen allí, montadas en sus pasos, con las flores de la procesión podridas y comidas de polvo. El Santísimo está en el sagrario, sin su luz encendida y en la más completa ignorancia por parte de los fieles.

Yo por mi parte, pues continuo a lo mío. ¿Esperanzado? No, ya no se puede esperar nada de ciertas personas. Así nos educa Dios y la vida. Sigo rezando, sí. Mi oración no decae y mi fe se robustece, pues en estos casos luctuosos que nos ofrece la vida, uno prioriza lo realmente importante para que no nos lo quiten –como a la hermana de Lazaro-.

El domingo realicé una vigilia de oración. Callada, magnifica y profunda. Me sentí muy bien y en sintonía con el Trascendente y el Medio Natural, y un improvisado altar en el que no falto la Luz del Resucitado, ni la Palabra revelada, ni el símbolo de la Amistad, ni las flores por su puesto. Todo ello junto a un árbol, bullicioso de vida y de pajaritos que como yo, nos cobijamos a su sombra.