La alegría de testimoniar.
Domingo II Adviento C
“Pero cuando venga el
defensor, que yo enviaré de parte del Padre, él será mi testigo. Y también vosotros seréis mis testigos, porque
habéis estado conmigo desde el principio.”
(Jn 15,26-27)
BIENVENIDA
Hermanos y hermanas, paz y bien.
Decía San Anselmo de Canterbury:
“Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales, entra un instante
en ti mismo, lejos de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones
agobiantes; aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedica algún rato a Dios y
descansa siquiera un momento en su presencia”.
Por segunda vez nos encontramos
en este lugar de oración. Nuestra iniciativa es la misma, orar, y preparar un
camino al Señor. Probablemente estaríamos mejor en otro sitio; quizás más
confortable o en otras condiciones. Pero hemos optado por este lugar de
recogimiento donde nos centramos en la oración comunitaria, en la escucha de la
Palabra y en la vivencia personal de cada uno de nosotros.
El adviento avanza poco a poco,
como el barco que se abre paso por aguas impetuosas. Poco a poco, como una
suave brisa que nos azota el rostro y nos hace sentir con toda la crudeza la
fuerza de la naturaleza y nuestra propia realidad.
Una vez nos dijeron de Ti Señor,
que “Tú tienes Palabras de vida eterna” (Salmo 18). Aquí estamos por tu
Palabra, por tu enseñanza, por tu testimonio; por tu continua invitación a
estar despiertos y a trabajar por la justicia.
Ojalá tu Espíritu nos asista en
esta hora, para saber estar y compartir; para abrirnos a la escucha de tu
palabra, pues tenemos la necesidad y la alegría de ser tus testigos en el mundo
y evangelizar con nuestra vida.
CANTO (CD): DESDE EL ALBA TE
BUSCO
Encendido de la segunda Vela
-verde- de la Corona de Adviento y acto penitencial. (Padre David)
Padre bueno que nos amas y nos
buscas; encendemos la segunda vela que nos anuncia el gozo del Adviento.
Pidiéndote que esta luz fortalezca nuestros esfuerzos, ilumine los caminos y
alumbre nuestros corazones. Necesitamos su calor y su fuerza, para seguir con
mayor ahínco en la búsqueda de la justicia y la paz. Cristo, al que esperamos y
lo vivimos, es ejemplo y ayuda. Que su Espíritu nos asista ahora y siempre,
pues en ocasiones naufragamos en el intento de ser testigos tuyos.
-Por las ocasiones en las que no
hemos estado a la altura del sentido de la fraternidad: Señor, ten piedad…
-Por habernos dejado llevar por
la desesperanza, el desanimo, y la desconfianza en ti: Cristo, ten piedad…
-Por no asumir plenamente el
papel creativo que a cada uno de nosotros nos encomiendas, de ser tus manos y
tus besos en el mundo, de ser abrazo y cercanía, de ser paz y misericordia:
Señor, ten piedad…
Oremos.
Señor, Dios y Padre bueno, no
permitas que la falta de esperanza paralice nuestra vida de fe y compromiso de
caridad; guíanos al encuentro con tu Hijo Jesucristo para que de nuevo podamos
participar en las tareas de su reino. Por Jesucristo nuestro Señor, amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
Monición introductoria de Lucas
3, 1-6.
No se entiende un Adviento sin
Juan el Bautista, el último de los profetas que anunció la venida del Mesías.
Juan el Bautista anuncia algo que está a la misma puerta de la vida de todos
aquellos que mantienen la esperanza, la venida de Jesús, la llegada del salvador.
Y lo hace desde un marco incomparable para prepararse a esta cita mesiánica con
el Señor, el desierto.
El desierto es un lugar de
contrastes. Lo mismo puede matarte, que salvarte si le conoces bien. Durante el
día las temperaturas son sofocantes, sin embargo caen hasta bajo cero durante
la noche. Es un lugar en el que no se aconseja otra carga, que la del propio
cuerpo y sus circunstancias. Y a pesar de la dureza de este medio natural, es
ahí, en el desierto donde vive Juan el bautista.
Nacido de Isabel y Zacarías, Juan
Bautista pertenece a la espiritualidad esenia. Una secta de personas que
cultivaban la cultura, la mente la espiritualidad; por medio de una vida
sobria, humilde y sencilla hasta el extremo. Está demostrado que Jesús de
Nazaret asumió en su personalidad muchas cualidades de este pueblo en el que
vivió Juan Bautista; por ello era Jesús tan amigo de retirarse y buscar la
presencia de Dios Padre en la naturaleza.
Pues el grito de Juan Bautista es
claro en el evangelio que vamos a escuchar: ¡¡preparad un camino al Señor!! Lo dice utilizando la misma
exclamación que el profeta Isaías (40,3-5). Quizás para hacer hincapié en lo
que esto significa. Preparar un camino al Señor, allanando sus senderos,
igualando las colinas, limando las asperezas…etc.
¿Acaso esta preparación, es el
trabajo que el Señor nos encomienda desarrollar en su nombre entre nuestros
hermanos y hermanas?
Escuchamos atentamente la Palabra
de Dios.
+ Lectura del santo evangelio
según san Lucas (3,1-6) (Padre David)
En el año quince del reinado del
emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey
de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio
virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de
Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del
Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como
está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en
el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los
valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo
escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»
Palabra del Señor
REFLEXIÓN Y DINAMICA A LA LUZ DE
LA PALABRA
Cuando nos familiaricemos con las
lecturas de este segundo Domingo de Adviento, podremos darnos cuenta que hay un
detonante claro en las lecturas, y es el testimonio; la capacidad de anunciar a
Jesucristo o lo que es lo mismo, el Reino de Dios. Y llama mucho la atención
que en las tres lecturas que preceden al Evangelio, el testimonio es afrontado
desde la alegría.
“Levántate Jerusalén, súbete en
alto, mira y contempla a tus hijos que se alegran en la presencia de Dios”
(Baruc 5,5), dice Baruc el profeta del destierro al pueblo de Israel. El Salmo
ensalza la esperanza en Dios aclamando: -“El Señor ha estado grande con
nosotros, y estamos alegres” (Salmo 125,3). Y Pablo escribe a los cristianos de
Filipo diciéndoles: -“con alegría doy gracias Dios, por vuestra colaboración
con el evangelio” (Filipenses 1,3-5a).
Luego vendrá Juan el Bautista y
nos insistirá en la vocación a la que todo creyente está llamado, a preparar un
camino al Señor. Esto puede significar Ser las mismas manos del señor en el
mundo, pues Él mismo se acerca a nuestras realidades desde las mismas personas.
Cuando acunaste, cuando consolaste, cuando abrazaste al afligido. Cuando
trazaste una senda al atribulado, cuando iluminaste al perdido. Cuando amaste y
fuiste solidariamente efectivo. Cuando colaboraste en restituir la dignidad a
tal o cual persona. ¿Acaso en cada uno
de esos momentos no estaba con nosotros el Espíritu del Señor?
(Continua la dinámica con “Un viejo tronco seco del que brota un
tallo verde” (Pag 35, Cáritas) Se trata de llevar el tema hacia la
similitud de vivir y sentir a Cristo en nuestras vidas, para ser sus manos en
el mundo, testimoniar y así preparar un camino al Señor. De esta manera, como
Él mismo, seremos brotes verdes del tronco de Jesé. Colocaremos un arbolito en
el centro de nuestra asamblea y le insertaremos papel verde recortado con forma
de hojas, y en cada hoja escribiremos un don o una actitud positiva y
constructiva. Unos se sentirán identificados, otros consideraran la posibilidad
de potenciar esa actitud….etc.)
Esta dinámica puede acabar con la
oración de los fieles de manera espontánea.
PLEGARIA FINAL de alabanza y
petición a dos coros.
Padre todo bondadoso que nos amas y nos buscas.
Con toda la capacidad de admiración
que anida en nuestro corazón queremos bendecirte,
diciendo: Eres nuestro Padre,
tu nombre de siempre es “Nuestro Salvador”.
Nos has elegido antes de la creación,
bendiciéndonos con toda clase de dones
para que llegáramos a ser personas adultas.
Lo que contemplamos todos los días,
desde la más pequeña semilla
hasta el movimiento de los astros,
nos revela hasta qué punto
has sembrado el mundo de poder y energía.
Te has volcado sobre nosotros
dándonos la luz de la inteligencia,
la fuerza de la voluntad, el calor del amor,
la capacidad para el trabajo,
el sentido de hermanos para desplegar la fraternidad.
El proceso de nuestro desarrollo personal,
la revolución de la historia, el dominio del mundo,
la organización de la sociedad, son proyectos posibles
porque Tú nos acompañas y juntos,
tenemos fuerza para consumarlos.
Por lo cual, unidos a los que esperan,
te damos gloria, unidos todos juntos en la oración
que nos enseño Jesús:
PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS… (todos)
(Sigue a dos coros)
Bendito seas, Padre, por Jesús, que viene en tu nombre.
Su vida nos revela que Tú eres “un Dios
entre los hombres
y mujeres del mundo”.
Tu eres nuestro Dios, nosotros somos tu pueblo.
El mundo no te es ajeno; eres el Dios del mundo.
Por eso te entregas todo, porque nos amas.
En la Cruz se nos revela el impensable misterio del
mundo:
un mundo salvado de la maldición
y un Dios maldito por amor al mundo.
Gracias te sean dadas a ti mil veces
porque eres nuestro y somos tuyos,
unidos para siempre con alianza eterna.
Por eso has resucitado a Jesús, porque Tú estabas con El
y no podías permitir que lo tuyo pereciera.
Haz, Padre, que la invocación de tu Espíritu
haga que tu Palabra –aquí presente- cale en nuestra vida,
hasta hacerla fecunda como la semilla caída en tierra
buena.
Que esta Palabra nos lleve hasta la Presencia
permanente y real de Jesús, a fin de que nosotros,
testimoniando con Él, nos edifiquemos según tu voluntad.
Padre, recordando la muerte y resurrección de Jesús,
y escuchando la voz de tus profetas
que nos animan a confiar en un mundo mejor;
te pedimos que aceptes de buen grado
nuestro propósito de querer trabajar por tu Reino
y de “preparar un camino a tu Hijo Jesús”.
Siendo así, y siendo cada uno de nosotros jóvenes o
adultos,
construiremos un mundo joven en el cual Jesús sea la
novedad.
Unidos a Jesús, luz en el camino de nuestra vida,
te bendecimos Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
(Adaptación de la Plegaria
DIOS SALVA, Jesús Burgaleta)
BENDICIÓN Y DESPEDIDA (Padre David)
Ven, Señor.
Sigue viniendo.
No te canses de venir, en espíritu, en palabra, en verdad
y vida.
Ven a este mundo que hambrea sentido y de esperanza.
Ven a habitar cada horizonte.
Ven a sacudir las inercias, a avivar los amores apagados,
a calentar los hogares fríos, ven.
Ven, de nuevo niño, a mostrarnos esa fragilidad poderosa
del Dios pequeño.
Sigue viniendo, contra viento y marea, contra
escepticismos y rutinas, contra dudas y atrofias.
+ Y la bendición de Dios todo bondadoso, Padre, Hijo y
Esp Sto…
BIENAVENTURANZAS DE LOS DONES
(estas bienaventuranzas se recortan en formas de hojas, previamente imprimidas en papel verde, y se colocan en un árbol que asemejará al tronco de Jesé del cual todos formamos parte)
ACEPTACIÓN
Felices los que aceptáis vuestras limitaciones,
sin acomplejaros; porque haréis posible lo imposible.
ACEPTACIÓN
Felices los que consideráis la aceptación de sí mismo, como
piedra fundamental para construir vuestra personalidad; porque también
edificaréis una pacífica convivencia.
ACEPTACIÓN
Felices los que acogéis a todas las personas, con sus
límites y cualidades; porque irradiaréis entrega, disponibilidad, sonrisas, fiesta
y felicidad.
COMPRENSIÓN
Felices los que pensáis más desde los otros y menos desde
vuestro egoísmos e intereses creados; porque disculparéis sin límites.
COMPRENSIÓN
Felices los que os aceptáis como sois y no como os
gustaría ser; porque los complejos no nacerán en vuestra vida.
COMPRENSIÓN
Felices los que conocéis bien vuestros defectos y
vuestras virtudes; porque nunca os devaluaréis ni os programaréis en negativo.
SERVICIO
Felices los que tenéis por meta en la vida servir para
servir; porque seréis verdaderos discípulos del profeta de Nazaret.
SERVICIO
Felices los que participáis activamente en hacer brotar
el saludo, la sonrisa, el humor y la alegría en la sociedad actual; porque
lograréis que el mundo sea de nuevo un paraíso.
SERVICIO
Felices los que sois pura donación y entrega a Dios y los
hermanos; porque habréis entendido perfectamente lo que es ser cristiano/a.
AMISTAD
Felices los que estáis convencidos de que sin amigos no
se puede vivir porque Dios lo ha querido así; porque construiréis los puentes
de amistad y fraternidad, que tanto necesita la actual sociedad.
AMISTAD
Felices los que llamáis a Jesús vuestro amigo, porque
caminaréis por sendas de entrega servicio y acogida.
AMISTAD
Felices los que usáis la amistad como la más poderosa
arma para construir la paz; porque vuestras manos serán palomas de la paz para
acoger y reconciliar.
COMPROMISO
Felices los que tenéis una idea clara de vuestra misión,
de la razón de vuestra existencia en la tierra; porque no dejaréis que nadie os
engañe.
COMPROMISO
Felices los que sois responsables de vuestros talentos,
valías y posibilidades; porque os promocionaréis al máximo humana y
socialmente.
COMPROMISO
Felices los que os comprometéis en la construcción de un
mundo más humano, alegre y fraterno; porque os llamarán los nuevos cristianos.
CONVIVENCIA
Felices los que al convivir os vienen ganas de compartir,
de no pasar de largo ante los problemas de los demás, de escuchar más a los
demás; porque habréis descubierto las fuentes del agua evangélica.
CONVIVENCIA
Felices los que ponéis la convivencia en las paredes de
vuestras casas y la edificáis con acogida y aceptación; porque vuestros deseos
de compartir, de servir y de entregaros, se verán saciados”
CONVIVENCIA
Felices los que hacéis de la convivencia el germen de una
vida entregada y fiel, al Señor, al esposo o la esposa, a los amigos o a unos
determinados ideales; porque estáis proclamando en alta voz que el convivir en
plenitud es un derecho de la persona humana.
ENCANTO
Felices los que os extasiáis ante una flor, una puesta de
sol y ante una corriente de agua cristalina; porque haréis crecer vuestras
ansias de vivir.
ENCANTO
Felices los que experimentáis el gozo del esfuerzo, de la
felicidad y de la constancia; porque ninguna meta o proyecto os será
desconocido.
ENCANTO
Felices los que salís a la naturaleza a escuchar los
mensajes de vida que constantemente están emitiendo todos los seres de la
creación; porque encontraréis la dicha de saberos creados por el amor de Dios.
ORACIÓN
Felices aquellos a los que os colma la oración en grupo;
porque la comunidad os enseñará a realizaros como personas orantes.
ORACIÓN
Felices los que desde el amor, os dedicáis todos los días
un rato a la oración; porque experimentaréis que la amistad sólo se mantiene
con el trato y orar es tratarse a solas con el Señor.
ORACIÓN
Felices los que experimentáis la oración como una
necesidad imperiosa de encuentro con aquel de quien os sabéis amados; porque
crecerá vuestra amistad con Jesús.
SOLIDARIDAD
Felices los que descubrís que habéis sido creados para
vivir en solidaridad; porque vuestra meta en la vida será: “todos para uno, y
uno para todos”
SOLIDARIDAD
Felices los que acogéis en vuestro corazón las alegrías y
sinsabores de la vida de los demás; porque haciendo un mundo más sensible,
seguiréis los pasos del maestro de Nazaret.
SOLIDARIDAD
Felices los que creéis en las personas y apostáis por su
felicidad y dignidad de hijos e hijas de Dios; porque vuestra solidaridad
cristiana edificará el Reino de Dios.
ALABANZA
Felices los que al levantaros cada mañana, sentís la
necesidad de dar gracias por la vida; porque Dios se regocijará con vosotros y os
acogerá en su corazón de Padre.
ALABANZA
Felices los que en la adversidad y en la alegría os
acogéis bajo el amparo del Señor; porque habréis logrado edificar vuestra fe
como una casa bien cimentada.
ALABANZA
Felices los que alabáis al Señor a boca llena; porque
sentiréis la necesidad de expandir el gozo, haciendo la vida más llevadera a
los demás.
ALEGRÍA
Felices los que le sacáis una sonrisa a la vida superando
dificultades; porque acabaréis con la tristeza, causa de todos los males.
ALEGRÍA
Felices los que consideráis la alegría como la mejor flor
para adornar y perfumar la sociedad actual; porque os esforzaréis para que esté
plantada en todos los balcones del mundo.
ALEGRÍA
Felices los que os planteáis la vida en positivo y
descubrís que este mundo está lleno de cosas maravillosas para haceros felices;
porque vuestro gozo será supremo.