El derecho al pataleo. Art. 170
“Todos los ciudadanos o personas
físicas sin condición de ciudadanía estatal, sin menoscabo de sus capacidades
físicas, psíquicas o sensoriales, raza, sexo, edad, condición social y/o
económica, tienen derecho –sin que ejerzan ningún tipo de violencia- a
quejarse, manifestarse o derecho al llamado “pataleo”, cuando se vieran
ofendidos o ultrajados en su dignidad personal, e incluso cuando por el derecho
democrático establecido, se vieran gobernados por personas ajenas a su simpatía
política; con el agravante de que sean gobernados en detrimento de sus derechos
civiles y humanos, libertades y respeto al medio ambiente.”
No busque usted
este artículo en ninguna constitución, porque me lo acabo de inventar. Pero oye,
no estaría mal. Porque estoy un poco cansado de actitudes que muestran, que
como personas tan poderosas como Donald Trump han llegado al poder, pues ya ni
siquiera las buenas intenciones sirven para remediar nada.
Hay que callar y
tragar, porque como ha sido elegido democráticamente. Pues no, mire usted.
¡¡NO!! Las personas tenemos derecho al pataleo y tenemos derecho a
manifestarnos con contundencia por los ideales a los que somos fieles. En estos
días ha habido un “tuit” que ridiculizaba a Pedro Sánchez, porque este
manifestaba que las fuerzas progresistas pueden frenar ideologías
ultraderechistas de las que Trump es máximo exponente.
Y se le ridiculizaba
argumentando que: “cómo va a frenar él a Trump, si no puede frenar a Susana
Diaz”. Twitter es lo que es y punto, ok. Pero volviendo a lo real y tangible,
hoy escucho en Cadena SER a la señora Dilma Rousseff [1](expresidenta
de Brasil), diciendo que: "Aparecerán muchos Donald Trump si hay
desigualdad" en el mundo. Lo dice esta mujer que ha reducido la pobreza en
Brasil en más del 75%. Esta mujer hoy es una persona de renombre, pero ha sido
depuesta de su cargo por un llamado golpe de estado parlamentario, pues nunca
se le ha acusado de corrupción.
El caso es que me parece muy oportuno y justo,
que personas de renombre o personas individuales y desconocidas uniéndose a
otras personas en una masa manifiesta y elevando la voz con pancartas o lo que
sea, expresen tu malestar o manifiestan de manera pacífica sus intenciones en
contra o a favor dé.
Reconozco mi absoluta preocupación por la llegada del Sr.
Trump a la presidencia de Estados Unidos. Un hombre con una falta de coherencia
tal, que admite que ningún ciudadano de EE.UU. se quedará sin médico y el
primer día de mandato deroga la reforma sanitaria de Barack Obama, llamada “Obamacare”
[2]por
la cual se universaliza la sanidad en Estados Unidos.
Eso solo un ejemplo de
EE.UU., porque si miramos para adentro de nuestro país, de los 66815 millones
de €uros que dejó el presidente Zapatero en el fondo de las pensiones[3],
solo quedan 15915 millones. Rajoy, ha sacado en cinco años 50900 millones,
concretamente en 2016 la astronómica cifra de 19200 millones de €uros. Por lo
que el fondo por sí solo y a día de hoy, solo podría hacer frente a las pagas
de dos meses.
Visto lo cual, Rajoy nos va a dejar de paga a muchos, un “blíster”
de jamón cocido y un bote de corega para la dentadura. ¿Escandaloso? Sí, pero
es lo que han votado los ciudadanos por mayoría. Y esa mayoría no puede impedir
que los que estamos en desacuerdo lo digamos y lo manifestemos.
El peor mal que
puede atacar a una persona es la opción a resignarse. NO!! Porque si te
resignas te das por vencido, te entristeces, dejas que te pasen por encima y
eso es tu propio final. Hay que revelarse en la vida, pacíficamente pero con
contundencia. Han sido muchas las personas que han revolucionado el mundo solo
con sus palabras y su testimonio, y eran gente desconocida o corriente allí
donde vivieron. Son muchos los ejemplos.
Y en muchos casos, desde el punto de
vista político, social, laboral o religioso; se produjo una revulsión de
ideales o comportamientos, causados por palabras, simples palabras o por la
revolución del amor y la fraternidad, como puede ser el mejor ejemplo para mí,
el de Jesús de Nazaret.
Por lo tanto, creo que la mejor receta es la esperanza
desde la lucha. Desde la más absoluta convicción de que si soy humano y
respetuoso, nunca saldré en los medios de comunicación; pero para mi primer
mundo donde vivo y me relaciono, estoy dando un testimonio que causa su efecto
y educa en muchos casos. No dejemos de levantar la voz, si no estamos muertos.
Fraternalmente, Floren.