I Sábado de Adviento A. Guión de la Oración
Inauguración del
Año Litúrgico A y entronización de la Palabra de Dios.
Desde el final de la iglesia o local, se trae la Palabra en alto, antecedida por dos velas y el incensario para la procesión. Se debe cantar un canto apropiado, ·tu palabra me da vida o similar". Una vez llegada la palabra al lugar donde se ora, es leída por una persona la oración siguiente.
Oración para la entronización de la
Palabra (Adaptación cristiana de la bendición
judía sobre la Torá)
-Bendito Eres Tú, oh Dios
Todobondadoso, Rey del Universo, quien nos has santificado con Tus mandamientos
y nos alimentas con Tu Sagrada Palabra, don de vida.
Te pedimos, Oh Padre bueno,
que durante este Adviento hagas fecunda en nuestros labios Tu Sagrada Palabra;
don de vida; como así también en labios de todo Tu pueblo, la casa de Israel,
para que nosotros y nuestros descendientes y los descendientes de todo Tu
pueblo, la casa de Israel, puedan conocer tu Nombre y aprender tu Palabra por
sí misma.
Bendito Eres Tú, Oh Padre, que
revelaste tu Palabra inspirada a Tu pueblo Israel:
Bendito Eres Tú, Oh Dios bueno
y pacifico, que nos has elegido entre todos los pueblos y nos has dado Tu
Palabra, para testimoniarla con nuestra vida. Amen, “Maranatha”
Introducción al
año Litúrgico
Hermanas clarisas, hermanas y
hermanos todos. Somos bienvenidos a esta casa donde se nos recibe en paz y bien.
“Donde están dos o tres
reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mt 18,20); dijo Jesús
a sus discípulos. Él, está aquí, junto a nosotros y en nosotros. Está en
nuestros corazones y está en la Palabra de Dios, elemento primordial del tiempo
litúrgico de Adviento. Hoy con el Adviento, inauguramos el Año Litúrgico según
el Ciclo A, que nos ofrece el Evangelio de Mateo para nuestro caminar. Este evangelio
originariamente fue escrito hacia el año 50 en arameo, aunque luego en el año
70 fue ampliado en lengua griega hasta tener la estructura conocida hasta hoy. El
escritor originario fue un hombre posiblemente aduanero, o persona relacionada
con las finanzas. Fue escrito en Palestina y en Siria, y su fin primordial es
el de testimoniar ante sus lectores procedentes del judaísmo, que Jesús es el Mesías
prometido y que en Él, se hace presente el Reino de los Cielos.
En la iglesia Antigua fue el
evangelio más utilizado, pues Mateo es el evangelista que mayor influencia
ejerció en la vida de la iglesia.
Este Evangelio se nos ofrece,
como un itinerario espiritual, que nos llevará por etapas a una meta. Es bueno
mantener la itinerancia, mantenernos en camino pues eso nos saca de la inmediatez,
de lo puntual, y nos ayuda a sentirnos en búsqueda, por el tiempo fuerte que
nos prepara a la Navidad.
(canto apropiado)
HIMNO (todos a
dos coros, laicos y religiosas)
Levanta, pueblo mío, ponte en pié,
no te quedes postrado en tu tristeza,
llorando tu vejez y desencanto.
Ahuyenta
los temores y las dudas.
yo
he vencido por siempre las tinieblas,
no
son nada, que yo he resucitado,
y tu
liberación está muy cerca.
Levántate, hijo mío, levanta, alza tu cabeza,
perfumado con óleo de paz y alegría,
y ponte ya en camino esperanzado.
El viento del Espíritu te empuja,
el fuego del Espíritu te enciende,
sentirás mi presencia renovada.
Ayuda
a levantarse a los hermanos
heridos
y apartados del camino,
y
diles en mi nombre palabras de evangelio,
aplica
en sus heridas el vino y el aceite,
regala
las monedas de la fe y de la esperanza
y
alienta, boca a boca, el soplo de mi Espíritu.
Y así, despiertos y gozosos, apasionados,
preparad la llegada de mi Reino.
“Pase de este mundo”, su maldad y su mentira,
que todas las ciudades olviden el pasado,
herencia de Babel, con rapiñas y violencias,
y empiecen a llamarse con nombres,
de amistad y de justicia.
Encended vuestras lámparas, hambrientos de Parusía.
(¡Si tú supieras...!Cáritas)
Reflexión sobre nuestro encuentro. “AL MUNDO LE FALTA, LUZ – AL MUNDO
LE FALTAS TÚ”
Hermanas clarisas, hermanas y
hermanos todos. “Al mundo le falta Luz”, es el lema de este encuentro de
Adviento que inauguramos hoy. Es un lema que tiene una segunda parte, la cual
debemos añadir cada uno de manera individual: “al mundo le faltas Tú “. Ese “TU”
no es el niño que vendrá, ese TU eres tú y soy yo, pues el que ha de venir
necesita nuestras manos para hacer cosas grandes en el mundo. Este espacio de
oración y encuentro, se crea con la intención de establecer un caminar, un
itinerario por el que prepararnos para la llegada del Mesías. El adviento es de
los tiempos litúrgicos más bonitos que tiene al año. Y no es solamente porque
sea el anticipo de la navidad –que también-. Sino porque nos lleva, como
cristianos, a considerar algo de lo que siempre está necesitado el mundo, la
ESPERANZA.
Durante estos cuatro encuentros
y en vísperas del domingo, vamos a profundizar en nuestro Adviento. Vas a
profundizar en Tu Adviento. ¿Mantendremos el itinerario?
Sea como fuere, como decimos
el adviento es hermosura y plenitud. Se debe de plantear con austeridad para
llegarnos a la alegría total en la noche del nacimiento; pero es un camino no
exento de alegría e ilusión; en el cual podemos y debemos ser luz, vivir el
momento y hacer presente la esperanza del nacido.
Atempera tus sentidos. Se consciente
de esta realidad que viven ahora y aquí, en comunidad. Siéntete cercano al
Señor. Mantente en silencio unos momentos y prepárate para que cale en ti, la
escucha de la Palabra de Dios.
+Proclamación de
la Buena Noticia según San Mateo 24,37-44.
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del
hombre, pasará como en tiempo de Noé.
En los días antes del
diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban
esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban
llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo
del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo
dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la
dejarán.
Por tanto, estad en vela,
porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera
el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no
dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también
vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del
hombre».
Palabra del Señor
REFLEXIÓN A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS
“el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán”
(Mt 24,35)
Reflexión de José Antonio
Pagola, que nos lleva al asunto de la dinámica de la LUZ.
“Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor” (Is 2,1-5). Solo si somos capaces de comprender
la importancia del sol para la vida del mundo, comprenderemos la necesidad que
–como cristianos-, tenemos de Jesús. El viene una vez más, pero en un momento
distinto de la vida y de la historia. Nosotros no somos los mismos, ni nuestra
realidad es igual, ni el mundo en que vivimos es el mismo que el año pasado. Jesús
viene para invitarnos a realizar una actualización total de nuestra percepción
personal y comunitaria ante el acontecimiento de su venida. Es muy importante
para él contar con nuestras manos, pues podemos ser de vital importancia para
alumbrar el mundo y alumbrar nuestro caminar.
SIETE VELAS.
Ofrecidas por la Luz del Mundo, por nuestra Luz.
Vamos a encender siete velas,
siete, para recordar que no estamos en tinieblas,
ya que Dios es luz y buena
noticia por encima de nuestras ideologías y creencias.
Primera vela y buena noticia:
Dios se ha hecho amor para quienes
tienen el corazón roto y sólo han conocido orfandades y odios. Y con ellos,
para todos.
Segunda vela y buena noticia:
Dios se ha hecho libertad para los que están cautivos y para los esclavos de sí
mismos o de otros. Y con ellos, para todos.
Tercera vela y buena noticia:
Dios se ha hecho consuelo para los que sufren y esperan y lloran al borde del
camino. Y con ellos, para todos.
Cuarta vela y buena noticia:
Dios se ha hecho justicia para los que están marginados y tienen hambre y sed
de vida. Y con ellos, para todos.
Quinta vela y buena noticia:
Dios se ha hecho pan y vino para quienes se han vaciado dándose sin reserva,
enteros, en sendas y caminos. Y con ellos, para todos.
Sexta vela y buena noticia:
Dios se ha hecho arlequín para que volviendo a ser como niños, nos llenemos de
alegría y descubramos los colores de la vida, seamos esperanza y gratitud allí
donde estemos. Y con nosotros, se ha hecho alegría para todos.
Séptima vela y buena noticia:
Dios se ha hecho uno de nosotros para que nosotros no olvidemos ahora, en este
momento, y luego, que somos hijos suyos,
y con ello, hermanos entre
nosotros.
PLEGARIA DEL 1 DOMINGO DE ADVIENTO
Plegaria de alabanza y
petición (a dos coros)
Padre todo bondadoso que nos
amas y nos buscas.
Con toda la capacidad de
admiración
que anida en nuestro corazón
queremos bendecirte,
diciendo: Eres nuestro Padre,
tu nombre de siempre es
“Nuestro Salvador”.
Nos has elegido antes de la
creación,
bendiciéndonos con toda clase
de dones
para que llegáramos a ser
personas adultas.
Lo que contemplamos todos los
días,
desde la más pequeña semilla
hasta el movimiento de los astros,
nos revela hasta qué punto has
sembrado el mundo de poder y energía.
Te has volcado sobre nosotros
dándonos la luz de la
inteligencia,
la fuerza de la voluntad, el
calor del amor,
la capacidad para el trabajo,
el sentido de hermanos para
desplegar la fraternidad.
El proceso de nuestro
desarrollo personal,
la revolución de la historia,
el dominio del mundo,
la organización de la
sociedad, son proyectos posibles
porque Tú nos acompañas y
juntos,
tenemos fuerza para
consumarlos.
Por lo cual, unidos a los que
esperan,
te damos gloria, unidos todos
juntos en la oración
que nos enseño Jesús:
PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS
CIELOS… (todos)
(Sigue a dos coros)
Bendito seas, Padre, por
Jesús, que viene en tu nombre
Su vida nos revela que Tú eres
“un Dios
entre los hombres y mujeres
del mundo”.
Tu eres nuestro Dios, nosotros
somos tu pueblo.
El mundo no te es ajeno; eres
el Dios del mundo.
Por eso te entregas todo,
porque nos amas.
En la Cruz se nos revela el impensable
misterio del mundo:
un mundo salvado de la
maldición y un Dios maldito por amor al mundo.
Gracias te sean dadas a ti mil
veces porque eres nuestro y somos tuyos,
unidos para siempre con
alianza eterna.
Por eso has resucitado a
Jesús, porque Tú estabas con El
y no podías permitir que lo
tuyo pereciera.
Haz, Padre, que la invocación
de tu Espíritu
haga que tu Palabra –aquí
presente- cale en nuestra vida,
hasta hacerla fecunda como la
semilla caída en tierra buena.
Que esta Palabra nos lleve
hasta la presencia
permanente y real de Jesús, a
fin de que nosotros,
testimoniando con Él, nos
edifiquemos según tu voluntad.
Padre, recordando la muerte y
resurrección de Jesús,
y escuchando la voz de tus
profetas
que nos animan a confiar en un
mundo mejor;
te pedimos que aceptes de buen
grado
nuestro propósito de querer
trabajar por tu Reino
y de “preparar un camino a tu
Hijo Jesús”.
Siendo así, y siendo cada uno
de nosotros jóvenes o adultos,
construiremos un mundo joven
en el cual Jesús sea la novedad.
Unidos a Jesús, luz en el
camino de nuestra vida,
te bendecimos Padre, por los
siglos de los siglos. Amén.
(Adaptación
de la Plegaria DIOS SALVA, Jesús Burgaleta)
Iglesia conventual de Santa
Clara de Estepa. I Sábado de Adviento A.
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