Diario de Domingo.
LAUDES - 8.30 horas
Excepcionalmente hoy no he puesto el despertador. No exagero al afirmar que el despertar en mi vida es generalmente demasiado temprano como para confiar en la intuición propia al levantarme. Es por aquello de no sufrir el síndrome de: “se me han pegado las sabanas”. El caso es que aun a pesar de no tener el rigor del móvil despertador, a las siete desperté. Conseguí dormir un poco más hasta las ocho y media. Hora en la cual me dispuse al aseo personal –ducha no incluida- y recién aseado ya tenia a la puerta de la celda a mis perros Vela y Fernando, solícitos a ver que está dispuesto ha hacer un servidor. Ellos son demasiado inteligentes para ser canes, y por ello saben descifrar los tiempos y los elementos con suspicacia. Saben que la correa es paseo, pero igualmente saben que el breviario en la mano es igualmente paseo. Lo que pasa es que en este caso paseamos más de tres. Los dos animales, un servidor, y aquel que es el Padre de los pobres. Aquel que regala los dones para el servicio. Aquel que enciende la lumbre en los corazones. Comienzo a caminar con el sonido de los pájaros como banda sonora personalizada. Entre los olivos, surgen los rayos del sol, que hacen del olivar una pura filigrana plateada imposible de mirar fijamente. Me siento dichoso aspirando el frescor de la mañana y degustando una quietud, que casi se pudiera cortar con unas tijeras. ¡Ay Señor, eres el colmo de grande y de perfecto!. Exclamo al aire. Miro la montaña del “Hacho” cercana y pienso que en cuento refresquen los días tengo que subir al amanecer –como otrora hiciera- para decirle a Dios buen día desde la altura y llorar de emoción como aquella vez. En fin, comienzo laudes con el himno que nuestra madre la liturgia nos propone y me hace pensar las frases:
…misioneros de la alegría,
de la esperanza y del amor,
mensajeros del evangelio,
somos testigos del Señor… (de eso se trata el fin)
Junto a los salmos 150 y al Cántico de Daniel, doy gracias a Dios por el día de ayer. Fue una celebración entrañable y bonita. Un bautizo con sentido de la familia y de la fraternidad. Todo estuvo bien, ya que rito y celebración respecto de comensalía fu todo una misma cosa. Todo es sacramento eucarístico, pues todo es acción de gracias que se celebra y por ello se expresa. Gracias a Dios que nos unió. Gracias a la familia que nos reunió. Gracias al dueño de la casa que cual franciscano, dispone lo propio al servicio de los demás. Gracias a los que ayer se amaron e incluso respetaron –que no es poco-. Gracias Dios por la presencia del padrino de 95 años y bisabuelo del niño, y al que tanto amamos. Gracias por la risa y el jaleo de los niños. Gracias por las gambas…jaja. No pretendo ser irreverente, pero fue un gran cúmulo de cosas entre las que brillo Manuel Santiago, el neófito –antes catecúmeno-, y que junto a todo fue digno de celebrar.
Las preces de las Laudes las improviso por intenciones generales y propias, sobre todo por la memoria del abuelito Florencio que en la paz del Señor descansa desde hace siete años. ¡Como pasa el tiempo!.
Al regresar de Laudes, desayuno con fruta tostadas, pozo de café con leche –para los que me conoces no es una novedad-, galletas…etc. Luego limpieza general de mi celda con sacudido de techos, fregado de muebles…etc. Vamos tres horas de trabajo mas las dos de ayer tarde, en la cual limpié los inmensos ventanales.
Para los despistados os digo. Mi casa es una celda o la llamo Celda. Según la categoría de los cenobios e independiente de los que la habiten, estos como primera fundación son Celda, pasan a Priorato, luego Monasterio y finalmente Abadía que es el grado superior. Pero Celda como tal, no se reduce a una habitación. En el mundo Cartujo Celda es el inmueble que integra, sala de estudio, oratorio, dormitorio, cocina, baño y jardín pequeño. Como esas con las características de mi casita del campo, la llamo Celda o eremitorio.
SEXTA – 13.00 horas
Extenuado por la limpieza de casa y el fortísimo calor, antes de Sexta me refresco un poco en la piscina e incluso me da tiempo para ojear un poco la revista “Mi csa”, de decoración e interiores. Cambiado de ropa, camino hasta la cercana ermita de San Isidro, donde después de recoger los siempre presentes insectillos muertos, dispongo a preparar la hora intermedia. Cuando me coloco ante el atril de coro, me encuentro mas estimulado que en otros sitios. Es bueno prepararse un sitio en el que sentirse cómodo sin despistarse del fundamento del acto. Y esta pequeña iglesia, desnuda, blanca, de campo; -digo que- me inspira la quietud necesaria para acudir en busca del Señor, y en busca de mi mismo. La hora del Hijo, la dedico a los que viajan. En ella me siento muy cercano con todos aquellos que viajan en busca de vacaciones merecidas o inmerecidas. Sea cual fuere el sentido de las mismas. Permita Dios que regresen bien y renovados los ánimos y las sensaciones estresantes. Soy consciente de las dificultades de varios matrimonios y ruego a Dios con el corazón, para que el viaje que realizan con esperanzas de retornar el amor, este asistido por el espíritu. ¡Asistido de veras!. No me importa hasta donde sea capaz de colarse el Espíritu Santo. Mientras más se integre en nuestras vidas, mas fruto veremos.
Regreso a casa a preparar al almuerzo, que consta de fritada de chipirones una gran ensalada y yogur griego, pero de los baratos que igualmente esta bueno.
Mientras almuerzo veo en televisión un reportaje del camino de Santiago. El año que viene si Dios quiere seremos peregrinos y caminaremos un grupo de estepeños a Santiagos. Ante las reliquias de Patrón de Estepa y de España, nos postreremos pidiendo protección y sentido de la responsabilidad, pero eso será el año que viene. Por cierto, mientras almuerzo anoto en un papel una frase de una peregrina, que a su vez lee de un libro de firmas en una ermita del camino: “libre es quien dice no, sin necesidad de dar explicaciones”. Interesante pensamiento.
NONA – 15.30 horas
Esta hora del Espíritu es la más deseada. Permitidme la broma pero es la que antecede al descanso de la siesta –que hoy promete-. Acudo a la ermita ante la impasibidad de algunos vecinos. No es que pasen de mí, ni yo de ellos pues hay buena comunicación. Lo que pasa es que ellos ya están acostumbrados a verme ir cada pocas horas a la ermita en busca de la quietud del pequeño templo para orar. Nona es la hora del Espíritu por antonomasia.
“Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca”.
La lectura de Colosenses de hoy me ayuda a ser consiente que Pablo se refiere en sus recomendaciones, no a la sociedad en general, sino a la desvirtuada comunidad cristiana de colosas. Pedieron los moldes por así decirlo. ¿Y nosotros que?. ¿Acaso yo igualmente en ocasiones, no colaboro en hacer del reino de Dios casi un campo de batalla?. Por ello me avergüenzo y pongo interés en actuar responsablemente. “No todo el que me dice Señor, Señor; entrará en el reino de los cielos”. Obras, es lo que hacen falta. No obras de ladrillo, sino obras fraternas. Y poco me importa a mi lo que haga el otro. En cuanto a meterme en su vida, claro. No quiero ni pensar perder el sentido de comunidad. Pero ante Dios estamos solos. Solos y somos nuestros propis abogados. Ante Él no valen los: es que yo….
ESTUDIO - 17.30h
No os cansaré con esto porque casi me cansa a mí. Pero mañana presento examen y me tengo que preparar el formulario. LA INCREENCIA es el tema. Y las vías por medio de las cuales podemos ir en busca del Señor. Santo Tomas de Aquino detalla cinco, pero yo creo que es una sola… la sinceridad.
EUCARISTÍA – 19.00h
Santa Clara de Estepa, es siempre como un oasis ante el calor del verano. Y el canto de sus hijas es frescor que alegra el alma de los que celebramos junto a ellas la resurrección de Jesús. El buen pastor. El que nos anima a dejar la vaciedad por aquello que auténticamente merece la pena, lo que nos ayuda a formar comunidad y hacer en el mundo las obras que Dios desea.
VISPERAS – 20.15H
No es la primera vez que rezo vísperas de memoria. Son ya muchos años con la liturgia de las horas. En esta ocasión me encamino hacia el cortijo “La huerta Peña”, que dista de mi aldea unos seis o siete kilómetros. ¡luego hay que volver claro!. Pero el camino es muy, pero que muy reconfortante. Duro, pero continuo. Largo, pero esperanzador. Después de las vísperas rezadas de memoria e incluso cantadas al viento, doy lectura a un documento que me llevo, y en el cual se habla de la soledad. Los beneficios de la soledad y la responsabilidad de ponerse ante Dios. Con lo que uno es. Sin engaños ni falsas apariencias. Con la propia conciencia como juez y sin dejar de lado el sentido de la cominidad que a todos los embarga. Estar solo –desde luego- no es inhibirse de la realidad propia o ajena, al contrario. La persona contemplativa se presenta ante Dios con la obligación de ser y construir de una manera coherente. Pero hay que saber que llega el momento determinado de las relaciones personales. Es entonces cuando hay que poner en practica aquello que se oró ante Dios. La soledad es beneficiosa, para el que sea ser auténticamente sí mismo y dejar de lado el “sin el otro”.
DESCANSO – 24.00h
Me retiro hoy un poco tarde, pero una conversación de vecinos me ha retenido mas de lo esperado en la calle de la aldea. Termino dando lectura al Informe san Marcos. El libro que me leo y del cual estoy hasta el gorro. Pero me costo 20.00€ y hay que leerlo por narices.
Hasta mañana. Hoy ha sido un buen día.
Laus Deo