Estepa. Sexta.
UN FIN DE SEMANA EN MAMBRÉ
Laboralmente, entre el fin de semana pasado y esta semana en su totalidad, admito que llevo días sin asueto general.
Este fin de semana -que meteorológicamente se está estropeando- será de largos paseos, lecturas profundas. Me adentraré en la vida de los principales profetas y su vocación de anunciadores. Igualmente mis estudios me llevarán a los libros sapienciales de la Biblia, que son de los mas bonitos, por su elocuencia, entre otras cuestiones.
A mi casa de retiro, a mi pequeño monasterio, me llevo este fin de semana varias preocupaciones. Hay que estar pendientes de la actualidad, de la democracia de la que están tan necesitados en algunos países. Hay que estar pendiente de la realidad del Evangelio en el mundo y de su vigencia en nuestras vidas. Las lecturas del fin de semana, nos llaman a la concordia entre aquellos que no nos caemos demasiado bien. Reconozcamos que en cada ser humano reside la propia dignidad de Dios.
Escuchemos y estemos atentos a los demás, un poco más de lo que estamos pendientes de nosotros mismos. Recomiendo una lectura profunda y estimulada con un olor de fragancia "inciensal", e incluso quizás una tenue música de fondo. Estar bien consigo mismo, en definitiva, para irradiar lo vivido entre los demás.
Paz y buen, pues. Sed felices y estad en paz interior.
Ese es el secreto y la esencia de un buen fin de semana. Laus Deo.
atte. Floren.