CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 30 de mayo de 2014

ASCENSIÓN Y LA ELIMINACIÓN DE BARRERAS ENTRE CIELO Y TIERRA

“Los cielos son mi trono y la tierra la alfombra de mis pies. Pues ¿Qué casa me vais a edificar o qué lugar de reposo […]?” Is 66,1


Con el evangelio de Mt 28,16-20, la liturgia celebra el domingo de la Ascensión del Señor. Por cierto un texto que precisamente no cuenta la ascensión en sí misma, sino unas palabras de despedida del Señor a sus once discípulos en las cuales les manifiesta el sentido de la misión universal. De todas formas la Ascensión tiene desde antiguo un lugar destacado en la creencia cristiana, pues es la máxima exaltación del Señor junto al episodio de la transfiguración. 

"Ascender es llegar a la plenitud del cumplimiento, habiendo dejado un reguero de vida testimonial al servicio de la Palabra, al servicio de aquellos a los que Jesús amaba con más consideración, los desfavorecidos y desestimados, los embaucados por las falsas teorías religiosas que oprimen y los traicionados por ideales que destruyen la realidad concreta de todo hombre y mujer en este mundo"


Hoy por hoy, nos puede valer la máxima incuestionable de nuestra fe de que “Dios es nuestro Padre, y Jesús resucitado es su hijo”. Pero tenemos un ordenamiento psicológico y una educada costumbre cultural heredada del pueblo judío, que establece claramente un orden respecto de los espacios terrenales o celestiales en los que viven las personas y Dios respetivamente. 
Infierno, tierra, cielo –gloria-. Allí en la gloria esta Cristo el Señor, sentado a la diestra de Dios a su derecha, en el lugar más digno.  “Subió al cielo y está a la derecha de Dios, y a quien han quedado sujetos los ángeles y demás seres espirituales que tienen autoridad y poder” (1Pe 3,22). 
Sin lugar a dudas los evangelios sinópticos están completamente influenciados por la escatología antigua, que enseña fundamentalmente el pueblo judío y en esto el evangelio de Mateo es un buen exponente. Desde siempre se ha creído en la posibilidad de una interconexión entre el cielo y la tierra. “Y tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por ella subían y bajaban los ángeles de Dios” (Gn 28,12). En el A.T. 
Dios desciende en numerosas ocasiones en su camino a la tierra (Ex19,11.Miq1,3.Sal144,5), y establece las nubes como su vehículo de transporte (Núm 11,25). Desciende el Espíritu Santo (Is32,15.1Pe1,12), y desciende y asciende la Palabra de Dios como exponente máximo de lo que para un cristiano de hoy significa, o puede significar la ascensión del Señor. “Como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer; así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, y sin hacer aquello para lo que la envié” (Is 55,10-11). 
No perdamos de vista que se exalta aquello que merece un reconocimiento especial, aquello que ha sido autentico y quizás fructífero. Ya la más antigua tradición coloca a Jesús ascendiendo al cielo, como máximo exponente de lo que supone ser un cumplidor fiel y solicito de la misma Palabra de Dios, de su voluntad por incomprensible que nos resulte en ocasiones. 
Ascender es llegar a la plenitud del cumplimiento, habiendo dejado un reguero de vida testimonial al servicio de la Palabra, al servicio de aquellos a los que Jesús amaba con más consideración, los desfavorecidos y desestimados, los embaucados por las falsas teorías religiosas y los traicionados por ideales que destruyen la realidad concreta de todo hombre y mujer en este mundo. 
Creo que la ascensión nos llama precisamente a ser ese nexo de unión entre cielo y tierra. Y este llamamiento interpela a cristianos y no cristianos cuya causa de vida es la humanidad, la gente. 
De nosotros depende que no exista barrera alguna entre cielo y tierra. Como aquella barrera simbólica de acceso al Señor situada en el templo, que estableció Ex 26,31 en forma de velo y que nadie podía traspasar. Una barrera que Cristo mismo rompió con su muerte Mt 27,51 rasgando de arriba abajo y liberando la relación entre Dios y la persona sin intermediarios de ningún tipo o clase. 
Pues sigamos colaborando con Jesús para eliminar infierno y abismo, considerando estos últimos como la causa de la desatención a las personas, la exclusión de las mismas y la aborrecible acepción de personas que se hace en muchos sitios tanto por sexo, raza o condición social. Sinceramente, no me importa si el Señor ascendió o se quedó donde fuera. 
Yo lo considero digno de lo más grande y de la gloria más plena. Pero quiero creer y creo, que precisamente esa gloria es la que él mismo nos ofrece a todos, sin barreras de ningún tipo. Asumiendo que somos sus manos y sus pies, y por ello debemos dar vida y gloria aquí en la tierra, a todos aquellos que viven en su vida un puro infierno. Para estos no habrá ascensión, ni reconocimiento personal ni mundial. 
Pero nos tendrán a nosotros y verán en nuestro abrazo el abrazo del padre que les quiere sin medida, y sin preguntarle de donde vienen, a donde van, o a quien aman y de qué manera. Jesús ascendiendo al cielo es un llamamiento hoy día, para devolver a la humanidad su pleno sentido y realización. 
En la persona, en su vida y en el reconocimiento de su dignidad. ¿Ascendemos?

Floren Salvador Díaz Fernández

sábado, 24 de mayo de 2014

DESENTENDERSE HOY, ES SER CÓMPLICE DE LA MUERTE DE CRISTO - DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA HOMOFOBIA


"Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros." 
(Juan 15,18)



Lo deseable es que no haya odio entre los humanos, que no crezca y cunda la maledicencia. Pero puede convertirse este anhelo en una utopía. Y la verdad es que hay personas que no son tratadas dignamente, no ya porque participen en tal o cual conflicto de intereses , sino que son maltratadas por su orientación sexual.
Quiero dejar aquí constancia de la Oración que celebramos el sábado pasado día 17 de Mayo en una parroquia de Málaga, el grupo y amigos y familiares que componen la comunidad M.A.R.
Fue algo muy profundo y muy compartido, porque junto a la escucha de la Palabra, fuimos desgranando el testimonio vital y de vida, de personas a las que les ha costado la vida su orientación sexual.
Al respecto, los cristianos tenemos que estar ahí, frente a toda injusticia con actitud de denuncia. De denuncia silente o a voz en grito, pero con el convencimiento de que Cristo es clavado en una cruz, tanto cuando muere un niño de hambre, cuando una mujer es asesinada o una persona LGTB vilipendiada, torturada, vejada o asesinada.
Espero de esta comunidad virtual, la solidaridad y sensibilidad necesarias para atender en la oración y en actitud de vida, este grito que se hace por "estos que son de Cristo, y que son apartados y odiados como Cristo lo es con ellos"; para que no se les odie sino que se les respete. Para que la actitud de la sociedad y sobre todo la actitud de la Iglesia, sea una actitud humana, inclusiva y fraterna, pues todos somos piedras vivas del templo de Cristo.
Abrazos, mi felicitación a los organizadores de Málaga y a l@s herman@s de Sevilla y ánimo en la lucha.
Acabo con una frase que tiene su aquel: "DESENTENDERSE HOY, ES SER CÓMPLICE DE LA MUERTE DE CRISTO"
atte. Floren.

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EL ESPÍRITU DE LA VERDAD

6 Pascua (A) Juan 14, 15-21
EL ESPÍRITU DE LA VERDAD
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, 
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA21/05/14.- Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y abatidos. Pronto no lo tendrán con él. ¿Quién podrá llenar su vacío? Hasta ahora ha sido él quien ha cuidado de ellos, los ha defendido de los escribas y fariseos, ha sostenido su fe débil y vacilante, les ha ido descubriendo la verdad de Dios y los ha iniciado en su proyecto humanizador.
Jesús les habla apasionadamente del Espíritu. No los quiere dejar huérfanos. Él mismo pedirá al Padre que no los abandone, que les dé“otro defensor” para que “esté siempre con ellos”. Jesús lo llama “el Espíritu de la verdad”. ¿Qué se esconde en estas palabras de Jesús?
Este “Espíritu de la verdad” no hay que confundirlo con una doctrina. Esta verdad no hay que buscarla en los libros de los teólogos ni en los documentos de la jerarquía. Es algo mucho más profundo. Jesús dice que “vive con nosotros y está en nosotros”. Es aliento, fuerza, luz, amor... que nos llega del misterio último de Dios. Lo hemos de acoger con corazón sencillo y confiado.
Este “Espíritu de la verdad” no nos convierte en “propietarios” de la verdad. No viene para que impongamos a otros nuestra fe ni para que controlemos su ortodoxia. Viene para no dejarnos huérfanos de Jesús, y nos invita a abrirnos a su verdad, escuchando, acogiendo y viviendo su Evangelio.
Este “Espíritu de la verdad” no nos hace tampoco “guardianes” de la verdad, sino testigos. Nuestro quehacer no es disputar, combatir ni derrotar adversarios, sino vivir la verdad del Evangelio y “amar a Jesús guardando sus mandatos”.
Este “Espíritu de la verdad” está en el interior de cada uno de nosotros defendiéndonos de todo lo que nos puede apartar de Jesús. Nos invita abrirnos con sencillez al misterio de un Dios, Amigo de la vida. Quien busca a este Dios con honradez y verdad no está lejos de él. Jesús dijo en cierta ocasión: “Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. Es cierto.
Este “Espíritu de la verdad” nos invita a vivir en la verdad de Jesús en medio de una sociedad donde con frecuencia a la mentira se le llama estrategia; a la explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia, orden establecido; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto, sinceridad...
¿Qué sentido puede tener la Iglesia de Jesús si dejamos que se pierda en nuestras comunidades el “Espíritu de la verdad”? ¿Quién podrá salvarla del autoengaño, las desviaciones y la mediocridad generalizada? ¿Quién anunciará la Buena Noticia de Jesús en una sociedad tan necesitada de aliento y esperanza? 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia). 

miércoles, 21 de mayo de 2014

HERALDOS DEL INFORTUNIO AJENO

Heraldos del infortunio ajeno

Hace unos días concretamente este fin de semana pasado, recibí una decena de whatsapp relativos a una imputación de tres políticos de Estepa. Tres políticos a los cuales yo no les enmendaré la plana, pues considero muy cuestionable su manera de gobernar y sobre todo la manera con que han tratado a muchas personas en cuanto a contrataciones y sobre todo despidos. Entiendo que tantos mensajes por el whatsapp, responden a la facilidad que las nuevas tecnologías nos ofrecen para transmitir en tiempo real y a un gran número de personas, una determinada información o mensaje. 

Y está bien informar y difundir cosas. Pero junto a esto me pregunto, ¿hay en esa difusión una clara intencionalidad por difundir el infortunio ajeno? Todos de alguna manera somos voceros –o podemos serlo-, de causas o noticias concretas que se refieren a personas y cuyas circunstancias no son felices. Pero como he dicho en otras ocasiones, en un pueblo como es Estepa los ciudadanos tenemos que vernos todos los días, tratarnos, hay vinculos familiares entre personas de distinto color político; nos tratamos de vecinos en muchos casos etc…; y por ello considero que merece la pena ser sensibles a la realidad de cada cual, sin que por ello haya que exonerarlo de la responsabilidad jurídica, civil y social. Cuando difundimos mensajes de este tipo, ¿nos hemos puesto en el papel del protagonista y que a buen seguro lo estará pasando mal? Llegado a este punto y por mi condición cristiana, me atrevo a reseñar un pasaje del Evangelio de Mateo (7,12a): “Así pues, haced con los demás lo mismo que queréis que los demás hagan con vosotros”. ¿Qué quieres tú para ti? No, no me estoy yendo por las ramas, que luego todos vamos a la iglesia cuando nacemos y nos morimos. Yo no puedo apartar mi condición cristiana de mi pensamiento político, van de la mano en un maridaje estupendo que intento vivir con coherencia y mucha gratitud. Y es por eso que siendo consciente de esta enseñanza de Jesús, se me ocurre pensar hoy que si por causa de un error o una equivocación yo fuera el imputado en tal o cual cosa, y si tuviera una familia y unos amigos que se adolecen de mi infortunio; me gustaría al menos que se me tratara con respeto –y quizás con sensibilidad-, se observara mi presunción de inocencia y se me diera la oportunidad de explicarme. Insisto en algo, en este escrito insisto en la moral y no exonero a nadie de su responsabilidad. Quien cometa una ilegalidad, la justicia caiga sobre él. Quien robe dinero, que lo devuelva hasta el último €uro. Y con el que no paga, ¡¡que pague!! Ya dijo Dios en el libro del Deuteronómio (cap.24,15): "Al trabajador, págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque está necesitado, y su vida depende de su jornal; de otra manera clamará al Señor y serás culpable de pecado."

jueves, 15 de mayo de 2014

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EL CAMINO

5 Pascua (A) Juan 14, 1-12
EL CAMINO
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

Al final de la última cena, los discípulos comienzan a intuir que Jesús ya no estará mucho tiempo con ellos. La salida precipitada de Judas, el anuncio de que Pedro lo negará muy pronto, las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertado y abatidos. ¿Qué va ser de ellos? 

Jesús capta su tristeza y su turbación. Su corazón se conmueve. Olvidándose de sí mismo y de lo que le espera, Jesús trata de animarlos:”Que no se turbe vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí”. Más tarde, en el curso de la conversación, Jesús les hace esta confesión: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. No lo han de olvidar nunca.
“Yo soy el camino”. El problema de no pocos no es que viven extraviados o descaminados. Sencillamente, viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento.
Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? Si se acerca a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino. A veces, avanzará con fe; otras veces, encontrará dificultades; incluso podrá retroceder, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.
“Yo soy la verdad”. Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. No todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de la realidad
Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede abrir a su Bondad.
“Yo soy la vida”. Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el mismo fondo de nuestro ser, nos infunde un germen de vida nueva.
Esta acción de Jesús en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. El mismo creyente solo intuye una presencia imperceptible. A veces, sin embargo, nos invade la certeza, la alegría incontenible, la confianza total: Dios existe, nos ama, todo es posible, incluso la vida eterna. Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida. 
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

SAN ISIDRO LABRADOR, LA SALADA. ESTEPA Año 2014


jueves, 8 de mayo de 2014

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - NUEVA RELACIÓN CON JESÚS

4 Pascua (A) Juan 1, 1-10
NUEVA RELACIÓN CON JESÚS 

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

En las comunidades cristianas necesitamos vivir una experiencia nueva de Jesús reavivando nuestra relación con él. Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida. Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente. El evangelio de Juan hace algunas sugerencias importantes al hablar de la relación de las ovejas con su Pastor.
Lo primero es “escuchar su voz” en toda su frescura y originalidad. No con fundirla con el respeto a las tradiciones ni con la novedad de las modas. No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia, no comunican su Buena Noticia.
Es importante sentirnos llamados por Jesús “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer por él personalmente. Descubrir poco a poco, y cada vez con más alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas.
Es decisivo “seguir“ a Jesús. La fe cristiana no consiste en creer cosas sobre Jesús, sino en creerle a él: vivir confiando en su persona. Inspirarnos en su estilo de vida para orientar nuestra propia existencia con lucidez y responsabilidad.
Es vital caminar teniendo a Jesús “delante de nosotros”. No hacer el recorrido de nuestra vida en solitario. Experimentar en algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús, más humano, más amigo, más cercano y salvador que todas nuestras teorías.
Esta relación viva con Jesús no nace en nosotros de manera automática. Se va despertando en nuestro interior de forma frágil y humilde. Al comienzo, es casi solo un deseo. Por lo general, crece rodeada de dudas, interrogantes y resistencias. Pero, no sé cómo, llega un momento en el que el contacto con Jesús empieza a marcar decisivamente nuestra vida.
Estoy convencido de que el futuro de la fe entre nosotros se está decidiendo, en buena parte, en la conciencia de quienes en estos momentos nos sentimos cristianos. Ahora mismo, la fe se está reavivando o se va extinguiendo en nuestras parroquias y comunidades, en el corazón de los sacerdotes y fieles que las formamos.
La increencia empieza a penetrar en nosotros desde el mismo momento en que nuestra relación con Jesús pierde fuerza, o queda adormecida por la rutina, la indiferencia y la despreocupación. Por eso, el Papa Francisco ha reconocido que “necesitamos crear espacios motivadores y sanadores... lugares donde regenerar la fe en Jesús”. Hemos de escuchar su llamada. 
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

miércoles, 7 de mayo de 2014

1000 BESOS

Ayer me tropecé con un escrito de 2008, titulado "1000 BESOS". Os lo ofrezco con toda la generosidad del mundo, pues lo escribí la noche que falleció mi abuela Remedios Reina Luque. Una mujer que marcó mi vida y a la cual recuerdo cien veces cada día, tanto por su persona en sí, como por el amor tan grande que le tenía. ¿Sabéis qué? Cuando voy al cementerio no tengo conciencia de que ella está allí. Allí está su cuerpo, o lo que quede de él. Pero ella esta vida, en mi vida, en mí.
Un saludo a todos/as y feliz día.


“Vivir en los corazones que dejamos tras nosotros, eso no es morir” (Thomas Campbell) El otro día cuando hacía deporte con la bici, me vino a la cabeza unos datos curiosos de esos que dan los medios de comunicación, cuando no existen noticias relevantes y tiran de estadísticas o efemérides. Decía que España envejece con gran rapidez y en el año 2050 será el tercer país más viejo de la OCDE. Informaba que en esta fecha un 35% de sus habitantes seremos mayores de 65 años, según la estadística consultada. ¡Vamos que España será en el 2050 el tercer país más viejo de una larga lista de treinta estados!. Al menos nos puede quedar el consuelo de que son datos que los gobiernos admiten, y realizan políticas que palian la atención a los mayores de la sociedad. Aunque desde luego para los de a pié todo es poco. Al uso del comienzo yo en mi transitar sobre ruedas pensaba sobre esto y contaba los niños y los ancianos que veía, y la verdad es que entre el traqueteo de las bandas reductoras de velocidad del camino de Roya y los rigores del trafico, pues se me iba el sermón. Pero mi sermón no estaba perdido, porque aquel pensamiento de los mayores hizo eco en mi cabeza, ya que por las fechas estaba en casa mi anciana abuela materna. Y desde luego serán muchos y muchas las que sentirán estas palabras suyas al hablar de alguna persona mayor que dependiente y en su totalidad, vive con nosotros en casa. La vida no pasa en balde, y por ello el cuerpo humano se deteriora y degenera hasta poder llegar a convertirnos en una rara estampa de lo que fuimos. Esto se dice a quien no lo pasa y puede que la persona amiga se haga eco de tu sentir y el de tu familia. Un ánimo, un abrazo, un tortazo en la espalda para infundir fuerza, un ¡llámame si te hace falta algo!...etc. Todo bondad y buenas intenciones de parte de quienes sienten reciproca la amistad y el cariño. Pero cuando llegas a casa eres consciente de que aquello es tuyo y de tu familia. Sabes que a cada persona hay que ponerla en su sitio, y por esa humana y moral convicción estás dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para dignificar la vida de la persona mayor que vive en tu casa. Se tienen facilidades y por parte de la administración pública de ofrece una amplia carta de disposiciones que aunque sea a costa de meses de papeleo e infinidad de visitas al “Niño Anselmo”, pueden merecer la pena. Pero uno siente esa disposición gubernamental y ve como los ancianitos son paseados por la avenida para que les dé el sol y el aire, y como se incentivan la construcción de residencias y centros de día, y como de perfila la ley de la Dependencia para utilizarla como arma afectiva contra las desatenciones a los mayores. Pero mientras todo esto se perfecciona, a los de casa nos toca atender al enfermo con las manos y los medios de los que disponemos. ¡No siempre serán los mejores!, pero serán los que se utilizan desde la capacidad que dicta el corazón. Y es que al ver a mi anciana abuela en casa y en las circunstancias físicas en las que estaba, a uno se le rompe el alma al comprobar cómo se le va la vida a una persona, sin que por tu parte puedas hacer casi nada más que lavarla y atenderla. Todos los ángeles de la noche que durante su última y penosa etapa la han atendido en casa, lo hicieron poniendo su corazón en las manos. Y con aquellas manos que ella dio a luz, se le lavo, se le enjugo, se le alimentó y se le beso. Todo con sumo cuidado, todo con miras a preservar su salud y su seguridad. Abordando cosas tan penosas como tener que limitar sus movimientos por miedo a caídas e infortunios, que a esas edades son terriblemente dolorosas. Y un día y otro día, y una noche y otra noche…etc. Y la verdad es que siempre el cuidador o cuidadora no tiene ganas de sonreír. Se pierde la paciencia, decae la alegría, se asume la desesperanza y cunde la lágrima y el desanimo. Un ¡ay Dios acuérdate de ella porque esto no es vida!, y un día y otro día y cuando miras el almanaque o celebras un bautizo en familia, caes en la cuenta de que han pasado seis años o mas aun. Que dura es la vida, y a la vez que magnifica. Digo magnifica porque en ella y al presentarse estas pruebas duras, la persona demuestra en muchos casos lo mucho que es capaz de dar de sí. Se pierde asta en sentido del asco cuando atiendes las necesidades humanas de aquello que es tuyo, porque te parió o te crió. Te aflora de nuevo un amplio sentido maternal porque por intuición tienes que casi adivinar la necesidad de la enferma. Y al ver que la vida se va, te entran ganas de abrazarla fuertemente y sin romperla, porque sabes que queda poco de aquella vida que todos hemos recibido de ella. Yo por mi parte admito que nunca pensé que las arrugas pudieran tener tanta belleza. Nunca imaginé la tersura de la piel a lo largo de casi un siglo de existencia. Nunca creí que fuera capaz de dar tantos besos a una persona. No se los que fueron, puede que mil. Pero en cada momento y a pesar de que la senilidad se apoderó de su mente, ante la cara de su nieto difícilmente se incorporaba y me daba un sonoro beso en la mejilla. Por ello me enorgullezco al pensar que mi abuela no perdió la sensibilidad con las personas que la queremos. La queremos sí, y lo digo en presente porque tardarán bastantes años hasta que sea olvidada y deje de ser querida. Puede que esto último no suceda jamás. Porque cuando es tanto el roce, cuando es tanta la vida, cuando es tanto el servicio que nos ha dado y tantísimo el cariño ofrecido y los arroces en amarillo cocinados; nunca se tiene suficiente tiempo para dejar de querer y dejar de recordar. Lo que dejamos en el cementerio tiene poco sentido. Lo que nos queda en el corazón es la esencia misma de Remedios Reina, la del Horno de Carmen Luque. Una gran mujer digna de ser amada y querida. Dejad que brame el mar y el estruendo de las olas, dejad que suene el viento y arrecie contra nuestra casa; por muy fuerte que todo esto sea, aun es más fuerte tu recuerdo y tus amores. Todos los que te profesé y dedique. Aquellos mil besos que junto a tus hijas y nietos te di… solamente tengo la dicha de saber que los recibiste de buen grado. ¡Nunca morirás en mi alma!, ¡siempre vivirás en mis entrañas, porque te quise como a muy pocas personas en el mundo! ¡Un eterno beso de, tu Florencio!

domingo, 4 de mayo de 2014

JESÚS EN CONSERVA, COMO EL ATÚN

Jesús en conserva, como el atún
Desde la pequeñez de mi cristianismo, admito que el papa Francisco no deja de sorprenderme. Hoy leo un titular suyo en el que le dice a los miembros de acción católica y a todos los cristianos del mundo: “Hay que dejar las puertas abiertas de las parroquias, al menos para que salga Jesús". 

La frase como todo lo que dice o hace Francisco, tiene su aquel. Es determinante y desde luego aunque puedan ser variadas las interpretaciones, esta afirmación del papa da por hecho que Jesús hay que llevarlo y hay que dejarlo llevar; y que guardarlo para sí y como si lo tuviéramos en conserva, no tiene sentido o tiene poco sentido, si se reduce la pastoral al perímetro del inmueble parroquial y sus aledaños. 
Todo esto me lleva a pensar en la tan necesaria descentralización de las parroquias. Aviso para navegantes. Esta afirmación –en negrita- suele suscitar incomodidad respecto de aquellos que ven en este planteamiento un atentado contra la autoridad presbiteral. La autoridad determinante de la que hacen uso los curas en las parroquias es algo más que contraproducente para la iglesia, pero ese es otro tema. Volviendo a la descentralización de las parroquias, recuerdo hace años que opiné al respecto de este planteamiento tan poco compartido por la mayoría de los párrocos, y sobre todo por los jóvenes curas recién salidos de los seminarios. 
Estas personas, salen de sus centros de formación con una deformación religiosa instala en su intelecto; la inamovible determinación de que la relación de cada persona individual con Dios pasa necesariamente por ellos. Nada más lejos de la realidad. Recuerdo al anterior papa cuando escribió que: “No hay prioridad más grande que ésta: abrir de nuevo al hombre –y a la mujer- de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y nos comunica su amor para que tengamos vida abundante”  (Benedicto XVI, VD 2); es más que oportuna para denotar la innata vocación a la que es llamada la Iglesia de Jesucristo, desde su colectividad. 
Lo que me inquieta es si precisamente nuestra iglesia, está descifrando correctamente los signos de los tiempos y se deja imbuir del mismo Espíritu qua anima a Francisco, para alcanzar esa iluminación que le predisponga a indicar a otros cual es el camino oportuno o determinado para acceder a Dios y lo que entendemos por voluntad de Este. Con motivo de la semana santa he leído atentamente muchas cosas relativas a la pastoral, algunas de ellas escritas por laicos comprometidos. Bien por ellos y por su compromiso. 
Pero tengamos en cuenta que Pastoral no es algo estático en la iglesia, ni es algo relativo al estrato eclesiástico y jerárquico, pues el peor pastor es el que confunde la evangelización con la gobernabilidad. La pastoral es “eclesial”, relativa a la comunidad y por ello no solo está en movimiento, sino que está viva pues reside por sí misma en cada una de las personas que pueden sentir la necesidad de anunciar a Cristo desde su vida, privada o comunitaria. Lo que he leído de pastoral en publicaciones locales me inquieta un poco porque define ampliamente un “concepto de pastoreo –rebaño-“ que sinuosamente conduce en la mayoría de los casos a que el trabajo duro se les da a los laicos, mientras que la programación, evaluación…etc, es cosa de uno o se les da a las personas listo para ser degustado. 
Lamentablemente estas deficiencias que yo aprecio son insalvables en muchos casos, mientras la labor misionera de la Iglesia este erradicada en la pastoral de la obligatoriedad sacramental y burocrática. La iglesia es su gente, la gente de los pueblos y de las comunidades –no solo los que siempre están o cumplen y comulgan-, y en muchos casos considero que Jesús de Nazaret nos invita a poner pies en polvorosa y caminar al fin y al cabo. 
Quizás alejarnos de lo siempre conocido y aventurarnos a brujulear por los caminos de la fe y la vida. Caminar como aquellos de Emaús, que se alejaban de Jerusalén. No está puesta Jerusalén en el evangelio por casualidad, no. 

El evangelista nos anima a marchar, a dejar de lado lo institucional si este ámbito ahoga nuestras posibilidades expansivas de evangelizar. Emaús nos anima en primer lugar a caminar y conocernos a nosotros mismos, aceptándonos de corazón como obra de Dios, pues “somos lo que somos ante Dios”. Por ese sendero encontraremos personas sencillas, corrientes. 
Personas que no se dedican a la adulación mediática que tanto lastra la sinceridad, sino que viven y se relacionan con normalidad con sus luces y sus sombras. Hay que resucitar ahí precisamente, sea cual sea el medio que nos rodea. Con cada uno de ellos y ellas. Junto a sus vidas y sus costumbres, sus ídolos, sus temores y alegrías, sus grandezas y miserias. 
Esa es la humanidad y ahí esta el Señor. 
Una humanidad que tras vivirla nos anima a comer, y ahí también está el maestro, en ese alimento vivido y compartido. Serán naranjas, pan de molde o de hogaza, un vino tinto, un sorbo de agua compartido entre ciclistas, unas cañas, un abrazo “apretao”. Caminemos pues, y sobre todo dejemos la puerta abierta. Quién sabe, quizás algún día dejamos de tener guardadito y en conserva al Señor.  Feliz tarde.

Atte, y desde la ya calurosa Andalucía. Floren.

jueves, 1 de mayo de 2014

PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES PARA TRABAJOS BASURA - 1 MAYO DÍA DEL TRABAJO DIGNO

Prevención de riesgos laborales para trabajos basura

Si, el titulo es más que elocuente en el momento en el que vivimos. Cuando una persona accede a un trabajo, lo primero que tiene que hacer es un curso sobre riesgos laborales. Está bien sí, pero se da la paradoja de que el propio trabajo obtenido y la retribución que conlleva, pueden ser ya un riesgo en sí mismos sin necesidad de que el trabajador sufra un accidente. 

Hoy 1 de Mayo es el día del trabajo según lo estableció la Segunda Internacional Socialista. Es día de manifestaciones por el trabajo y la dignidad de trabajadores y trabajadoras. Y no solo por estos, sino también por aquellos que buscan un trabajo y por los que lo han perdido. Es un día que yo particularmente dedico de una manera especial a esta causa, dedicándome a la lectura sobre el tema y a la reflexión y el estudio. Si uno abre los diarios escritos o los de internet, se degustará de un baile de titulares y de cifras que oscilan entre la dicotomía de ver la botella medio vacía o medio llena, en función de si los medios consultados son progresistas o conservadores respectivamente. 

"Hay que votar para exigir luego. Hay que votar, porque el voto es el grito silencioso de los inconformistas"

El paro actual en España es de 5.933.300 personas demandando empleo, y aun que desciende de manera muy suave y casi imperceptible, el empleo que se crea es precario, está mal retribuido y no es empleo fijo en la mayoría de las contrataciones. Pero como soy amigo de dejar de lado las cifras llamadas “macro…tal”, o “macro…cual”, les invito a que vayamos a la vida a nuestra vida, para reflexionar con conocimiento de causa. Ayer realizaba yo un trabajo floral en una hermandad cristiana y de raíces obreras. Mire usted por dónde, mientras yo realizaba los centros de flores varias personas estaban enzarzados en una tertulia sobre trabajo. Hablaron de despidos recientes en el pueblo y como se les hecha a la calle a la gente como un plato de agua. Hablaron de tal y de cual, pero me llamó la atención la mención que una persona hizo, lamentándose porque le habían ofrecido un trabajo en la construcción pagándole la hora a 5€uros. ¡5,00€! Si una mujer limpiando en la calle cobra sobre 8 €uros la hora, podemos deducir que hay empresarios que se aprovechan de la situación límite de muchos, para encontrar obreros que se venden por dos cuartos a la desesperada. En mi opinión esta situación habría que perseguirla y penalizarla, pues solo conduce a que la clase obrera quede absolutamente vilipendiada y desprestigiada, pues está claro que la políticas de hoy en España favorecen al que crea empleo por muy precario que este sea. Es catastrófico el índice de 34,94% de parados en nuestra Andalucía. Y si bien es verdad que es la comunidad con mayor población, creo que es la comunidad que tiene más derecho a pedir al gobierno de la nación un plan determinante para el empleo en las zonas rurales, que son las más deprimidas. Igualmente a esto, se necesita una apuesta determinante en Europa por el empleo juvenil. Necesitamos ya que se impulse –con la determinación que se impulsa la inyección de millones de €uros a los bancos- ese cacareado plan “GARANTIA JUVENIL” para apostar por el empleo juvenil en Europa.

"La oferta de trabajo precario habría que perseguirla y penalizarla, pues solo conduce a que la clase obrera quede absolutamente vilipendiada y desprestigiada"

Necesitamos que la mujer esa equiparada totalmente en sus derechos laborales respecto de los hombres. Necesitamos un plan para ayudar a los millones de familias europeas que tiene todos sus miembros en paro, y para ello necesitamos impulsar una “Renta Básica”, con la que hacer frente a lo más básico la comida, pues los pobres crecen en nuestra vieja Europa como las setas en los bosques. Siempre ha habido problemas y conflictos en el plano laboral, sino el libro Bíblico del Deuteronomio no recogería máximas como esta: "No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque está necesitado, y su vida depende de su jornal" (Dt 24). Y por elocuente que sea o por muy de moda que esté, también el papa Francisco ha dejado ya perlas en este sentido al admitir que: “Donde no hay trabajo, falta la dignidad. Y esto (…) es consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia; un sistema económico que tiene en el centro un ídolo, que se llama dinero.” (Encuentro con el mundo del trabajo en Cagliari, 22-9-2013) Pero no puede ser así, de ninguna de las maneras. En más de una ocasión he reivindicado la rebeldía ante los mercados, el consumismo y esta cultura de la intolerancia a los derechos de los ciudadanos. Es importante prestar la voz y la intención de voto para revertir las políticas que dejan de lado a los desfavorecidos. Como dije en otra ocasión, es importante poder decir alto y claro “NO” en mi nombre, y apostar por ideologías que opten de una manera clara y concisa por los derechos de los ciudadanos de a pié y la prevalencia de lo público como garantía del estado del bienestar o más bien del Digno Estado de Vida. Un Digno Estado de Vida, que bombardean constantemente los gobiernos que se atreven a pedir más sacrificios a las clases bajas o medias que más sufren los envites de la crisis. Estemos unidos pues, en este día. Estemos atentos, sopesemos las políticas y su orientación pues pronto deberemos de optar por la gobernanza europea y desentenderse hoy, es ser cómplice del desastre del mundo. Hay que votar para exigir luego. Hay que votar, porque el voto es el grito silencioso de los inconformistas. Feliz día del trabajo.