Orgullo #worldpride2017
Un año más llega la fiesta del
Orgullo Gay, reivindicando el espacio que las personas LGTB y de otras opciones
sexuales solicitan para sí mismas y para todo el mundo, habida cuenta de que aún
queda mucho por andar. Hace 39 años que murió asesinado Harvey Milk, el primer
homosexual abiertamente declarado, que obtuvo el primer puesto en política
siendo miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco (EE.UU.) por el
Distrito 5.
“doy gracias a Dios, pues el orgullo que sentimos y que hoy
podemos mostrar, en una parte muy considerable es gracias Él”
Lo que yo desearía es que no tuviéramos que celebrar esta fiesta
con aire reivindicativo, pues sería señal de que el trabajo está hecho y de que
no necesitamos que se nos dé nada más. Pero indudablemente no es así. En muchos
países no ser heterosexual le cuesta la vida a la gente.
Ser libres les cuesta
aun más, pues la cultura de algunas sociedades arrastra a los ciudadanos hacia
el abismo del fanatismo y la incomprensión de la grandeza del amor libre. Sí,
amor libre. No quiere decir esto que cada día se ame a alguien distinto, pero
si así se hace estaría bien, mientras no se haga mal a nadie.
¡Cuánto han
sufrido las personas que se han visto obligadas a vivir bajo estereotipos
impuestos en casa o en su cercano mundo! Yo en este día recuerdo siempre que lo
que tenemos hoy, el gran nivel de aceptación que hay en España –junto a otros
países del mundo- se lo debemos en gran medida a los que gritaron y lucharon
por SU espacio en la sociedad, por sus derechos y sus libertades.
Ahí estamos
todos.
El camino ha sido y es duro. Aun se no se nos considera aptos para
alcanzar tales o cuales puestos en ciertos sitios. Pero ahí estamos, aportando
cada cual nuestro granito de arena para hacernos ver y sentirnos orgullosos de
nosotros mismos, siendo dignas personas que respetuosamente viven y dejan
vivir.
No quiero terminar estas palabras sin hacer una referencia propia desde
la perspectiva creyente. ¡Paso de lo que diga “mi” Iglesia sobre nosotros! Tampoco
voy a dedicar tiempo es criticarla pues no sirve para nada. Tristemente ya se
perjudica bastante así misma desde ciertas actitudes de sus “pastores”. Lo que
quiero es dar gracias a Dios, pues el orgullo que sentimos y que hoy podemos
mostrar, en una parte muy considerable es gracias ÉL. Por amor nos creo, siendo lo que somos.
Y
si Jesús es la revelación de ÉL mismo, también es parte nuestra y de manera
importante; pues Jesús vino a jugarse el tipo por la gente desfavorecida. Y si
el colectivo LGTB es rechazado desde donde sea, se rechaza a Dios mismo en su
plenitud. “Mirad que amor nos ha tenido el Padre, para llamarnos hijos de Dios”,
dice San Juan en su carta.
Ojalá todos los homosexuales del mundo puedan sentir
la grandeza de sentirse amados por Dios, por el mundo, sintiéndose imprescindibles
para la vida. Las manos de un homosexual no tiene distinción respecto de otras
manos, por eso estamos llamados a dar ejemplo, ser respetuosos, impecablemente
fraternos y solidarios al 100%.
Cuando Jesús de Nazaret desembarcó en el mundo,
lo hizo en la condición humana en la humanidad. Demos gracias por ello. En Jesús
tenemos el primer ejemplo de quien se partió la cara por nosotros hasta jugarse
la vida. Estemos por lo tanto, a la altura de las circunstancias. Ganemos espacio
desde el respeto. Debemos combatir el fanatismo y la intransigencia con el
respeto y nuestra bandera del Arco Iris –creada por Gilbert Baker, fallecido
este año- y todo lo que esta bandera representa. En su esencia está nuestra
propia naturaleza y orgullo, LA LIBERTAD.
Feliz día del orgullo. Os
abrazo a todos los que os unís a esta celebración y ruego para que todas las
personas LGTB alcancen la libertad plena. Acabo con un maravilloso poema del
jesuita Pedro Trigo, que nos hará fortalecer nuestra condición y nos ayudará a reflexionar.
Fraternalmente, Floren.
DIOS ECHÓ SU SUERTE CON LA HUMANIDAD
Te damos gracias, Padre, porque Vosotros, la comunidad
divina,
decidisteis que el Hijo se embarcara en el barco de la
humanidad. ¡Qué cosa, Señor…!
Nunca acabaremos de entender ni de dar gracias.
No se embarcó en el barco de los justos, ni en la nave de
la Iglesia
ni en el paquebote de los plutócratas ni en el acorazado
de los poderosos,
sino en el barco de la humanidad, que no tiene clase de
preferencia, porque es la barca de los pobres.
Los justos, Señor, los ricos, los poderosos buscan barcos
exclusivos para salvarse,
porque creen que la humanidad no tiene remedio, y muchos
quieren subir a esos barcos de privilegio
porque han perdido toda esperanza en el futuro de la
humanidad.
¿Cómo se hizo Jesús uno de tantos? ¿Cómo se le ocurrió
subirse a semejante barquita?
¿Estás loco, Señor? ¿Por qué quieres apostar a caballo
perdedor?
¿No ves el barco maltrecho por tantas tormentas? ¿No ves
quehacer agua?
¿No lo ves a punto de naufragar o de estrellarse contra
una roca?
¿Qué ganas con echar tu suerte con la humanidad perdida?
Nunca acabaremos de entender ese tu amor desmedido.
Pero te damos gracias, Señor, porque tu Hijo está para
siempre en el único barco de la humanidad.
La salvación de la humanidad ya no es asunto de nuestra
exclusiva incumbencia.
Si nos hundimos,
se hunde tu Hijo; si perecemos, perece tu Hijo.
Como tu Hijo no puede ni quiere salirse del barco,
Tú eres el primer interesado en que llegue a puerto.
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