PROGRAMA de CUARESMA
No el poder,
sino
la humildad.
No la diversión,
sino
la conversión.
No la burla,
sino
el humor.
No la introspección,
sino la
contemplación.
No el “bien común”,
sino el “bien de
todos”.
No la interpretación,
sino
la palabra.
No el abuso,
sino
el uso.
No el fanatismo,
sino
la fe.
No un Dios,
sino
Dios.
No la letra,
sino
el Espíritu.
No la separación,
sino la
comunicación.
No la huida,
sino
la presencia.
No el molde,
sino la levadura.
(Comín)